jueves, 1 de julio de 2010

¿INCURRIÓ EN PREVARICACIÓN EL CONSEJERO DE TRANSPORTES DE MADRID?

¿INCURRIÓ EN PREVARICACION EL CONSEJERO DE TRANSPORTES DE MADRID?
Es muy probable que de lo que está ocurriendo con la huelga del Metro de Madrid se deriven consecuencias importantes, más allá del desenlace que pueda tener el conflicto. Desenlace que por otra parte se ve aún lejano lamentablemente, entre otras cosas por la falta de acierto, habilidad y mesura con que se está abordando, sobre todo por parte del Gobierno de la Comunidad de Madrid, y de la mayoría de los medios de comunicación madrileños.
La reacción del Consejero de Transportes, José Ignacio Etchevarría primero, y de la Presidente Esperanza Aguirre después, no sólo ha sido de condena por el incumplimiento de los servicios mínimos, sino cargada de amenazas, medias verdades, mentiras, descalificaciones, con palabras gruesas y tonos desafortunados e impropios de unos responsables políticos de su nivel por muy mal que pudieran haberlo hecho los representantes de los trabajadores, que no es el caso. Mala cosa para encontrar soluciones. Es cierto que los servicios mínimos hay que cumplirlos, pero también lo es que quien rechaza el acuerdo de servicios mínimos propuesto por los representantes sindicales, e impone luego por decreto otros muy excesivos, a sabiendas de que lo son, de que con ello vulnera el derecho a la huelga de los trabajadores, y de que los sindicatos ya no tienen plazo para que las reclamaciones por la vía judicial puedan ser atendidas y resueltas, además de unos absolutos irresponsables, y unos ineptos políticos, también pueden haber incurrido en un delito. Pues delito de prevaricación es “delinquir los funcionarios públicos dictando y proponiendo a sabiendas, o por ignorancia inexcusable, resolución de manifiesta injusticia”.
Sorprende también el tratamiento de la mayoría de tertulianos y medios de comunicación de Madrid, lanzando a la opinión pública contra los trabajadores del Metro en huelga. Me pregunto que se creen estos señores que es una huelga. ¿Un juego o un divertimento? ¿Algo que se hace pero que no se nota? Quien mas se juega a la hora de una huelga, no es quien está en el casino o tomando el aperitivo en las terrazas de los cafés, ni siquiera el que va a llegar tarde al trabajo y se cabrea por ello. Quien más se juega con la huelga es el que se ve obligado a hacerla porque no le dejan otra alternativa, porque se arriesga, sufre y no cobra, y conviene no olvidar que defendiendo sus derechos está defendiendo los de todos, incluidos los de los periodistas con contratos en precario y bajos salarios. ¿Cómo es que se habla tanto de la huelga, sus consecuencias, el comportamiento de los sindicatos, y no se dan a conocer las opiniones de estos y las de los huelguistas? ¿Para cuando la presencia de los representantes de los trabajadores en los medios al menos cuando se hable de sus asuntos?
¡Claro que hay que cambiar la Ley de Huelga! Pero no para lo que la señora Aguirre y algunos como ella piensan. La que está vigor es una Ley preconstitucional, no aprobada por ningún parlamento democrático, sino “promulgada” por el primer Gobierno de Adolfo Suárez en el año 1977, del que formaban parte altos y experimentados representantes del régimen de Franco, entre ellos, tres generales, un almirante, y muchos dirigentes del sindicato vertical franquista. Una ley que tiene ya 33 años, y que después de las múltiples y variadas “reformas laborales” habidas a lo largo de estos años en nuestro país, no se ha tocado, porque la derecha económica y política se ha negado y opuesto a ello. Solo algunos jueces, con motivo precisamente de la fijación abusiva de los servicios mínimos, han intervenido diciendo que aquellos servicios vulneraban derechos constitucionales reconocidos después, como el derecho de huelga. Claro que algunos “listos” aunque irresponsables, saben que el truco consiste en, primero marear la perdiz con negociaciones, y luego sacar el decreto en vísperas de la huelga, sin plazo para que la justicia intervenga. Tal vez el Consejero de Transportes de Madrid sea uno de ellos.
SUSO MOSQUERA
1/07/2010