miércoles, 29 de febrero de 2012

Lo que me separa del 15-M

Halagar no debe ser el estilo de una persona honrada. Por lo tanto, así a los amigos como a los enemigos -si estos existen- ha de decírseles las cosas tal cual uno las piensa; sin temor a represalias o malos humores. El movimiento 15-M, que no sé si tendrá un núcleo organizado llamado Democracia Real Ya, tiene un gran mérito por haber espoleado a una sociedad dormida y acomodaticia con un estado de cosas corrompido y adocenado. Obviamente, no todo en la vida cívica y nacional es malo; hay muchas personas que están trabajando por un mundo mejor: ONG, voluntarios, altruistas, honrados responsables públicos y profesionales de todos los órdenes que salvan a la sociedad del caos.

El 15-M tiene una propensión -al menos en sus miembros más conspícuos, pues es un movimiento heterogéneo- a la descalificación de la política y de los políticos. A una persona de mi generación (a muchos como yo) no se le puede decir sin más que todo el trabajo realizado no ha valido para nada: hubo un tiempo en España en el que la libertad de expresión no estaba garantizada, ni había derechos civiles; donde el mero hecho de discrepar era delito. No había sanidad universal, ni educación generalizada; ni subsidios de paro, ni leyes de dependecia, ni reconocimiento de derechos a las minorías... No sigo porque toda casuística puede resultar aburrida e incluso inútil. Lo anterior son derechos que se han conseguido con mucho esfuerzo, con muchas movilizaciones (como las que ahora protagoniza el 15-M) por personas de generanaciones anteriores a la que actualmente es joven y animosa.

La política es un noble arte (otra cosa es el uso que algunos hacen de ella) por lo que descalificarla no es bueno para la convivencia ni para la educación cívica; los políticos son necesarios en toda sociedad compleja, pero hay que echar a los políticos que no hacen honor a ese nombre, sino que están por el medro o el enriquecimiento personal: yo sé que no son pocos. La ley electoral, tan denostada, permitió votar a muchas personas que no lo habían hecho durante cuarenta años; ahora toca reformarla radicalmente, pero si no se hace, no por ello es ilegítima la democracia española, que es como muchas otras, imperfecta y perfectible. El radicalismo está muy bien -en mi opinión- para la práctica, pero no tanto para el discurso. La experiencia que tengo -no mucha porque no soy sabio- me dice que el más radical con la palabra no suele ser el más revolucionario en la realidad.

También se descalifica a los sindicatos de trabajadores: ¿por que? Estas organizaciones han conseguido muchas mejoras para los más pobres; han tenido una lucha titánica durante décadas, han sacrificado a familias enteras en el logro de conquistas que hoy consideramos irrenunciables (aunque en peligro). 

Noto de falta en el 15-M definición: no puedo pretender que el movimiento se declare "socialista", ni "liberal", ni "demócratacristiano", ni "fascista" o "comunista", toda vez que son categorías con las que puede uno no sentirse necesariamente identificado; pero sí puedo pedirle el 15-M que diga si es progresista o no; si está de acuerdo con un modelo de sociedad o con otro, en qué coincide con los ecologistas y en qué no, en que con los socialistas y en que no; en que coincide o discrepa con unas y otras ideologías. ¿Se trata de una ideología nueva? ¿Cuales son sus señas de identidad? ¿En que presupuestos hunde sus raíces? ¿O no tiene raíces? 

Porque si no tenemos claros los objetivos, el modelo de sociedad que deseamos (el modelo de acción parece claro: el asambleísmo) no podemos estar seguros de estar en el camino acertado. ¿Hay alguna organización detrás del 15-M? Si no la hay, ¿se va a establecer un núcleo orgánico que aglutine a un colectivo cada vez más numerosos (eso sería deseable) y plural? Pero toda pluralidad debe concretarse en objetivos claros; no vaya a ser que el 15-M sea una ilusión y luego cada uno vaya por su lado. Ya he visto "revolucionarios" que a los pocos años teminaron en poltronas administrativas muy bien pagados habiendo engañado a una muchedumbre. No espero eso del 15-M, pero sí espero definición y objetivos claros.

L. de Guereñu Polán.

sábado, 25 de febrero de 2012

El futuro de la izquierda en España

Podría ocurrir que la ya larga etapa de hegemonía del Partido Socialista en la izquierda española no se volviera a repetir. No es lo que deseo, pero aquí no vengo a exponer sino algunas reflexiones sobre las actuaciones de los socialistas en los últimos cuatro años, los movimientos sociales que han surgido (críticos e incluso hostiles con el Partido Socialista) y el malestar y distanciamiento de Izquierda Unida y otras formaciones de izquierda menores en cuanto a su representatividad. 

Hasta ahora hemos estado acostubrados a una gran etapa de hegemonía del Partido Socialista, que empezó en 1982, y luego a una alternancia con relativos éxitos electorales de dicho partido, tanto en el conjunto de la nación como en las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos. Pero este ritmo no tiene por qué ser eterno. La derecha española también tuvo su recomposición: primero se amalgamó en torno a UCD (organización forjada desde el poder del tardofranquismo) y luego se desplazó hacia Alianza Popular, que luego cambiaría de nombre pero nada más. ¿Estamos ante una situación previsible en la que el Partido Socialista en España no sea capaz de superar los 100 escaños en el Congreso y se estabilice así una situación durante diez o veinte años? No es imposible; al fin y al cabo el cabreo con el Partido Socialista es enorme entre una parte importante de su electorado, y no digamos entre buena parte de la izquierda minoritaria (minoritaria no es lo mismo que insignificante). 

Creo que las llamadas políticas de Estado en las que el principal partido de la oposición pacta con el Gobierno asuntos de estrategia nacional, podrían ser una tampa para los intereses del socialismo y de la izquierda en general. Si se dan dichos pactos de Estado debiera ser sobre la base de importantes contrapartidas. En segundo lugar está la pertenencia a la Unión Europea: de ser un entusiasta me he convertido en un escéptico, pero no en el sentido británico, sino que al estar gobernada la U.E. por la derecha, alguna vez los socialistas de unos y otros países tendrán que plantearse una política frontal contra los desmanes de esa derecha: gobierno de banqueros, especuladores, usureros, grandes accionistas, corrompidos empresarios, etc. Ya sé que hay una derecha moderada y civil, pero hay otra montaraz y retrógrada, y la que gobierna Europa ahora es ésta última (a las pruebas me remito). 

El acercamiento a los sindicatos debe ser urgente prioridad para el Partido Socialista (y dichos sindicatos deben, en España y en el resto de Europa, combatir con más energía a la derecha, calculando sus fuerzas y actuando inteligentemente). También debe de haber una convergencia entre los socialistas y las demás fuerzas progresistas del país, debe de llamarse a los intelectuales, a los jóvenes progresistas, a los desesperanzados, a los que pusieron toda su ilusión y esfuerzo en las décadas setenta y ochenta (que no son viejos todavía, y aunque lo fueran) para que vuelvan a colaborar. Para conseguir esto hay que ofrecer algo: un programa avanzado, radical y de izquierdas, no una pamplina hecha por reconvertidos de última hora. Personas que han formado parte de los últimos gobiernos socialistas han hecho mucho daño -en mi opinión- al nombre del socialismo; no tienen ni idea de lo que esta ideología significa; se han creído que con sus supuestas capacidades técnicas lo tenían todo hecho. No: el trabajo en la calle tiene que volver; tiene que volver el compromiso con los más necesitados; tienen que abandonarse costumbres burocráticas heredadas de los años de gobierno y seleccionar mejor a los que vayan a ocupar cargos públicos. 

La honestidad es algo pendiente: el número de "socialistas" que han sido pillados con las manos en la masa es muy grande (ya sería grande con que se aproximara a cien, pero han sido muchos más). Algunos por un quítame allá esas pajas; otros por casos más graves; otros han sido reincidentes... Se ha permitido, desde la máxima altura del Partido Socialita, que un tránsfuga en Benidorm repita en las listas del socialismo (y algunos dicen que por influencia de una joven exministra de la región). 

Creo que de los errores cometidos, en los que están que el Partido Socialista y su gobierno se soliarizasen con los gobiernos conservadores de Europa, hay buena parte de culpa. Así le fue también al gobierno socialista en Portugal, en Grecia... Si el próximo presidente francés es un socialista y no se da un giro radical a la política europea, apaga y vámonos, porque Francia es una gran potencia en Europa, y puede ser ejemplo para otros países como una futura España gobernada por la izquierda. Ya no me atrevo a decir gobernada por el Partido Socialista, porque empecé suponiendo que habrá que apoyarse en otros grupos progresistas en el futuro. Si no es así; si el Partido Socialista volviese a tener la fuerza electoral de antaño, entonces lo que hace falta pedir es que no vuelva a cometer los errores de antaño (y aquí he expuesto algunos, solo algunos).

L. de Guereñu Polán.

Memorial de agravios


Un vecino de Mairena del Aljarafe (Sevilla) ha publicado su denuncia en un períodico diciendo que se le notificó oficialmente la revalorización de su pensión en 16 euros; un mes más tarse se le notificó, también oficialmente, que su pensión sería gravada con 21 euros adicionales (Real Decreto Ley 20/2011) con lo que éste año cobrará cinco euros menos al mes (pero el presidente del Gobierno había dicho que sus medidas no afectarían a las pensiones). 

Un vecino de Illescas (Toledo) se pregunta si un directivo de la CEOE tendrá que irse a Laponia por hacer contratos basura, gestionar mal sus empresas o por facturar en negro (el tal directivo había propuesto que todo trabajador en paro que no aceptase la primera oferta de empleo perdiese su prestación económica o que se fuese a Laponia). 

La lucha emprendida por el partido que gobierna España y por el mismo Gobierno contra los sindicatos de trabajadores es preocupante, porque nos retrotrae al siglo XIX, cuando se les veía como peligrosos (por las clases dominantes). De hecho hay un proyecto de limitar la acción de los sindicatos en materia de huelga (otra cosa es que progrese o no según su constitucionalidad), pero existe el peligro. Debe tenerse en cuenta que los sindicatos de trabajadores han sido -con todos sus defectos- instrumentos para la democratización de España, para la mejora de las condiciones de vida de millones de personas y para frenar los desmanes de la patronal y de ciertos gobiernos. Seguramente por eso no interesa su libertad de acción a determinado partido.

De acuerdo con la nueva ley que liberaliza el mercado laboral, la empresa Barreras ha presentado el despido de 50 de sus trabajadores y reducir los salarios (por todos los conceptos) en una media del 56%. La Consellería de "Benestar" (las comillas son mías) ha enviado a dos personas autistas a un centro con menores conflictivos, como si el problema de los primeros y el de estos últimos fuese el mismo: el caso es ahorrar en personal y en centros especializados. Un parado coruñés, José Manuel Iglesias, ha perdido la asistencia sanitaria por la desidia de la Xunta de Galicia, mientras el Alcalde de Santiago de Compostela (porque el país no tiene otros problemas) ha decidido designar calles con los nombres de papas, obispos y cardenales; como resarcimiento, quizá, del menosprecio que estas autoridades eclesiásticas han sufrido en los últimos años.

La delegada del Gobierno en Valencia ha dado instrucciones a la policía para que reprima brutalmente una manifestación de estudiantes y otras personas en aquella ciudad, aunque es cierto que los manifestantes estaban cortando una vía pública. Se han recortado los sueldos de los profesores en la misma Comunidad (al mes una media de 480 euros), causando un grave quebranto a las economías de estos profesionales, que ven no se trata de un sacrificio equilibrado para combatir la crisis, sino de un abuso sin paliativos ni precentes.  Mientras tanto el Presidente de Bankia, exministro del Partido Popular, tiene una remuneración de 4 millones de euros brutos al año.

España está en un derrotero realmente preocupante, muy delicado y que exige una gran movilización cívica si se quieren corregir los abusos de ciertos grupos dominantes. Pero los medios de comunicación públicos -porque los privados son otra cosa- serán manipulados como lo han sido en otras ocasiones: como ejemplo se pueden poner los casos de Televisión de Galicia, TeleMadrid y Canal 9 (una vez más Valencia, que parece ser el sumidero nacional en estos últimos tiempos). A los que solo nos queda la palabra tenemos que usarla. A los que tenemos derechos reconocidos en nuestras leyes (manifestación, asociación, expresión) nos cabe no renunciar a ellos y ponerlos en práctica más pronto que tarde. 
Los casos arriba descritos son reales; no producto de ensoñaciones: han aparecido reiteradamente en los medios de comunicación, los sufren personas de carne y hueso, como quien esto lee y quien esto escribe.

L. de Guereñu Polán.

viernes, 24 de febrero de 2012

¿Un encubrimiento real?


El caso de los negocios ilícitos de un yerno del rey de España (que sean ilegales o no lo dirán los Tribunales de Justicia) da más juego de lo que en principio parece. En primer lugar parece poco probable que la hija del rey, de nombre Cristina, no estuviese al tanto de los turbios negocios de su esposo viendo como crecía su patrimonio y los beneficios que de ello se derivaban. Pero el asunto que aquí me interesa tratar es la complicidad del rey de España con su yerno por el hecho de serlo, sabiendo que estaba involucrado en negocios que debieron ser considerados como delictivos o ilícitos cuando le recomendó (según testimonio oficial de la propia Casa Real) se ausentase de España.

Un padre puede encubrir a su hijo cuando encuentra que se haya incurso en un delito, pero un rey no puede encubrir a su yerno -o a su hijo- si tal cosa ocurre: la diferencia está en que un padre particular ha de hacer prevalecer su condición de padre, mientras que un rey ha de hacer prevalecer su condición de servidor público. Un rey es padre en la esfera privada, pero deja de serlo en la esfera pública. El yerno del rey ha estado amparado por el rey de España a todas luces, pues de lo contrario no tendría sentido que se le recomendase, amparase y buscase una "solución" en Estados Unidos. El rey de España, en mi opinión, no puede limitarse a dar una explicación más o menos honrada en una comparecencia navideña: ha de dar la cara y decir en qué medida sabía lo que sabía y en qué medida se vio comprometido por su yerno. También en qué medida le encubrió, amparó o -en su caso- está dipuesto a participar en su denuncia. Es el rey de España con totas las consecuencias, y una de ellas es hacer prevalecer el interés público sobre el privado de su familia.

El abuelo del actual rey de España se comprometió con un golpe de estado ilegal -como toto golpe de Estado- con una dictadura, con un régimen corrupto y caciquil, con la represión de los jóvenes que no querían ir a luchar a Áfrida en 1909, con la de los manifestantes en 1917, que veían subir los precios de los productos básicos mientras España los suministraba a los países en la guerra de 1914; Alfonso XIII no combatió el pistolerismo de los años 1919-1923; actuó interpretando la Constitución de 1876 de forma interesada y partidista, cuando una monarquía constitucional ha de estar por encima de todo partido. ¿Quiere el actual rey de España ser como su abuelo? Debe salir a la palestra pública; lo que seguramente no veremos; debe denunciar a su yerno si cree que hay motivos, o callar si no los hay. Pero si esto último, debe atenerse a las consecuencias y al despestigio de la corona si su yerno es condenado, judicial o moralmente. Esto último creo que ya es un hecho. 

L. de Guereñu Polán.

jueves, 23 de febrero de 2012

¿Un Gobierno indigno?

Un Gobierno puede haber sido elegido democráticamente, puede tener legitimidad, puede cometer errores, puede incluso defraudar a los ciudadanos, o a una parte del cuerpo social, pero un Gobierno -dentro de ciertos límites- no puede nunca llegar a ser indigno. Y el actual está en ese camino: está acercándose a la categoría de la indignidad. 

Pretender que da solución al problema de una ley hipotecaria injusta (que ningún Gobierno anterior ha reformado en profundidad) recomendando a los bancos un código de buenas prácticas ("recomendando") condonando la deuda mediante la entrega del inmueble en dación, siempre que todos los miembros de la familia afectada estén en paro (en síntesis) es no ya una tomadura de pelo; es tener una mísera manera de concebir la acción política, es una indignidad en toda regla. Máxime si se sabe que los bancos que se acojan a aquella "recomendación" gubernamental serán beneficiados fiscalmente por el Estado. Un Gobierno de banqueros y sus amigos retrógrados toma una medida que beneficia a los banqueros y a los más retrógrados de la sociedad. Pero esta medida no va a ser solución para ningún caso de persona que se encuentre sin poder amortizar su crédito hipotecario. 

Legislar de esta manera es como hacer que el esclavo rinda culto al señor por no maltratarle. Legislar de esta manera e no ya inmoderado, es una burla a la sociedad a quien se presenta. ¿Para eso queremos juristas, sociólogos, banqueros, economistas, profesores de universidad y otras milongas en el Gobierno? Podrían haberse ahorrado su campaña electoral, sus mentiras, sus miserias, su indignidad. 

El Gobierno de España ha empezado mientiendo; ha seguido reprimiendo; se burla día a día, se jacta de que ha ganado las elecciones sin saber que una cosa es ser depositario de la confianza de un sector de la población, por muy mayoritario que sea -que no lo es- y otra tener autoridad. La autoridad, decían los antiguos, se distingue del poder. El poder se ejerce por la fuerza de que se dipone: el amo para con el esclavo o el siervo; la autoridad es un concepto moral. Se tiene si se respeta al administrado, al diudadano; no si se le denigra con medidas como la que aquí comentamos. Es un escarnio, es una burla que la sociedad debe denunciar, nos afecte directamente o le afecte al vecino. Los próximos seremos otros. ¡Que mal lo han hecho los de antes para que nos haya caído esta peste!. 

L. de Guereñu Polán.

Los derechos sindicales también son derechos humanos

En palabras de un sindicalista cubano, perseguido por ejercer como tal y denunciar los incumplimientos del régimen de su país: “Los derechos sindicales no son obra de la naturaleza, ni el fruto de la espontaneidad, ni han sido ofertados por los Estados, ni los patrones. Han sido conquistas alcanzadas por los trabajadores y sus organizaciones representativas, a través de difíciles luchas, sufrimientos y sacrificios. Los derechos sindicales son universales, inalienables y les pertenecen a todos los trabajadores y a sus organizaciones sindicales”.
Es mi opinión, que los que en estos momentos de crisis atacan lo que ellos califican de privilegios de los sindicatos, se alinean claramente con la política actual de los hermanos Castro en esta materia. Además en muchas ocasiones (casi siempre) lo hacen  utilizando falsedades, que no por repetidas se convierten en verdad, medias verdades o anécdotas individuales generalizadas, de forma muy similar a como hicieron, en su día, para llegar al poder, personajes como Mussolini, en el proceso de apartar de su camino a las  organizaciones que pudieran estorbar sus planes. Con lo que se cierra un extraño círculo que comunica dos de los extremos políticos. Cierto es que, los Castro y Mussolini, después de las infamias pasaron a los hechos, paso en que esperemos no estén pensando dar los actuales críticos.
Tienen que conocer los ciudadanos, que los Sindicatos son unas organizaciones que fueron testigos y actores de los levantamientos obreros, agudizados por la grave crisis económica del momento, que contribuyeron decisivamente a la abolición de la esclavitud en Inglaterra, hacia 1840. O que los movimientos revolucionarios de los años inmediatamente  posteriores, en toda Europa, con exigencias tanto de carácter político como social, son los que llevaron al nacimiento de lo que hoy  se conoce  como Derecho de Trabajo. Y que es muy evidente que en cada uno de los avances en lo que llamamos el Estado de Bienestar, del que disfrutamos en Europa, y en menor medida en España, (Educación, Sanidad, Pensiones y Servicios Sociales) han estado presentes los Sindicatos como motores de impulso. Por lo que cada pequeña pérdida de poder o influencia sindical nos envía en una dirección que tiene su origen en la esclavitud y ausencia de  derechos.
A los que critican los métodos, hoy extremadamente moderados, de lucha y defensa de los intereses de sus afiliados, hay que recordarles que incluso la doctrina social de la Iglesia católica acepta que: “los sindicatos modernos han crecido sobre la base de la lucha de los trabajadores, del mundo de trabajo y ante todo de los trabajadores industriales para la tutela de sus justos derechos frente a los empresarios y a los propietarios de los medios de producción” , que “la actividad de los sindicatos entra indudablemente en el campo de la política”, e incluso la huelgaes un método reconocido por la doctrina social católica como legítimo en las debidas condiciones “, con los limites “del bien común de la sociedad”, “no estar destinada a la eliminación del adversario“ ,o al “ejercicio de la violencia contra los propietarios”
Dicho y aceptado, por mí, lo anterior, ¿porqué un parado, no afiliado sindicalmente, va a  aceptarlo?

Febrero de 2012
Fdo. Isidoro Gracia Plaza

martes, 21 de febrero de 2012

Amenazas sobre la enseñanza

Para que una enseñanza sea de calidad, creo yo, ha de reunir tres factores: contar con recursos suficientes, estar bien gestionados dichos recursos y tener un cuerpo de profesores preparados científica, pedagógica y didácticamente. 
 
Vamos por partes: si se quiere que la enseñanza sea universal, es decir, que no segregue a unos niños y adolescentes de otros por razón de su renta o familia, se necesitan recursos suficientes; negar estos recursos es suicida para la integración social, sabido es que un adulto de dentro de cinco o diez años defenderá mejor sus derechos si está formado que si no lo está. A no ser que se quiera que tal adulto no sepa defender sus derechos, que también es una opción. Si se quiere atender a la diversidad (niños y jóvenes con problemas emocionales, sociales, familiares, motrices, intelectuales, de todo tipo) son necesarios recursos en forma de profesores de pedagogía terapéutica; no vale con tenerles en un aula diciendo que está escolarizado el 99% de la población en edad escolar. Se necesitan recursos para los agrupamientos específicos, es decir para impartir clases a alumnos cuyas capacidades son parecidas y necesitan adaptaciones curriculares específicas también. Se necesitan recursos para que los centros cuenten con instrumentos musicales, plásticos, deportivos, bibliotecas bien fundamentadas, aparatos para la formación en las técnicas de información y comunicación. Se necesitan recursos para los seminarios de idiomas: no tiene sentido que el alumno esté triadocenado en un aula intentando aprender gramática francesa, inglesa o italiana sin ESCUCHAR nunca una conversación en la cual pueda interactuar. Esto se consigue con equipos que tienen los centros privados de elite, pero no muchos centros públicos y concertados. 
 
Gestionar bien estos recursos es requisito indispensable para que los mismos no se vayan por la alcantarilla o no se rentabilicen adecuadamente. Para ello es necesario que los equipos directivos de los centros reciban instrucciones gerenciales que puede tengan que ser acompañadas por personal especializado (dentro o fuera de los centros educativos). Diez minutos de retraso en el encendido de la  luz en un Instituto (cada día) representan, por término medio, 3.000 euros de ahorro al año, y es solo un ejemplo. Gestionar bien los recursos tiene también que ver con la reforma de la Inspección Educativa, que no está cumpliendo el cometido al que está llamada. Ningún ministro, desde José María Maravall en los años ochenta pasados, se ha ocupado de éste asunto. Gestionar bien los recursos consiste, entre otras cosas, en no enviar a los centros material que no necesitan y dejar de enviar el que se solicita por los centros justificadamente. Se amontonan en los almacenes materiales que no se usan y no se reciben aquellos que se necesitan, y de los que ya he hablado arriba. 
 
El profesorado bien formado es el que ha pasado por las pruebas que todo Estado moderno tiene establecidas; no el que entra en un aula por el favor de éste o aquel personajillo, como ocurre en muchos centros concertados y privados; menos en los públicos. El profesor formado es el que se ha ido formando ya por su iniciatia o por las exigencias de una Administración consciente de sus obligaciones para con los jóvenes y niños de España. Los cursos que el profesorado debe seguir no deben ser los que el capricho imponga, sino los que el propio profesorado demande: lo que no se hace. El profesorado debe de estar en todo momento en contacto con la Inspección Educativa siempre que ésta tenga como misión el asesoramiento y control de la calidad de la enseñanza; no como ahora, un recipiente de quejas que se envian al poco honroso destino de la papelera. El profesorado bien formado es el que está considerado por la Administración y por la sociedad; es el que se siente observado (no vigilado) y se ve impelido a cumplir con su obligación porque es una pieza básica en el rompecabezas social moderno. 
 
A fuer de sintético no quiero seguir abundando en más casos y argumentos; pues creo hacerme entender con lo dicho. Además hay mucho escrito sobre este asunto, pero el ministro Wert no lo sabe; si lo sabe no lo entidende. Yo creo que el ministro Wert no está en el Ministerio de Educación para esto que he dicho -y que es discutible- sino para otra cosa: está para parar todo intento de que las reformas educativas emprendidas hace casi treinta años en España prosperen; está para evitar que se invierta más dinero en educación; que se destinen fondos públicos a la formación y perfeccionamiento del profesorado. Por eso ha anunciado que se recortarán los recursos en investigación, en becas, en material para centros, en libros para bibliotecas, en laboratorios de idiomas y no se convocarán oposiciones para que más alumnos tengan que se atendidos por menos profesores; no vaya a ser que la mujer o el hombre de dentro de diez años en España sepa tanto de sus derechos, del mundo, de los progresos en Dinamarca, Finlandia o Japón que quiera imitarlos. El ministro Wert está para atender en el Gobierno de España otros asuntos que no son los de la enseñanza y la educación: a las pruebas me remito.

L. de Guereñu Polán.

lunes, 20 de febrero de 2012

REFORMA LABORAL Y ELECCIONES EN ANDALUCIA Y ASTURIAS

El domingo 19 de febrero, España entera fue un clamor contra la reforma laboral impuesta por el Partido Popular. A la misma hora en que muchos cientos de miles de hombres y mujeres de toda edad y condición se manifestaban por las calles y plazas de las principales ciudades del país, Mariano Rajoy clausuraba en Sevilla el Congreso del Partido Popular afirmando que la reforma es “justa, buena y necesaria”. Los sindicatos UGT y CC.OO. por su parte, muy satisfechos por el amplio apoyo a la convocatoria de protesta, exigían negociar la modificación de su contenido, algo que sería muy razonable que hiciese el gobierno, pero que me temo que no va a suceder.

Al Partido Popular le rebosa el poder por todas partes, y eso tiene el riesgo de que se cometan más fácilmente excesos y errores. Han visto que ni la corrupción política les afecta, y que están ante una ocasión histórica, tal vez irrepetible, pues no solo detenta el poder del gobierno central, el de la mayoría de los ayuntamientos, diputaciones provinciales y comunidades autónomas, sino que también en Europa el Parlamento, la Comisión y la totalidad de sus órganos de gobierno tienen el control del Partido Popular Europeo. Cuentan con el apoyo casi absoluto de una gran mayoría de los medios de comunicación, e incluso la complicidad de otros poderes del estado como el judicial. El desequilibrio de fuerzas es absoluto, y al amparo de la crisis y el miedo, las medidas más temerarias e insensatas se están haciendo posibles.

Los trabajadores lo saben. Una de las consignas que escuché en la impresionante manifestación celebrada en A Coruña, consistía en hacer una pregunta a través de los megáfonos: “E a culpa de quen é?”, con una respuesta clamorosa: “Dos que votan o PP!” Ciertamente, esto solo se puede arreglar o votando o recurriendo a otros medios que nadie desea. Si el Partido Popular después de esta reforma comprueba que sigue contando con la mayoría a la hora de votar, es evidente que no solo seguirá adelante con la reforma, sino que se atreverá con otras medidas igualmente drásticas y largamente añoradas por el mundo financiero como por ejemplo la privatización de la sanidad española.

El próximo 25 de marzo asistiremos a un test muy importante para el Gobierno y para el país, particularmente para las clases trabajadoras y sus organizaciones representativas, los sindicatos y los partidos de izquierda. Tanto es así, que Mariano Rajoy ha decidido posponer la aprobación de los presupuestos generales del estado para este año 2012 para después de celebradas las elecciones autonómicas de Andalucía y Asturias. Sabido es que la ley de presupuestos ha sido tradicionalmente aprovechada por los gobiernos -sobre todo los del PP- para introducir sin debate específico previo, modificaciones sustanciales en materia económica y social. Andalucía representa el 17,85% de la población española, Asturias el 2,29%, por lo que suman ambas el 20,14%, un porcentaje muy relevante, con dos regiones muy diferentes entre sí.

Las clases trabajadoras de Andalucía y Asturias, tienen ante sí la posibilidad de frenar con su voto el camino emprendido por el Gobierno de Rajoy y reforzar así las exigencias de rectificación en lo que concierne a la reforma laboral, o por el contrario dar alas y legitimación social a esa política que no sólo incluye medidas que se ocultaron durante la pasada campaña de las elecciones generales sino también otras como las fiscales que van en sentido contrario a lo expresamente prometido en aquella campaña.

Como esas clases trabajadoras son mayoría en ambas regiones, la conclusión y el resultado parecen fáciles y evidentes, pero no lo son. Hay factores por el medio que va a resultar decisivos: Por un lado la credibilidad del PSOE, y también la de Izquierda Unida, por otro el papel de los sindicatos de clase y el comportamiento de aquellos sectores de votantes que en las generales optaron por la abstención.

El Partido Socialista ha celebrado recientemente su congreso para renovar su dirección y su programa, y lo hizo también en Sevilla, consciente de lo que está en juego en Andalucía, pero el recuerdo de su gestión de gobierno, y el eco de las elecciones del 20 de noviembre, están muy cerca todavía. Izquierda Unida está en ascenso en su objetivo de convertirse en el recambio del PSOE, pero lejos de concitar la confianza y el apoyo que en las presentes circunstancias incluso sería de esperar. El voto a otros partidos, lejos de resolver el problema puede agravarlo al favorecer aún sin pretenderlo, un nuevo triunfo del Partido Popular, en cualquier caso siempre será preferible eso a la abstención. Los sindicatos por su parte están obligados a “mojarse mucho mas” en estos procesos electorales, porque también se la juegan ya que un nuevo triunfo electoral del PP no solo apuntalaría las reformas que está llevando a cabo, sino también las medidas que desde hace tiempo lleva impulsando contra los sindicatos de clase. Para la derecha los sindicatos de clase son enemigos, y el mejor sindicato es el que no existe o está sin alas ni fuerza y domesticado.

Hay algo cierto: 1) Las clases trabajadoras no deben renunciar nunca a su derecho al voto, pues si lo hacen, otros se aprovecharán de ello sin clemencia ni compasión. 2) Tampoco deben votar, de ninguna manera, al mismo partido que apoyan y defienden la CEOE, los banqueros, la actual jerarquía eclesiástica, y los residuos del franquismo que sigue vivo en la sociedad española, pues si lo hacen van en contra de sus propios intereses y derechos y de los de sus compañeros y compañeras. 3) Los sindicatos de clase tienen que implicarse a fondo en las campañas electorales, combatiendo la abstención pero también el voto a la derecha política que representa directamente los intereses de quienes quieren reducirles sus rentas, sus derechos y sus medios de defensa. 4) El partido socialista a su vez, ya esté en tareas de oposición o de gobierno, y con independencia de los votos que reciba o haya recibido, o es el partido que se identifica y defiende en todas partes y circunstancias los intereses de las clases trabajadores con todas sus consecuencias, o perderá inevitablemente su razón de ser, arrastrando a la sociedad española en su conjunto a un desequilibrio político de peligrosas consecuencias para el país en su conjunto.

XESUS MOSQUERA
20 de Febrero de 2012

domingo, 19 de febrero de 2012

Gobierno español versus Roosevelt


Las políticas de "ajuste" que el Gobierno español está llevando a cabo en España, y que se acentuarán cuando se aprueben los presupuestos a finales del mes de marzo (previsiblemente) son -en mi opinión- un verdadero engaño a la ciudadanía, que se ha embarcado en dar su confianza a un partido representativo de los intereses del capitalismo español, ya en el campo de las finanzas, de la industria, de las grandes explotaciones agrarias o de las grandes empresas comerciales. 

Contrariamente a lo que, inspirado por la teorías keynesianas, llevó a cabo el presidente Roosevel desde 1933, el Gobierno español está empeñazo en reducir el déficil (exigencia no de la Unión Europea, sino de los ideólogos alemanes de la canciller alemana, es decir, los banqueros) así como de contener la inflación, algo que vendrá dado por añadidura si desciende el consumo al descender las rentas. 

En primer lugar la política del presidente Roosevelt fue abiertamente intervencionista en materia económica, tanto para no dejar hacer a la empresa privada lo que le diera la gana (porque esto es lo que había traído la crisis de 1929) como para planificar la economía; y todo ello en una época en que el fantasma del estalinismo asomaba en cualquier momento, pues en la URSS se acababa de llevar a cabo el primer plan quinquenal. Todo lo que se pudiese parecer, siquiera de lejos, a una planificación estatal de la economía, era visto con recelo por la clase media, con hostilidad por el gran capital y con violencia por las mafias existentes en aquel país, como ahora siguen existiendo en España. 

Estados Unidos llevó a cabo una reforma de los mercados financieros para que la banca no campase por sus respetos (como había hecho, y como ha hecho en las últimas décadas en España) con el agravante de que en nuestro país unos y otros gobiernos se han encargado de ir haciendo desaparecer la banca pública que existía. El Instituto de Crédito Oficial no es un banco público; es una entidad financiera de otra naturaleza en la que no voy a entrar aquí, pero ha de cumplir la función que una banca pública inexistente debiera tener encomendada. En Estados Unidos, desde 1933 se dinamizó la economía por parte del mismo Estado, es decir, éste se convirtió en empresario, pero con una salvedad: no perseguía beneficios, sino crear riqueza para repartir la renta. No era una revolución socialista; eran una serie de reformas para que el capitalismo pudiese volver a funcionar bajo presupuestos nuevos. La reforma bancaria fue una de las primeras medidas: los bancos desde entonces estuvieron fuertemente intervenidos por el Estado; se ayudó a los trabajadores sin empleo: todo lo contrario de lo que está haciendo el Gobierno español, que reducirá las prestaciones por el mismo, así como congela en la práctica las pensiones y reduce los salarios de los empleados públicos. Una forma de ayudar al trabajo es impulsar los servicios sociales: todo lo contrario de lo que está haciendo el Gobierno español, que reduce las asignaciones en la sanidad, en la educación, en la dependencia a la tercera edad, en las becas... El presidente Roosevelt comandó una política de asistencia social que está en peligro en España porque el Gobierno está empeñado en restringir el gasto público; todo lo contrario de lo que se hizo en Estados Unidos. ¿Como financió dicho país la expansión del gasto? Endeudándose y aumentando en déficit público: todo lo contrario de lo que se pretende hacer en España y en la Unión Europea (Merkel dixit; quiero decir BCE dixit). 

El déficit público se recuperará vía impuestos, exportaciones y productividad cuando la economía se haya recuperado; aquellos no pueden aumentarse si el país vive una recesión; no obstante el Gobierno español ha decidido aumentar las retenciones a cuenta del Impuesto de Rendimientos del Trabajo Personal; aumentará el IVA y castigará justamente a aquellos que no hay que castigar: a las clases medias-medias, medias-bajas y desarraigadas o desheredadas. Los autónomos se van a resentir, los pequeños empresarios también; no digamos los trabajadores por cuenta ajena... Quienes no sentirán la crisis, porque para eso está el Gobierno español, es la gran banca, los grandes empresarios y las rentas saneadas, sencillamente porque se confía en que con las reformas que se están llevando a cabo esos sectores sean los que recuperen los activos perdidos por el capitalismo español. 

No sabemos nada -de la contrarreforma del Gobierno- sobre los agricultores, cooperativas agrarias, arrendararios o pequeños propietarios agrarios. No hay una sola palabra de cómo se van a redistribuir los recursos; muy al contrario, se acentuarán las diferencias de renta como ya ha venido ocurriendo en los últimos años, y esto le ha costado al Partido Socialista una gran decepción de parte de su electorado. El Gobierno está combatiendo a los sindicatos (todo lo contrario de lo que hizo Roosevelt con la Wagner Act); no gustan los sindicatos al Gobierno porque no gustan a la CEOE, que es el "gobierno en la sombra" del partido gobernante. 

En el plano ideológico la Iglesia católica está de enhorabuena, igual que la extrema derecha, la gran patronal y la sociedad conservadora española: se homenajea fuera de todo límite al franquista Fraga; se contrarreforma la ley de interrupción del embarazo; se modifica en un sentido retrógrado  la ley de educación... El Gobierno tiene una ciega confianza en los jueces conservadores para que dejen impunes los delitos de los más antipatriotas de los españoles, mientras se castiga a los que se han comprometido con la democracia y el resarcimiento de derechos. Malos tiempos para España.

L. de Guereñu Polán.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Los partidos políticos y los intereses contrapuestos


La izquierda en España, desde el régimen democrático de 1978, ha representado bastante bien los intereses de la clase media, entendido este término en su sentido más amplio, desde la clase media alta hasta la clase media humilde; pero no ha representado tan bien los intereses de las clases desheredadas y marginales. Ha contemporizado mucho con los detentadores del poder económico por varias razones: durante los primeros gobiernos socialistas porque existía el temor de desestabilizar el régimen (se conocía el reaccionarismo y el gran poder de dichos sectores) y ya en la II República española las diversas patronales (agraria, industrial y financiera) fueron un freno para el progreso y un apoyo extraordinario para la derecha y el fascismo (de esto sabe mucho Mercedes Cabrera, porque ha sido objeto de sus investigaciones). 

Durante los últimos siete años y medio tampoco se han lesionado los intereses de las grandes fortunas ni de los grandes detentadores del dinero: en parte, creo, porque no cuadraba con lo que se hacía el en resto de Europa (me refiero a la Unión Europea) y poque se tiene la idea de que atacar a la gran banca, la gran patronal, etc. es anticuado. Todo lo contrario, es tan moderno que está por hacer. Y solo si se hace habrá recursos para atender a necesidades que no están cubiertas. Es cierto que hay minorías en España que han visto satisfechas reivindicaciones seculares de sus derechos (homosexuales, mujeres, pensionistas) pero con tan mal fario que aquellas reformas corren serio peligro de ser desvirtuadas ahora. 

Lo que sí ha descuidado la izquierda, y eso ya desde los primeros años ochenta, es la movilización del electorado afín; sólo los partidos minoritarios de izquierda lo han intentado, con dudoso éxito, pero no así el Partido Socialista, que debió aglutinar a todos los demás para defender determinadas posiciones. Lo cierto es que al gobernar (y lo hizo trece años y medio seguidos) se tiende a cierto adormecimiento porque muchos dirigentes están en puestos institucionales. Ha habido, en mi opinión, una subordinación muy poco conveniente del Partido Socialista a los gobiernos afines. Debió haber más compenetración y menos subordinación. Se abandonó el trabajo con los vecinos, en el sindicalismo (al contrario, la UGT se apartó del Partido Socialista), con las organizaciones cívicas (progresistas o no) con los intelectuales, con los jóvenes, a quienes se ha pretendido captar con un par de ministras jóvenes en los últimos tiempos...

Yo creo que el Partido Socialista tiene que captar el electorado de los sectores pobres de la sociedad (casi ocho millones según ciertas estadísticas, pero si son seis millones también son muchos), de los cuatro millones que no le han votado ahora, de los que pueden dejar de hacerlo si se sigue en el mal camino (y no dejo de reconocer los esfuerzos de algunos socialistas en los campos que se les han asignado) y restar importancia a la connivencia con la Iglesia, con la patronal y otras milongas. Un partido socialista lo es realmente si tiene tras sí a las clases bajas y medias; si consigue hacer llegar un discurso de honradez diferenciado del de la derecha; si la población ve otra vez esperanza para sus desvelos; si el ejemplo que se da es misional (me atrevo a decir) y para ello sobran técnicos y faltan verdaderos políticos dispuestos a un patriotismo que hoy no se ve facilmente.

L. de Guereñu Polán.

¿QUIEN SE HA LLEVADO MI PARTE?

Poco antes del 2000, y durante un par de años, estuvo de moda un librito que contaba una fábula sobre cómo se adaptaban a una situación de crisis cuatro pequeños personajes. La crisis consistía en que su modo de vida, un depósito de queso del que se alimentaban, un día apareció vacio. La respuesta de cada uno de ellos fue diferente, y triunfaron los que se movieron para buscar otros depósitos de queso, sin embargo todos se hicieron la misma pregunta antes de buscar la solución: ¿Quién se ha llevado mi queso?
A diferencia del ejemplo de la fábula, la tarta de queso de la riqueza española anual, producida en 2011, sigue siendo sustancialmente la misma que la de cinco años antes, según Eurostat el PIB español en PPA (Paridad de Poder Adquisitivo) es de unos 1.200.000 millones de € al año. Según el Instituto Nacional de Estadística Español (INE) unos 1.100.000 millones de € en moneda real. Pues bien, de forma poco explicable nos comunican, un día sí y otro también, y por todos los medios de comunicación, que muchas de las porciones de tarta que en 2007 o 2008 se dedicaban a sanidad, educación o especialmente a salarios, no están disponibles para 2012. Parece muy razonable que los parados, los enfermos, las familias con hijos se hagan la misma pregunta: ¿quien se ha llevado mi parte?
Ya sé que mis conocimientos de ingeniería y relaciones laborales y empresariales, o los dos cursos de ciencias económicas y los más de 15 años de experiencia en política,  no llegan para comprender los misterios de la respuesta, por lo que he acudido a una fuente fiable: el Centro de Estudios del FMI. Este centro, muy valorado por los expertos en la materia, ha realizado un informe cuyos datos son concluyentes: Una de las causas más importantes de la actual  crisis es el crecimiento de las desigualdades sociales,  la gran concentración de las rentas en los sectores más adinerados, rentas que provienen sobre todo de las rentas del capital, a costa de las rentas de los ciudadanos cuyas rentas proceden principalmente del trabajo, ha determinado un descenso muy notable de la capacidad adquisitiva de la mayoría de la población, forzándola a endeudarse, e incrementado las desigualdades hasta límites insostenibles por el sistema. El informe demuestra que a mayor crecimiento de la concentración de las rentas en unas pocas manos  mayor endeudamiento del resto de la población, y mayor tamaño del sector financiero.
El estudio se realizó sobre lo que calificaba como una economía avanzada, por lo que podría ser de aplicación, no solo a España, sino a la mayor parte de los países europeos.
Para mí la respuesta es clara, yo sé quien se está llevando mi parte. La solución también, moverme contra los que se la están llevando.

Febrero de 2012
Fdo. Isidoro Gracia Plaza.

martes, 14 de febrero de 2012

¿INTEGRACIÓN DE LAS DIPUTACIONES PROVINCIALES EN LA XUNTA DE GALICIA?

Fue Felipe González quien no hace mucho hizo la propuesta de suprimir las diputaciones provinciales, liberando así un importante volumen de recursos económicos para, por ejemplo, mantener la sanidad y la educación públicas en unos niveles aceptables. Argumento: A lo largo de los últimos años se ha creado una doble administración diputaciones/comunidades autónomas, con solapamiento de funciones y duplicidades ineficaces y costosas.
Luego, Rubalcaba hizo suya esta propuesta, pero el rechazo de algunos sectores en el ámbito socialista evitó que prosperase de momento. Como quiera que el problema existe, es real, actualmente se perciben dos posiciones de fondo: Una que abanderan sectores del PP, que podríamos resumir en “menos comunidad autónoma y mas gobierno central y diputación provincial” (hablan incluso de devolver competencias), y otro que abandera un amplio sector del PSOE favorable a la progresiva integración de las diputaciones provinciales en las comunidades autónomas sin merma de las competencias y del papel del estado.

Así las cosas, días atrás, la Confederación de Empresarios de Galicia hacía público un documento con 140 propuestas para hacer frente a la crisis, una de las cuales es precisamente la de “integración de las diputaciones provinciales gallegas en la Xunta de Galicia”, para a partir de ahí, se supone, ir racionalizando y unificando la estructura administrativa intermedia entre la del estado y los ayuntamientos.

Al hilo de todo ello, recordé que ya aquel Gobierno tripartito que presidió Fernando González Laxe, había sacado adelante una ley de coordinación de las diputaciones provinciales gallegas, que luego el gobierno de Fraga derogó. Se trata de la “LEY 8/1989, DE 15 DE JUNIO, DE DELIMITACIÓN Y COORDINACIÓN DE LAS COMPETENCIAS DE LAS DIPUTACIONES PROVINCIALES DE GALICIA”. Por lo que se ve una ley muy adelantada a su tiempo, luego derogada, y que ahora muchos reclaman. Es sin duda un documento de lectura útil y conveniente hoy, 23 años después, como un buen referente de partida para estos tiempos nuevos.

Soy de los que pienso que los socialistas gallegos debieran retomar con urgencia esta iniciativa, y junto con nacionalistas y populares, escuchando a los órganos consultivos de Galicia, emprender la INTEGRACIÓN DE LAS DIPUTACIONES GALLEGAS EN LA XUNTA DE GALICIA, y de paso, poner freno al desmantelamiento de los servicios públicos, particularmente de la sanidad y la educación. La crisis arrecia y el tiempo apremia, no perdamos más tiempo.

XESUS MOSQUERA
14 de febrero de 2012

sábado, 11 de febrero de 2012

La derecha alemana da ejemplo



El ejemplo que marca la derecha alemana es la que se quiere aplicar, por los gobiernos conservadores europeos, en todo el continente: los salarios para los trabajadores poco cualificados han descendido tanto (en el país germano) que se ha producido, según alguien ha dicho con acierto, un mercado laboral de dos niveles. La precariedad laboral en las empresas alemanas de menos de 50 trabajadores ha llegado al máximo, no conocido sino antes de la primera guerra mundial. Las autoridades alemanas están castigando también la baja productividad en algunos sectores productivos, cuando la misma muchas veces no depende del absentismo o de la escasa preparación de los trabajadores, sino de la obsolescencia de las técnicas productivas. Es sabido que el absentismo laboral en Alemania está rigidamente perseguido y controlado. 

He leído que se pagan dos euros por hora trabajada a tiempo parcial en aquel país, lo que implica una renta bajísima, porque dos euros en Alemania son mucho menos que en España o en Portugal. A cambio se han creado puestos de trabajo, pero con tal precaridad, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, que la combatividad obrera es prácticamente inexistente. Cuando gobernaba el socialdemócrata Schroeder realizó una serie de reformas: estas consistieron en una liberalización del mercado laboral que anunciaban la política actual de Merkel como consecuencia de la gran presión de la patronal (poderosísima en Alemania) para dar salida al problema de una población de la Alemania del este que demandaba trabajo a cualquier precio. Este factor no debe olvidarse en relación a las políticas laborales regresivas que se han dado en Alemania en los últimos quince años. 

La propia Organización Internacional del Trabajo ha criticado lo que se hace en Alemania con la competitividad salarial: una tasa de paro contenida que es capaz de disuadir a los trabajadores peor pagados de que exijan mejores salarios. Una tasa de paro más pequeña serviría a una combatividad sindical mayor; una tasa de paro más alta plantearía problemas parecidos a los que tiene España. Los sindicatos alemanes, que están atrapados entre la necesidad de una política pragmática de dar solución a las familias más humildes y no perder influencia entre los trabajadores, están en un momento difícil. Yo creo que los sindicatos españoles tienen una ocasión de oro para volver a jugar el importante papel movilizador que tuvieron en los años setenta y ochenta. 

Sectores de la clase media, en Alemania, España y otros países europeos están siendo castigados sobre todo en sus masas salariales; los trabajadores por cuenta ajena están siendo sometidos a una presión extraordinaria por la conservación o consecución de un puesto de trabajo; los autónomos están haciendo trampas a todo trapo, incapaces de dar una factura con IVA y de pagar la seguridad social de sus pocos trabajadores por unidad productiva. Los jóvenes, los parados de verdad (porque los hay de mentira), las mujeres y los hombres de mediana edad que están sin trabajo o con salarios de miseria.... he aquí el campo abonado para un trabajo sindical a medio plazo que debiera dar sus frutos en dos o tres años. No sé si confundo mis deseos con la realidad, pero el lodazal en el que está España ahora, con una derecha acrecida que sigue los pasos de su hermana mayor alemana, permite temer -si no hay lucha- lo peor. Si los sindicatos españoles se solidarizan con las políticas de austeridad del gobierno -los sindicatos alemanes están empezando a no hacerlo- estarán haciéndole el trabajo sucio. La labor de los sindicatos es otra, incluso cuestionar el sistema.

L. de Guereñu Polán.

EN DEMOCRACIA LA JUSTICIA NO ES INDEPENDIENTE

En una de las reflexiones, que firmé en 2008, me preguntaba: ¿DONDE SE DICE QUE LA JUSTICIA ES INDEPENDIENTE?. La respuesta era y sigue siendo: Desde luego en la Constitución Española de 1978 no, lo que dice es: “La Justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey”. Así pues la Justicia es absolutamente dependiente de un sujeto llamado Pueblo, que aprueba sus normas de convivencia mediante el Parlamento por mayorías democráticas. Mucho menos lo son los jueces, cuyo único y muy importante papel es aplicar el texto literal de las leyes, aún cuando sea práctica relativamente frecuente que algunas interpretaciones entren en contradicción evidente con la letra de la ley y el espíritu con que se aprobó. Así pues el juez es absolutamente dependiente del texto de la Ley y su ideología no puede, no debe, ser factor de interpretación.
Mucho menos lo dice Montesquieu, a quien todo el mundo cita, en especial los jueces en defensa de sus posiciones,  como padre de la idea de la separación de poderes, el también sostenía algunas otras ideas que completaban su exposición y que son ignoradas por quienes reclaman una independencia  en unos términos que el filósofo y jurista jamás propuso. Siendo consciente que quien dispone de poder tiende a ampliarlo con inclinación a abusar de él, lo que proponía era que concretamente este poder no fuera ejercido por nadie de forma permanente ya que “así el poder de juzgar, tan terrible en manos del hombre, no estará sujeto a una clase determinada, ni quedará exclusivamente en manos de una profesión”. Así pues el mismo filósofo y jurista, y otros que forjaron las bases de las democracias modernas,  establecían que el origen de todo poder es el pueblo, sujeto a quien todos los poderes están supeditados, y más, eran radicalmente contrarios a alguna de las prácticas de quienes hoy reclaman su amparo, ya que es claro y evidente que la administración de la Justicia ha quedado en exclusiva en manos de una profesión.
También establecía algunas reglas básicas entre las que se encuentra una que hoy es muy pertinente:No hay libertad si un poder del Estado se le encomienda a una única fuerza social o a un único órgano estatal
El obligado paso periódico por urnas del Parlamento y del Gobierno hace que los ciudadanos dispongamos de mecanismos que nos permiten apartar del ejercicio del Poder a quien no está de acuerdo con lo que la voluntad de la mayoría demanda, pero esa voluntad mayoritaria no encuentra vías para controlar la Judicatura, que encuentra mecanismos para perpetuarse en manos de una clase y una profesión determinada, y los hechos demuestran que tendentes a ideas no muy democráticas.
Hoy, si un tribunal, formado por Montesquieu, Rosseau y el empirista Locke, pasara examen a la Democracia española (y a otras muchas), la nota sería: necesita mejorar.

Febrero de 2012
Fdo. Isidoro Gracia Plaza

viernes, 10 de febrero de 2012

"Inside job", imprescindible

Imitador de un expresidente español

El documental cuyo título figura arriba es fundamental para comprender algunas de las causas de la crisis que padece el mundo capitalista (es decir, el mundo) en la actualidad, muy en particular los países desarrollados que han permitido la desregulación de la economía.

El documental empieza con una referencia al caso de Islandia, un país desarrollado con algo más de 300 mil habitantes. Hasta hace unos pocos años su banca nacional cumplía el papel para el que había sido creada sin ningún tipo de altruísmos, por lo tanto no estamos hablando de un país idílico. Las autoridades y los agentes respetaban el medio ambiente, el equilibrio social era un hecho, la población tenía vivienda, trabajo, salario, prestaciones sociales estatales y privadas, según los casos; la tasa de paro era ínfima. Pero un gobierno desaprensivo (no quiero aquí utilizar otros calificativos que me pide el cuerpo) permitió la privatización de la banca nacional en manos de grandes emporios financieros internacionales, sobre todo estadounidenses; la empresa Alcoa fue autorizada a campar por sus respetos, violando el equilibrio entre población y medio ambiente, sometiendo al paisaje a los egoísmos de sus propietarios...

El crédito se expandió; la población acudió a él sin que ningún miembro del gobierno advirtiese sobre los riesgos; obviamente se encarecieron los precios hasta niveles nunca conocidos. Cuando los primeros síntomas de la crisis apuntaban al sector financiero, los auditores contratados no vieron obstáculo alguno en el comportamiento del mismo. Meses después los bancos quebraron, el crédito desapareció, las pequeñas empresas no pudieron seguir contratando y pagando sus nóminas y muchos pequeños ahorradores perdieron su dinero porque lo habian invertido en operaciones de cuyos riesgos no fueron advertidos. La población islandesa vivió como un niño cuyos padres no se preocupan de si pasa frío, tiene hambre o corre algún peligro. 

El documental pasa luego a recoger opiniones de altos funcionarios de organixmos internacionales, viéndose sus contradicciones; de la administración del ex-presidente Bush, generadora de la crisis junto con los grandes usureros de Estados Unidos, y así, a partir de un caso concreto, el documental va explicando con un didactismo extraordinario, como lo ocurrido en Islandia se reprodujo a escala mayor en todo el mundo desarrollado. 

Creo que todo ciudadano consciente del futuro que debe procurar para sus hijos y las generaciones venideras debiera ver este documental; creo que en las Universidades debiera proyectarse. Creo que dirigentes sindicales y políticos -si no están vendidos al capital- debieran verlo y reflexionar en favor del pueblo al que están obligados a servir. La crisis que padecemos no tiene secretos (y los que tenga saldrán a la luz por añadidura). Esta crisis ya la ha vivido el capitalismo en otros momentos y parece ser que los gobiernos -que deben de saber muy poco de historia- no han aprendido. A no ser que los gobiernos (o algunos) estuviesen a otra cosa.

L. de Guereñu Polán.

jueves, 9 de febrero de 2012

Garzón, Barrionuevo y Vera


Vaya por delante que me solidarizo con el juez Garzón ante la injusta condena que ha sufrido por un Tribunal Supremo que se han manchado hasta el tuétano. El tiempo dirá hasta que punto sus miembros han actuado con vileza. 

Dicho esto, quizá convenga recordar que el juez Garzón fue Secretario de Estado dependiente del Ministerio de Justicia e Interior, y aprovechó para obtener información que luego utilizó contra el ex-ministro José Barrionuevo y contra el ex-secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera. Estos habían actuado decididamente en la lucha contra el terrorismo llegando, como es lógico, al límite de la ley, y sobrepasando ese límite, quizá, en alguna ocasión de forma practicamente inevitable: el terrorismo golpeaba entonces de manera que moría asesinada una persona cada tres días.

He tenido siempre el convenciomiento moral de que los señores Barrionuevo y Vera son inocentes, como tengo algo el mismo convencimiento sobre la inocencia del señor Garzón. Este quizá sienta ahora la misma indignación que aquellos servidores del Estado sintieron cuando se vieron encarcelados de forma vil. También algún día se podrá saber hasta que punto el señor Garzón actuó con saña, la misma que ahora se ceba en él.

Quien crea que el franquismo, el conservadurismo político, el autoritarismo y la extrema derecha eran ya inofensivos en España está en un error. El Partido Popular ha recogido toda la herencia de aquellos sentimientos políticos y los ha amalgamado en un proyecto que es el que ahora gobierna España; no quiero decir que tenga un progrma de gobierno; quiero decir que el franquismo redivivo, el conservadurismo, el autoritarismo y la extrema derecha son el programa político del Partido Popular. Los halagos y homenajes al recientemente fallecido Manuel Fraga han excedido toda mesura; las contrarreformas que se han presentado ante la opinión pública no han hecho más que empezar, y existe un gran parecido (salvando el momento histórico) entre el bienio negro de la II República española y el actual estado de cosas, con la pena añadida de que no parece que el Partido Popular vaya a estar solo un bienio en el gobierno; sí que será muy negro.

Hay categorías superiores en la vida pública que alguien tiene que reavivar; hay valores que no pueden ser pisoteados sin más; hay principios que debemos poner encima de cualquier otra consideracion. Es la hora de que nos tomemos en serio con quien nos la jugamos: están en el Gobierno de España antipatriotas de mucho postín; están los más reaccionarios herederos del conservadurismo español. Estos, amigos míos, no tienen nada que ver con Maura, con García Prieto o con Romanones. Aquellos eran intelectuales o caciques de altura; ahora estamos ante verdaderos enemigos de los derechos civiles, del respeto a las minorías, de la solidaridad social, de los logros de la España democrática. 

No podemos andarnos con pamplinas: hay que marcar distancias a toda velocidad y denunciar con todo rigor cada tropelía, cada movimiento, cada ataque a las conquistas sociales de los españoles. La caterva de banqueros, usureros, especuladores y malandrines que apoyan a este Gobierno, además, claro está, de los votos populares que lo han aupado, tiene una fuerza terrible. Otra fuerza pletórica de moral, de disciplina, de altura de miras, de programas de justicia y de progreso se tiene que oponer. El juez que está instruyendo el caso del yerno del rey está siendo investigado por el Consejo Genral del Poder Judicial en una actuación sin precedentes. El ataque es frontal, sin miramientos; es necesario un gran esfuerzo colectivo para no dejarse arrastrar por el lodazal en el que está metida España.

L. de Guereñu Polán.

El barco España no tiene capitán.

Por ser el primer debate parlamentario del nuevo presidente de gobierno, y por los muy importantes asuntos a tratar, casi vitales, no solo para la maltrecha economía española, sino también para el futuro de la Unión Europea, seguí con interés lo que de la sesión parlamentaría iban dando radios y televisiones varias. Como creí que habían recogido mal la información que me dieron, he repasado los medios escritos en busca de la corrección, pero no, había entendido bien, el flamante y recién estrenado Presidente se declaraba impotente para hallar remedio a los males que “la herencia” le ha dejado. Y además reconoce que en Europa mandan otros y él, mi presidente electo (por otros, eso sí) está para hacer lo que le manden.
Para verificar lo anterior basta ver las portadas de la prensa escrita en general y de la más conservadora en particular, todos los periódicos relegan, en el mejor de los casos, a un rincón de su portada el contenido del debate, la mayoría mandan al interior algunos fragmentos. Esto debe ser así por aquello del periodo de gracia de los 100 primeros días (gracia que no concedieron al anterior Presidente).
Pero para los intereses generales de España, y la famosa “prima de riesgo”, es mucho mejor esa ausencia de noticias que recoger el canto a su incapacidad de superar “el peor punto de partida de una legislatura” y a su convencimiento de que haga lo que haga el gobierno de Rajoy, su gobierno, a final del año estaremos peor que como nos dejo el gobierno de Zapatero.
Hay un antecedente, el de un rey español (por un breve periodo de dos años) Amadeo I de Saboya, el de la Constitución progresista de 1869, que viéndose superado por las circunstancias en su último discurso ante las Cortes dijo:”…entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible afirmar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar remedio para tamaños males”, y….  claro, dimitió y marchóse a otros lares.
Es necesario aplicar la experiencia, si el actual Presidente reconoce que no sabe qué hacer, retírese y deje el paso a otro. En democracia existen formulas varias para hacer lo que se debe.

Febrero de 2012
Fdo.: Isidoro Gracia Plaza

miércoles, 8 de febrero de 2012

¿Que está pasando en la Unión Europea?


Yo creo que ante la insuficiencia institucional de la Unión Europea, los ideólogos del gobierno alemán han aconsejado a la canciller que sea Alemania quien verdaderamente gobierne la coalición de países. "De facto", pues, Alemania es el gobierno de la Unión Europea, aunque existan instituciones que han demostrado su inoperancia para muchos temas como la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo. El presidente de la Comisión, Durâo Barroso, se ha convertido en un "procurador", que va de aquí para allá intentando acuerdos entre las instituciones y los países. El presidente nominal del Consejo, van Rompuy, no es quien verdaderamente dirige el Consejo, que sigue siendo la institución donde están presentes los gobiernos de los países miembros; es más bien un embrión de lo que se quiere que sea el Consejo en el futuro, pero quizá ese futuro no llegue nunca, porque los Estados más poderosos no han demostrado voluntad de perder más soberanía en favor de la Unión. La responsable de asuntos exteriores, Catherine Ashton, no tiene verdadera capacidad para actuar en nombre de la Unión porque hay países que no ceden su política exterior: el Reino Unido es el ejemplo más claro, que tiene la misma política exterior que Estados Unidos, gobierne quien gobierne en aquel Estado europeo; pero también España, en algún momento, se ha saltado la política exterior común, como cuando decidió participar en la ilegal guerra de Irak; y Alemania cuando decidió reconocer a Croacia al margen de la Unión Europea, causando estragos en la política exterior de la Unión en la antigua Yugoslavia. El caso de Kosovo ha clamado al cielo, ya que unos países de la Unión han reconocido al nuevo Estado y otros no. No digamos respecto de las grandes potencias como Rusia y China, ante las que la Unión no tiene una política exterior común.

Los ideólogos de la canciller alemana, creo, hace tiempo que le han aconsejado que coja el toro por los cuernos: que haga valer el papel de gran potencia de Alemania y que condicione toda la política interior, por lo menos de los 17 países que forman parte del euro. Así, los asuntos económicos y monetarios, son dictados por Alemania al margen de las instituciones comunitarias, que cuenta con la muleta de Francia al estar gobernada por conservadores como los de la canciller. En realidad esta política no es más que la que ya en su momento siguió el general De Gaulle con Adenauer, impidiendo la entrada del Reino Unido en la U.E. hasta el año 1973. Razón tenía el héroe francés, pues Reino Unido nunca ha sido, realmente, miembro de la Unión: no forma parte del euro y tiene una política exterior y de defensa al margen del resto. También en materia aduanera y de comercio exterior Reino Unido actúa con frecuencia al margen de la Unión.

Toda política económica no deja de pasar por la decisión del gobierno alemán; toda política monetaria lo mismo, además de por el Banco Central Europeo, sobre el que conviene recordar que cuando se acordó su creación una de las cláusulas, redactada sibilinamente, dejaba en manos de la banca alemana su funcionamiento y política; no en vano es esta banca alemana la que da sentido al BCE. Yo creo que es lógica la política del gobierno francés sirviendo de muleta al alemán, pues de esta forma condiciona -en la medida en que pueda- las decisiones a tomar en relación a los paíes más débiles, que son todos los demás. Mientras Francia juegue el papel que está jugando no se tomará ninguna media hacia ella como por ejemplo las que se exijen a Grecia, a Portugal, a Italia o a España. Hay países en la Unión que son verdaderas provincias, como es el caso de Bélgica, Holanda y Dinamarca, pues gozan de una economía sana debido a su integración total con la economía germano-francesa. 

Todo ello -si el análisis que aquí se hace es correcto- nos lleva a que la Unión está gobernada por banqueros y políticos conservadores que velan, antes que nada, por sus intereses. El seguidismo de los partidos y organizaciones socialistas es suicida para ellos. Ahora, en el plano internacional (en el plano de la Unión) o se ponen de acuerdo los partidos socialistas y progresistas para dar alternativa a la actual situación o no habrá nada que hacer. Las políticas de ajuste, sin más, seguirán; los países "ajustados" no podrán salir de su endeudamiento con el BCE y el FMI, y serán meros apéndices de una situación "de facto" que se salta toda legalidad instituciona en el Unión. Ya cuando Alemania del Este entró en la Unión Europea lo hizo contra toda legalidad: se unió a la de Oeste y quedó integrada sin más, cuando tendría que haber pasado por las condiciones que se han impuesto a los demás Estados en sus integraciones respectivas. Es un caso poco hablado, pero ahí empezo la política "de facto" de Alemania y no ha parado. 

Quien lea a Shumann, a Spaak, a Monnet, a Spinelli; los padres de la Unión Europea, verá que no se están haciendo las cosas como ellos plantearon, que hablaron de una federación de Estados europeos; ni siquiera se están respetando los Tratados (el de Lisboa es, en lo sustancial, papel mojado) y no digamos el de Roma que ha sido enmendado hasta quedar irreconocible. Esta política "de facto" es parecida -salvando las distancias- a aquella en la que dos superpotencias, la URSS y EEUU, gobernaban cada una medio mundo: no había legalidad que las amparase, pero lo hacían porque ejercían su poder sin más.

L. de Guereñu Polán.


lunes, 6 de febrero de 2012

Más dinero para las corridas de toros

Lo que sale de la boca del torero es el pitón del toro
El ministro Wert, que parece querer convertirse en el bufón del gobierno, ha hecho unas declaraciones en las que dice va a destinar más subvenciones para las corridas de toros por tratarse de un bien de interés nacional. Que yo sepa la mitad de los españoles no son partícipes de las corridas de toros según encuentas que han venido publicándose en varias ocasiones.

Lo de bien de interés nacional suena a lo de "fiesta nacional", frase ofensiva paa aquellas regiones y países de España que no tienen tradición en dichas corridas; no diré tradición taurina, porque el toro como aniamal, ese sí, está en las culturas mediterráneas de todos los tiempos. Por eso conviene distinguir: a mí -como a muchos otros- me gustan los toros, por eso estoy contra las corridas donde se les martiriza, hace sufrir y mata (en el mejor de los casos). Lo que sí está claro que son las corridas de toros es un buen negocio para unos pocos. Posibilitan puestos de trabajo claro está, como cuando existían eunucos, esclavos, siervos de la gleba y otras especies por el estilo.

El ministro Wert no tiene vergüenza torera (valga la expresión) cuando en momentos de crisis como los que vivimos, restándose recursos a la educación, a la sanidad, a las pensiones, a las personas mayores, a los investigadores, habiéndose suspendido las oposiciones para los licenciados en paro, restándose dinero al subsidio de estos últimos, etc., va a destinar más dinero para subvencionar a las corridas de toros. Tengo la impresión de que el actual gobierno está hipotecado por unos cuantos grupos de presión muy poderosos en el país: algunos jueces, la banca, la Iglesia católica, los propietarios de suelo urbanizable (ahí está el ejemplo de las modificaciones que el gobierno va a hacer en materia de desprotección del litoral), algunos sectores corportativos, como los notarios y los registradores de la propiedad, usureros varios y especuladores de toda laya. 

Por ahora no se nota mucho; en toda sociedad las manifestaciones de descontento con un gobierno o con una política tardan en producirse. Pero con en tiempo, si las políticas anunciadas se llevan a cabo, la fractura social puede ser muy grande. El partido que gobierna en España y en la mayor parte de las Comunidades Autónomas ha acumulado tal poder político que podria tratarse de una situación inédita en la España democrática, acentuada dicha situación en alguna comunidad como es el caso de Galicia, donde el Partido Popular es el más votado en todos y cada uno de los Ayuntamientos (elecciones locales). O una sociedad democrática y cívica se moviliza o preveo tiempos muy duros para los derechos civiles, para las minorias, para las mujeres progresistas, para ciertos sectores profesionales, para los más desamparados en definitiva. 

En la movilización tienen un papel importante los sindicatos: creo que debieran empezar ya, sin más dilación, huyendo de comprometerse con el gobierno en su política de austeridad. Para que los sindicatos representativos de nuestro país tengan éxito en llamadas a la movilización deben empezar ya, deben preparar a la opinión pública, deben usar de todos los resortes lícitos a su alcande, no deben esperar a una convocatoria precipitada, mal preparada y a la que se augure un débil seguimiento. Contra este gobierno y los intereses que representa vale la pena -es necesaria- una respuesta muy preparada, duradera y constante. De lo contrario ¿quien nos dice que no se consolidará el dominio conservador en España por largo tiempo?

L. de Guereñu Polán.

domingo, 5 de febrero de 2012

El caso de Valencia

Quizá el más grave en cuanto a despilfarro, corrupción y descalabro económico, que están sufriendo las clases trabajadoras de aquel país. 

La Caja de Ahorros del Mediterráneo "quebró" (dice un panfleto muy bien hecho que circula por ahí) y se evaporaron (obviamente alquien los malvesó o se quedó con ellos) 6.000 millones de euros. El Banco de Valencia "quebró" (sigo al muy digno panfleto antes citado) y se evaporaron 3.000 millones de euros. Un tal Rato, exministro de economía de España, ha hecho ingeniería financiera para tapar el agujero de BANCAJA en Caja Madrid, pero las responsabilidades de aquel agujero están sin depurar. Por cierto, el tal Rato cobra, brutos al año, 4 millones de euros, algo muy poco edificante en tiempos de crisis y de no crisis (en mi opinión es robar "legalmente"). 

En el caso Gürtel se han "distraído" millones de euros en fnanciación de eventos del Partido Popular y de la Comunidad Valenciana, entre los que están la visita del papa a dicha tierra. Hay responsables de esto y están imputados, pero hay otros que están siendo investigados y otros que están siendo llamados como testigos. Desde los poderes públicos debiera actuarse para cortar esta sangría antes de que se prouncien los Tribunales de Justicia, que lo harán en su esfera, pero no en la política. La empresa EMARSA, dependiente del Ayuntamiento y de la Diputación de Valencia, ha recibido más de 17 millones millones del erario público y sin embargo sus cuentas no son transparentes, hasta el punto de que hay varias denuncias que están siendo investigadas por los Tribunales de Justicia, pero el poder político no exige responsabilidades ya antes, explicaciones y ceses. 

Un tal Fabra, en Castellón, está acusado de blanqueo de dinero y de mil asuntos más, pero se pavonea por la palestra pública sin una simple llamada de atención del Gobierno. En Alicante hay una especie de trama BRUGAL que obtiene dineros públicos y no da cuenta de ello; dineros que salen de las contratas de basuras (nunca mejor dicho). Hay personas que están directamente relacionadas con esto: Alperi, Castedo, Hernández Mateo... ¿No ha de salir el Presidente del Gobierno, el ministro que él designe, alguien con autoridad en el país para dar cuenta de esto antes de que lo hagan los Tribunales en su esfera? 
Mientras tanto, los funcionarios de la Comunidad Valenciana han visto recortado su salario drásticamente; en agosto se les retrasó el pago de 500 euros (de media) arbitrariamente; no cobrarán la paga "extra" de diciembre... ¿Puede darse un caso más negro en la España actual?

L. de Guereñu Polán.

El primero


El primer dirigente socialista que amenaza con romper los acuerdos institucionales en la Unión Europea es el candidato francés Hollande. No sabemos si porque está en precampaña electoral o porque es sincero. Ha dicho que rechaza el tratado europeo firmado por el presidente francés y la candiller alemana basado en la austeridad de las poblaciones para combatir la crisis económica. A cambio ha propuesto un pacto por el crecimiento, un plan de infraestructuras, la creación de eurobonos y un papel más activo del Banco Central Europeo.

Ciertamente Francia -si Hollande llega a ser presidente- no puede imponer estas condiciones a Alemania, por la sencilla razón de que éste último páis es, con mucho, el más fuerte de la U.E. Pero sí puede ocurrir que a Hollande le sigan otros socialistas europeos: no me fío de los británicos, que tienen una política exterior y económica al margen -el reino Unido no forma parte del euro- pero está por ver lo que diga Dinamarca, gobernada desde hace poco por socialistas; lo que diga Grecia tras sus próximas elecciones (no olvidar que Papandreu estuvo gobernando hasta hace unos meses con mayoría absoluta) y está por ver lo que pasa en la misma Alemania tras las elecciones que se celebren cuando toque. Si los países citados (excepto el Reino Unido) pasasen a manos socialistas y sus primeros ministros siguiesen la estela de Hollande, con no ser un programa verdaderamente revolucionario, las cosas podrían cambiar.

En primer lugar, para un pacto por el crecimiento se tienen que ver concernidos los Estados, por lo que no depende solo de lo que quiera o no quiera la iniciativa privada. Un plan de infraestructuras implica inversiones públicas; todo lo contrario que las políticas presupuestarias restrictivas que se están llevando a cabo en R. U., Francia, Alemania, España, Portugal, Grecia e Italia, entre otros países. Más difícil me parece la creación de eurobonos, pues para eso tiene que haber un acuerdo del BCE y éste está en manos de la banca alemana; es el peaje que hubo que pagar, entonces, para crearlo e incluso establecer el euro.

Yo creo que los partidos socialistas tienen que diferenciarse claramente en el seno de la U.E.: lo tienen que hacer en el Parlamento Europeo, donde no siempre lo hacen y además no nos enteramos; lo tienen que hacer en la Comisión, donde hay comisarios socialistas que son verdaderos burócratas; lo tienen que hacer en el Consejo (esto, claro, solo es posible si hay gobiernos socialistas en los Estados miembros) y lo tienen que hacer fuera de las instituciones. Debe reavivarse la unión entre los socialistas europeos por medio de la IS, si es que ya no está muerta, y si lo está por medio de otras fórmulas a crear. Lo que no tiene sentido es el seguidismo, el despiste y la molicie sobre lo que marcan Alemania y Francia en manos de conservadores. 

L. de Guereñu Polán.