domingo, 15 de marzo de 2009

ELECCIONES AUTONÓMICAS 2009. Reflexiones 2

Ha pasado el tiempo suficiente para que cada fuerza política tome sus primeras decisiones y adopte posición, a la vista de lo que el electorado ha decidido. De mayor a menor, esto es lo que yo aprecio.
El Partido Popular no ha sabido ganar, sus primeras decisiones son exigencias que no respetan las instituciones. En el papel de quien juzga la condición de los demás en base a la propia (prefiero este eufemismo al refrán puro y duro), demandan el incumplimiento de los plazos de una transición razonable, exigen la paralización de decisiones, que además de ser estrictamente legales son convenientes para el correcto funcionamiento de la Xunta, hacia los administrados, y anuncian marchas atrás con un tono de represalia. Esto se hace cuando no existe ni presidente electo, esto es competencia exclusiva del Parlamento Gallego, digan lo que digan los medios de comunicación, y ni siquiera existen diputados a todos los efectos, hasta que no tomen posesión formal solo son “electos” (ellos si).
El PSdG-PSOE minusvalora el significado del resultado. Si las bases no lo remedian, la responsabilidad, de la perdida de una ocasión histórica, va a quedar circunscrita a la figura del Secretario General, olvidando que en el último Congreso solamente 30 delegados sobre 500 mostraron alguna discrepancia con el ambiente de loa y alabanza sin límite al líder, y , más importante, a las líneas estratégicas que el marcaba. Un partido que quiere ser El Referente de Galicia (con mayúscula) no puede conformarse con programas y propuestas que solo sustenta el 30 % del electorado. El próximo Congreso no puede caer en el error de limitarse a un cambio de Secretario General y en los puestos de otras pocas personas, tiene que entrar en el nuevo discurso capaz de aumentar el apoyo ciudadano.
El BNG si parece acertar en la valoración y en sus consecuencias, sin embargo flaco favor se está haciendo a sí mismo y a Galicia con la recuperación de discursos radicales y asamblearios. En todo caso al menos se dan la oportunidad de revisar su discurso y programa, además de las personas que lo pilotarán. Por cierto es mi opinión que el dimisionario portavoz sigue siendo una de sus mejores bazas cara al futuro.
De los minoritarios, llama la atención la falta de autocritica sobre el daño que hicieron a las fuerzas afines, sabiendo como sabían que el 5% era un listón demasiado alto para ellos.
Marzo de 2009
Isidoro Gracia

miércoles, 4 de marzo de 2009

ELECCIONES AUTONÓMICAS 2009. Reflexiones

Varios elementos considerados en Galicia como datos firmes han devenido en meros mitos: El primero es que alta participación es equivalente a voto progresista, el segundo que son las zonas más urbanas las más propicias a la izquierda. También ha quedado claro que el voto emigrante no tiene una importancia decisiva, los datos desde 1977 indicaban que nunca han variado un reparto de escaños, pero el arranque de la campaña electoral centró, inexplicablemente, el debate en este punto. Han sido otros los elementos y factores que se han mostrado como decisivos: el primero y principal, que una fuerte implantación y estructura de un partido tiene más importancia que su presencia institucional, otro que los órganos federales, a pesar de su cierta distancia al terreno, o precisamente por ello, aciertan en sus previsiones mucho mejor que aquellos que están inmersos en el día a día; si el PSdG-PSOE hubiera atendido la recomendación de adelantar la elecciones, a octubre de 2007, es muy probable que el resultado hubiera sido otro. Otros elementos han quedado evidentes. Es mucho más fácil que el electorado propio entienda, y apoye, la claridad en el mantenimiento de las señas de identidad históricas, mezclar socialismo, internacionalista en origen, con nacionalismo muy local tiene los límites muy estrechos. Por otra parte, tal y como ha venido demostrando la historia de las elecciones democráticas, el voto estrictamente nacionalista en Galicia está en el entorno muy limitado del 15%, por lo que cualquier partido que quiera ser alternativa de gobierno necesita un suelo del orden del 35% y un discurso bien diferenciado del discurso nacionalista, que solamente puede ser factor complementario, los resultados de todos los procesos electorales habidos hasta la fecha son contundentes en la demostración del aserto. Podríamos sumar el efecto crisis, que impacta sobre los apoyos del presidente saliente, e incluso el mensaje, claro y erróneo, de gobierno bicéfalo más que bipartito, pero aún cuando los resultados son fruto de un poco de todo, unos factores tienen más importancia que otros.
Isidoro Gracia