jueves, 31 de mayo de 2012

Hacer tonterías

Aún a riesgo de que se me diga que las hago yo, me atrevo a decir que los socialistas catalanes, con su política de acercamiento a los nacionalistas en materia fiscal y de financiación, hacen tonterías. Un veterano socialista que participó en los primeros años de mi militancia en Galicia, me enseñó que un partido que pretende gobernar -como ya lo ha hecho- ha de tener una política autónoma, no a remolque de otros. Por eso creo que ser el bastón de gobiernos en minoría es una mala política para los intereses que debe defender el Partido Socialista. 

Las provincias vascas y Navarra tienen reconocido en la Constitución un régimen fiscal y financiero propio, lo que no tiene Cataluña. Ello es debido a causas históricas (que se pueden discutir) y al pacto que significó la Constitución, aprobada en Cataluña como en el resto de España (con excepción de una provincia vasca): La Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales (disposición adicional primera) y luego se remite a los Estatutos de Autonomía, lo que se desarrolló por la Ley Orgánica 13/1982 de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra. 

Que los nacionalistas catalanes quieran tensar la cuerda pretendiendo conseguir lo que la Constitución y sus Estatutos reconocen a Euskadi y Navarra puede tener sentido para ellos, pero no para los socialistas, cuyos objetivos -en mi opinión- deben ser la defensa de los intereses de amplias capas sociales que se sienten desamparadas ante el capitalismo y el conservadurismo que representa CiU. Jugar a ser más nacionalistas que los nacionalistas ya lo intentó Don Pascual Maragall, probablemente por la familia a la que pertenece (nieto de Joan Maragall) pero no dio resultado. Es cierto que consiguió gobernar Cataluña entre 2003 y 2006 (menos que una legislatura) pero hubiera sido mejor que lo hiciera con socios leales (Iniciativa) y no con alocados como Esquerra. Al menos, alocados para el electorado socialista, que poco tiene que ver con el independentismo catalán. 

Cataluña ha sido la primera comunidad europea de España, por su historia y por su desarrollo económico; también por su comportamiento democrático. Estos son los valores que, en mi opinión, debieran explotar los socialistas catalanes, haciendo ver a la sociedad a la que sirven que profundizar en dichos valores es el objetivo primero, no jugar al nacionalismo pretendiendo regímnes fiscales que no están contemplados en la Constitución, que desestabilizarán al país y que distraerán -como en el caso del Estatut- de los verdaderos problemas de los ciudadanos. Es en la lucha por convenios colectivos justos donde debieran estar los socialistas catalanes, en la defensa de las minorías marginadas, de los inmigrantes, de las personas mayores, de la educación y la sanidad públicas, de la ecología... lo que seguramente ya hacen, pero queda en la neblina de otras iniciativas que nada tienen que ver con los nobles objetivos citados.

No lo quisiera, pero pienso en más de una ocasión que podría el Partido Socialista Obrero Español tener que presentar sus propias candidaturas más tarde o más temprano si los socialistas catalanes quieren seguir teniendo "grupo parlamentario propio" y cosas por el estilo. ¿Que mejor grupo parlamentario "propio" que el de los socialistas de todos los pueblos de España? No hay una identidad catalana, creo yo, hay varias: la de los nacionalistas es una, la de los socialistas, la mía, es otra. Hay una identidad catalana patrocinada por el partido que gobierna España consistente en favorecer los intereses de las clases dominantes catalanas, de conservar lo que de rancio tiene Cataluña, como otras comunidades de España, lo que de xenófobo tienen algunos catalanes, votantes del Partido Popular y del señor Duran Lleida fundamentalmente. Combatir esto es importante, no hacer tonterías. 

L. de Guereñu Polán.

Alemania e Italia invaden España

El primero que concibió la participación de alemanes e italianos en la guerra de España de 1936 como una invasión fue, creo, el entonces Presidente del Gobierno español, Juan Negrín. En abril de 1938 intentó salvar las vidas de los muchos que todavía iban a morir, acabar la guerra lo antes posible y salvar a España de una dictadura. En el segundo de sus "trece puntos" enviados al general Franco decía que era necesario "librar a España de los militares extranjeros invasores". Quienes se han atribuído el patriotismo durante décadas -y no paran- traicionaron a su país permitiendo la invasión del ejército nazi y fascista, alemanes e italianos, para que bombardeasen mercantes españoles, matasen milicianos, asesinasen a mujeres y niños y encumbrasen a unos pocos criminales a la cabeza del Estado. Que en una guerra hay brutalidad por ambas partes no cabe dudarlo, pero ahora de lo que aquí hablamos es de la invasión de España por parte de Alemania y de Italia en 1936, así como de sus actuaciones contra el Gobierno legítimo y a favor de unos traidores a su juramento y a su patria. 
Hoy ya se sabe que el general Franco se aupó al poder durante la guera porque fue el que consiguió la ayuda alemana e italiana, cosa que no consiguieron ni Queipo de Llano, ni Mola, ni Goded ni los demás conspiradores, bien sabido que los citados en último lugar murieron a poco de comenzar el conflicto. Pero tampoco Varela, ni Aranda, ni Fanjul, ni otros golpistas consiguieron el apoyo de nazis y fascistas, mientras Franco sí. 
La flota republicana había bloqueado a Franco y sus tropas en Marruecos cuando el 21 de julio de 1936, cuatro días después del levantamiento militar, el golpista solicitó aviones de transporte alemanes. No podía ignorar que el régimen alemán era criminal, poque lo sabía toda Europa, y de ahí que las democracias le temiesen y renunciasen a participar en la guerra de España. Además Franco no tuvo inconveniente en violar la ley (si levantarse contra el Estado no lo fuese ya) al simular que tal ayuda era una transacción comercial. Hasta entonces Alemania no había participado en los preparativos del levantamiento militar, entre otras cosas porque el Mediterráneo no era objetivo de Hitler, sino la Europa central y oriental. Por medio de Rudolf Hess se facilitaron las cosas para que los enviados de Franco fuesen recibidos por Hitler, que se encontraba en Bayreuth para escuchar ópera. 
La ayuda militar a Franco fue dada a crédito, lo que luego tuvieron que pagar todos los españoles hasta bien avanzado el régimen dictatorial en España. A cambio Alemania iba a recibir minerales españoles (piritas ferro-cobrizas y mineral de hierro) para que Hitler siguiese su programa de rearme y pudiese matar al mayor número de europeos años más tarde. A finales de julio ya empezaron en Alemania los primeros pasos para la invasión de España: unos pocos aviones y un barco con material; luego soldados alemanes ("la fuerza de la alegría") y así hasta un total de 18.000 soldados, aunque nunca estuvieron todos al mismo tiempo en España. Luego 140 aviones y casi medio centenar de tanques, varias decenas de cañones y, en octubre de 1936, la "legión cóndor", que actuó autónomamente del mando español, lo que se compadecía mal con el pretendido nacionalismo de Franco y sus seguidores.
En total Franco endeudó a España en casi 250 millones de dólares, y consiguió el apoyo diplomático que hizo posible -entre otras cosas- el pacto de "no intervención": la República estaba sola antes de que llegasen las primeras ayudas de la Unión Soviética, que si eran útiles, también una mala propaganda para el régimen legal con vistas al exterior. 
En cuanto al ejército italiano se dedicó a apropiarse de mercantes españoles, ocupar la isla de Mallorca, bombardear inmisericordemente la costa mediterránea (la zona más "protegida" de la República), siendo la primera intervención en enero de 1937. En Guadalajara el ejército fascista italiano se llevó una buena paliza a manos republicanas españolas, pero Santander cayó en manos de Franco gracias a aquel. No obstante ya habían aterrizado en Melilla, el segundo día de la guerra, aviones italianos. En ésta plaza se descargó material bélico y carburantes, y más tarde en Palma de Mallorca. En agosto se descargó en Ferrol más material a favor de Franco y repetidamente en Vigo (una de las ocasiones fue el 7 de octubre de 1936). La invasión era un hecho. Para Mussolini España sí era un objetivo, porque pretendía hacer de Italia -como se ha sabido- una potencia del Mediterráneo.
Éste mar se convirtió en un hervidero, pues mercantes británicos y franceses fueron atacados por submarinos italianos hasta el extremo que que Francia y Gran Bretaña hicieron patrullar barcos de guerra para proteger sus intereses. Los italianos lucharon también en Aragón y muchos cazas fueron desembarcados en Galicia. Luego ocuparon Alicante, donde estaban apiñados 25.000 republicanos esperando que algún barco les sacase de España cuando todo estaba perdido para ellos. Algunos, desespereados, se suicidaron; varios miles fueron entregados al general Franco, que dió buena cuenta de su crueldad internándolos en campos de concentración, a imitación de los que ya habían comenzado a desarrollarse en Alemania. Los italianos requisaron buques mercantes españoles, el robo de armas, combustibles y equipos militares fue constante... mientras Franco se aseguraba una victoria que le serviría para someter a su país, al fin y al cabo el mandato que tenía de una Iglesia miserable, los terratenientes, los banqueros y millones de personas engañadas por la propaganda.
España fue invadida por los nazis antes que lo fueran Austria, los Sudetes checos y Checoslovaquia entera, antes que lo fuera Polonia y luego Ucrania, los Balcanes, Dinamarca, Bélgica, Holanda, Francia y Noruega, varias islas del Mediterráneo y el norte de África... 
L. de Guereñu Polán.

Éste no está en la cárcel (1)




Aunque parezca mentira éste señor, de apellido Pego, no está en la cárcel. Ha recibido una "indemnización" millonaria al salir de la entidad bancaria en la que, al parecer, trabajaba. Hasta entonces cobró un salario monumental; su gestión fue, no obstante, desastrosa, no ha devuelto ni un euro de los que se ha llevado a manos llenas indebidamente miemtras que Novacaixagalicia necesitó 3.600 millones en ayudas públicas, es decir, dinero de todos nosotros. Ahora no sabemos dónde está (las malas lenguas dicen que huído) pero sí disfrutando opíparamente de los 18,5 millones que se ha llevado. Amigo del presidente Feijoo, de José Luis Méndez, ex-director general de Caixa Galicia, que recibió 16,5 millones de euros y tampoco está en la cárcel. Tampoco se sabe dónde está y no son los únicos. Conozco a varias pesonas que están en la cárcel por robar en su supermercado por valor de tres mil euros... ¡el mundo al revés!

Pero los citados (hablaremos de otros en ocasión distinta) no son los únicos, sino que los acaparadores, los que engañan a la opinión pública con balances falsos, se reparten el dinero a raudales, rompen con toda moral por laxa que sea, cuentan con la pasividad de los responsables políticos (más valdría llamarles irrespondables) que no legislan como se debe y permiten esta burla, esta rapiña y este robo impune.

L de Guereñu Polán.

LA REVOLUCIÓN ULTRALIBERAL Y LOS CONVENIOS COLECTIVOS


Hay noticias de gran importancia que, inexplicablemente, en la prensa española, no resaltan o simplemente no aparecen, siguen algunas producidas en los últimos meses de 2012:
“Los trabajadores del metal en Alemania tendrán un aumento salarial del 4,3 por ciento después de que tanto los sindicatos como la patronal recomendarán asumir para todo el país el acuerdo a que habían llegado las dos partes en el suroeste del país”

La compañía alemana de servicio postales, Deutsche Post, va a aumentar, a partir del mes de  abril, un 4 % el salario mensual de 130.000 empleados sujetos al convenio colectivo”
“El gobierno alemán y los sindicatos lograron un acuerdo para la revisión salarial, que supone una subida del 6 % en la función pública,…, se llevará a cabo en dos tramos,….”.

Tampoco se habla de la revolución neoconservadora que asola Europa, que sufrimos especialmente en el sur, y que solo está matizada  y atemperada en su expolio a los trabajadores por la relación de fuerzas existente. Cierto es que los sindicatos alemanes pueden ser los que en Europa tienen posiciones más fuertes, tanto por su afiliación, como por la cobertura legal que lustros de gobiernos socialdemócratas le han dejado, pero no es menos cierto que ese tipo de cesión parece tener mucho más que ver con la proximidad de unas elecciones, que pueden derribar a la mejor aliada de los ultraliberales, por no decir su representante más directa, la Sra. Merkel, por lo que se hacen necesarias algunas concesiones.
Se entienden, desde esa perspectiva, muy bien, un par de cosas: esas noticias pueden dar pistas a los sufridos ciudadanos de lo que realmente está sucediendo, y porqué uno de los principales ataques producidos por la Reforma Laboral se dirige contra la negociación colectiva.

Desde la del ciudadano español de a píe lo que se entendería, si se conociesen suficientemente, es que antes de tener los votos la derecha, incluso la alemana, cede u oculta sus intenciones, y que cuando los tiene olvida los intereses de trabajadores y ciudadanos, para servir a los que considera amos del mundo, por no sé muy bien qué derecho natural o divino.
Esperemos que la izquierda europea y española aprenda la lección y actúe en consecuencia, sin estúpidos complejos respecto al ente “mercados”, igual que hace la derecha respecto al conjunto de ciudadanos. También es una buena lección, para todos, saber que en España no existe la prensa  neutral ni libre, salvo para los que tienen suficiente dinero para ser propietarios de medios de comunicación.

Mayo de 2012
Fdo: Isidoro Gracia Plaza

martes, 29 de mayo de 2012

El pontífice laico

El "pontífice" en mala compañía
El que dejará de ser Gobernador del Banco de España pronto ha demostrado su incopetencia sobradamente al frente de tan importante institución, pero ello no le ha impedido pontificar ante los medios de comunicación, las Cortes y allí donde se le ofreciese, generalmente contra ciertas medidas del gobierno que en su momento presidió el señor Zapatero. 

El señor Fernández Ordóñez militó en Convergencia Socialista de Madrid hace años, pero parece que de aquella influencia no le queda nada: se ha convertido, a la postre, en un tecnócrata del tres al cuarto. Fue Secretario de Estado de Economia y miembro del Fondo Monetario Internacional, organismo sobre el que nunca se le ha oído decir debe reformarse casi todo, pues ya no cumple la importante misión para la que fue creado. En vez de combatir a los colegios profesionales, residuo feudal de nuestra sociedad, se limitó a proponer algunas medidas que me gustaría saber para qué han servido. Como uno ha de ser justo creo que cumplió un importante papel en la lucha contra los privilegios de las empresas eléctricas; luego se integró en el grupo PRISA, editor, entre otros, del diario "El País": un buen periódico a mi parecer, pero la empresa ya es otra cosa, una más de las que persiguen beneficio sin demasiados miramientos. 

Cuando fue nombrado Gobernador del Banco de España, el ahora partido gobernante se opuso por su "alto perfil político". ¡Cousas veredes! Si éste hombre tiene perfil político que venga Dios y lo vea. Yo tengo otra idea de la política. No se enteró de la crisis que se avecinaba entre los años 2007 y 2008, aunque en esto no se distinguió de tanto "sabio" como hay por el mundo. No se enteró del desvalijamiento que se estaba haciendo en la banca española (Caja de Ahorros del Mediterráneo, Caja de Castilla-La Mancha, Caixa Nova y Caixa Galicia, Bankia...). Con supervisores de las finanzas como el señor Fernández Ordóñez estamos apañados, pero eso sí, pontificó a diestro a siniestro, siempre son esa sonrisita autosuficiente que no le ha valido para salir desprestigiado del envite. ¡Lástima!

L. de Guereñu Polán. 

La derecha extrema

Creo que en España no tiene éxito la extrema derecha porque ya estamos gobernados por la derecha extrema. Añado aquí un enlace que creo no tiene desperdicio:
http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/ari40-2012

L. de Guereñu Polán.

miércoles, 23 de mayo de 2012

SEÑOR PRESIDENTE FEIJOO, ESTO ES UN DESASTRE


El dato es tremendo: Ahora resulta que la deuda de Galicia es de 7.009 millones de euros, el 12,3% del PIB, y la propia Xunta de Galicia prevé que alcance al final de 2012 el 13,68%, y que siga subiendo hasta alcanzar el 16% del PIB de la Comunidad en 2014.. Los intereses de esta enorme deuda alcanzarán ya en este año los 300 millones, cuando en el año 2009 fueron 129. Es decir estamos pagando ahora ¡mas de 800 mil euros diarios de intereses!, y vamos camino del millón de euros diarios. Esto supone que la deuda de Galicía se ha duplicado en cuantía y porcentaje con respecto al año 2009 en que usted llegó al poder.
Llegamos a esto después de sucesivos ejercicios con recortes en las retribuciones de los empleados públicos y drásticas reducciones del gasto en sanidad, educación y servicios sociales, en paralelo a medidas en favor de la privatización de la gestión de todos los servicios públicos (sanidad y educación incluidos), presumiendo usted de ser un ejemplo para otras comunidades autónomas en materia de reducción del gasto en los presupuestos.
¿Cual es el resultado? Después de tanto recorte y de tanto ajuste en el gasto resulta que ¡debemos el doble de dinero con respecto a 2009! ¿A donde ha ido a parar tanto supuesto ahorro si cada vez estamos mas endeudados? Pero no solo esto. Es que además, hemos alcanzado el record de la historia de Galicia en cuanto a cifra de parados con ¡más de 265.000! según la última encuesta de población activa, y tampoco en este capítulo las perspectivas son esperanzadoras sino todo lo contrario porque ¡la economía gallega está en recesión y sin perspectivas de recuperarse a corto y medio plazo!. Es que a la cifra record de parados hemos de añadirle ¡otra vez la emigración! de nuevo se van los mejores, los jóvenes, los más preparados, los más inquietos e inconformistas, que sin horizontes personales en Galicia, se van. .Se disparan los umbrales de pobreza entre la población gallega afectando cada vez en mayor medida a la infancia y a la juventud. Hay miles de viviendas sin vender, y muchos miles también de personas, jóvenes en su mayoría, que no pueden acceder a una vivienda.

A eso hemos de añadirle los efectos de la reforma laboral de su partido, con la consiguiente merma de derechos laborales, con despido mas fácil y barato, casi libre; el deterioro de las condiciones de trabajo, la rebaja real de las pensiones de jubilados y pensionistas, y de los salarios de los trabajadores en activo, el grave deterioro de los servicios públicos en materia de sanidad, enseñanza y atenciones sociales, particularmente en lo concerniente a personas dependientes.

Y también la “gran pifia” (quien sabe si otra cosa mucho mas grave aún) de la fusión de las dos Cajas de Ahorro gallegas, con la guinda de las 45.000 familias atrapadas con el timo de “las preferentes” (un auténtico “mini-corralito” disfrazado), o la ineficacia ante los problemas del sector naval, la enorme chapuza e ineficacia ante el plan eólico, o la lucha contra los incendios forestales, la incapacidad demostrada para hacer frente a una reforma en profundidad de la administración local en Galicia o suprimir el eterno clientelismo de la CRTVG.

Para colmo parece que usted, y los suyos de mas arriba, lo confían todo, no a que los fallos se corrijan y las cosas mejoren, no, sino a que “estas cosas no salgan en la medios de comunicación” para ver si así pasan desapercibidas y la ciudadanía se cree que la culpa es de otros. Dicen tener que recortar “sintiéndolo mucho” en educación, investigación, sanidad, servicios sociales, etc., pero mientras tanto, favorecen a los centros privados e ¡incrementan las ayudas económicas a los medios de comunicación amigos!, en algunos casos hasta superar los 2,5 millones de euros al año. ¿Por qué? No para mantener puestos de trabajo desde luego, porque los despidos han aumentado, sino para silenciar las críticas y la realidad de la situación actual diluyéndola y enmascarándola conforme a las modernas técnicas de la más burda manipulación informativa.

Así, ¿Qué nos espera con usted y con estas políticas? Nada de nada, y usted lo sabe de sobra. Piénselo, se pueden hacer otras cosas y de otra forma, con lo que ganaríamos todos, también usted. Me temo sin embargo que no se atreva.

Xesús Mosquera Sueiro
23, Mayo, 2012

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martes, 22 de mayo de 2012

La ayudita

Cuando el Presidente del Tribunal Supremo, que además es Presidente del órgano de gobierno de los jueces, gasta en viajes privados dinero público, estamos ante un caso de currupción flagrante; esto no lo puede poner en duda nadie. Otra cosa es que cuando alguien le acusa, en éste caso un fiscal que forma parte también del órgano de gobierno de los jueces, presenta pruebas, y estas se estudian por otro fiscal, éste ultimo considere: sí, el dinero del órgano de gobierno de los jueces no está bien controlado, pero no veo causa para castigar al que se ha corrompido (y total por unos cuantos miles de euros).

El secretario del órgano de gobierno de los jueces, según informa la prensa, no quiso firmar la autorización para que se considerasen dichos viajes como oficiales, todos ellos a una ciudad costera en Andalucía y en fines de semana, con gran despliegue de lujos y ostentaciones. A mí se me ocurre que cuando esto ocurre es que el Presidente del Tribunal Supremo no debe tener vergüenza en hacer esto, y si no la tiene debe de ser un hombre sin vergüenza. Creo que tampoco debe de tener dignidad, y si no tiene vergüenza ni dignidad no debiera ser Presidente del Tribunal Supremo ni Presidente del órgano de gobierno de los jueces. 

Ahora bien, si un fiscal a quien se le encomienda el caso le quiere echar una mano, una ayudita, entonces ya estamos en otro asunto. Pero lo que el Presidente del Tribunal Supremo no va a poder evitar ya en toda su vida es la convicción moral de cualquier persona que tenga cabeza para pensar, de que se ha corrpompido, que ha usado dinero público para su disfrute privado y no merece el respeto que se le debiera de no haber incurrido en tal práctica (repetidamente). Las ayuditas de los colegas pueden servir para salir del paso, pero no sirven para salir del lodazal. 

L. de Guereñu Polán.

domingo, 20 de mayo de 2012

"Un volcán lanzando lava..."

Curas vascos que serían asesinados por Franco
No hace mucho leí un artículo de Santiago Martínez Sánchez sobre el papel del nuncio Antoniutti en España sobre el clero vasco. La obra se centraba en algunos meses de 1937, cuando Antoniutti todavía no era nuncio porque el régimen de Burgos no había sido reconocido por el Vaticano. Contrariamente, los obispos españoles ya habían publicado su carta colectiva apoyando al general Franco y llamando a la guerra "cruzada". Es decir hubo un desfase entre el deseo de los obispos españoles de mantener sus privilegios apoyando a un régimen que les sería favorable (ya había dado muestras de ello) y condenando a otro que les había privado de ellos. 
Pero otra cosa fue en las provincias vascas, particularmente en Vizcaya y Guipúzcoa, donde un numeroso grupo de curas vascos fueron acusados por el régimen de Burgos de ser "nacionalistas". Ello implicaba apoyar al Gobierno vasco, que apoyaba a su vez a la República. Hay coincidencias que son muy curiosas, porque la carta de los obispos españoles se hizo pública en julio de 1937 y un mes antes fue cuando Vizcaya cayó en manos del ejército sublevado. El cardenal Gomá se deshizo en amabilidades con Antoniutti, prestándole a su secretario, que a su vez hizo de "espía" sobre los movimientos del futuro nuncio en favor del primado español. Una de las primeras misivas que Antoniutti envía a Roma cuando toma contacto con España dice que la situación en el país era un vulcano che buttava lava, zolfo e lapilli. Con la disculpa de que Antoniutti venía para facilitar la vuelta de los niños vascos que habían sido enviados a otros países (gestiones que fueron reales) ello le permitió entrevistarse con el general Franco, lo que consiguió Gomá mientras el golpista estaba hospedado en el palacio salmantino del obispo Plá y Deniel.
Ya se había producido la negociación entre el Gobierno vasco y el de Italia (fascista) para la rendición de los batallones vascos y, aparte los pormenores que el autor citado da al principio sobre donde debía residir Antoniutti, si en Pamplona o en Bilbao, pues el Gobierno de Burgos le había prohibido que lo hiciese en territorio vasco, el general Franco, en la audiencia que le concedió, le llamó "representante de la Santa Sede en España", deseoso como estaba de un reconocimiento del Vaticano, sin que Antoniutti ostentase tal cargo. Franco expuso al italiano que los miembros del clero vasco "no eran precisamente víctimas de la guerra sino culpables y alentadores de la resistencia..." y que la represión al clero vasco no era consecuencia de la guerra, sino de la necesidad de "afrontar de raíz el problema del nacionalismo". 
Teniendo en cuenta la lentitud con la que el Vaticano ha actuado siempre que se ha tratado de comprometerse en causa alguna (los crímenes del nazismo solo fueron condenados por el papa Pío XI en marzo de 1937, cuatro años después de que el régimen se hubiese institucionalizado) se comprende que el Vaticano también se tomase su tiempo antes de reconocer al Gobierno de Burgos, lo que preocupaba a los obispos españoles. Antoniutti pidió a las autoridades de Burgos que no se aplicase al clero vasco la misma ley que a los demás reos, "ya que esto sería explotado en el extranjero contra Franco", al tiempo que el arzobispo italiano criticó al clero nacionalista vasco. Las autoridades de Burgos, que mataron a no pocos sacerdotes vascos sin miramientos, accedieron no obstante a la liberación de Ramón Galbarriatu, arcipreste de Bilbao, y eso que estaba acusado "de una gravedad no común en el clero", informó Antoniutti a Roma, "que, por desgracia, es cierto", apostilló el mismo. Lo cierto es que Galbarriatu estaba detenido por haber firmado en marzo de 1937 un documento del clero vasco al papa, alabando el respeto y defensa de la religión [léase de la Iglesia] del Gobierno de Euzkadi.
A mediados de agosto había -siguiendo al autor citado- 63 curas seculares detenidos, 13 carmelitas y 5 pasionistas, "acusados de complicidad nacionalista": en total, 81 clérigos. En aquel tiempo era alcalde de Bilbao (ya en manos de Franco) un "converso" que luego vivió a cuerpo de rey durante el régimen criminal: José María de Areilza, el cual había pronunciado un discurso tan comprometedor para Antoniutti, que éste tuvo que pedirle que sus palabras no saliesen publicadas en la prensa, la cual, como se sabe, estaba amordazada. 
No es descubrir nada si se dice que la represión del clero se dio tanto en la zona republicana (pero no por parte del Gobierno republicano) como en la sublevada, en éste caso particularmente en las provincias vascas, pero sí conviene divulgar que lo que se llamó "cruzada"contó con no pocos crímenes contra dicho clero por parte de los "cruzados" que, a su vez, estuvieron ayudados por musulmanes (muy poco "cruzados", por lo tanto") procedentes de África que vinieron a morir a España sin saber ni para que. Paradojas que se agrandan tristemente cuando solo el egoismo y la ambición personales guian a ciertos personajes que han pasado por la historia para desgracia de sus pueblos.

L. de Guereñu Polán.

sábado, 19 de mayo de 2012

La "clase política"

Está generalizada la frase con la que titulo éste artículo, y lo peor es que está generalizada tanto entre personas de izquierda como de derecha, con lo que se pone de manifiesto el grado de desideologización a que hemos llegado, incluso entre personas que han tenido la oportunidad de formarse, de estudiar y de ostentar títulos universitarios. 

No existe una clase política, sostengo yo: ¿por que? Pues por la sencilla razón de que, si así fuese, no tendría sentido el debate político, la pugna democrática y el mismo régimen que tenemos. Una clase, desde siempre, está formada por un grupo social que se define por los intereses que defiende en relación al papel que juega en la sociedad. La sociedad de clases, que se configura con el liberalismo y más aún con la revolución industrial, permitió distinguir a proletarios de burgueses, a explotadores de explotados, a clase media de "lumpemproletariado", al obrero industrial del pequeño propietario agrícola, a la oligarquía de los negocios y las finanzas de los que vendían día a día su fuerza de trabajo para recibir a cambio un salario.

Marx y Engels hicieron una simplificación muy esquemática de las clases sociales en el siglo XIX en función de lo que ellos intentaban explicar históricamente, aunque eran conscientes de que la sociedad no se limitaba a la burguesía y al protelatariado. Max Weber, más tarde, hiló más fino y definió a las clases sociales por los intereses que representaban y defendían, pero también por la cultura adquirida (cultura como forma de vida) y por el grado de instrucción o capacitación técnica alcanzada. 

Si los políticos perteneciesen todos a una misma clase ("la clase política") ello querría decir que tienen los mismos intereses, que defienden los mismos objetivos, que se sienten solidarios en sus formas de vida y aspiraciones: nada más aberrante, aunque en alguna ocasión pueda parecer que así es. Yo pido encarecidamente a los dirigentes socialistas y a todo aquel que se digne hablar con un mínimo de propiedad que no hable de la "clase política", sino de los políticos, que obviamente son distintos según las organizaciones en que militan, los programas que defienden y el modelo de sociedad al que aspiran. A no ser que quien me contradiga crea que todos los políticos aspiran al mismo modelo de sociedad, en cuyo caso apaga y vámonos. 

L. de Guereñu Polán.

Los "abusos" de la II República española

Razón tenía, creo yo, el historiador Ramos Oliveira cuando dijo que en la II República española se produjo un cambio fundamental: la política se separó de la economía, es decir, los que siempre habían dominado la política española dejaron de hacerlo -obligados a ello- pero siguieron conservando los resortes económicos del país. Se dio entonces un régimen en el que nuevas personas (la mayoría) e ideas, que se habían ido incubando durante todo un siglo, gobernaron el país, al menos durante parte del período, y esto no pudo ser soportado por las clases oligárquicas, por la sociedad conservadora, por las organizaciones católícas y por una parte del ejército, aquella peor formada militarmente. 
La tan cacareada laicización del Estado, de la educación y de la sociedad, la separación de la Iglesia y del Estado, la secularización de los cementerios, el matrimonio civil, la reforma agraria, la profesionalización del ejército, la lucha contra el falseamiento electoral, contra el caciquismo, el reparto de la riqueza, sobre todo agraria, la participación de los trabajadores de la industria en la política empresarial, el establecimiento de un régimen democrático, la consecución del sufragio femenino, la más amplia libertad de expresión y de conciencia, el anticlericalismo, la solución a los graves problemas coloniales, y otros muchos asuntos, no fueron "descubiertos" durante la II República, sino que se fueron planteando a lo largo de todo un siglo, el inmediatamente precendente. 
Ejemplo de ello fue Miguel Morayta Sagrario, iberista y anticlerical, masón y partidario de la indepdencia de Filipinas. Si se hubieran tenido en cuenta sus ideas sobre las islas, quizá no hubieran caído a finales de siglo bajo la dominación estadounidense. Francisco de Paula Canalejas, tío del que luego sería Presidente del Gobierno, fue precursor, entre otras cosas, del esfuerzo por la educación pública que llevó a cabo la II República. El anticlericalismo hunde sus raíces en el siglo XIX, aunque ya se rastrean anticlericales en el XVIII, y es una consecuencia de los abusos que la Iglesia católica había comentido contra la población durante siglos.
Los institucionistas, preocupados por la naturaleza, por la educación, por el imperio de la razón, por la ciencia, fueron partidarios del estudio de las religiones, respetuosos con la religión católica e incluso con la Iglesia, pero no podían aceptar la cerrazón de ésta queriendo monopolizar la escuela en un país, España, que aunque no se declaró aconfesional en su Constitución de 1876, no aceptaba comulgar con ruedas de molino (nunca mejor esta expresión). 
El moderado Castelar no había aceptado entrar por el aro cuando fue cesado de su cátedra por el ministro Orovio: defendía la libertad del profesor para enseñar, siendo responsable unicamente ante sus alumnos y la sociedad. La necesidad de una reforma agraria ya fue planteada por los federales de Pi i Margall en el siglo XIX, así como de abrir cauces para que el movimiento obrero se pudiese expresar en libertad. Ruiz Zorrilla, Azcárate y Salmerón se enfrentaron a Cánovas por querer éste amordazar a la sociedad española, lo que consiguió mientras vivió, pero no pudieron continuar sus epígonos. Adolfo Posada, Gumersindo de Azcárate y Telesforo Ojea, entre otros, se opusieron al régimen de la Restauración, bastante antes, por lo tanto, de que aflorara la II Repúblia española, que no hizo sino recoger, a partir de la generación de 1914, lo mucho que habían reflexionado pensadores, profesores, políticos, republicanos, liberales y masones en el siglo XIX.
Adolfo Buylla había aportado su formación jurídica y social en el Instituto del Trabajo y luego en el Instituto de Reformas Sociales, organismos restauracionistas, nada revolucionarios, cuyos estudios y obra quedaron inconclusos porque terratenientes e industriales, obispos y conservadores se empeñaron en que fracasaran. La II República no hizo sino tomar nota de lo que se había avanzado en éste sentido. 
Éste es un artículo divulgativo, no pretende agotar un tema gigantesco. A la II República se le puede acusar de inoportuna en algunas políticas, de enfrentarse a un poder superior al suyo (la Iglesia), de querer hacer en poco tiempo lo que se había demorado en mucho, de no garantizar el orden público (que venía quebrantado desde 1909), pero no se le puede acusar de querer darle la vuelta al calcetín porque esto ya lo habían intentado otros sin éxito: demasiado egoismo en las clases dirigentes, cortedad de miras, miedo a la moderniad y al progreso. La II República pereció por actos flagrantes de indisciplina -en un lado y en otro- pero sobre todo porque quienes habían detentado el poder siempre, no estuvieron dispuestos a ser relevados con ideas que no podían admitir, pero que habían escuchado -si es que escuchaban- desde hacía un siglo. 
L. de Guereñu Polán.

viernes, 18 de mayo de 2012

CRISPACION



Es increíble que no haya una crispación mayor en nuestro país, y no hablo sólo de la Galicia en el país de las maravillas, sino en el conjunto del estado.

El ataque a la línea de flotación del estado de bienestar que está llevando con crudeza el PP, está siendo escasamente contestado por todos aquéllos que debieran estar alineados con la causa social. Tan solo los sindicatos y la izquierda testimonial mantienen, débilmente, una respuesta contraria a este atentado contra las clases más desprotegidas. Dejémonos de una vez de colocar paños calientes al enfermo y solucionemos de raíz el mal.

Si tenemos que adecuarnos a tiempos peores tendremos que colaborar todos, pero con imaginación y sobre todo con coraje y valor: Abordemos el problema del fraude fiscal con valentía y tendremos unos ingresos que son de todos los españoles y que seguramente harían innecesaria la toma de medidas antisociales que sin duda son más fáciles implementar.

El recientemente elegido Gobierno Andaluz, ha demostrado, dentro de su autonomía, que es posible adaptarse a los nuevos tiempos sin agredir a colectivos tan sensibles como la enseñanza y la sanidad.

Esperemos que el nuevo Gobierno Francés, cumpla al menos una parte importante de su programa, del que depende gran parte del bienestar del conjunto de los trabajadores de Europa y que sus expectativas no se diluyan en las turbias aguas del Rhin.

La voracidad desproporcionada de los dueños de empresas que conviven en nuestro país, falto de una clase empresarial normalizada, hacen que la ley de la selva parezca muy rígida para aquéllos que solamente aspiran a su beneficio personal, auspiciado y aplaudido por el actual Gobierno Español. Seguramente esto merecería una respuesta más contundente por parte de las organizaciones sindicales, en demanda de un tejido empresarial más adecuado a los tiempos que vivimos, y sobre todo en defensa de la clase trabajadora en su conjunto.

Aparte de estas consideraciones, para mí es increíble, y seguramente un récord Guinnes, que un partido político salga elegido con mayoría absoluta SIN DECIR LO QUE VA A HACER. Esto pasa en nuestro país, no estoy hablando de los llamados países bananeros.

Soy practicante de una política de diálogo y entendimiento, pero asimismo entiendo y aplaudo, ante una violenta indefensión social, una respuesta adecuada, enérgica y si es necesaria violenta. No podemos permitir este atropello que se está haciendo contra la clase trabajadora y contra los ciudadanos humildes.

Quien sea el causante de estos desmanes económicos que pague por ello.

Este país no tiene un problema de deuda pública, sino que la deuda privada es la que nos ha metido en este callejón, aparentemente sin salida, y curiosamente es la que siendo depositaria de los fondos que nos incautan a los trabajadores.

Es vergonzoso observar que cada día, los causantes de este desaguisado, son premiados con fondos estatales que aportamos todos.

Nos han metido en el cuerpo el miedo de que los llamados mercados nos obligan a tomar estas decisiones tan traumáticas, cuando nuestro pánico debería ser el observar que quienes están obligados a controlar los ”movimientos” de estos llamados mercados, (Gobiernos y Políticos), son incapaces de hacer esta labor, cuando no son meros comparsas cómplices.

Exijamos con contundencia responsabilidades y condenemos las satanizaciones que el poder político está llevando a cabo con colectivos como el 15M, que independientemente de aspectos puntuales, ha sido una auténtica bomba de oxígeno, para una sociedad española que estaba abocada a la degeneración de sus valores más primarios al menos en el terreno social.

Un país que se precie mínimamente de democrático tiene que ser absolutamente hostil con planteamientos irracionales como los del Consejo del Poder Judicial con respecto a su sentencia hacia el Juez Baltasar Garzón.

No podemos consentir que los llamados poderes mediáticos decidan lo que es bueno para España, curiosamente algunos de ellos tienen algo que ver con los llamados “mercados”. Nuestro desprecio no puede ser solamente el ignorarlos, debemos combatirlos y para ello necesitamos referentes políticos que defiendan democráticamente nuestras tesis.

Mi opinión, es que si esto no es posible de encontrar, vale cualquier cosa para combatir al enemigo, inclusive la violencia, sé que suena muy duro, pero la violencia mayor es la que están sufriendo nuestros jubilados, pensionistas y trabajadores en general que se sienten agredidos y aparentemente desprotegidos.

Espero y deseo que por medio de la POLITICA con mayúsculas se frene este atentado contra los que conforman parte de mi clase como trabajador y ciudadano.

De no ser así mis fuerzas estarán al lado de los que defiendan a mis compañeros, de la manera que yo estime más pertinente, sin excluir absolutamente ninguna forma de lucha.



JUAN FONTELA

El Estado claudica

Los que se han repartido el botín
No solo en España y con gobiernos socialistas (ahora con gobierno conservador) sino en toda Europa. Sabido es -y la frase no es mía- que cuando la economía es totalmente libre tiende a esclavizar a los ciudadanos, por lo que una sabia decisión sería esclavizar (hasta el grado que fuese necesario) a la economía para que los ciudadanos fuesen verdaderamente libres. Porque libre no es solo votar o expresar las ideas; para ser libre hay que estar a la misma altura unos de otros. Si la economía está en manos de mil familias el resto tiende a no ser libre o a ver su libertad reducida drásticamente. 

Cuando la crisis financiera estalló en el año 2008 en Estados Unidos y luego se extendió a Europa (y en general a todo el mundo industrializado), el Banco Central Europeo no supo preverla, tan bien pagados como están sus mandamases, con tantos equipos de estudios que tienen a su servicio. A toro pasado predicó -y los gobiernos le siguieron a pies juntillas- políticas de austeridad y que se redujese drásticamente el gasto público, con lo que quien paga el pato es la ciudadanía. El Consejo de Ministros de Finanzas de la Unión Europea, poco después, acordó que cada país garantizase los ahorros de los ciudadanos con una aportación que el gobierno español duplicó. 

El resto es sabido: si la banca no concede créditos las empresas no crean empleo o lo destruyen, algunas desaparecen y aumenta el paro; si éste aumenta baja el consumo y la espiral empieza a ser dramática. Los gobernantes, mientras tanto, haciéndose los tecnócratas en vez de velar por los intereses de los ciudadanos. Pero velar por estos intereses implica dar la vuelta al calcetín, es decir, cuestionar el sistema mismo, lo que no está dispuesto a hacer ningún gobierno europeo -hoy por hoy- a no ser que la opinión pública griega (y veremos lo que sigue) se lo haga comprender. Personalmente creo que la austeridad es necesaria, pero de los Estados, de sus instituciones, no de los ciudadanos, porque si estos no consumen no hay economía que valga.

Mientras las entidades financieras se emponzoñaban con pésimas gestiones y el Banco de España en nuestro caso no se enteraba -eso sí, su Gobernador pontificaba en el Parlamento- algunos políticos rentabilizaban electoralmente su gestión con obras faraónicas que se llevaban el dinero de Cajas y Bancos pero que no servían para nada (leáse Cidade da Cultura en Santiago, aeroropuestos de Ciudad Real y Castellón, Terra Mítica en Benidorm... y no sigo para no aburrir). Los miembros de los sindicatos en los Consejos de Administración tampoco se enteraron, sencillamente porque no sabían de qué se tenían que enterar. Es decir, el que estaba en función de lo público claudicó: partidos, sindicatos, Estado... y así nos ha ido. 

Los pésimos gestores de las entidades financieras españolas seguramente no pasarán por un tribunal de justicia, a pesar de haber robado a manos llenas con contratos que tenían de legal lo que ellos querían... junto con las autoridades públicas que se lo permitieron. Ahora dígaseme si estaría o no justificado que la gente saliese a la calle -ya lo está haciendo en el caso del timo de las "preferentes"- votase a la extrema derecha (aquí lo ha hecho a la derecha extrema) o cosas por el estilo. Si el Estado claudica, es lo que tiene.

L. de Guereñu Polán. 


Los "mercados" y Eresictón


Este cuento de los "mercados", que es macabro porque manda a la misería a millones de personas, mantiene en la miseria a cientos de millones y no se sacia nunca, tiene mucho que ver con aquel personaje mitológico (menos mal que era mitológico) que siendo rey de la antigua Tesalia (Eresictón) despreciaba tanto a los dioeses (.los "mercados" a la población) que una vez mandó talar un gigantesco árbol sabrado para construir una sala de banquetes (los mismos que se dan los dueños de los "mercados", pero no solo de comida). Enfurecido el monstruo Limos (personificación del hambre) se internó en el cuerpo de Eresictón, de forma que éste, por muncho que comía, no saciaba nunca su hambre. Llegó a venderlo todo, incluso a su propia hija varias veces (igual que los "mercados") y ni aún así era capaz de obtener tanta comida que saciase su hambre. 


El capitalismo global podría ser menos cruel que el capitalismo de hace tres décadas, el de hace un siglo o el del siglo XVIII, pero contrariamente ha ido endureciendo su voracidad, su depredación; tala bosques enteros en la Amazonía, explota yacimientos contaminando el planeta, mata de hambre a millones de personas, mientras las autoridades -muchas de ellas émulos de Eresictón- hacen poco, hacen mucho o resulta inútil y se muestran impotentenes para detener tal gangrena. 

Estos "mercados" que son las grandes corporaciones financieras e industriales, que son los grandes usureros y especuladores del mundo, que son unos pocos miles pero que tienen más poder que cien gobiernos, que mil pueblos y que millones de seres humanos, se están comiendo todo, lo están talando todo, son unos sinvergüenzas de tomo y lomo, no tienen escrúpulos, no tienen moral o su moral es tan perniciosa que aún tienen corifeos y propagandistas de sus malignas prácticas. Lo malo es que si revientan reventamos todos, porque no habrán dejado una brizna de hierba para que un niño la pueda saborear. 

Creo que estamos a tiempo, pero hace falta mucha moral, mucha decisión, mucha valentía, menos paños calientes, porque el enemigo, los "mercados" y Eresictón juntos tienen un poder titánico, demoníaco y furibundo. Se presentan con todas las formalidades externas mientras sus intestinos y conciencia están en una podredumbre absolutas. 

L. de Guereñu Polán.

jueves, 17 de mayo de 2012

Precedentes del 15-M

Vicente Blasco Ibáñez
Por muy novedoso que parezca el movimiento 15-M (y en algunos aspectos lo es) tiene precedentes tanto en España como en Francia por lo menos. Entre ciertos grupos republicanos de finales del siglo XIX y principios del XX existió la tendencia a luchar en favor de una democracia tipo Rousseau, en la que los representantes políticos tuviesen la mínima distancia de la población, incluso fueron partidarios de un asambleísmo que entonces no se llamó así, de un populismo y de cierta demagogia que derivó en formaciones distintas con el tiempo. No quiero decir que la demagogia sea la nota dominante del 15-M, pero como no tiene portavoces oficiales, algunos de sus miembros sí suelen caer en ella. 
Aquellos republicanos radicales fueron partidarios, en ocasiones, de la violencia política, pues el régimen de la Restauración no daba cauce a todas las formas de entenderla; aunque el 15-M es un movimiento pacífico sí existe una rebeldía -por ejemplo, en la ocupación de los epacios públicos- que puede llevar a violencia, en éste caso más provocada que practicada por sus miembros. 
Otro de los parecidos entre el republicanismo radical antiguo y el 15-M es su implantación abrumadoramente urbana; lo que no debe extrañar ahora, pero sí hace más de un siglo, con una España mayoritariamente rural. En realidad aportaron formas de modernidad que solo mucho más tarde se tuvieron como normales por el conjunto de la población (no debemos olvidar que mediaron dos dictaduras entre aquel tiempo y la democracia española actual). Pero hay algo que diferencia al republicanismo radical del 15-M: la falta de definición de éste (al intentar abarcar al mayor número) frente a la definición clarísma de aquel: conta la monarquía, la Iglesia y la burguesía detentadora del poder económico. El movimiento actual tiene a ésta como su principal enemiga, pero también a los partidos consolidados, mientras que sobre la Iglesia se exige -creo haber leído- que pague impuestos como los demás. 
El librepensamiento que tuvo su origen en el siglo XVIII, y que el radicalismo republicano elevó a la quintaesencia de su actuación política, está también presente en el 15-M, si bien con menor coherencia en las formulaciones políticas, pues muchas de llas (las he leído, pero no las 1.400 que parecen haber formulado) son contradictorias o tan maximalistas que solo se pueden concebir como un ideal, más que como un programa político a corto o medio plazo. Mientras que el republicanismo radical luchó por una educación laica y por una separación clara de la Iglesia y del Estado, el movimiento 15-M no hace hincapié en éste asunto (que yo sepa). Obviamente hoy el 15-M cuenta con un instrumento que no tuvieron los republicanos radicales de antaño: las redes sociales.
Mientras que el movimiento actual huye de líderes que aglutinen las diversas tendencias existentes, el republicanismo radical contó con varios; los más importantes Alejandro Lerroux (y ya sabemos cómo acabó el hombre) y Blasco Ibáñez. Es de esperar que si el 15-M evoluciona en un sentido organizativo más definido, en una propuesta ideológica más nítida, se parezca más a lo que significó Blasco que a lo que fue a partir de los años 20 Lerroux.
L. de Guereñu Polán.

miércoles, 16 de mayo de 2012

"La realidad es más fuerte que la realeza"

Con esta frase se despachó Sánchez Guerra cuando el rey Alfonso XIII vetó a Burgos y Mazo en el gobierno que aquel le presentó y le quiso imponer a Romanones y a García Prieto. El furibundo Sánchez Guerra no lo aceptó y los amigos del rey no pudieron formar gobierno por mucho que lo intentaron; vinieron las elecciones municipales de abril de 1931 y ya sabemos que nació na II República española. 

Sobre esta República han caído acusaciones tan falaces como injustas. Fueron los viejos políticos de la Restauración y de la dictadura de Primo los que abandonaron al rey a su suerte, de forma que la República se encontró con un vacío de poder que no hizo otra cosa que oucupar patrióticamente, no como acabaría, por obra de una pandilla de criminales. Ya Gabino Bugallal quiso salvar jurídicamente al rey de sus responsabilidades en la dictadura; luego Santiago Alba pidió que se volviese a la Constitución de 1876 que el rey había violado, al tiempo que pronunciaba un discurso en el que decía "no más servir a señores que en gusanos se convierten" (1), de lo que Gregorio Marañón se alegró: "como republicano, salgo contento", dijo. Cuando Berenguer (miembro de la casa real) quiso arreglar las cosas, casi todos los partidos anunciaron que no acudirían a las urnas, y entonces el rey, tragándose aquellas palabras, encargó formar gobierno a Santiago Alba, que no aceptó. 

Propuso entonces formar gobierno a Sánchez Guerra (así empezábamos éste artículo) y tampoco éste aceptó, a pesar de que se obligó al rey -y éste lo hizo- a aceptar por escrito la suspensión de las prerrogativas regias hasta que unas Cortes aprobasen una nueva Constitución, lo que era mucho para el "rey soldado" que había sido. Antes, el propio Sánchez Guerra visitó la cárcel para ofrecer carteras ministeriales a los que serían luego miembros del gobierno provisional republicano, que estaban presos por el intento de Jaca, lo que los republicanos no aceptaron. "Es conveniente -dijo entonces Sánchez Guerra- buscar la legitimación de lo que venga...". Lo que vino fue una República a la que asesinaron los terratenientes, los banqueros, los obispos y unos militares que, a falta de mayor preparación, habían empleado buena parte de su tiempo en saquear el Rif en favor de unos pocos empresarios desaprensivos. 
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(1) Es una frase de una obra del Duque de Rivas.

L. de Guereñu Polán.

martes, 15 de mayo de 2012

Protegidos de Hermes


 Como en otros países, en España también tenemos los protegidos del dios Hermes, los ladrones. Los encontramos convictos y confesos, pero también esquivos a la justicia, los encontramos en las instituciones públicas y en las empresas privadas, los encontramos en la palestra pública y en actividades ilícitas. Pero los encontramos.

En España hay algunos sectores donde se suelen concentrar estos protegidos de Hermes: en el mundo de la construcción con las recalificaciones urbanísticas, en los Ayuntamientos, en los altos cargos de las Comunidades Autónomas, incluso a la cabeza del Estado y en la propia familia real.

Hermes está orgulloso de ellos; incluso la población, que de boca para afuera suele escandalizarse, renueva en ellos su confianza cuando se trata de unos comicios. Hay uno que ha construído un aeropuerto a donde no llegan ni de donde salen aviones; además le ha tocado la lotería varias veces. Hay otro que se ha refugiado en el norte de América a la espera de mejor suerte en el país de origen, el nuestro, y de que se pronuncie la justicia; otros están en los bancos, entre los "ingenieros" de las finanzas, entre los mismos jueces, que no tienen empacho en hacer insinuaciones ofensivas cuando el reo es débil, por ejemplo, una mujer. 

Hermes está contento con la corrupción, incluso exige más para seguir apoyando a sus protegidos, mientras los mortales, ante el poder del dios, se ven impotentes. Pero ese dios puede ser vencido si los mortales se convierten en héroes. Otra cosa es que quieran.

L. de Guereñu Polán.

lunes, 14 de mayo de 2012

Aforar a uno para que escape a la Justicia

En el año 1901 el que luego sería ministro conservador Sánchez Guerra, fue acusado de haber ganado su escaño en el Congreso de los Diputados gracias a la falsificación del acta electoral por un agente suyo llamado ratón pelao. Ni qué decir tiene que el tal ratón pelao ya había hecho de las suyas en esas lides y era requerido cada vez que se necesitaba hacer una trampa de las de la época. 

Estamos lejos del año 1901, pero fíjense que ratón pelao sigue actuando como si tal cosa, ahora con mayor experiencia dado el tiempo transcurrido. La derecha española -en éste caso el partido que gobierna España- puso en sus listas a un candidato encartado en un asunto judicial para que, aforado, escapase a la acción de la justicia si esta le era desfavorable, como presumían los ratones pelaos que fraguaron la jugada. Exalcalde de Sanxenxo, infructuoso candidato a la alcaldía de Pontevedra dos veces, constructor de éxito, Don Telmo Martín ha de responder ante la justicia por un presunto delito ambiental grave, por negociaciones prohibidas y por tráfico de influencias, de todo lo cual se benefició económicamente con largueza. Ahora, como es diputado, solo el Congreso puede autorizar su enjuiciamiento, y dejo a la consideración de cada cual que opine sobre si la mayoría gobernante dará dicha autorización o no. 

En todo caso todo hace pensar que cuando se le nominó candidato con todas las papeletas para que saliera elegido, Don Telmo Martín estaba bien advertido de que era la mejora manera de esquivar la persecución judicial. El asunto es aún más grave por cuanto unos 200 folios de la instrucción judicial desaparecieron, aunque sobre ello todo parece indicar que el Sr. Martín no tiene culpa alguna. Y es que ratón pelao será viejo, pero sigue actuando con maña y saña, como si los tiempos no cambiasen. O la sociedad española se espabila o los amañadores de turno nos comen los garbanzos... y el alma. 

L. de Guereñu Polán.

domingo, 13 de mayo de 2012

Lerrouxismo en el Partido Socialista

Tengo para mí que desde los años noventa pasados se produjo un cambio sociológico en el Partido Socialista que le ha perjudicado notablemente. Se instituyó la necesidad de retribuir y repartir cargos y prebendas entre las clientelas que cada dirigente local, regional o nacional tenía a su disposición. Esto pudo evitarse con una gran fuerza moral que se hubiese impuesto por quienes hubiesen arriesgado, pero reconozco que era muy difícil. La gran avalancha de militantes de la década de los ochenta (la de las victoriasl del Partido Socialista) produjo aquel cambio sociológico del que hablaba. A una militancia forjada en la clandestinidad (muy pocos), en exterior (muchos), en el tardo-franquismo y la transición (la mayoría), se le unió el aluvión que, por ser más jóvenes, por habérselo pensado dos veces, o por simple ambición personal, vinieron a engrosar las filas del socialismo. Además hubo valiosas incorporaciones del Partido Socialista Popular desde 1978 y luego del socialismo galleguista.

Don Alejandro Lerroux, que siempre fue un manirroto, un aventurero y un político partidario de chanchullos a diestra y siniestra, sin embargo nunca se enriqueció con la política, pero tenía que hacer verdaderos malabarismos para contentar a todas las facciones del republicanismo "radical" (entrecomillo porque el radicalismo se le agotó a medida que se acercó la II República española y terminó gobernando con la CEDA, la quintaesencia del catolicismo conservador, del monarquismo y de un filofascismo matizado pero evidente. 

Es una lástima que dichos usos estén tan extendidos en el Partido Socialista -que es el que a mí me interesa- porque si no fuese así ocuparían los puestos de responsabilidad en las Cortes, en los Ayuntamientos, en los cargos orgánicos, personas muy distintas de las que ahora están (con las lógicas excepciones que, no obstante, serán muy numerosas). Tengo la impresión de que desde aquellos años noventa en el Partido Socialista no se alcanzan las nominaciones por los méritos o capacidades demostradas, ni siquiera por la honradez personal, sino por tener una especial destreza en usar los codos para abrirse paso, el teléfono para hacerse escuchar y la pleitesía para acerse atender. Todo ello, salvo mejor opinión. 

L. de Guereñu Polán.

sábado, 12 de mayo de 2012

Acaparadores de cargos

Hay una señora que es Diputada del Congreso, pero que además es Primera Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Vigo, y además Dirige el área de Urbanismo de dicho municipio, y además es Secretaria 2ª de la Mesa del Congreso y además es Secretaria de Inmigración del Partido Socialista... Seguramente no es excepción, pero digo yo que habrá más personas para repatirse tantas responsabilidades sin tener que concentrarlas en una sola. ¿Percibirá remuneración -siquiera sea pequeña- por cada una de esas funciones? Yo creo que no pero convendría que la ciudadanía lo supiese. 

Cuando se estableció en algunos partidos -particularmente en el socialista- el sistema de cuotas para que la mujer accediese a los puestos de responsabilidad pública en igualdad de condiciones con el varón, no creo que estuviese en la mente de los que lanzaron aquella idea el que una sola mujer -o varón- pudiese acumular tantos cargos que, a buen seguro, no puede atender. Si no los puede atender -y no los puede atender- será porque a tal persona y a la organización que la mantiene ahí le importa un bledo la inmigración, o lo que se cueza en la Mesa del Congreso, o en la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Vigo, o en alguna de dichas áreas de responsabilidad. 

Pero no: es una irresponsabilidad permitir esta situación. Es además una irregulalidad y una flagrante violación de las normas establecidas en el Partido Socialista (y hablo desde fuera, por lo que no me afecta directamente). Pero como ciudadano español que quiere lo mejor para su país, no veo bien, y creo que está muy mal, que una sola persona acapare tantos cargos que no puede atender y que de hecho no atiende. Es una inmoraliad, es un abuso y es una burla, y mantener esta situación es responsabilidad, en primer lugar, de la interesada, pero también de los dirigentes del Partido Socialista en Galicia y en España. Y de burlas e inmoralidades ya estamos hartos, o por lo menos yo. 

L. de Guereñu Polán.

EL COMPLEJO BART SIMPSON: YO NO HE SIDO

El desparpajo y la desvergüenza del simpático, pero, más que travieso, filo-catastrófico personaje, de la serie de dibujos animados suelen darle buen resultado, naturalmente en la ficción. Está basada su estrategia en dos frases icónicas: “yo no he sido” y “multiplícate por cero”.
A falta de ideas constructivas, o noticias positivas, que llevarse a las ruedas de prensa en las que se da cuenta de las decisiones de los Consejos de Ministros o dos Concellos da Xunta y resto de Órganos de Gobierno diversos, los portavoces y demás comunicadores, se acogen a la solución de la ficción, en el mal entendido de que la bondad, o maldad, de sus decisiones puede disimularse, sin darse cuenta de que la realidad no puede modificarse, o adaptarse, con la facilidad del guión de una serie de televisión, en el que el impacto de un piano sobre la cabeza del protagonista de turno solo produce dolor de cabeza.
Una vez agotado el mantra: “La culpa la tiene Zapatero y todo se arreglará si él se marcha”, están buscando nuevos objetos de culpa. Veamos, del penúltimo desastre bancario (Bankia) la culpa la tiene,….., tachan: El banco de España. Yo no es que sea un admirador con tendencia a defender a su máximo dirigente, que seguro que no, pero me parece de sentido común que de cualquier crimen el culpable, sin ningún lugar a dudas, es el criminal y que el policía solo es responsable de la persecución del primero. Y en este caso el rol de los actores están claros, el de policía es el Banco de España y el de los jefes de las bandas, desde hace muchos años, en orden inverso: el Sr. Rato, el Sr. Blesa y el Sr. Oliva, todos ellos con filiación política pública en el PP. Referido específicamente al hoy llamado Novagalicia Banco, ¿No fue el Sr. Feijóo quien impuso la fusión de cajas que dio origen al problema?, incluso con uso de las facultades de legislación de la Xunta y encargando una auditoría “ad hoc”, hoy escondida, posiblemente fraudulenta por apartarse de la realidad de los datos. Su voluntaria declaración de ser el garante del hoy ya inexistente sector financiero gallego, ¿fue hecha por orden de otros?
 El problema es que la solución que a Bart Simpson le da resultado, en la ficción, casi siempre, no es nunca solución en la realidad, aun cuando los distintos gobiernos manden “multiplicarse por cero” a la oposición y los ciudadanos que protestan, con absoluta y democrática razón.

Mayo de 2012
Fdo: Isidoro Gracia Plaza

martes, 8 de mayo de 2012

El artículo 16.3 de la Constitución

Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Así empieza el artículo 16.3 de la Constitución española por la que España es un país aconfesional aunque haya muchas personas católicas, ya practicantes o no. Como nadie puede ser obligado a declarar su ideología, religión o creencias (art. 16.2) no existe registro alguno para saber cuantos españoles son católicos; por tanto no sabemos en que medida el Estado está aportando a la Iglesia católica más de ONCE MIL MILLONES DE EUROS AL AÑO (obviamente cada año varía esta cantidad) de acuerdo con criterios de justicia y equidad. Más bien podemos presumir lo contrario: que la Iglesia se embolsa esa cantidad (que es muy alta se mire como se mire) sin criterio alguno y por el solo hecho de que la Iglesia actúa como un grupo de presión dentro del Estado (de cualquier Estado).

Cierto que el citado artículo 16.3 continúa diciendo que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. No sabemos en que medida estaba en la cabeza del legislador, cuando redactó éste artículo, que implicaría sacar de las arcas del Estado cantidad tan apañada. Pero sí podemos estar seguros de que un mes más tarde de aprobarse la Constitución (¡que rapidez!) se ratificaron unos acuerdos de España con la "Santa Sede" sobre "asuntos jurídicos y económicos..." (3-1-1979) y que aquel artículo constitucional fue desarrollado mediante la Ley Orgánica 7/1980 de libertad religiosa. 

Digo yo qué tendrá que ver la libertad religiosa con el pago a la Iglesia católica (o a cualquier otra) de más de once mil millones de euros. La situación descrita es claramente abusiva por parte de quienes administran los caudales públicos (el Gobierno) y de la jerarquía católica, pues es ésta y no los católicos de base la que exige, pide, presiona, se queja, denuncia y demás formas visibles e invisibles (parafraseando a Manuel Azaña) para conseguir tan pingüe cantidad. Creo que la ciudadanía debe denunciarlo, que toda confesión religiosa debe financiarse a sí misma, que la separación Iglesia-Estado es lo justo y lo constituiconal, y en los tiempos que corren lo correcto para poder atender a muchas personas que lo necesitan. 

L. de Guereñu Polán.

Ejemplo de incompetencia

Nos nos debemos deslumbrar por ciertos curriculos que hacen de los personajes que los escriben mucho más de lo que son. El recientemente dimitido presidente de Bankia, una corporación financiera creada a finales de 2010, D. Rodrigo Rato, puede ser tenido como uno de los ejemplos de incompetencia mayores de nuestra historia reciente. 

Ocupando siempre importantes cargos de responsabilidad en el área económica, jamás se distinguió por nada que no fuese escapar por piernas ante el menor problema. Tengo mis dudas de que hubise llegado a tanto -para hacer tan poco- si no fuese descendiente del retrógrado y conservador ministro Rodríguez-Sampedro, allá por el reinado de Alfonso XIII. D. Rodrigo fue de los primeros que se apuntó a Alianza Popular, un partido neofranquista que luego se pasó a la democracia cristiana en una pintoresca operación consistente en cambiar lo de "Alianza" por lo de "Partido" y negociar -de eso se encargó D. Marcelino Oreja- la admisión del refundado "partido" en la la democracia cristiana europea: todo ello para que los más conspícuos personajes de éste partido presuman de "liberales". No hay quien les etienda.

Siendo presidente del Fondo Monetario Internacional, para lo que España puso toda la carne en el asador, no se enteró ni mucho ni poco de la crisis económica que afectaba a las finanzas del primer mundo, particularmente de Estados Unidos y de Europa. ¿Para eso tenía a su disposición equipos de estudios como en ningún otro lugar? Cuando olió que en Caja Madrid ganaría bastante más dinero y no estaría metido en un lío que le iba grande, dimitió sin dar explicación alguna, y desde dicha entidad contribuyó a fundar Bankia, que ahora deja, después de haber liquidado varios cientos de sucursales en el país (para eso no hace falta tener currículo alguno) y bajo sospecha, siendo una de las corporaciones financieras más importantes de España -junto con e Banco Santander-. 

Su inopia ante los problemas económicos mundiales es más grave por cuanto antes había sido Gobernador por España en el FMI, miembro del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Europeo de Inversiones. Tanto banco, tanto cargo y jamás alertó al país de cómo estaban las finanzas mundiales, de cómo estaba la banca española emponzoñada en trampas, de cómo España estaba sumida en una amenaza que ahora es siniestro y que pagamos todos... menos D. Rodrigo y sus amigos, que una vez más se ha puesto a buen recaudo. No tardaremos en verlo pontificar en foros de poca monta y mucho nombre sobre lo que no sabe. 

Es una lástima que los pueblos tengan tan poca suerte con algunos personajes que no les sirven.

L. de Guereñu Polán.

lunes, 7 de mayo de 2012

La "transición" aprendió de la historia

No es que me entusiasme lo que la transición democrática española consiguió desde el año 1975, pero tampoco soy de los que creen que todo se hizo mal. Hubo cosas que no pudieron hacerse porque el peligro era mayor (la cuestión militar, como se puso de manifiesto en el año 1981) y hubo otras que fueron demasiado lentas como consecuencia del acuerdo con los "reformistas" del régimen, que fueron un grupo de personas a las que califico de los mayores oportunistas que se puede conocer. Lo que pasa es que acertaron, pues conectaron con el franquismo sociológico y con amplios sectores de la clase media que dieron su apoyo a la Unión de Centro Democrático. De sus despojos se nutrió el partido que ahora gobierna España.

En lo que sí creo que los españoles -y los dirigentes políticos de izquierda- aprendieron de la historia, es en la cuestión religiosa, sabido que decir esto en España es hablar de la Iglesia católica, su influencia, sus privilegios y su participación en la vida política. Hay un texto que he leído de Manuel Azaña que creo demuestra lo que digo: Cada vez que repaso los anales del Parlamento constituyente [se refiere al año 1931] y quiero discurrir dónde se jugó el porvenir de la política republicana y dónde se atravesó la cuestión capital que ha servido para torcer el rumbo de la política, mi pensamiento y mi memoria van, inexorablemente, a la Ley de Congregaciones Religiosas, al artículo 26 de la Constitución, a la política laica, a la neutralidad de la escuela, a todo lo que se ha derivado de bienes, esperanzas y rigores de justicia del principo asentado en la Constitución de la República, contra lo cual se han desarrollado todas las maniobras visibles e invisibles que han sido capaces de suscitar una reacción contra nosotros para ver si nos hacían naufragar y, por último, confesémoslo, nos han hecho naufragar y hemos naufragado (1).

Es decir, tocar a la Iglesia durante la II República fue más temerario -aunque las intenciones eran justas, creo yo- que anular la Academia Militar de Zaragoza o aprobar la ley de jubilación de los militares excedentes (Ley Azaña); más que el intento de aplicar la ley de reforma agraria; más que descentralizar el estado, contra lo que estaban fascistas y un sector del ejército, pero también la mayor organización derechista de masas que se haya conocido en España, la CEDA. Tocar a la Iglesia -y no se la "tocó" sino que se le prohibió la enseñanza, se disolvió a la Compañía de Jesús, se le cortaron los privilegios de que gozaba, se le hizo pagar impuestos, etc.) fue terrible para la República; para Azaña fue la clave que hizo "naufragar" a aquel régimen democrático y desbocado.

La Iglesia, en cuanto se sintió "tocada"(pero no en su esfera espiritual, sino material) movilizó a sus fieles, a sus congregaciones, a sus párrocos y obispos, al Vaticano, a la confesional CEDA, a los carlistas tradicionalistas, a los fascistas de Falange, a los combativos de las JONS, a los terratenientes manchegos, andaluces y extremeños, a las beatas y a los dueños de colegios privados, a los tibios... y propició con sus soflamas, con su justificación, con su santificación ("cruzada" la llamó) la guerra civil de 1936. 

Ahora esa misma Iglesia, aunque agiornada de un clero joven y postconciliar, con un sector crítico en su seno (los teólogos progresistas y los de la "liberación") sigue con privilegios, sigue indoctrinando a los alumnos en la escuela pública y en la privada, sigue manteniento un patrimonio inmenso, sigue sin pagar impuestos... Y ya es hora de que las cosas cambien: porque ni se corre riesgo de una guerra civil, ni los gobiernos han "tocado" a la Iglesia en sus intereses materiales, ni dicha Iglesia tiene el control de una sociedad analfabeta como era la española de la II República. Es hora de que los partidos progresistas den pasos en éste sentido, de que satisfagan las justas aspiraciones de una sociedad que pide equidad, que paguen todos, que todos sean libres, que nadie goce de privilegios que no están contemplados -no lo pueden estar- en la Constitución de 1978.
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(1) He tomado la cita de la obra de Antonio Ramos-Oliveira, "Historia de España", vol. III, Compañía General de Ediciones, 1962, página 146.

L. de Guereñu Polán.

domingo, 6 de mayo de 2012

Petición a la izquierda alemana

Con el triunfo del Partido Socialista francés y su candidato Hollande en las presidenciales, la política europea puede experimentar cambios importantes. Francia es un solo país, pero no un país poco influyente. En Grecia han ganado las elecciones los partidos opuestos a la política marcada por la Alemania conservadora, y el Partido Socialista griego deberá sacar sus propias conclusiones sin que por mi parte me atreva a hacer juicios más allá de lamentar su escaso apoyo electoral. 

En Dinamarca gobierna la izquierda y ahora haría falta que ésta avanzase en el otro gran país europeo: Alemania, donde el Partido Socialdemócrata solo es la primera fuerza en dos estados, Brandeburgo y Bremen. Si tenemos en cuenta que ésta última es una "ciudad libre" más que un "land" o estado federado, el esfuerzo que ha de hacer la izquierda en Alemania es enorme. Bien es cierto que tiene, hasta ahora, buenos resultados en Renania-Westfalia, Renania-Palatinado, Hamburgo, Hesse, Baja Sajonia y Schleswig-Holstein (entre un 23,8 y un 29,3%). ¿Como sería el escenario político europeo con Francia y Alemania gobernadas por la izquierda? Obviamente, si dicha izquierda no claudica (porque a veces claudica) muy distinto al actual. 

Don Mariano, Durâo Barroso, Cameron y compañía podrían empezar a pensar en otras relaciones dentro de la Unión Europea; también el Banco Central tendría que atenerse a otros presupuestos; los sindicatos podrían salir a la luz con toda su fuerza sabiendo que tienen socios en los gobiernos de los países más poderosos de Europa; los intelectuales de izquierda podrían analizar los programas electorales, lanzar sus mensajes, posicionarse, atrincherarse contra la derecha global, movilizar a todo el que tenga un mínimo de ideal en su conciencia, explicar por activa y por pasiva que la crisis económica -y moral- que padece el mundo es consecuencia de un sistema injusto llamado capitalismo. Que si hemos de convivir con él no sea para consentirlo, sino para combatirlo por los medios que en cada caso sean más convenientes y tengan el máximo apoyo.

No me olvido de que vivimos en una economía globalizada: que las grandes corporaciones industriales tienen más poder que algunos estados, que la gran banca está entrampada hasta la médula con sus "ingenierías financieras" y que la derecha política, emponzoñada con ella (y una parte de la izquierda cuyo lastre debe soltarse) se van a armar hasta los dientes para parar cualquier programa que verdaderamente quiera cambiar las relaciones económicas del mundo. Si en noviembre vuelve a vencer el Partido Demócrata en Estados Unidos, mejor, aunque el actual presidente tenga un gran crimen en su haber (a pesar del premio Nobel al que no ha hecho honor).

Puede salirse de la actual trinchera, de la ponzoña en la que el egoísmo de unos y la desidia de otros nos han metido (y la pasividad de la ciudadanía). Hoy es Francia quien me (¿nos?) da una alegría; el año que viene puede ser Alemania (¡Dios me oiga!).

L. de Guereñu Polán.