miércoles, 31 de octubre de 2012

INTOXICADOS DE NEOLIBERALISMO

Una crónica publicada en El País del pasado día 28, sobre la situación del PSOE en España, recordaba el modelo fiscal de Zapatero: Recortó cinco puntos el impuesto de sociedades a pymes y autónomos en 2009; suprimió el impuesto de patrimonio en 2008 y lo recuperó en 2011, perdiendo 6.000 millones de recaudación en esos tres años; bajó en 2007 el tipo marginal máximo del IRPF del 45% al 43%, y subió el IVA en 2009. Polémica fue también aquella decisión de deducir los 400 euros del IRPF a todos los contribuyentes sin distinción de su nivel de renta. “Bajar los impuestos es de izquierdas” llegó a decir en célebre frase. No fue solo Zapatero. Sabemos que detrás de estas ideas y de estas y otras  medidas estaban “los expertos” de los que se rodeó, y sobre todo el propio sector del PSOE que controla el área de política económica en el seno del partido desde hace muchos años.
Por aquellas fechas el entonces Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se convirtió en el gran defensor de una “reforma laboral” que siempre rechazaron  los trabajadores y sus organizadores sindicales, pero también muchos otros expertos. Reforma que luego el PP aplicaría por decreto, y que se ha demostrado absolutamente inútil para lo que se prometía a cambio: crear empleo y dinamizar la economía. Sorprendente fue la reforma exprés y sin referéndum de la Constitución para cumplir una exigencia de “los mercados” y abrir el camino sin riesgo a los especuladores internacionales.
La privatización de empresas públicas, y sobre todo la extensión de la gestión privada de los servicios públicos municipales y a otros niveles, ha estado al orden del día desde hace muchos años ya. Ahí está como ejemplo el “Grupo Vendex” y su extensa red, con las prácticas corruptas que conlleva. Del discurso político se han ido eliminando referencias a la creación de un banco público, a que se incremente la fiscalidad sobre las Sicav, y se combata a fondo el fraude fiscal de las grandes fortunas o se exija la supresión de los paraísos fiscales, o un cambio en profundidad del papel de Banco Central Europeo, por citar tan solo algunos aspectos.
En Europa los medios de comunicación -entre ellos el grupo Murdoch- alabaron el “talento renovador” de la “Nueva Vía” de Blair, y “el realismo” de Schröder, precursores de Cameron y Merkel, y culpables, no únicos pero si destacados, del descrédito de la socialdemocracia en Europa, y de las políticas económicas que estamos sufriendo.
En el número 215, correspondiente al mes de septiembre de la Revista Temas para el Debate, se aborda ampliamente la profunda crisis de la Internacional Socialista, y su actual incapacidad para hacer frente a los graves problemas derivados de la globalización, la crisis económica, el crecimiento de la pobreza, las desigualdades, etc. En una entrevista compartida con otros siete relevantes socialistas europeos, Mario Soares afirma que “Hay partidos miembros de la Internacional Socialista, que no tienen nada de socialistas”.
De manera que el mal es profundo, y no cabe esperar que lleguen más supuestas soluciones fáciles, consistentes en seguir “revisando contenidos y estrategias” conducentes a la confluencia política con las tesis neoliberales, queriendo hacer bueno aquello de que “la política económica es la que es y no hay otra posible”. Esto no sólo no es verdad, sino que está provocando el abandono de los electorados socialistas, y la búsqueda por parte de las clases trabajadoras de nuevas formaciones de izquierda que representen y asuman la defensa de sus intereses y aspiraciones.
Dicen que de lo que se come se cría. Pues bien el alimento ideológico y programático del mundo socialista en España y en Galicia a lo largo de los últimos años, y salvo las obligadas excepciones, ha sido suministrado en gran medida por gabinetes de estudio, fundaciones, élites universitarias, editoriales y medios de comunicación, directa o indirectamente dependientes de la Banca, y en informes del BCE, FMI, OCDE, y otros, todos promotores de las actuales políticas económicas. En paralelo se ha ignorado cuando no proscrito a profesionales muy cualificados, pero muy críticos y con propuestas alternativas a las que se venían aplicando. Las demandas del 15-M por ejemplo, se han ignorado en su gran mayoría a la hora de confeccionar programas. Algo semejante ocurre con las organizaciones sindicales. Y lo que es peor, la formación ideológica y el debate en el seno de las propias organizaciones socialistas, está casi desaparecida, y substituida en el mejor de los casos por “formación de tipo técnico”.
Y no sólo eso. Tal vez lo peor de todo es que un importante sector del Partido Socialista, acreditado por las altas responsabilidades desempeñadas en las instituciones o el gobierno del país, comulgan plenamente con muchas de las principales tesis neoliberales. Ni más empresa pública, ni banco público, ni recuperación de la gestión pública para los servicios públicos, ni tasa Tobin, ni reforma del secreto bancario y supresión de los paraísos fiscales, ni nada que se le parezca. Solo matices de la actual política económica que estamos sufriendo.
 Rubalcaba, que fue ministro con Zapatero, bajo la presión de la hemorragia de votos, de las malas expectativas de las encuestas y los pésimos resultados electorales recientes, intenta ahora reconducir la situación anunciando mas impuestos a los ricos, poner freno a la reforma laboral, defender “lo publico”, apoyando a los sindicatos en sus reivindicaciones, etc. Pero todo indica que esta vez la situación es mucho mas grave, porque ha dejado de ser ya una cuestión de contenidos y programa solamente, para convertirse en un problema de credibilidad. Puedes prometer pero si no te creen, en política lo tienes muy mal.
El tratamiento no es otro que la desintoxicación, a base de un tratamiento urgente y de choque con dosis de autocrítica -incluso pública- a todos los niveles orgánicos, para continuar con un largo tratamiento con mucho contenido de las ideas básicas del socialismo, las marxistas incluidas. También con fuertes dosis de ética, y recuperación de los ideales de la utopía socialista. O eso o el camino a la irrelevancia y a la nada.
Xesús Mosquera Sueiro / 31 de octubre de 2012



domingo, 28 de octubre de 2012

La reforma de la Constitución

Parece ya un clamor, al menos entre los que tienen preocupaciones políticas, que la Constitución española aprobada en 1978 ha de ser reformada, pues su utilidad durante más de treinta años ha de ser prolongada con reformas importantes y muy pensadas. No me parece oportuno insistir mucho en las actuales circunstancias sobre este asunto, pues si partiese del actual Gobierno la iniciativa de la reforma, sería para peor. Pero sí cabe reflexionar sobre un futuro donde el PP no tenga mayoría. 

En primer lugar creo que se debiera reformar el artículo 8, punto 1 en materia de las Fuerzas Armadas: cuando se dice que tienen por misión defender la integridad territorial de España, debiera quedar claro que solo en los casos en que dicha integridad estuviese amenazada por una potencia extranjera. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

También podría reformarse el artículo 16, punto 3, en materia de relaciones con la Iglesia católica, haciendo desaparecer la mención expresa a la misma. España es cada vez más laica, cada vez más tolerante (o al menos hacia eso debemos ir) y cada vez hay más habitantes en nuestro país que profesan otros credos. 

En el Título II, sobre la Corona, obviando la discusión sobre el anacronismo que la institución monárquica representa, debiera reformarse el artículo 56.3 cuando se dice que "la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad". Debiera quedar claro que dicha responsabilidad es por sus actos políticos, que deben ir refrendados siempre por el Gobierno, pero no en cuanto a sus actividades civiles: si el rey delinque debe poder ser procesado y, en su caso, condenado, estableciéndose las medidas que la Constitución debe contener para este supuesto. Las prerrogativas de las que goza el Presidente de la República francesa también eximen a quien encarna dicha institución de responsabilidad en todos los casos, pero con una importante diferencia: el Presidente de la República alguna vez dejará de serlo, y entonces sí ha de responder ante la justicia en su caso. No ocurre así con un cargo vitalicio.

Por supuesto debe ser reformado el artículo 57.1 en materia de sucesión, haciendo que la mujer esté equiparada en todo al varón, aunque del anacronismo que se infiere de la institución monárquica, se deduce que este asunto poco ha de interesar a quienes no simpaticen con dicha forma de estado. 

Deben reformarse todos los artículos que se refieren al Senado (empezando por el 69) para hacerlo desaparecer. En Alemania el Bundesrat se creó para representar a los estados que forman la República, pero en España la representación de las Comunidades Autónomas la tienen sus respectivos Parlamentos. Igualmente debiera desaparecer el Consejo General del Poder Judicial (artículo 122) pues la disciplina de los jueces (no su jurisdicción) puede arbitrarse regladamente desde el Ministerio correspondiente. También debiera reformarse el artículo 141 en materia de Diputaciones provinciales (tengo más dudas sobre los Cabildos insulares) pues sus competencias pueden asumirlas las Comunidades Autónomas. 

Debiera abrirse un profundo debate, sereno y alejado de maximalismos, sobre la Disposición Adicional Primera en materia de "los derechos históricos de los territorios forales", foco de discordia que ha llevado a algunas organizaciones políticas catalanas a considerarla un agravio comparativo. Por último (estas notas no son más que un apunte de un ciudadano inquieto) debiera estudiarse la reforma constitucional para dar cabida al reconocimiento de naciones dentro de la nación o Estado español, si bien no ignoro que dicho asunto trasciende el campo meramente político para entrar en una cuestión académica. 

L. de Guereñu Polán.

Desahucios


Ya es miserable y ruin echar a las personas de las viviendas porque no pueden pagarlas, sobre todo si el acreedor es un banco y no un particular. Como la banca ha campado por sus respetos desde hace más de un siglo en España, desde que a finales del XIX empezaron a crearse los bancos que fueron el origen de los actuales, sus dueños han creído que podían hacer lo que les viniese en gana: lo han hecho y nadie les ha parado los pies. Han robado a manos llenas, han arruinado a ahorradores, han provocado la quiebra de varias entidades, han trampeado de forma tan escandalosa que no sería creíble si no se hubiese comprobado en los últimos años. Y siguen.

Pero los gobiernos de España no han hecho gran cosa para defender a las personas que más lo necesitan, la mayoría de la población, de la rapiña bancaria. La ley hipotecaria española es antigua y beneficia a los poderosos; el sistema de desahucios es inhumano y los gobiernos han estado pensando en otra cosa. Cuando se habló de un crecimiento económico basado en la construcción de viviendas, violando toda norma urbanística y aún respetándola (pues se recalificaba suelo en función del interés de los especuladores), hace aproximadamente una década, nadie hizo nada por corregir dicho modelo de crecimiento. Como no quiero bajo ningún concepto caer en la demagogia reconozco que era difícil, cuando la construcción estaba generando riqueza al país, frenar ese "modelo", aunque sí se pudieron tomar medidas de precaución: mediante una ley que regulase realmente el suelo y evitase la especulación urbanística, limitando el poder de los Ayuntamientos para que no permitisen construir (y destruir) en todo lugar empeorando los espacios naturales, las costas y levantando edificios allí donde no llegaba una gota de agua. No se hizo.

Yo no espero nada de los gobiernos conservadores, pero sí esperé (ingenuamente) de las ministras de la Vivienda, que formaron parte de gobiernos socialistas, tomasen iniciativas para defender a los más necesitados. Ni Doña María Antonia Trujillo, ni Doña Carme Chacón, ni Doña Beatriz Corredor, tomaron iniciativa alguna para que se cambiase la ley hipotecaria en España, ni para regular de otra manera los desahucios, que debieran prolongarse procesalmente en el tiempo según que casos. Doctoras en Derecho las dos primeras, registradora de la propiedad la última ¿de que nos valen? ¿de que les han valido a los miles de personas que han sido arrojadas de las viviendas que habitaban o están amenazadas de serlo? Quizá estaban pensando en otra cosa: en su medro personal, en completar su curriculum... pero no es esto para lo que alguien es nombrado Ministra de la Vivienda (o Ministro) sino para tomar iniciativas que se anticipen a los dramas, o para dar solución a los problemas que eviten dichos dramas en el futuro. 

¡Que tiempo perdido entre julio de 2007 y octubre de 2010! ¿Para eso se creó el Ministerio de la Vivienda? ¿Así aplicaron su supuesta sabiduría estas ministras? Creo que hay mucho cuento entre buena parte de los políticos españoles: quiero pensar, deseo con todas mis fuerzas, que se ponga más cuidado en nombrar a personas para tan alta responsabilidad del Estado.

¿Como llamar al hecho de arruinar a una persona a la que se desahucia de una vivienda, si ya el banco se queda con la vivienda? ¿Como puede haber tanta usura y rapiña? Pues la hay y la ha habido, y con el beneplácito de gobiernos suspuestamente socialistas. La vivienda de protección oficial, que tan buenos resultados ha dado, solo es eficaz si el dinero público lo recibe el comprador, nunca el el promotor, porque este siempre exigirá un dinero fuera de control fiscal por encima de la tasación que el Estado haga a dichas viviendas "protegidas". ¡Cuanto tiempo perdido y cuanta incompetencia esparcida por las anchuras de España!

L. de Guereñu Polán.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Ya sobrevuelan buites

Son pocos, quizá dos o tres, pero ya han salido al campo en busca de carroña. Cuando un partido político tiene unos malos resultados electorales suelen caer las culpas sobre su máximo responsable, pero lo cierto es que aquellas culpas suelen estar repartidas, sobre todo entre los que han tenido responsabilidades provinciales, locales e institucionales.

"La población no entendería que siguiese al frente del partido" fulano de tal, dijo uno. Otro se prepara para postularse como sustituto: nada que objetar, pues está en su derecho. Otros están al acecho, pero insisto, no parecen muchos y el conjunto de la organización parece demostrar una sensatez que no tienen esos pocos.

El Partido Socialista en Galicia ha celebrado un congreso hace poco que resultó ejemplar, pues se presentaron dos candidatos y uno de ellos fue elegido en buena lid; la candidata derrotada se retiró respetuosamente y no ha vuelto a aparecer. Tras la derrota del pasado día 21 el máximo responsable del partido en Galicia hizo unas declaraciones prudentísimas y dignísimas, señalando que las decisiones que hay que tomar serán colegiadas y dando participación a todos. Impecable. 

Yo creo que los socialistas de Galicia -los militantes y los no militantes- desean paz, sosiego, dignidad, capacidad de crítica y no desean puñaladas traperas, ni prisas ni ambiciones personales. Mírese cada uno su cuota parte de responsabilidad en los resultados electorales, que creo más bien consecuencia de un ciclo iniciado hace un año (el caso de Euzcadi puede servir de comparación, igual que las elecciones de noviembre pasado). Enredar en la carroña no puede traer nada bueno... para los socialistas y para los ciudadanos de bien, claro. 

L. de Guereñu Polán.

martes, 23 de octubre de 2012

Los dueños de España


Contrariamente a lo que se ha dicho durante mucho tiempo la aristocracia española estuvo involucrada en negoios, muchas veces sucios, tanto en la industria como en el gran comercio, las finanzas o la propiedad de la tierra. Hoy existen estudios muy numerosos que demuestran en manos de quien ha estado España durante el último siglo sin que apenas hayan peligrado sus propiedades, muy al contrario, regímenes de uno y otro signo han pasado sin que les hayan afectado en lo económico a las grandes familias dueñas del país.

Las minas, la industria siderúrgica, la naval, las empresas eléctricas, las de explosivos, las industrias alimentarias, los ferrocarriles, la tierra, la industria textil, la banca, la construcción, las consultoras, la industria farmacéutica, las empresas de comunicación y otras han estado y están en manos de unos pocos.

Antes de entrar en los casos de grandes empresarios y capitalistas, algunas investigaciones han indagado en la fortuna del rey Alfonso XIII en 1931, cuando abandona el país: unos 41 millones de pesetas provenientes de la asignación estatal y de su padre y abuela (Alfonso XII e Isabel II respectivamente). En aquella cantidad no se incluyen tierras y otros valores inmobilidarios (acciones, obligaciones, participaciones, bonos y deuda pública). Otro es el caso de la familia del dictador Franco: su trama financiera se extiende por más de medio centener de empresas con un capital escriturado, en 1975, de más de 100.000 millones de pesetas. Al morir el dictador dejaba un patrimonio tasado por debajo de los valores del mercado en 1.500 millones de pesetas, a los que hay que añadir los regalos recibidos, con un valor de unos 4.000 millones. La información privilegiada de que dispuso la familia Franco posibilitó la salida de dinero hacia Suiza.

Es muy poco lo que se sabe sobre la fortuna del rey Juan Carlos, pero más tarde o más temprano podrá comrprobarse si se puede explicar a partir de los 8,6 millones de euros que los presupuestos del Estado dedican a la Casa Real (año 2008).

Al comenzar la II República española todavía conservaban un gran patrimonio familias ociosas que habían conseguido sus capitales al amparo del poder político: es el caso de los Sástago, Infantado, Villahermosa, Peñaranda, Fernán Núñez, Alba y Medinaceli. Los marqueses de Araluce, el de Foronda, el de Domeq, el conde de los Gaitanes y el de Godó mantuvieron relaciones con la industria, el periodismo y los transportes. Igualmente los Romanones, el duque de Alba y otros fueron grandes terratenientes, banqueros e industriales.

En la actualidad hay personas del mundo del espectáculo y del deporte que han hecho sus fortunas a base de no cotizar a la Hacienda pública, al tener sus domicilios fiscales en Andorra: Sánchez Vicario, Montserrat Caballé, Alfredo Kraus, Antoni Rosa Marvá, Alex Crivillé o Pons. Otros los han domiciliado en Miami: Julio Iglesias, Raphael, Bertín Osborne; en Mónaco (Severiano Ballesteros, Carlos Sáinz, Plácido Domingo, Abraham Olano) o en Suiza (Concha Martínez y Manuel Prado y Colón de Carbajal).

Muchos empresarios actuales han hecho sus capitales al calor de la corrupción franquista: el presidente del Banco Español de Crédito, Aguirre Gonzalo; del banco Pastor, Condesa de Fenosa; del de Santander, Emilio Botín, del de Vizcaya, Pedro Careaga; y empresarios como Ruiz Mateos, José Barreiros en la rama del automóvil, Bartolomé March en FECSA; Márquez Balín en Standard Eléctrica; Oriol y Urquijo en Hidroeléctrica Españoña; José Banús en la construcción; Ramón Areces en el comercio; en la prensa escrita Carlos Godó. A estos se unen apellidos como los de Abelló y Benjumea, y empresas como Entrecanales; el dueño de Ibiza, Abel Matutes y los que participaron en la llamada "cultura del pelotazo": Vilá Reyes, Muntadas, de la Rosa, Mario Conde, Jesús Gil...

Casi 2.800 personas poseen en España fortunas que superan los 10 millones de euros (en total 269.000 millones, el 49% del patrimonio de todos los ricos del país). Casi 160.000 españoles tienen un patrimonio de 750.000 euros, lo que coloca a España entre los 10 países del mundo con más grandes patrimonios. Casi un millón de contribuyentes declararon en 2005 un patrimonio total de 627.138 millones de euros, concentrados en su mayor parte en Cataluña y Madrid. En fin, Don Amancio Ortega tiene una fortuna de 24.000 millones de dólares, dejando por detrás a Rafael del Pino, del grupo Ferrovial (8.600), Bañuelos (de Atroc, 8.600), Alicia y Esther Koplowitz y otros. 

De todo ello se pueden sacar jugosas conclusiones: el país tiene dinero, pero está en las manos de quienes no debiera estar. La culpta es de todos nosotros, pero sobre todo de unos pocos, que han permitido se hagan aquellas fortunas con una legislación que favorece a sus poseedores, al amparado del poder político, con trampas e incluso con crímenes. 

L. de Guereñu Polán.

¿LOS PUEBLOS TIENEN EL GOBIERNO QUE MERECEN?

La frase de un político conservador español de principios del siglo XX, de cuyo nombre no quiero acordarme, viene muy a cuento del resultado de las últimas elecciones habidas o en curso. Y no voy a referirme solamente a las elecciones en Galicia, País Vasco y Cataluña. Alemania, Francia Reino Unido, etc., también pueden y deben ser objeto de reflexión.

Yo personalmente no estoy muy de acuerdo con la frase, ya que como persona medianamente informada, conozco, o al menos intuyo, el gran peso que tienen, en las decisiones colectivas que conforman los gobiernos, ocultas fuerzas, como las de los llamados “mercados” o “medios de comunicación”, unos y otros en pocas manos, manos carentes de ética o moral.
Sin embargo, en las democracias formales los ciudadanos tienen, ocasionalmente, oportunidades para defender sus intereses colocando en los gobiernos a las fuerzas políticas que lleven en sus programas las propuestas que les sean más próximas, o rechazando aquellas que les hayan engañado, a veces de forma muy burda, caso claro del actual gobierno español, otras veces de forma más sutil, caso de Cataluña, por lo que si no aprovechan esas oportunidades se hacen responsables, o cómplices de lo que les suceda.

Por ejemplo, que el electorado alemán considere adecuado que el infraempleo, la economía de supervivencia, y la presión casi ilimitada a otros pueblos sea, para el país hoy más poderoso y prospero de Europa, su modo de evolucionar, muy probablemente hacia una situación de pseudoesclavitud o de desigualdad inaguantable, y propiciatoria de lo que la historia ha demostrado ser fuente de graves conflictos, le va a hacer responsable también de otras prácticas de ese gobierno, que propicia la humillación de otros pueblos, el griego y otros, aún cuando esta vez no sea la fuerza militar la utilizada.
Que el electorado gallego, vasco o catalán, decida (mediante su voto o mediante su abstención) una relación de fuerzas parlamentarías determinada le hace, sin ningún lugar a dudas, responsable y cómplice de las decisiones políticas que se deriven de esa situación, incluidas las que devengan en recortes de derechos e incluso en violencia histórica o institucional. Pero evidentemente no todo “el pueblo” se merece lo que se le va a venir encima, algunos somos mucho menos responsables que otros, opinamos y defendemos públicamente nuestra opinión y sobre todo votamos, cuando tenemos ocasión.

Octubre 2012
Fdo. Isidoro Gracia Plaza

Elecciones en Euzcadi

Con los resultados electorales del pasado 21 de octubre en Euzcadi podria ocurrir que el partido más aislado fuese el socialsita. Me explico: en las cuestiones sociales el PNV va a contar con el apoyo del PP en no pocas ocasiones, pues aquel es la expresión de la voluntad del empresariado vasco (aunque no solo). Para las cuestiones identitarias y de reivindicación soberanista contará con el apoyo de Bildu, de forma que al Partido Socialista le queda el papel de contener, en la medida en que pueda, las barbaridades que se les vayan ocurriendo a los nacionalistas. Hay otra misión que le corresponde a los socialistas: llenar de propuestas el Parlamento vasco anticipándose a cualquier otra organización. Si salen derrotadas una buena política de información puede ser útil; patearse el país y abandonar cualquier tentación de comodidad es lo que queda.

La dialéctica nacioanlismo-no nacionalismo que se ha vivido en Euzcadi durante las últimas décadas, condicionada por la violencia de ETA, ha perjudicado mucho al Partido Socialista, que siempre fue una organización fuerte en las tres provincias. Las discusiones de contenido social han quedado aparcadas ante lo perentorio de conseguir que terminase el terrorismo. No ha hecho poco el Partido Socialista para conseguir esto: algunos han dejado la piel en ello y otros la vida. Otros muchos vascos y no vascos han dejado también la vida, y creo que el apoyo que ha recibido Bildu se explica por el deseo de buena parte del nacionalismo de que no hubiese violencia y demostrar que era posible hacer política sin aquella. 

Pero dicho esto creo que Bildu ha tocado techo: en las próximas elecciones no podrá mejorar sus resultados, sino empeorarlos, pues parte de los votos que ahora ha recibido "regresarán" al PNV, verdadera fuerza hegemónica en Euzcadi y con la que el Partido Socialista debiera colaborar salvo en las locuras soberanistas. Así fue la política durante los primeros años de la democracia española: gobiernos en los que nacionalistas bregados en la lucha contra el franquismo y socialistas identificados con dicha lucha, testigos directos del empeño en la libertad y los derechos sociales, estuvieron juntos. Cuando el PNV tuvo la deriva que le marcaban otros nacionalistas -incluso ETA- todo se vino abajo. Lástima: recuerdo a Enrique Múgica decir que toda politica socialista -en la práctica- debía contar con la colaboración del o con el PNV. 

¿Será posible que el Partido Socialista vuelva a tener la importancia que tuvo, siendo la primera o segunda fuerza en los diversos territorios de Euzcadi? No hay por que pensar que no, una vez se supere el ciclo a la baja que se viene sufriendo. Pero para ello será necesario una profunda renovación de las ideas, más que de las personas, renovación que no ha de abandonar el objetivo máximo del socialismo democrático, que es el justo reparto de la renta y la riqueza. La sociedad vasca es avanzada y madura, la prueba está que no da su apoyo al PP, como ocurre en Galicia y en otras comunidades. Ello se debe a que Euzcadi ya tiene su propia derecha, no tiene necesidad de otra que, además, no tiene tradición democrática ni ha luchado contra la dictadura; muy al contrario, es heredera de ella. 

Por último, creo que debe reconocerse al Partido Socialista de Euscadi el sacrificio que ha significado gobernar en estos últimos años con el apoyo parlamentario del PP, justo para cerrar el paso al nacionalismo y conseguir el final del terrorismo... si es que dicho final es cierto, pero si no lo fuera también sería el final de Bildu. En Euzcadi hay un problema pendiente: el de los presos de ETA. El Partido Socialista se debe más a las víctimas que a nadie, pero desmarcarse del afán vengativo del PP será absolutamente necesario.

L. de Guereñu Polán.

domingo, 21 de octubre de 2012

La realidad es terca

El Partido Popular parece que ha perdido casi doscientos mil votos respecto de hace tres años y medio en Galicia, lo que puede ser debido al descontento que ha generado su política, pero sigue ganando las elecciones por mayoría absoluta como hizo casi siempre, portándose como el partido "natural" de Galicia; en algunas provincias incluso supera el 50% del voto popular, lo que quiere decir que tiene una red montada cuya destrucción está por llevar a cabo (obviamente por quienes no deseamos se mantenga dicha red). Lo dicho no creo pueda ser contestado bajo ningún punto de vista. 

El nacionalismo mejora sus posiciones en cuatro escaños (hablo cuando todavía no se ha escrutado el 100% de los votos), pues de 12 ha pasado a 16 escaños, si bien un porcentaje determinado, que no será inferior al obtenido por Izquierda Unida en el año 2009, corresponde a esta formación. Desde este punto de vista la derrota del Partido Socialista es aún mayor, por cuanto no solo pierde siete escaños sino que reduce sus diferencias con respecto al "mundo" nacionalista. No sé si a alguien le parecerá que esto es incorrecto.

En Galicia no votan ni los 2/3 de la población (comparando unas elecciones automómicas con otras) lo que querrá decir que hay un número elevado (en términos absolutos) de la población que no tiene conciencia política, que es escéptica o que se mantiene en el antisistema (tanto desde un extremo como desde el otro). Un trabajo de campo para hacer participar más en las elecciones a los gallegos se hace necesario.

Un trabajo de campo -además de reflexión serena y responsable- es lo que debe hacer el Partido Socialista en los próximos años, que no obstente ha tenido unos resultados propios de la tendencia a la baja que empezó el año pasado (y esto se repite en Euzcadi). La reflexión serena y responsable la entiendo como sinónimo de que no haya prisas, ni zancadillas, ni malos modos, ni traiciones, ni cosas por el estilo.

A falta de porcentajes para cada uno de los partidos, el análisis que aquí pretendo es forzosamente incompleto, así como saber los resultados electorales municipio a municipio, porque entonces se podrá ver la cosecha de alcaldes y concejales allí donde gobiernan. Por cierto: un combativo exministro de Justicia que ha encabezado la candidatura del Partido Socialista por A Coruña no parece ser tan buen candidato como él podría creerse; digo esto a tenor de los imperativos gestos que viene haciendo para conseguir un puesto de dirigente. Hay lecciones que todos debemos aprender. 

L. de Guereñu Polán.

sábado, 20 de octubre de 2012

Bestia extraña

Edificio Chrysler
Recientemente han puesto por la televisión una de las versiones de Godzilla, película norteamericana inspirada en otra japonesa de 1954 y que tenía más o menos el mismo título. Había oído hablar de esta película pero nunca la había visto. Lo más interesante está en la primera media hora: un monstruo extraño sale de las aguas, asusta de forma espantosa a unos pescadores y se adentra por las calles de Nueva Jersey: rompe edificios, destruye autopistas, pisotea los coches en las calles, asombra a unos y a otros, coge en plena campaña electoral al alcalde prometiendo seguridad; el monstruo, que tiene aspecto de un gran dinosaurio más o menos transformado, es de dimensiones descomunales, de forma que supera con mucho los más emblemáticos rascacielos de Manhatan. Todavía aparecen en la película las torres gemelas y me gustaría saber si la visión de la misma pudo haber inspirado a los organizadores del atentado de 2001 en Estados Unidos.

Los señorones en sus coches de "alta gama" van sonrientes en sus asientos mientras no saben que el monstruo les va a aplastar con un solo dedo; la ciudad tiembla, los edificios se derrumban con el solo coleteo del monstruo; Godzilla observa y avanza, la gente corre despavorida; los banqueros que todavía no están advertidos hacen sus últimas especulaciones, torpes y sin saber que nada de lo que digan valdrá dentro de unos segundos. Los periodistas dan noticias contradicctorias, las autoridades están bloqueadas, el ejército y la policía se ponen manos a la obra, pero no hay armas capaces de combatir al monstruo, que sigue avanzando y destruyendo la ciudad. Los helicópteros lanzan sus proyectiles contra el monumental cuerpo que ni se inmuta. Ahora el monstruo se detiene ante un insignificante periodista que quiere filmar la exclusiva, quedando entre dos de sus grandes garras indemne. 

Toda la civilización occidental, que simboliza la ciudad estadounidense, se viene abajo, está amenazada al menos, mientras que un monstruo nacido en la cabeza de algún japonés tras el bombardeo de su país con la tecnología atómica, sigue avanzando y destruyendo. Los especuladores, que esperan recoger su cosecha de atracos "legales" al día siguiente huyen despavoridos, los usureros se esconden, los que quieren escapar no pueden, los bancos cierran ante el terror de los clientes, las grandes corporaciones industriales van a ser destruidas... Toda una metáfora que luego se complica por otros derroteros que aquí no nos interesan. 

Godzilla es hoy solo una película y un monstruo, pero nuestra civilización, en la dirección que se encuentra corre serios riesgos: no de que la destruya un monstruo extraño, sino de destruirse a sí misma. 

L. de Guereñu Polán.

viernes, 19 de octubre de 2012

Eric Lomax

Puente sobre el río Kwai cerca de Kanchanabury
En 1993 se reunieron en el puente sobre el río Kwai dos hombres que se habían conocido durante la segunda guerra mundial: uno fue la víctima, el otro el torturador. Fue el inicio de un perdón que el primero concedio al segundo, este atormentado por haber participado en crímenes execrables. 

Eric Lomax publicó en 1995 una obra titulada The Railway Man, de la cual se va a hacer ahora una película. En el libro narra los sufrimientos que pasó durante su internamiento en un campo de prisioneros en Tailandia, a manos del ejército japonés. Lomax había sido destinado a Singapur, donde los británicos fueron derrotados por el ejército japonés. Hecho prisionero, fue llevado a la prisión de Changi, donde con otros compañeros consiguió hacer una radio artesanal y seguir la marcha de la guerra. Cuando fue trasladado a Tailandia (Kanchanaburi) consiguió también llevar su radio hasta que le fue descubierta y acusado de espionaje. Aquí empezó su calvario.

Los viajes se hacían en el más absouto hacinamiento; sufrió trabajos forzados, trabajó en la construcción de una línea férrea entre Siam y Burma; fue expuesto a un sol de justicia durante horas en muchas ocasiones; sufrió abusos y fue apaleado con el mango de una herramienta hasta romperle varias costillas. Recibió amenazas de muerte que le causaron un gran dolor psicológico durante muchos años de su vida. En 1982 empezó a ser atendido psicológicamente ante su emperoramiento.

Llegó un momento en que en el Japan Times apareció la noticia de que un japonés -Takashi Nagase- estaba intentando localizar a presos de los japoneses durante la guerra. Lomax se puso en contacto con él y, tras varios encuentros, le llegó a perdonar: Nagase era el torturador -junto con otros- de Lomax durante su cautiverio. Eric Lomax acaba de morir uno de estos días; el sufrimiento que padeció no habrá sido en vano, porque nos ha dejado el testimonio de su vida, quizá con la esperanza de que nunca nos dejemos llevar por los que, sin escrúpulos, recurren a la guerra con la alegría de los torturadores. 

L. de Guereñu Polán.

Sinvergüenzas


La Xunta de Galicia ha tenido sin aplicación la Ley de Dependencia durante más de tres años. Muchas personas en nuestra comunidad, que forman parte de ese abultado número de mayores, junto con otras muchas personas que son dependientes de todas las edades, han estado desatendidas porque el Presidente y sus Conslleiro@s han estado ocupados con unos tales Pego, Méndez y Gayoso, pero no para combatirles, sino para darles palmaditas en la espalda (si los testimonios gráficos no abundasen tanto no me atrevería a decir esto). 

Ahora sí, en vísperas de las elecciones, el Presidente y su risueña Conselleira se apresuran a poner en práctica la Ley de Dependencia, aprobada durante el Gobierno del señor Zapatero, para ver si arañan algún que otro voto. Hay que ser miserables para hacer política electoral con las personas que más lo necesitan: con aquellos que han de ser ayudados para alimentarse, para asearse, para acostarse o para salir a la calle. "Cientos de casos de dependencia -dicen los medios- se aceleran mediante cartas que los usuarios reciben de la Xunta" con el objeto de perdirles implícitamente el voto a cambio de incluirles entre los beneficiarios de aquella ley. Mientras tanto parece que no eran dependientes para la Xunta de Galicia. 

Esto demuestra la poca altura moral, la miseria política, la concepción viciosa que tiene de los asuntos públicos el partido que ha gobernado Galicia casi siempre durante la democracia (antes gobernaban sus parientes desde Madrid). Varios miles de personas en Galicia han recibido la respuesta de que las ayudas a los dependientes estaban "paradas": no importaba que se tratase de personas con problemas psicomotrices o de visión, que se gastasen casi todos sus magros ingresos en una persona para que las atendiesen o cualquier otra circunstancia que todos conocemos porque vivimos entre personas muy mayores, personas muy dependientes, personas que han tenido la mala suerte de sufrir accidentes cuyos resultados son irreversibles. Ojalá hubiese elecciones todos los meses para ver si los miserables que nos administran atendían las necesidades de los más necesitados, aunque solo fuese por motivos electorales, porque no tienen otras motivaciones quienes están en la política para otra cosa. 

L. de Guereñu Polán.

jueves, 18 de octubre de 2012

Gobernar al dictado



Es curioso que la mayor parte de Europa esté ahora condicionada por los intereses del Gobierno y la banca alemanas (un gobierno conservador) cuando en los años veinte del siglo pasado el que Alemania fuese gobernada al dictado de los países vencedores de la primera guerra mundial contribuyó de forma decisiva al avance de las ideas nacionalsocialistas. 

Muchos historiadores están de acuerdo en considerar que el referéndum sobre el Plan Young jugó un papel importante en la expansión del nacismo. Téngase en cuenta que dicho plan se formuló para liquidar las reparaciones de guerra alemanas (entre 1929 y 1930). Presentado por el estadounidense Owen D. Young, siguió al Plan Dawes (1924). Con el primero Alemania liquidó su deuda en 1988 (RFA entonces). El Parlamento alemán sometió a referéndum la aceptación de Plan, caldo de cultivo para que los nazis presentasen a la República de Weimar como sometida a los dictados exteriores. 

De ello parece no haber sido consciente el entonces presidente del Partido Popular alemán, Alfred Hugenberg, vinculado a las empresas Krupp que terminarían colaborando con y beneficiándose de la política de Hitler. Hugenberg fue diputado del Parlamento alemán hasta el fin de la República de Weimar, pero ello no le impidió colaborar con Hitler a final de dicho régimen y luego sería con él ministro de Economía y Agricultura. Durante su etapa como diputado y luego como ministro, sirvió a los intereses del gran capital alemán. 

Ahora es España -en un contexto histórico muy distinto- quien está, junto con otros países europeos, al diktat de la política alemana y de su banca. ¿En que medida esto puede reavivar, en el seno del propio Partido Popular español, un nacionalismo al que no ha renunciado nunca? Al fin y al cabo seguir la política del conservador gobierno alemán es perjudicial para los intereses de España, al menos en cuanto a los intereses de la mayoría de la población, aunque pueda dar resultado macroeconómicamente a medio plazo (lo que no admiten muchos economistas y otros sí). 

Por eso uno de los papeles de la izquierda en España es denunciar esta política que no consiste sino en seguir lo que se decide en Alemania, sin alternativa propia, sin pactar nada con otras fuerzas nacionales que están interesadas en sacar de la miseria a parte de la población y de la pérdida de bienestar a otra parte. En mi opinión el Partido Socialista debiera tener una política enérgica en esta materia, como la intentó el exprimer ministro Papandreu aunque luego claudicó ante las terribles presiones que debió soportar. Recuérdese que quiso convocar un referéndum para ver si la población griega legitimaba la política de recortes sociales. 

El Partido Socialista, en España, no está en condiciones de convocar un referéndum, obviamente, pero sí de liderar la oposición frontal al segiudismo que el Gobierno hace de las directrices alemanas, y explotar que los dos partidos gobernantes (en España y Alemania) son de la misma familia ideológica (al menos en teoría). Contaría con el apoyo de los sindicatos, de las ONG, de organizaciones cívicas que están en la calle, de otros partidos que están rentabilizando -al parecer- el marasmo en que se encuentra el Partido Socialista, entretenido en alguna de las regiones en veleidades identitarias y otras gaitas.

L de Guereñu Polán. 

El socialismo en Euzkadi

Juan Toraño con mineros vizcaínos
El 21 de octubre próximo se celebran elecciones en las provincias vascas y el Partido Socialista será la segunda o tercera fuerza en número de votos. El nacionalismo clerical, templado y en parte independentista está en alza; no son las cuestiones de clase las que han dominado la política vasca en las últimas décadas. El terrorismo de ETA ha contribuido a ello, de forma que buena parte de las energías de los socialistas vascos han ido a combatirlo. 

¡Que diferente situación con respecto a los primeros cuarenta años del siglo XX: es en la minería vizcaína donde hay que buscar los orígenes del socialismo vasco en las últimas décadas del siglo XIX. En La Arboleda, Las Carreras, Gallarta, Ortuella, Musques, Baracaldo, Portugalete y Erandio, Sestao y Bilbao, estaban los socialistas hablando de los derechos elementales de los trabajadores, de la seguridad en el trabajo, de mejores salarios, de jonrnadas más reducidas, de las viudas, de los huérfanos, de los enfermos, de las viviendas obreras... Ahora la provincia de Vizcaya, con ser industrial, está muy terciarizada y la minería vasca tiene menos importancia relativa de la que tuvo hasta hace unas décadas. 

En las elecciones municipales de 1931 los socialistas aventajaron a los republicanos; el Partido Nacionalista Vasco estaba unido a los carlistas y a la Iglesia y todavía no había optado por colaborar con los partidos republicanos y de izquierda, como sí hará a partir de noviembre de 1933. En las zonas mineras de Vizcaya se votaba a los candidatos socialistas y ni los sabinianos ni los carlistas osaban disputarles la primacía. Aquella era una sociedad distinta a la actual, más polarizada en lo económico y menos en cuanto a la falsedad que representa el discurso nacionalista, pantalla para no ver lo que realmente interesa, que son las mejoras sociales que la gran mayoría del país necesita.

En 1936 ya hubo una división del voto de izquierdas en Vizcaya, pues republicanos y comunistas le disputaron el voto a los mineros y candidatos socialistas, pero la postura del socialismo vasco siempre fue muy favorable a la unidad de acción entre todos los que se reclamaban de izquierdas, la cual se había afianzado en 1934, mientras gobernaba el país la derecha, y mucho más cuando entró la CEDA en el gobierno en octubre de ese año. Es cierto que las "Alizanzas Obreras" solo representaron organismos de enlace entre socialistas y comunistas, pero permitían mantener la esperanza en que los resultados electorales fuesen buenos. Ahí estuvo la base de la resitencia contra los militares sublevados en 1936 hasta septiembre-octubre de 1937.

El presente artículo no pretende otra cosa sino recordar la heroica historia del socialismo vasco en las regiones mineras de Vizcaya, que tantas veces fueron visitadas por Indalecio Prieto y por Largo Caballero. Ojalá hubiera vascos que en las elecciones del día 21 pudiesen acordarse de aquellas luchas, de aquellas conquistas, de aquellos sacrificios impagables. 

L. de Guereñu Polán.

Más sobre trabajadores

Trabajadores peruanos
Dice "el hombre más rico del mundo", un tal Slim, que los gobiernos han establecido un estado del bienestar que se volvió insostenible. No puedo estar más en desacuerdo con él: es perfectamente sostenible siempre que dicho estado del bienestar, además de integrar a los que no disfrutaban de él aún, hubiese puesto a contribuir a los que como el señor Slim se han hecho ricos de forma ilícita en muchos casos. ¿O alquien cree que se hace uno rico trabajando? Las transacciones financieras, que generan unas plusvalías enormes y que no cotizan, en la mayoría de los casos, a las arcas públicas, se les han escapado a los estados; en parte porque estos han sido gobernados por conservadores que estaban de acuerdo con esa "libertad" tan sospechosa, y en parte porque los gobiernos socialistas han sido timoratos o cobardes.

Las enormes corporaciones industriales, financieras, comerciales y de todo tipo que hoy existen en el mundo han de quedar sometidas al poder político, que es el poder de los ciudadanos si, como dice el señor Slim, "vivimos un cambio de civilización". Vuelvo a no estar de acuerdo: el cambio de civilización se producirá cuando no existan aquellas grandes corporaciones económicas a las que el citado pertenece, cuando la economía esté encadenada al servicio de los ciudadanos y no al revés. Son palabras gruesas, pero no son mías; mientras las organizaciones cívicas, los partidos progresistas, todo aquel que quiera un verdadero cambio de civilización no remen en el mismo sentido, la economía seguirá mandando sobre la política, cuando debe de ser al revés. 

También aporta "el hombre más rico del mundo" la idea de que la jubilación debe producirse a partir de los 70 años: otro desacuerdo mientras las tasas de paro estén por las nubes, particularmente en países como España. Es cierto que a medio plazo la sociedad se va a ir envejeciendo más aún (me refiero al "primer mundo") y las haciendas públicas no van a poder hacer frente a las pensiones de la población jubilada si esta no disminuye, pero cuando se tomen medidas de ese tipo habrá de ser contando con la opinión y el concurso del mundo del trabajo, no solo con la opinión de los burócratas y contables que manejan dados estadísticos y las cuentas públicas. 

Leo a Fernando Savater decir que existe un desconcierto de los intelectuales sobre la situación que vive el mundo. Si esto es asi ¿que clase de intelectuales son? Son los llamados a ser la voz crítica, son los llamados a presentar alternativas; la sociedad ha invertido en ellos para que ahora devuelvan a la sociedad ideas, soluciones que puedan ensayarse o discutirse. Se constata, por ejemplo, que en España la distancia entre los ricos y los pobres se ha agrandado, además de que ha aumentado el número de pobres. Esto no es debido a este o aquel gobierno; es un problemás sistémico; mientras no se discuta el sistema seguirá aumentando el número de pobres, aunque coyunturalmente se pueda combatir con éxito aquella tendencia. 

Vemos que a pesar de reformas laborales en favor de la patronal el paro sigue aumentando, porque está demostrado hasta la saciedad que no hay una relación directa entre dicha legislación y la creación de empleo, así como no hay una relación directa entre la creación de riqueza y la disminución del paro. Ha habido momentos de bonanza económica en los que el paro ha aumentado. El problema del desempleo hunde sus raíces en causas mucho más profundas, entre las cuales están las culturales: una cultura empresarial que no se corresponde con el siglo XXI; unos sindicatos que han perdido el pulso del momento y se han debilitado. Estoy convencido de que al paro se le combate -si no por medios privados- mediante los poderes públicos en cuanto estos tengan recursos: los del fraude fiscal, los de la evasión fiscal, los de los paraísos fiscales, los de las rentas altas y altísimas; mientras no exista una banca pública que financie políticas sociales por parte del Estado. No es el señor Slim el personaje del que nos debemos fiar, sino del que debemos desconfiar, al menos mientras no esté meridianamente claro como ha hecho su fortuna. 

L. de Guereñu Polán.

martes, 16 de octubre de 2012

Hambre


Si empiezas a leer esto debes saber que, enviando un SMS al  número 28010 con la palabra firmo habrás donado 1,20 euros para combatir el hambre. No parece gran cosa, pero sí es mucho para los que pasan hambre. 

Las políticas comerciales ha hecho subir los precios de los cereales; en materia de hambre también la mujer sufre más que el varón, pues hay países que por razones culturales o por simple egoísmo el hombre se procura el poco alimento disponible antes que la mujer; las guerras, que afectan más a los países donde la economía es débil, acrecientan el problema del hambre, sobre todo entre los niños; los cambios climáticos han hecho que amplias zonas, sobre todo en el Sahel, las sequías sean contínuas y la población pase más hambre que hace una década; la pobreza derivada del injusto reparto de la riqueza y de la renta llevan a muchos a morirse por hambre, en otros casos a una desnutrición constante, dándose pesos y tallas en niños menores de 14 años que nos debieran sonrojar a todos; la escasez de agua potable se añade a los problemas antedichos, y la escasez de cualquier tipo de agua ha hecho que los rendimientos de la agricultura hayan descendido en muchos de los países donde se pasa hambre. 

El hambre lleva a enfermedades para las que no existen las infraestructuras sanitarias ni los medios necesarios; 10.000 niños mueren cada día en el mundo por hambre (mañana, cuando llegue la noche, otros 10.000, y así sucesivamente). El cólera azota ferozmente en Guinea Conakry, en Malí y en Níger; en Somalia y en Malí la población huye a millares por las condiciones de extrema pobreza y por los conflictos que se viven; 800.000 senegaleses padecen algún tipo de problema relacionado con el hambre (desde una alimentación inadecuada hasta hambre extrema). En Putumayo, amplia región que comprende áreas de Colombia, Perú, Ecuador y Brasil, y que recibe el nombre del río que la recorre, el hambre se ha hecho dueña de amplias capas de la población. 

En el Caribe y América andina, en África subsahariana, en oriente próximo, el el sur y sudeste de Asia, en Mongolia y hasta en Europa del este hay amplias capas de la población que pasan hambre. ¿Puedes atender al primer párrafo de este artículo?

L. de Guereñu Polán.

LOS SINDICATOS, DECISIVOS PARA MOVILIZAR A LOS VOTANTES

No hace falta que pidan el voto para ninguna formación política en concreto, pero si que se esfuercen hasta la extenuación, para conseguir que todos los trabajadores y sus familias, en activo o en el paro, jóvenes o mayores, hombres y mujeres, vayan a votar el día 21.
A los trabajadores y a sus organizaciones les va demasiado en ello como para situarse en actitud de simple expectación ante lo que pueda suceder el día 21. Son necesarias actividades en los centros de trabajo, en los polígonos industriales, en los barrios, llamando a la participación y al voto.
No podemos olvidar que por el derecho al voto han muerto muchos trabajadores, muchos ciudadanos de bien, y siguen muriendo hoy. Unirse para protestar es necesario, está muy bien, pero es insuficiente y puede incluso resultar algo inútil, si luego no se acude a votar. Y ello por una razón muy simple pero cierta: Si no se acude a votar, el cambio es imposible.
La posibilidad de un cambio histórico en Galicia está al alcance de la mano, ES POSIBLE VOTANDO, simplemente votando a una de las diversas opciones que se presentan, que se aproxime a las demandas y reivindicaciones de los que sufren las consecuencias de la crisis, pero que no son los culpables de ella. Los verdaderos culpables de los recortes de  los derechos y de los recursos del pueblo, se están moviendo a tope, con todos los medios a su alcance ¿para qué? Para conseguir que los trabajadores y sus familias no vayan a votar. Difunden encuestas manipuladas para decirles ¿Para que votar? ¡Si el resultado ya está cantado! ¡Si ya todo está hecho y vamos a ganar los de siempre! ¡No te compliques! ¿No ves que todos los políticos son iguales? Claro que mientras dicen eso, hacen esfuerzos desesperados, casi increíbles, para movilizar a los suyos, porque tienen miedo, si miedo, pues pueden perder el poder y lo saben.
Los medios de comunicación debieran estar comprometidos e implicados para favorecer que la ciudadanía vaya a votar, pero no lo están haciendo ni lo harán. Algunos incluso están haciendo todo lo contrario, favoreciendo la abstención. Razones tienen para ello a la vista de las millonarias subvenciones que, otorgadas a dedo, han recibido. Saben de sobra que con la abstención solo hay un ganador: el Partido Popular.
Si los trabajadores y sus organizaciones se empeñan, habrá un cambio en Galicia el día 21, y se abrirá una etapa política nueva, muy diferente de las habidas  hasta ahora, que podrá hacer posible cambios legislativos que modifiquen las cosas, atiendan viejas demandas, e inicien el principio del fin del saqueo que estamos padeciendo.
XESUS MOSQUERA SUEIRO
16 de octubre de 2012

domingo, 14 de octubre de 2012

El sindicalismo y el Partido Socialista

Puede parecer poco "actual" hablar del trabajo sindical de los socialistas, particularmente en España, pero si se hubiese hecho sin desmayo probablemente otro gallo nos cantaría. 

El Partido Socialista y la Unión General de Trabajadores, históricamente, han sido siempre organizaciones hermanas, aunque Pablo Iglesias y Largo Caballero consideraron que habría que ir aún más lejos; el destino de las dos organizaciones debía ser fundirse en una gran "federación", para expresarlo con las mismas palabras del segundo dirigente citado. Hoy nadie habla de "emancipación" de la clase trabajadora, en parte porque las tradiciones socialistas se han perdido de la mano de dirigentes que tienen poco que ver con la historia del socialismo. En parte también porque la estructura de clases es hoy menos clara que hace un siglo, por ejemplo. La mayor parte de los trabajadores, en el sector terciario, son menos combativos que los obreros industriales de mediados del siglo pasado, por ejemplo, o que los jornaleros del sur de España en todo tiempo. 

Otra de las ideas que se han ido abandonando es la de "organización": se confía todo al marketing, a la publicidad, al ingenio de este o aquel lider, que generalmente no tiene la capacidad de otros anteriores, pero lo cierto es que tanto Pablo Iglesias como Largo Caballero estuvieron convencidos de que la organización firme y disciplinada era básica para intentar cualquier éxito. Hoy proliferan los dirigentes y militantes que actúan por su cuenta, sin tener en cuenta lo importante que es la organización centralizada, con todos los matices que se quiera poner a esta palabra. Basta leer algunos discursos de Largo Caballero y de Julián Besteiro para comprender que la organización se consideraba un objetivo histórico. Es decir, la clase obrera (el bloque de clases hoy) no lo era si no estaba organizada. Esto es discutible, pero así se concebía entonces.

Tanto es el mimo que la Unión General de Trabajadores tuvo por la organización que nunca fue partidaria de la acción directa, sencillamente porque era ilegal y ponía en riesgo la organización mediante la represión gubernamental. También fue la UGT remisa a la hora de convocar huelgas: fue partidaria de recurrir a ellas como último recurso, porque se sabía que el fracaso de una huelga es peor que no haberla convocado. La excitación e indignación de los afiliados llevaba a veces -aunque ello tenía un grave coste económico- a exigir la convocatoria de huelgas que los dirigentes frenaban en beneficio de mantener incólume la organización.

Antiguamente -y en los años setenta/ochenta pasados- no se concebía militar en el Partido Socialista y no realizar una labor sindical, la que fuese (ya pasando demandas a máquina, ya pegando carteles, ya agitando en las empresas, ya dirigiendo a los compañeros...). Ahora todo es muy distinto. El trabajo en los barrios, en las asociaciones, en los sindicatos, se deja a los vecinos, a los ateneístas u ONG, a la burocracia de los sindicatos actuales. 

Ya desde 1910, luego en 1918, pero también durante la II República española, los dirigentes socialistas demostraron que el obrerismo pablista debía ser complementado con la alianza con la burguesía progresista e ilustrada. Así fue posible participar en los gobiernos de la República, así fue posible hacer frente al fascismo durante los primeros meses de la guerra, antes de que la fortaleza del enemigo se hiciese patente en todos los frentes. 

Yo no oigo hablar de estas cosas hoy; quizá porque no tienen el sentido que yo veo en ellas, la necesidad de contar con nuestra historia, que es la de quienes nos han enseñado lo que sabemos sobre socialismo y sobre sindicalismo. ¡Que distinta sería la moral en el Partido Socialista si el trabajo sindical fuese algo consustancial a la militancia! ¡Que distinto Partido Socialista tendríamos si se hubiese apartado a tiempo a todos los que se han corrompido por unos dineros, sencillamente porque no sabían donde estaban, porque no saben nada de lo que la UGT y el Partido Socialista han significado!

L. de Guereñu Polán. 

sábado, 13 de octubre de 2012

El premio Nobel de la paz

El Presidente de la Comisión, floreado
El comité noruego que concede el premio Nobel de la paz (cinco personas nombradas por el Parlamento noruego) ha concedido dicho galardón a la Unión Europea. Parece que es con carácter propiciatorio, es decir, cuando se le concedió al Presidente Obama, antes aún de que hubiese hecho nada por la paz, mandó asesinar a tiros al terrorista Osama Bin Laden. Es de esperar que las autoridades europeas no sigan su mal ejemplo. Otra cosa habría sido conceder el premio Nobel de la paz a los Shumann, Spaak, Adenauer, Spinelli...

Pretender que el premio se concede por la reconciliación franco-alemana es tener pocas ganas de reflexionar. Dicha reconciliación se ha dado ya en los años cincuenta pasados, lo que sin duda ha contribuido a la paz en Europa, pero entonces lo que ahora es la Unión Europea estaba formada por unos pocos países que no son representativos de la actualidad. Para ejemplo baste el caso de la independencia de Croacia (a base no precisamente de la paz y la diplomacia, sino todo lo contrario) que fue reconocida por Alemania unilateralmente, mientras Francia apoyaba a Serbia por razones históricas. La actuación alemana dio alas a los más belicistas de entre los nacionalistas croatas, entorpeciendo cualquier posibilidad de arreglo pacífico. 

Otro tanto podríamos decir del caso Kosovo: los países de la Unión Europea, antes que actuar conjuntamente para evitar la masacre, se dividieron, de manera que unos reconocieron la independencia del pequeño país y otros no: según la conveniencia política de cada cual. Pero los kosovares, albaneses o serbios, bosnios o búlgaros, macedonios o de cualquier otra nacionalidad pagaron las consecuencias y muchos de ellos yacen en las tumbas. 

La OTAN, de la que muchos países de la Unión Europea son miembros, no ha tenido precisamente actuaciones brillantes, sino todo lo contrario, en diversos conflictos. Estados Unidos (época Clinton) con su aliada Gran Bretaña, bombardeó escuelas y hospitales en algunos países africanos (obviamente por error) sin que se hayan pagado las responsabilidades debidas por ello. Mientras tanto la Unión Europea callaba. La guerra de Irak, en la que cada país de la U.E. hizo lo que le vino en gana, no contribuyó a paz alguna, sino a exacerbar los odios entre minorías religiosas y políticas del país asiático: todavía lo estamos (lo están) pagando.

La tutela que ejerce la U.E. sobre los países balcánicos no parece haya servido de mucho para el progreso económico en la zona, sufriendo sus poblaciones las consecuencias de los conflictos armados sin que la U.E. tuviese una sola voz en el asunto. El hecho de que justo cuando gobiernan en la mayor parte de los paíes europeos partidos conservadores, que es cuando se aplican medidas económicas draconianas a los países más necesitados, sea cuando viene este premio Nobel, es por lo menos sospechoso.

El Banco Central Europeo no cumple el papel para el que se creó; la política exterior de la U.E. no existe, a no ser que se considere que el Reino Unido puede tener la suya, los países escandinavos con sus vínculos proalemanes y Francia con la suya propia, condicionada por el papel jugado durante más de un siglo como potencia colonial. El Parlamento Europeo no es precisamente un ejemplo de parlamento, pues casi no tiene poderes para influir en las políticas comunitarias, a pesar de ser la única institución donde sus miembros son elegidos directamente por la población. Las políticas de inmigración son diferentes en cada país de la U.E., dándose el caso de que en la Francia de Sarkozy se prohibió la entrada de rumanos por el mero hecho de ser gitanos (¡!). El descontento social nuncha ha sido tan vivo como en la actualidad, pero quizá los miembros del comité noruego que concede el premio hayan querido ayudar a los gobiernos conservadores con esta decisión propagandística. 

Cuando ni la Comisión ni el Consejo, "los dos gobiernos" de la U.E., juegan el papel que las leyes les atribuyen, sino que son los gobiernos de los estados más poderosos, particularmente Alemania, los que condicionan todas las decisiones, no parece que se pueda estar orgullosos del camino andado. El mito de que Europa no había tenido una guerra entre sus pueblos desde la fundación de la CEE, se rompió en los años noventa con las terribles guerras en los Balcanes, en los que la diplomacia de la U.E. no sirvió de mucho... más bien no sirvió de nada. 

Mucho tendrán que repensarse los europeos -y sus dirigientes políticos- el rumbo que dete tomar esta asociación supranacional, porque de seguir por el camino andado en las últimas décadas, apaga y vámonos. Mientras tanto aquí tenemos al floreado Presidente de la Comisión, otro conservador de tomo y lomo, que bien podría haber tenido el gesto de dimitir hace algún tiempo ante el fracaso de su misión. 

L. de Guereñu Polán.

viernes, 12 de octubre de 2012

ALGO GRAVE NOS OCULTA EL SEÑOR FEIJOO

Lo que se ha venido haciendo con las cuentas de Galicia es gravísimo, aunque por lo visto al señor Feijoo y al Partido Popular no se lo parece.
A la vista del informe del “Consello de Contas”, se manipularon las cuentas del año 2010, a base de no contabilizar facturas por importe de más de 400 millones de euros, cuyos importes se excluyeron para ser incluidos en el ejercicio siguiente. Tal vez fue por ello que las cuentas del 2011 ¡se cerraron el 30 de septiembre! para efectos de contabilización de gastos, dejando fuera nada menos que todo el último trimestre del año, sin duda para poder así seguir ocultando el desfase arrastrado del ejercicio anterior. Tendría que ser por lo tanto en este 2012, cuando al fin se pudiese conocer la situación real en lo tocante a las cuentas de estos años, pero mira por donde, al adelantarse las elecciones eso ya no será posible hasta después de que estas se celebren.
Algo serio debe de haber, cuando el órgano fiscalizador y supervisor de las cuentas de la Comunidad, el “Consello de Contas” emite un informe como el que acabamos de conocer, que tan directamente afecta al principal argumento del Presidente Feijoo en su campaña para la reelección: Presumir de haber hecho los deberes en la reducción del gasto.
Es imposible ignorar que el mencionado órgano supervisor de cuentas, lo preside José Antonio Orza, un buen conocedor del presupuesto de Galicia y de sus entresijos, pues él mismo fue Consejero de Economía y Hacienda de la Xunta de Galicia durante varias legislaturas con los gobiernos de Manuel Fraga, además de miembro electo del Parlamento Gallego, en representación del Partido Popular, también durante varias legislaturas seguidas. Es curioso el momento en que el dato sale a la luz, en plena campaña electoral, sí, pero con el Parlamento disuelto, sin posibilidades de preguntas y peticiones de comparecencia, y con  amplias posibilidades para tratar de diluir la noticia, o dar falsas explicaciones.
Se da la circunstancia que la Consejera de Economía y Hacienda de la Xunta, durante los ejercicios del 2010 y el 2011, fue Marta Fernández Currás, actualmente Secretaria de Estado de Presupuestos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas del que es titular Cristóbal Montoro, en el Gobierno que preside Mariano Rajoy. Curioso resulta también que el  señor Antonio Beteta, actual Secretario de Estado de Administraciones Públicas, en el mismo Ministerio, haya sido antes Consejero de Economía en la Comunidad de Madrid, y como tal, responsable de un artificio contable semejante, solo que en este caso por importe de 1.500 millones de euros, mas del triple de la cantidad manipulada en Galicia.
Otro detalle sorprendente es el de comprobar como ante un  hecho tan grave, la mayoría de los medios de comunicación, tratan el tema con sordina, destacando mas que el hecho, lo que del hecho dice el candidato Feijoo, y mezclando la noticia entre los dimes y diretes de la baraúnda informativa de la campaña electoral.
Sin embargo, lo cierto es que algo muy grave se ha estado ocultando hasta ahora. Algo que el gobierno gallego presidido por el señor Feijoo, perpetró y llevó a cabo, pero no sin la complicidad de la dirección del Partido Popular, y el conocimiento de los señores Montoro y Rajoy. Un engaño continuado, que por desgracia ni es el primero ni el único ¿Será el último? Debiera serlo.
XESUS MOSQUERA SUEIRO
12 de Octubre de 2012

jueves, 11 de octubre de 2012

El incendiario


El Ministro de Educación, que está muy mal educado, además de ser un mal ministro es imprudente y muy perjudicial para el país. Eso de "españolizar a los alumnos catalanes" es tan torpe y absurdo, es tal insulto, que presupone los alumnos catalanes no son españoles y hay que "españolizarlos". Muy al contrario, los catalanes -y los alumnos entre ellos- son españoles al igual que lo son los gallegos, los andaluces o los baleares. Otra cosa es que haya personas que se sientan antes esto o lo otro, o que se sientan solo una cosa, pero tal asunto no deja de ser algo subjetivo. Lo objetivo es que todo el que ha nacido en España o es hijo de españoles, es español, y los catalanes no menos que los demás. 

Pero el incendiario Wert, que ha reducido drásticamente los recursos para educación, que ha hecho desaparecer de los Institutos los profesores de pedagogía terapéutica, que ha reducido las becas que recibían los alumnos con pocos recursos, que está preparando una contrarreforma nefasta del sistema educativo, que tiene en pie de guerra a las universidades, a los profesores y a los alumnos, que no tiene ni idea de los asuntos que maneja, que ha entrado a saco en los contenidos curriculares sin encomendarse a nadie (o quizá al demonio), que actúa de manera chulesca y mil vicios más, al incendiario Wert -digo- no se le ocurre otra cosa que decir estupideces como la señalada arriba.

Más le valdría consultar a los profesores sobre las contrarreformas que piensa llevar a cabo, aunque luego no hiciese caso a casi ninguna; más le vandría avenirse con las universidades, con los becarios a quienes ha dejado sin beca cuando estaban haciendo una importante labor investigadora; le valdría al incendiario, y al país aún más, que se informase sobre el delicado asunto que es la enseñanza, donde la casuística es tan ilimitada que nunca tendremos un sistema educativo acorde con las verdaderas necesidades del país. Esto lo saben todos aquellos gobiernos que han puesto por delante la educación y tienen hoy los sistemas más justos y avanzados, pero saben que no es todo, que hay que seguir destinando recursos, que hay que contar con el cuerpo social, que no se puede incendiar, sino apagar toda diferencia, toda dificultad. Pero el incendiario Wert no sabe esto y así nos va. Mala suerte ha tenido este país; ojalá el incendiario perezca en el próximo intento. 

López de Guereñu Polán.

miércoles, 10 de octubre de 2012

¿Dejar Afganistán?


Dejada provisionalmente de lado, pero volverá a plantearse la eficacia de la comunidad internacional en Afganistán. España forma parte, con militares y personal civil, de la ayuda que aquel país asiático está recibiendo, pero muchas personas en España (según leo en las encuestas) entre las que se incluyen dirigentes de izquierda y sus seguidores, consideran que España debiera dejar Afganistán y traer a las tropas.

Una niña de 14 años, Malala, que se ha destacado a pesar de su corta edad por denunciar el trato que los talibán dan a las niñas y mujeres que van a la escuela, a las que se quitan el burka, a las que hacen una vida independiente y libre, Malala, que ha llevado un diario que ahora se ha empezado a conocer, ha sido tiroteada por talibanes y a punto ha estado de perder la vida. Creo que se recupera. 

¿Quien puede querer que las personas de la fotografía, que se cuentan por millones, queden desamparadas en un país que carece de Estado, pues las instituciones no son capaces -no lo pueden ser en el actual estado de cosas- de garantizar una mínima seguridad, un mínimo bienestar a sus habitantes? ¿Puede haber alguien que no quiera que las tropas españolas, y las de otros países, estén en Afganistán para defender a Malala y a las que como ella luchan por tener un país normalizado? (ya no digo próspero).

Las dificultares para operar en un país con las características de Afagnistán son evidentes, y seguramente los ejércitos y los gobiernos occidentales no están preparados para que su ayuda sea eficaz: desnonocimiento de muchos aspectos, la influencia del comercio de la droga, la prioridad puesta en otros puntos y en otros objetivos, y la presencia de los talibán, que tienen ayuda de organizaciones terroristas y están implantados bien en algunas partes del país. 

Pero una cosa es haber cometido errores en la ayuda a la población afgana -o seguir cometiéndolos- y otra exigir o pedir el que los españoles allí destacados, militares y civiles, dejen el país. ¿Será el actual Gobierno de España el encargado de tal miseria? ¿Tendremos la cobardía de dejar abandonada a aquella gente a su suerte? Quizá la comunidad internacional, la ONU y otros organismos supranacionales, tuvieran que intervenir en otros muchos países para ayudar a erradicar el crimen, el terrorismo y el hambre, pero si esto no se hace por ahora ¿que sentido tiene abandonar una misión que se ha empezado y que no se ha enderezado todavía?

Voto por continuar en Afganistán, honro a los que allí desarrollan una labor impagable; me solidarizo con Malala, con tantas mujeres, con tantos hombres, con tantos afganos honrados, humildes, que seguramente no quieren quedar abandonados a su suerte. 

L. de Guereñu Polán.