lunes, 29 de septiembre de 2014

MINERÍA Y MINERALES CRÍTICOS


No ha pasado un solo día de civilización en el que no se hayan incrementado las necesidades de minerales y ningún país escapa de algún tipo de dependencia de ellos. El sector industrial minero es uno de los más importantes del mundo: el valor mundial de la producción es de dos billones de dólares anuales y según la OIT más de 100 millones de personas dependen directamente para su subsistencia de la actividad minera.

En buena medida como respuesta al creciente rechazo social en algunos países, producto  entre otras causas de un cierto cinismo que los anglosajones han sintetizado con la expresión  “NIMBY” ( “not in my backyard”, no en el patio de mi casa), se han introducido en el  sector minero internacional nuevos conceptos de importancia y protagonismo crecientes: minería sostenible, minería responsable, minerías secundarias.

También hay nuevos calificativos para los minerales para los que ya no bastan las viejas clasificaciones. Ahora es necesario añadir nuevos apellidos para definirlos con precisión: estratégicos, críticos o conflictivos, y las decisiones de invertir o no en nuevos yacimientos  tienen que tomar también en cuenta los entornos socio-económico y geoestratégico de cada mineral, las repercusiones ambientales de su explotación y el aseguramiento de su  abastecimiento.

 Según  un Dictamen del Comité Económico y Social de la Unión Europea sobre  la “Minería no energética en Europa” de 2009, el 70 % de la industria europea depende de sustancias extraídas del subsuelo y la mayoría de los metales raros y preciosos, imprescindibles para el desarrollo de las tecnologías de una “economía verde”, proceden de fuera de Europa.

Dado el escaso autoabastecimiento, la disponibilidad de las materias primas minerales  para la economía europea está ligada a factores geopolíticos tales como la estabilidad de los países productores, la concentración de la producción en una única empresa o  país, los problemas ambientales y sociales generados, las distorsiones inducidas en los mercados, ... etc. La UE se enfrenta  a serios problemas para asegurar el abastecimiento de minerales a su industria cumpliendo, al mismo tiempo, sus propias leyes y en sintonía con las actitudes  públicas  de sus ciudadanos. El rechazo a la actividad minera  por parte de la sociedad europea es considerable, a pesar de que según la propia Agencia Europea del Medio-Ambiente  apenas un 0,03 % del territorio europeo está afectado por este sector, frente, por ejemplo,  al 7 % que ocupan las ciudades e infraestructuras; pero muy probablemente la industria europea  dependerá de forma “ crítica “ de los minerales que pueda extraer en su propio territorio por la fuerte competencia y  elevada demanda de países que, como China, hasta ahora han sido los principales abastecedores de los mismos.

Además, resulta paradójico que sin el acceso a algunas de las  sustancias a cuya producción se atribuyen apocalípticas consecuencias ambientales, la UE no logrará caminar con realismo  hacia una industria sostenible.

Se aproximan importantes cambios empezando, quizás, porque los acomodados ciudadanos de la vieja Europa tendrán que abrir los ojos a la realidad de la dependencia de su bienestar y progreso de las sustancias producidas en las minas, propias o ajenas.

Alfonso S. Gracia Plaza

(Seminario sobre “Minería Activa”. Universidad de Granada, julio de 2014)

jueves, 25 de septiembre de 2014

DESDE LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, NO A IMPUTADOS EN LAS LISTAS ELECTORALES

El diario La Voz de Galicia de ayer titula en su primera página que “Uno de cada 9 alcaldes gallegos está imputado”. Sobre el tema publica amplia información en las páginas interiores. La cifra supone que nada menos que 35 alcaldes están imputados por uno o más delitos diversos (cohecho, delitos urbanísticos, malversación de fondos públicos, prevaricación, tráfico de influencias, delitos contra el medio ambiente, falsedad documental, vulneración de los derechos de los trabajadores, injurias, acoso laboral, y otros). A los que relaciona el diario habría que añadir los dos de Santiago, uno cesado y condenado, otro imputado, cesado, y sustituido por el actual libre de imputación. También al anterior alcalde de Ourense dimitido e imputado. En lo que va de legislatura los alcaldes imputados son pues nada menos que 38, de los que 23 corresponden al Partido Popular, 12 al PSOE, 2 al BNG, y 1 Independiente.

Habría que añadir  además a los concejales imputados, y a los ya condenados.  En Santiago de Compostela por ejemplo mas de la mitad de la corporación, pero también en otros ayuntamientos importantes. La población total de los municipios con alcaldes o concejales imputados en Galicia asciende a mas del millón de personas, un 37% de la poblacion gallega. La situación es todavía mucho mas grave en otras comunidades autónomas. Las encuestas recientes del CIS sitúan a la corrupción como la segunda de las principales preocupaciones de los ciudadanos después del paro. El descrédito de la clase política por esta y otras razones es también una evidencia.

Se avecinan las elecciones municipales y la pregunta es obvia ¿Incluirán los partidos políticos a sus alcaldes y concejales imputados en las listas electorales? Es de esperar que no, pero no lo sabemos. Con imputaciones de distinta gravedad entre unos y otros, todos proclaman su inocencia, y los partidos a los que pertenecen parecen creer en ella, aunque por ahora la cosa no está clara. La ejecutiva de los socialistas gallegos adelantó en su día (antes de ser elegido Pedro Sánchez) el criterio de “que la militancia de cada agrupación decida en cada caso”, lo que en la práctica viene a significar que en principio no habrá distingos entre candidatos imputados y no imputados, algo ciertamente polémico, arriesgado y hasta peligroso.

Los precedentes sobre el tema en nuestro país son penosos. Los ciudadanos han asistido a un espectáculo grotesco que dura ya demasiado. ¿Cómo no recordar a Jesús Gil y Gil, y a su partido el GIL? Iba a erradicar el “mamoneo”, la corrupción, la ineficacia, el enchufismo, los engaños al pueblo. El pueblo de Marbella, y de otros lugares le creyó, y consiguió mayorías absolutas, que repitió incluso cuando las irregularidades empezaron a trascender. El resultado: uno de los mayores escándalos de corrupción jamás conocidos. ¿Como no recordar lo de Banca Catalana y Jordi Pujol? La actuación de la Justicia, no era contra el fraude de Banca Catalana, decían, sino “contra Cataluña” y el pueblo se lo creyó, le votó, y se fraguó una estafa económica y política que duró 30 años. ¿Y lo de Francisco Camps y sus mariachis en Valencia? Aún hoy siguen apareciendo estafas, fraudes y malversaciones nuevas, que se suman al descomunal saqueo del dinero público llevado a cabo a través de las Cajas de Ahorro Valencianas y de la TV regional. Incluso del Valencia Club de Futbol, y otros clubs. Añadámosle lo de Madrid semejante a lo de Valencia, la Gurtel, Correa, Bárcenas y los demás tesoreros del Partido Popular y la financiación irregular de este partido durante décadas. El “ladrillo” y la especulación masiva derivada de su política. El Pocero, los escándalos de las preferentes, el de Afinsa, Sumémosle lo de los “eres” de Andalucía, lo que ocurrió con Mariano Rubio siendo nada menos que Gobernador del Banco de España. Y un inmenso etc. etc. Fue esta corrupción masiva la que arruinó el país, provocando su endeudamiento y la pobreza de millones de ciudadanos.

El pueblo lo sabe de sobra. Sabe que siendo importantes los programas, las ideologías, y los modelos políticos en una sociedad que presume de ser democrática, estamos ante algo previo y elemental: LA CORRUPCION, LA MENTIRA Y EL FRAUDE GENERALIZADO. Tanto es así que si esto no se soluciona no hay remedio para nada, porque todo el entramado institucional se convierte en una farsa, en puro teatro.

En el panorama político español se están renovando caras, en todos los ámbitos. Algo que va seguir y bien está que así sea. Pero hay que renovar mucho más que las caras. Frases contundentes y rimbombantes como “contra la corrupción tolerancia cero”, “no me temblará el pulso contra los corruptos”, “seremos implacables con los casos de corrupción”, etc., suenan bien al oído en estos tiempos, pero pueden quedarse de nuevo en falacias si, por ejemplo, los partidos políticos incluyen a sus imputados en las listas electorales.
Al político y a su partido, mas aún si se proclama socialista, se le exige lo mismo que a la mujer del Cesar: Además de ser honrado tiene que parecerlo, y cuando se está imputado, esto no es así sino todo lo contrario. El imputado lo es porque un juez ha encontrado evidencias, indicios y pruebas para hacerlo. Que la justicia es lo que es y está como está, es cierto si ¿Pero no se nos esta pidiendo a los ciudadanos que seamos respetuosos con las decisiones judiciales?

Es cierto que tenemos situaciones de imputados que luego ganaron los juicios y fueron absueltos de todos su cargos o su caso fue sobreseído, pero vieron arruinada su carrera política o muy dañada su trayectoria profesional. También es cierto que la judicialización de la política está al orden del día, siendo tal vez causa y efecto a la vez de lo que está pasando. Judicialización por arriba, pero también por abajo. Con grandes batallas políticas que se pretenden resolver en el Tribunal Constitucional, o con campañas contra los rivales políticos premeditadas y diseñadas para llevar a cabo en los ámbitos judiciales provinciales de la mano de los medios de comunicación, y quien sabe si en alguna ocasión incluso con la complicidad de algún juez. Que el sistema judicial español necesita una reforma en profundidad (por cierto no la del ex ministro Gallardón) también es verdad, pero de ahí a pretender ser un intocable hay mucha diferencia.

Los políticos honrados, que a mi modo de ver son la mayoría, corren riesgos, y eso no lo pueden ignorar a la hora de dedicarse a ese oficio. La política ha sido siempre una tarea arriesgada. A veces incluso, cuanto mayor es el riesgo, mayor y mejor es la calidad del político. Es cuando no hay riesgo cuando el panorama se llena de mediocres, de ineptos y corruptibles. Cuando el político se arriesga, o incluso se juega la vida o la cárcel por defender sus ideas o sus reivindicaciones, adquiere una credibilidad y una fuerza que solo sus rivales son capaces de negar. Por lo tanto un riesgo que es preciso asumir por cualquier político en el actualidad es el de ser imputado judicialmente incluso con malas artes, y si es así, a mi modo de ver debe de dar un paso atrás y dimitir, permitiendo que la Justicia cumpla con su función y el se pueda defender y actuar como mejor convenga a sus intereses sin utilizar ni cargos ni instituciones como escudo. Resuelto el caso, si se han derivado daños, justo es que se compensen de manera satisfactoria y generosa, pero no al revés.

No  veo otro camino para dignificar la tarea política en los tiempos actuales, y sobre todo para combatir la corrupción. Por desgracia el camino que se intenta es el de negarlo todo, incluso atribuyendo mala fe a los jueces, si hay sentencia desfavorable recurrirla eternizando así muchos casos, y cuando esta posibilidad se agota solicitar el indulto.
El problema es ante todo político. Su solución no depende de decisiones personales, que las hay, y algunas de ellas encomiables. Esta en manos de los propios partidos políticos y de ahí las dificultades para resolverlo y erradicarlo. Con frecuencia el imputado dispone de información comprometedora para el partido o sus dirigentes y amenaza con utilizarla, o los propios dirigentes necesitan el apoyo del imputado y sus amigos para que la oposición interna no les arrebate el cargo, o el secretario general de turno ha llegado a serlo gracias al apoyo del imputado, en otros  casos de las actuaciones irregulares del imputado se ha beneficiado también el propio partido o afiliados al mismo hasta extremos comprometedores, etc.

Hay otras causas también importantes. Hasta ahora, la corrupción política no ha recibido en las urnas el castigo que merece, sino que incluso, hábilmente manejada por campañas de imagen, se ha reforzado. En ocasiones, los medios de comunicación públicos dependientes del propio poder político han ocultado o manipulado la información, y en otras han sido las generosas subvenciones públicas las que lo han hecho con los medios privados. La presión sobre los propios jueces cuyas cúpulas dirigentes deben sus cargos al propio poder político, ha permitido eternizar los procesos recurriendo a múltiples triquiñuelas, llegando a invalidar pruebas decisivas, o llegando en otros casos a la prescripción del delito. Por saturación y por la dimensión y gravedad que ha adquirido el problema es de esperar que las cosas empiecen a cambiar. Y cambiarán de raíz cuando los ciudadanos castiguen sin clemencia en las urnas a los corruptos.

Los ciudadanos pues tienen la palabra, y los partidos políticos la responsabilidad. Un paso importante en  la buena dirección será la decisión de no incluir imputados en las listas electorales, y que de hacerlo, los ciudadanos lo castiguen como se merece.

Xesús Mosquera Sueiro. / 25 de Septiembre de 2014


miércoles, 24 de septiembre de 2014

La posible reforma de la Constitución tiene ya un buen camino andado.


Los dos argumentos contra la propuesta de reforma son: no se concreta qué y cómo reformar (derecha) y es insuficiente (nacionalistas). Ambos argumentos son cuando menos inexactos.

Al debate sobre la articulación territorial, derivado del enquistamiento del problema suscitado por los dirigentes catalanes, se suma el derivado de las consecuencias de las medidas anti crisis, de cómo se garantiza en el texto de la Constitución un cierto grado de bienestar.
Respecto al primero de los aspectos, el encaje de Cataluña, la frágil memoria de los opositores a la reforma, obvia que en junio de 2006 culminó la fase política de un nuevo texto del Estatuto de Autonomía, texto apoyado por el 72 % de los diputados autonómicos, y refrendado en referéndum por el 74% de los votos de los ciudadanos, apoyaron el no  el PPC y ERC que consiguieron el 21%. Luego un texto de referencia ya existe. Por otra parte, respecto a la suficiencia o insuficiencia, hay que recordar que incluso ERC voto a favor de otro texto concreto, que es de suponer que les debió de parecer aceptable.
Cierto es que la situación actual es fruto no de un proceso puramente político, sino de un proceso político trufado con otro judicial, aún cuando el tribunal que intervino fuera el Constitucional, pero la existencia de un posible punto de encuentro queda demostrado, muy identificado, y solo  dependiente de la mera voluntad política.
Si eso no fuera suficiente, experiencias muy cercanas, como la modificación, en 2006, de la Ley Fundamental de la República Federal Alemana, con un claro reparto de competencias entre la Federación y los Länder podría ser buen referente. Por cierto, para los temerosos de las modificaciones constitucionales, los alemanes llevan 52 y parece que no les va  muy mal, eso sí, lo del “derecho a decidir” solo se contempla para el conjunto de los ciudadanos.
Respecto a las garantías para blindar determinadas obligaciones del Estado respecto a sus ciudadanos. Mediante una “reforma exprés” y procedimiento abreviado se permitieron en dos ocasiones modificaciones exigidas por la pertenencia a la UE. La primera de 1992 razonable y lógica, la segunda de 2011, según mi opinión llegó más lejos de lo necesario, tanto en su urgentísima tramitación, como en la renuncia al uso del déficit como instrumento económico, que fijó el actual gobierno. Con esos antecedentes fijar constitucionalmente un nivel mínimo de gasto del PIB garantizado y destinado a derechos básicos (por ejemplo educación y sanidad) no parece ni demasiado revolucionario, ni menos importante que el pago de la deuda, que la reforma de 2011 califica de absolutamente prioritario.
No se me olvida el otro tema, mucho menos importante, el de la monarquía constitucional, con un Jefe del Estado sin funciones ejecutivas, o un Presidente de la República con un amplio poder, legitimado por el voto ciudadano y en consecuencia de muy difícil control,  y que puede llegar desde la extrema derecha  o desde cualquier otro extremo.
En este caso, también se han dado pasos, por ejemplo: la abdicación deja libre de deuda a una generación, a la que el 23 F nos pasó factura. Los partidos que quieran introducir el debate tendrán que valorar el esfuerzo a dedicar a algo que el propio devenir de la historia está amortizando, con pocos traumas, y  si supeditan un posible acuerdo en otros temas importantes, como el equilibrio y la solidaridad interterritorial e intergeneracional,  y el resultado de un texto consensuado, a tener un rey solo representativo o presidente con poder real y con difícil control moderador de ese poder.

Septiembre de 2014

viernes, 19 de septiembre de 2014

Cristinita…guarda el coño…


En lecho de muerte prematura, abatido por la tisis labrada a pulso por una libido compulsiva, noches  movidas y una endeble constitución, Alfonso XII en víspera de enviudar a su paciente consorte la aconsejaba entre ataques de tos, ”Cristinita,…guarda el  coño,  y ya sabes, de Cánovas a Sagasta y de Sagasta a Cánovas”..

Sabio consejo que la futura regente, Doña  María Cristina de Habsburgo siguió al pié de letra… Era una mujer práctica y de solidos principios morales. Estos últimos le hicieron fácil atender las indicaciones del difunto esposo en orden a las partes pudendas…El sentido práctico la llevo a ser escrupulosa con la Constitución del momento del brazo de sus alternantes primeros ministros.  Sobre su espalda y la del Sr. Sagasta cayó la losa de la pérdida de las últimas colonias americanas y Filipinas, aunque esto viniera sentenciado hacía tiempo. La Generación del 98 puso letra y pensamiento a la crisis que golpeo a España moral, política, social y económicamente. Aunque Baroja y Maeztu en algún momento llegaron a negar  la existencia de tal generación, Pedro Salinas en 1935 desde la Revista de Occidente la reivindicó con energía.


 

Consejo similar debió dar el decrepito Caudillo poco antes de su óbito a su sucesor “a título de rey”…Cabe colegir que obviaría la referencia vulvar…. Y si no se lo dio, la perspicacia del heredero haría poner en valor la recomendación de su bisabuelo. Funciono casi cuarenta años con otros protagonistas y similar esquema alineando en lugar del Partido Liberal a la socialdemocracia y en el de los  conservadores,  a los conservadores, estos si tan rancios como los del malagueño D. Antonio. No parece gratuito deducir que el heredero del dictador lo trasladara a su hijo,  al ceder un tanto a regañadientes la corona.

El acomodo se le desmoronó a D. Alfonso XIII, que haciendo honor a su numeración, fue lo más cenizo en sus actos, tanto como para requerir  el concurso de un espadón para aliviar sus problemas…. Empeoró su suerte, que termino de darle la espalda en unas elecciones municipales que lo llevaron sin retorno hacia el exilio italiano. Al tal Borbón le había surgido un tipógrafo gallego D. Pablo Iglesias, el auténtico,   que dijo “si podemos” a sus obreros en el Bar Labra de Madrid y su voluntad fue esencial para dinamitar con republicanos y nacionalistas los restos del naufragio en que se ahogaba la primera restauración.

Hay una cierta tendencia a que los ciclos históricos se repitan. O al menos los errores. La segunda restauración nacida al calor de una Transición pactada entre los sucesores ideológicos y sobre todo económicos del franquismo  y unos emergentes políticos fraguados unos en la lucha contra la dictadura,  y los más,  en los anhelos de libertad, al paso del tiempo comenzó a acumular similitudes negativas con la primera. El proceso se anquiloso encorsetado en una ley electoral nacida con vocación temporal… El secuestro de los partidos por los aparatos políticos… La cada vez mayor utilización de la política como recurso laboral o de intereses bastardos… El escaso control real de la ciudadanía sobre la vida pública. Un peligroso desenamoramiento del ciudadano de la política…

El modelo implantado en llamado “Pacto del Pardo” en noviembre de 1885,  entre Cánovas y Sagasta bajo la mirada atenta del general Martínez Campos dio lugar al turnismo en el poder entre los partidos dinásticos, liberal y conservador. Su estela  llega hasta la actualidad, distintas las formas pero con un fondo próximo... Y tal como sucedió en la primera restauración, la actual muestra severas fisuras acosada por patologías que tienen mucho en común…corrupción, falta de credibilidad, clientelismo, desvío de interés de la ciudadanía de la cosa pública,  crisis moral y económica y degradación de la calidad democrática del sistema.

Se atribuye cinematográficamente al cartero,  llamar dos veces…Haciendo acopio de sentido común, debiera evitarse iterar que la indignación ciudadana en menos de cien años llame por segunda vez a la quiebra del sosiego de la convivencia.  Un chiste de mal gusto en la red dice que un gallego y un alemán  cada cien años joden a España, emparejando a Franco y Hitler y a Rajoy y Merkel. Otro tanto con  similar falta de delicadeza podría decirse del problema catalán en cada proceso democrático… Cabría esperar que desperezándose de la abulia que lo identifica, el presidente del gobierno se interesase en hacer algo sobre el particular… Algo distinto a enconar el problema. Lo que viene haciendo  desde que su partido recurrió el estatuto catalán en el T.C. y sacó mesas a la calle para recoger firmas “contra Cataluña”… Que el Sr. Rajoy no es la solución parece estar fuera a de duda…Pero tampoco hay duda alguna que al PP le cabrá la dudosa gloria de haber atizado el pleito hasta la dimensión que hoy tiene.

 El líder del otro partido dinástico también debe afinar. Sobre todo escrutando los orígenes de su organización y  su razón de ser. Reflexionando en orden a si su misión es estar al servicio de los intereses ciudadanos, liderando los sentimientos progresistas y democráticos de la sociedad, o plegarse a servir a la dinastía y a  los intereses instalados…Y tras ello, revisar la  hoja de ruta replanteándose la utilidad de continuar circulando por un tramo que todo apunta a su agotamiento. Y ello, sin perder de vista que algún convoy emergente, con una carga no perfectamente identificada, está listo para un incierto relevo agrupando en el evento  vagones de  diversos orígenes.

Antonio Campos Romay

jueves, 11 de septiembre de 2014

LO QUE MAS TEME LA DERECHA

Decir que lo que mas teme la derecha es la unión de la izquierda no es decir nada nuevo. Como tampoco es nuevo afirmar que el mayor reproche de la clase trabajadora a los partidos de izquierda es su falta de unidad y su recíproco enfrentamiento. Es por ello que todo lo que suponga fraccionar y enfrentar a las organizaciones de izquierda, recibirá siempre el generoso apoyo y el fervoroso aplauso de los poderes financieros y de la derecha política.

El enfrentamiento y la división de los trabajadores y de sus organizaciones han sido y  siguen siendo, el mas socorrido de los recursos para poder ejercer sobre ellos el control económico y el poder político, ya sea en el seno de una gran empresa, de un sector económico o de un país. Los mismos que han diseñado las mal llamadas “políticas de austeridad”, el recorte de los servicios y derechos sociales, la reforma laboral, y la quiebra del poder sindical, son a quienes mas conviene la división y el enfrentamiento entre los partidos políticos de izquierda por una razón obvia: impedir que se puedan cambiar y corregir las normas y condiciones que han impuesto al llegar al poder. No quieren por tanto cambio político, sino al contrario, continuísmo para seguir con sus “reformas estructurales” y   consolidar así su modelo económico y de sociedad.

La unidad de la izquierda es tan necesaria como difícil. Por eso, los dirigentes que se necesitan  son aquellos con capacidad para unir en lugar de enfrentar, sumar en lugar de dividir. Y hacerlo aunque solo sea sobre la base de lo posible para desde ahí poder avanzar y caminar hacía lo deseable para todos, en la perspectiva ¿por qué no? de la  utopía social a la que los seres humanos no debemos renunciar. Junto a sus diferencias, las formaciones de izquierda tienen muchísimas cosas en común a partir de las cuales es posible trabajar y hacer cosas juntos para, primero dejar de retroceder, y luego poder avanzar aunque sea despacio.

Desde el inicio de la transición democrática hasta ahora, en el panorama político de la izquierda española han  predominado dos fuerzas, históricas por otra parte: El PSOE y el PCE del que surgiría IU. La derecha económica y política ha sabido utilizar la crisis para tratar de destrozar a la izquierda, incluidos los sindicatos de clase, una de sus principales bases electorales. A estas alturas, pedir que se unan orgánicamente estas formaciones es algo a todas luces excesivo pues hay diferencias importantes que lo impiden: históricas, ideológicas y programáticas. Sin embargo, aún con algunas excepciones, se ha conseguido alcanzar un nivel de colaboración recíproca en varios ayuntamientos  y comunidades autónomas bastante razonable, positivo y esperanzador. Tanto como para suponer una amenaza muy seria al poder de la derecha en ayuntamientos y comunidades autónomas primero, y luego en el gobierno del país, habida cuenta del estropicio social, económico, político y humano que ha traído consigo la aplastante mayoría del Partido Popular.

Para cercenar esta posibilidad, la derecha lo está intentando absolutamente todo, sin el más mínimo reparo, y con todos los recursos que tiene a su alcance, que son muchos. De entre las medidas que esta poniendo en práctica cabe destacar dos particularmente eficaces: La reforma unilateral y sin consenso de las leyes electorales, y una amplia y firme estrategia para fraccionar y dividir a las opciones de izquierda, con un lema: el fin justifica los medios, de manera que vale todo.

La primera de ellas está en marcha con absoluto desprecio de los más elementales principios democráticos, y en medio de un gran  rechazo que, sin embargo, parece que no va a impedir que se lleve adelante por lo mucho que se juega el PP y la derecha española en este envite. La segunda se ensayó con éxito en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, propiciando una “nueva fuerza radicalmente renovadora” en el panorama político español, alternativa y con capacidad para competir y captar electorado, y desgastar al PSOE primero, y luego también y sobre todo a Izquierda Unida.

Al lanzamiento de esta “tercera vía” en la izquierda española se vuelca por ejemplo la cadena de TV “La Sexta”, propiedad del Grupo Planeta, que a través de sus diversos programas de debate pronto convierte en estrella mediática a un  joven profesor universitario. Conviene recordar que este grupo de comunicación, además de propietario de la mencionada cadena de TV, también lo es de Antena 3, de Onda Cero, y de periódicos como La Razón. Enseguida se sumarán con entusiasmo a la operación promocional otros medios como el ABC, El Mundo, Telecinco, y también claro está el grupo Prisa, amén de los medios públicos que controla directamente el gobierno. El método es simple: Hacerse notar, polemizar sobre la crisis, sus causas, y poner verde a “la casta política”, conseguir que te repliquen y entren al trapo desde el gobierno y desde el Parlamento, y convertirte así en su interlocutor y en “una alternativa”, se trata de “conseguir que hablen de ti continuamente, aunque sea mal y para criticarte con dureza“ pero en todo caso hablar y hablar mucho de ti hasta convertirte en fenómeno mediático y realidad política.  Uno de los principales ingredientes, la crítica a la clase política, no es nada nuevo porque forma parte de la consigna de la derecha económica desde hace tiempo: “la culpa de lo que está pasando no es tanto de la banca, ni del capitalismo en sí, sino sobre todo de los políticos”. Los políticos son pues, según ellos dicen, el nuevo chivo expiatorio que es preciso sacrificar.

Esta “tercera vía” de la izquierda española que contra toda previsión consiguió seis escaños en las elecciones al parlamento europeo, y hoy, aún no teniendo ni un solo concejal ni diputado o representante electo en  ninguno de los  parlamentos autonómicos, congreso o senado, le atribuyen las encuestas que los mencionados medios han elaborado nada menos que la condición de tercera o segunda fuerza política española en detrimento de PSOE o de IU, aunque eso si con la clara victoria de nuevo del Partido Popular. Pienso que estamos ante el fenómeno de una descomunal manipulación mediática en beneficio del poder financiero y la derecha política que son los que de verdad están al mando, y en perjuicio de las clases medias y trabajadoras cuyos derechos y rentas han venido siendo sometidos al mas descarado saqueo.

Dicho lo anterior ¿acaso la izquierda española, y mas en concreto el PSOE no es corresponsable, e incluso cómplice de muchos de los errores cometidos hasta ahora?  Pues sí que lo es y tendrá que pagar por ello. Izquierda Unida y las decenas de plataformas unitarias de izquierda creadas en su alrededor, perece estar llamada a ser la gran beneficiaria política del desgaste del partido socialista. Pero eso tampoco sirve a la derecha, ni mucho menos, porque pone igualmente en riesgo lo principal: la continuidad del PP en el poder. Mas allá del “efecto primarias” y a la expectativa de lo que pueda suponer el nuevo liderazgo de Pedro Sánchez al frente del PSOE, lo cierto hoy es que la mencionada “tercera vía de izquierdas” en donde parece que podría estar haciendo mella electoral, no es ya un PSOE bajo mínimos hasta ahora, sino en IU. Es decir se estaría quebrando de verdad la posibilidad de una alternativa real de gobierno (IU-PSOE o PSOE-IU) que en definitiva es lo que les importa.

Es por todo ello que:

1.- Me atrevo a pedir a los promotores e integrantes de esta “tercera vía” que traten de canalizar su programa a través de los partidos políticos de izquierda ya existentes, particularmente y por razones obvias, de Izquierda Unida. Sería un contrasentido injustificable que por no hacerlo contribuyan en realidad  a un nuevo triunfo electoral del PP y de Mariano Rajoy.

2.- Expreso mi apoyo a las iniciativas que desde IU y otras formaciones próximas se están llevando a cabo para crear plataformas o coaliciones electorales amplias, que ayuden a superar la atomización y el fraccionamiento de la izquierda con el consiguiente desencanto del electorado progresista.

3.- Expreso también mi apoyo, y me sumo, a quienes desde dentro del PSOE luchan por conseguir un giro real a la izquierda en este partido. Tarea difícil pero absolutamente necesaria, que no admite mas demora, y que nunca será inútil.

4,- Me sumo también a los que vienen pidiendo a todas las organizaciones de izquierda, partidos y sindicatos, que trabajen en la perspectiva de la CULTURA DE LA UNIDAD, no unidad orgánica que no es posible ahora ni siquiera tal vez deseable, pero si colaboración sincera, respeto, diálogo, trabajo conjunto y unitario en todo lo que sea posible, así como esfuerzo y firmeza para corregir y cambiar “desde dentro y con las cartas boca arriba” lo mucho que ciertamente es preciso corregir y cambiar.

Xesús Mosquera Sueiro. / 11 de septiembre de 2014







Mi reino no es de este mundo

La muerte de una persona no es el momento más indicado para decir otra cosa sino que compadece uno a  sus familiares y amigos, pero el fallecimiento del banquero Botín ha llevado a tirios y troyanos a una serie de elogios que superan lo razonable. El que haya sido mecenas está bien, pero no tiene gran mérito teniendo en cuenta las plusvalías con las que se quedó la entidad que presidió a cuenta de los ahorradores y trabajadores. Lo dicho por la Presidenta de Andalucía, de que el señor Botín siempre respondió positivamente a sus peticiones de ayuda para la región, puede ser interpretado como una constatación, pero dichas ayudas serían un negocio más para el banco que presidía el señor Botín. Así podríamos seguir.

No es de extrañar que empresarios y banqueros, amigos todos entre ellos, acostumbrados a trampear con el poder cuanto más se pueda, dediquen elogios al fallecido, pero el común de la gente ya sabe que se trata de una formalidad y no de verdaderos méritos. Menos compresible es que líderes sindicales no se limiten a dar las condolencias a los familiares del finado, sin entrar en otras consideraciones, como muy bien hizo el Secretario del Partido Socialista.

¿Nadie se va a preguntar sobre el origen del monumental patrimonio del señor Botín y sus herederos? ¿Se ha obtenido todo él licitamente? Porque ya se me dirá si es posible llegar a ser rico en este mundo sin haber hecho trampas, sin haber delinquido, aunque los delitos no hayan podido ser demostrados y castigados por la Justicia. Sabido es el apoyo de que gozan los poderosos en estos campos. De hecho el Tribunal Supremo archivó en el año 2008 un procedimiento abierto contra el señor Botín y otros socios suyos en un tema relacionado con el caso KIO. La Fiscalía Anticorrupción no pudo convencer al Juez de los delitos que había en la decisión de indemnizar a los señores Corcóstegui y Amusátegui con la absorción del Banco Central Hispano por el de Santanter. En 2011 el señor Botín se vio implicado en un procedimiento judicial por evasión fiscal y falsedad documental "con cuentas opacas en la banca suiza". El señor Botín heredó de su padre un patrimonio que está en la lista filtrada por el señor Falciani. No son los únicos casos, aunque la pericia de los abogados del señor Botín y su proximidad al poder le libraron de toda condena. La condonación de las deudas a varios partidos políticos, entre ellos el Socialista, más que una buena acción son un indicio de lo mal regulado que está este asunto en España.

Que el señor Botín fue un espléndido administrador financiero no le puede caber duda a nadie. Que ha tenido una extraordinaria pericia para poner a su banco y a los participados a buen recaudo tampoco cabe dudarlo. Como no cabe duda de que ha engordado su patrimonio y el de sus colaboradores más estrechos a base de la explotación inmisericorde de los miles de trabajadores que ha tenido a su cargo, aunque él jamás los conociese. Conservador y partidario de que el capital esté concentrado en el menor número de manos posible, colma el vaso la frase de un afamado empresario periodístico diciendo que el señor Botín contribuyó al advenimiento y consolidación de la democracia en España. ¿Que datos pueden aportarse para asegurar esto? Ninguno. El señor Botín -que Dios tenga en su gloria- estuvo a lo suyo y demostró ser un empresario avispado y pegado a las viejas formas de explotación de la mano de obra a su servicio.

L. de Guereñu Polán.

LLUEVE SOBRE SANTIAGO


La Moneda, concebida en la segunda mitad del siglo XVIII  para  funcionar como acuñadora es un edificio sobrio de estilo neoclásico construido por el arquitecto romano Joaquín Toesca. Desde mediados del siglo XIX es sede de la presidencia de la Republica. D. Manuel Bulnes fue su primer inquilino. En 1973 albergaba la presidencia de la Republica y los Ministerios de Interior y Relaciones Exteriores. El once de septiembre será el escenario de la épica de la dignidad, la lealtad y la coherencia.

Allende había, un tanto sorpresivamente en 1971 ganado la presidencia de la republica encabezando una amplia alianza de marxistas, laicos y cristianos teniendo como hoja de ruta construir el socialismo en democracia, pluralismo y libertad. Por utópico que pareciese, Allende fue un hombre con los pies en la tierra, consciente de su difícil desafío  y también fue un precursor de futuro. “Siempre estaré junto a ustedes, por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a su patria”.

Un bellas palabras llenas de grandeza  y que adquieren valor en sus últimos momentos al sacrificar su vida  para construir una sociedad mejor. Él era consciente de que tal sacrifico era un ejemplo moral que la cobardía y el odio de los militares traidores no podría empañar.

Desde los momentos previos a la toma de posesión, con el asesinato del Jefe del Ejército general Schneider, y luego con  el bloqueo económico, los medios de comunicación en manos de los sectores ultraderechistas, el salvaje paro de los camioneros en octubre de 1972, el asesinato de su edecán, el comandante Araya,  o el tanquetazo en junio de 1973, es sometido a una permanente desestabilización en la que de forma metódica estaba presente la CIA como actor intelectual y financiadora a las órdenes del genocida Sr. Kissinger, que para una nueva deshonra del premio, recibió el Nobel de la Paz y el delincuente Nixon, tachado como tal por Congreso USA.

La fecha del golpe de estado la fija una reunión mantenida en la residencia presidencial de Tomás Moro en la que participan Allende, el comandante en jefe del Ejército general Pinochet y el inspector general del ejército general Urbina. Allende les informa que en las próximas horas llamara a la nación a referéndum “para que el país resuelva el camino a seguir”. Con esto se despeja la tensión y resuelve el conflicto con el Parlamento…Los generales se quedan estupefactos  y solo Pinochet acierta a decir ..¿Presidente es una resolución definitiva y firme?.. Si general, está resuelto...Aquello dejaba sin argumentos a los sectores golpistas que tenían la actuación programada para el día 14.

La noche anterior al golpe Santiago es un crisol de rumores donde se detectan movimientos anómalos de unidades militares. Lo que se confirma al amanecer del día once a las 6 horas con la confirmación del alzamiento de la Marina en Valparaiso de cuya jefatura el almirante Merino depone al constitucionalista almirante Montero. Es digno señalar que en esa fecha, programadas las maniobras navales Unitas, de las armadas chilena y USA, las unidades chilenas retornan a puerto y cuatro unidades norteamericanas se trasladan urgentemente desde el puerto peruano de El Callao a la costa chilena con clara misión de apoyo al golpe.

A partir de ese momento los sucesos se suceden vertiginosamente…Allende a las 7 y vente se traslada a La Moneda con un puñado de incondicionales…Allí comenzará a hacer realidad las palabras pronunciadas durante la vista de Castro en el Estadio Nacional de Santiago ante una masa ferviente: “Sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás”. ..”Que lo sepan, que lo oigan, dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me dio”…”solo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el Programa del Pueblo”… A las 8,30 los traidores se sacan las máscaras…La Junta Militar formada por cuatro felones: Pinochet, Merino, Leigh y Mendoza, encabezando las tres armas y Carabineros de Chile se manifiesta asumiendo todos los poderes de la nación.

El resto es todo conocido…el horror y la muerte que se desata sobre uno de los países más avanzados social, cultural  y políticamente de América. Una maquinaria  militar implacable asesorada desde el Pentágono siembras miseria y dolor y muestra la cara más perversa de muchos oficiales chilenos.

Pasaron 41 años. Desde hace un par de décadas Chile avanza por caminos democráticos. Hoy, por segunda vez, la hija de un general de la Republica, Bachelet, asesinado por Pinochet y sus esbirros,  preside el país.

Las ultimas frases de Salvador Allende en su discurso de despedida cuando los asesinos que con su actuación deshonraban el uniforme de las Fuerzas Armadas chilenas y su larga tradición democrática fueron premonitorias: “¡Viva Chile! ¡Viva el Pueblo! ¡Vivan los trabajadores!...Tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”.

Antonio Campos Romay

lunes, 8 de septiembre de 2014

Respuestas a una era de incertidumbres


La respuestas a problemas del siglo XXI con fórmulas medievales tiene su lógica. El capitalismo y su religión, la fe en el dios mercado, está obteniendo respuesta en términos similares, fe en otras religiones, teístas como el islamismo, o tribales, como los nacionalismos
Los tres grandes instrumentos con los que los dirigentes de todos los tiempos han controlado sus civilizaciones,  e intentado dominar a las vecinas, han sido: el comercio,  la fuerza,  y  la religión. La mezcla adecuada de cada componente ha establecido la civilización triunfante en  cada momento y espacio geográfico.

En el momento actual el espacio geográfico es claro: el mundo, está algo menos claro la jefatura de la civilización imperante: el  capitalismo, si bien existe un cierto consenso que la mayor parte del poder se sitúa en USA.
Un ciudadano y pensador del imperio, Galbrait, reflexiono y  saco sus conclusiones, a mediados del siglo XX  señaló que las grandes corporaciones terminarían por desplazar a las pequeñas y a los negocios de carácter familiar, y, como consecuencia, los modelos de competencia perfecta no pueden ser aplicados en la economía.  Que la avaricia ejercida sobre el sector público ya contrastaba con la opulencia del sector privado,  lo que demostraba que un país con una economía en crecimiento, no evita que en su interior existan grandes desigualdades sociales. Y finalmente, que las grandes corporaciones dominan el conjunto de la economía, como resultado de su gran crecimiento  y el nivel de sus operaciones, que les permite controlar sus mercados, y en consecuencia terminarían por dirigir el imperio (solo se equivocó al identificar las corporaciones dominantes con las productivas, en vez de las financieras)
Muchas de las personas pertenecientes a las clases más desfavorecidas, incluso colectivos y pueblos enteros, sufren los excesos  de los que detentan el poder y viven en una  situación, que el propio Galbrait calificó como era de la incertidumbre. Incertidumbre no solo en el bienestar de uno mismo y los más próximos, sino incluso de la propia supervivencia. Perdida la posibilidad de respuesta del recurso al comercio, incluso de la propia capacidad de trabajo, les resta para responder a la opresión, el recurso a la violencia y la búsqueda de un futuro mejor a través de los paraísos que prometen religiones distintas, sean estas teístas (en este caso en otra vida,) o laicas, como los nacionalismos (más inmediatos, siempre que sean los dirigentes de la propia tribu quienes pasen al mando).
En esa situación ayatolas, rabinos, sacerdotes y líderes territoriales insisten en que la esperanza, que permite superar el miedo a la incertidumbre, se transmite a través  de códigos como la moral, la raza, la pertenencia a un club de elegidos, etc. en vez de a través de la ciencia y el conocimiento. Resultado: en pleno siglo XXI muchos desencantados con el reparto de bienes, e incluso amplias zonas del mundo, vuelven sus ojos a fórmulas de la era medieval. Al fin y al cabo las diferencias entre algunos grandes especuladores y los dirigentes absolutistas, que lo eran “por la gracia de Dios”, son difíciles de encontrar.
Isidoro Gracia

jueves, 4 de septiembre de 2014

SETE REFLEXIÓNS SOBRE A ELECCIÓN DE ALCALDES

1. NON EXISTEN PROBLEMAS DE GOBERNABILIDADE NOS CONCELLOS
A Constitución, no artigo 140 sinala: “Os Alcaldes serán elexidos polos Concelleiros ou polos veciños”. Dende 1979 a lei electoral optou pola elección a medio dos Concelleiros. Na actualidade o grupo maioritario conta cun plus de representación a través da lei D´Hondt, que se aplica na distribución de Concelleiros. Obviamente, cando unha lista ten a maioría absoluta de votos, tamén conta coa maioría absoluta da Corporación. Caso contrario opera o principio de maioría política na Corporación, mediante os pactos entre Grupos políticos, igual que nos Gobernos estatal e autonómicos.
A nova proposta do PP, da que non se coñece o texto, apunta a primar coa Alcaldía ó grupo que acada o 40%, que tería enfronte ó 60% do electorado. Nin se propon unha segunda volta, como existe en Francia, nin unha elección directa do Alcalde, posibilidade existente na Constitución.
O único caso de desgoberno en Galicia, ten acontecido no Concello de Santiago, gobernado con maioría absoluta polo PP. Tres Alcaldes en tres anos, agora ostenta a Alcaldía quen figuraba no derradeiro posto da candidatura e gobernan con persoas non electas (sete Concelleiros non electos dun total de trece) que foron designados polo seu partido e non polos electores.
  1. NON EXISTE UNHA DEMANDA SOCIAL, NIN GRANDE NIN CATIVA
Nin nas enquisas do CIS nin noutras fontes sociolóxicas. Os Concellos non son percibidos como problema e teñen unha aceptable valoración.
  1. NON HAI CONSENSO POLÍTICO, NIN EXISTE DIÁLOGO
As reformas da lei electoral durante a democracia, foron consensuadas. Por primeira vez o Goberno de España manifesta o seu obxectivo de rachar co consenso nunha norma que forma parte do bloque constitucional. Abrese un precedente que terá consecuencias negativas no funcionamento democrático das institucións, sesgando as normas en función dos intereses partidistas do Goberno de turno. Igual que o PP tenta facer coa lei electoral galega.
  1. NON RESOLVE PROBLEMAS PERO CREA CONFLITOS
Os Alcaldes terán minoría social e polo tanto falta de lexitimidade para adoptar decisións. A conflictividade social e política será maior e a autoridade moral dos Alcaldes, menor. As institucións sufrirán desgaste e descrédito. A función moderadora dos poderes públicos será sustituida polo oportunismo partidista.
  1. PERSIGUE ESPÚREAMENTE O QUE NON CONSIGUE DEMOCRÁTICAMENTE
Coa reforma o Goberno parece renunciar a dous obxectivos. Dunha banda á consecución da maioría absoluta de votos. Doutra, á capacidade de acadar pactos de gobernación, coas vantaxes que teñen para conformar políticas de maior respaldo social. Os gobernos de coalición son habituais nas sociedades democráticas.
O PP goberna en maís de cen Concellos españois onde non é a lista máis votada. En Extremadura goberna en coalición con IU.
  1. O GOBERNO ESTÁ DEBILITANDO ÓS CONCELLOS
    A recente Lei de racionalización da Administración Local expropia competencias sociais dos en beneficio das Deputacións Provinciais, que carecen de capacidade para xestionalas e polo tanto tenderán á privatización. Ademáis adiase o cumprimento do Pacto Local.
    Feijoo e a Xunta de Galicia, veñen defendendo a fusión de Concellos pero sen intención real de abordar os problemas de financiamento e xestión, como se comproba no caso de Oza-Cesuras, imposto de costas ós veciños e baseado en información sesgada.A defensa das Deputacións Provinciais, difícilmente sostibles no Estado autonómico, non vai acompañada, nas que gobernan, de experiencias de xestión innovadoras, nin na prestación de servizos, nin na eficacia.
  1. LONXE DE REXENERACIÓN DEMOCRÁTICA ESTAMOS NUNHA INVOLUCIÓN INSTITUCIONAL
En Galicia, como en Castela-Mancha, o PP modifica os Parlamentos autonómicos para garantirse a maioría e reducir o pluralismo. En Galicia as institucións pretendidamente autónomas, están reducidas a órganos do PP. A nova lei da TVG, pactada hai tres anos, está bloqueada. O Consello de Contas, dirixido por recoñecidos dirixentes populares, o Valedor do Pobo, en funcións dende hai dous anos.
Igual que no ámbito estatal acontece coa Comisión Nacional do Mercado de Valores, ou a Comisión dos Mercados e da Competencia, onde calquera atisbo de independencia foi cercenado.
O PP non cree no afortalamento da sociedade civil, nin na necesidade de órganos reguladores independentes, nin na extensión da participación social. Só no control e na ocupación de todo o espazo público.
José Luís Mendez Romeu

NUEVO CURSO Y VIEJOS MODOS


Se inicia el curso político con  discursos previsibles de todos los que temen la libertad. Los que por considerarla el pilar de la emancipación del ser humano se aúnan en aras de recortarla y destruirla aferrándose a cualquier mecanismo que permitan enclaustrar en el espacio de sus mentes estrechas y sus intereses mezquinos a toda una sociedad.

Se reitera un mensaje donde en la prelación, los valores colectivos y armónicos quedan lejanos, mientras adquieren entidad conceptos exacerbados sobre el territorio u otros rescatados del siglo XIX de la organización social y del trabajo.

En medio del hastío generalizado por la incuria de los poderes públicos ante una corrupción que se muestra peligrosamente sistémica, crece la exasperación de quienes son victimas de la misma. Y la indignación, al observar como se la frivoliza reduciéndola a un arma más de la liza política, no una patología que requiere cirugía urgente. Algo que propicia que desde posiciones populistas de nuevo cuño se intente persuadir al ciudadano con discursos distintos a no esperar nada de los políticos  dando por sentado que la política es algo intrínsecamente malo. Que unos y otra son incapaces de afrontar las contradicciones en que se debate la sociedad. Un discurso que más allá de su presunta modernidad tiene mucho de añejo y peligrosamente frontero al fascismo, pero permeable en tiempos críticos.

El escenario se comparece con una sociedad que agoniza, en la que la dignidad humana ha dejado de ser la piedra angular de su construcción y del proyecto colectivo. En la que se desmorona la certeza  heredada de progreso y evolución sin soluciones de continuidad. Una sociedad en la que prima un sentimiento de resignación y abandono aceptando con obediencia sus protagonistas el papel de cobayas en un experimento político, social y económico cuya esencia es retrotraer la condición de la ciudadanía un par de siglos atrás. Incluso se acepta cada vez con mayor naturalidad que la acción militar sea elemento de elección para determinar el destino de los pueblos. Sin apenas resistencia estamos siendo imbuidos de un fatalismo suicida que abona indulgente sustituir la barbarie y las formas virulentas por el humanismo.

Se advierte, no sin razón, del gravísimo riesgo de los dogmatismos. Algo que adquiere comportamientos genocidas en algunas áreas geográficas.   Como contrapartida la laicidad es atacada de forma torpe y grosera, intentando desde el monopolio de las presuntas verdades reveladas, imponerlas a las personas anulando su criterio como ser racional. Un fundamentalismo que regula como estudio obligado materias de una determinada confesión en detrimento de la formación ciudadana, y que convierte en política de estado obsesiones enfermizas sobre la sexualidad y una determinada moralidad que se imponen a la población violentando los espacios más privados del ser humano. Un gobierno presuntamente civil alimentado espiritualmente por visiones tridentinas se esmera en rehacer las ataduras que durante siglos atraparon la sociedad en el desprecio a la cultura, la ciencia y la razón bajo el peso de temores, dogmas y credos contrarios a cualquier heterodoxia.

En paralelo otra gran depositaria de utopía e ilusión, la Europa  de la civilización y la solidaridad cae victima de las fauces de la Europa espuria, parasitada por mercaderes y especuladores. Un apéndice triste de intereses transoceánicos y vectores de la globalización económica más descarnada. Las avenidas de libertad, fraternidad y progreso diseñadas en la década de los sesenta dan paso a un laberinto hosco, suma de callejones sin salida que oscurecen el camino.

Se inicia un nuevo curso político, con la misma gastada melodía, con intérpretes rutinarios, desincentivados, sin que el celaje gris y cansino ofrezca ventanas a la ilusión o la esperanza. A reflexiones sólidas, rigurosas, elaboradas con valor cívico y desde la ética. Encaminadas a afrontar un mañana, que ya es hoy.

O sea, más o menos se inicia el curso político con tan pocas razones alentadoras,  como cada año habido durante este trienio negro.
 
Antonio Campos Romay

martes, 2 de septiembre de 2014

¿SON SOCIALISTAS O SOCIOLIBERALES?

Tras la severa derrota del pasado mes de marzo en las elecciones municipales francesas, el presidente Hollande disolvió su gobierno y nombró nuevo primer ministro a Manuel Valls, hasta entonces su ministro de interior, de gestión muy polémica por cierto. El nuevo gobierno de Valls, lejos de rectificar la política económica seguida hasta entonces, se pliega definitivamente a las exigencias y recomendaciones de Alemania y de la llamada troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), proponiendo al Parlamento un recorte de 50.000 millones de euros en el gasto público congelando hasta octubre de 2015 los sueldos de la funcionarios públicos, las pensiones y las prestaciones sociales.

A diferencia de lo ocurrido en España cuando en mayo de 2010 Zapatero anunció sus recortes con la casi total conformidad del Grupo Parlamentario Socialista, en Francia, un grupo numeroso de parlamentarios socialistas presentaron un documento alternativo al de su propio gobierno. En París y en otras muchas ciudades se sucedieron las manifestaciones pidiendo el fin de las políticas de austeridad “que han provocado un enorme aumento del paro y la pobreza como puede verse en Grecia y en España”, acusando a Hollande de dar un giro a la derecha en su política, justo lo contrario de lo que habían dicho los franceses en las municipales.

En junio se celebraron las elecciones al Parlamento Europeo, confirmando los resultados lo que anunciaban las encuestas. En Francia gano el “Frente Nacional” liderado por Marine Le Pen que consiguió el 24,85% de los votos y 24 escaños, seguida por la derechista “Unión por un Movimiento Popular”, con el 20,8% de los votos y 20 escaños. El Partido Socialista del Presidente Hollande,  en el poder, se quedó en tercera fuerza, con tan solo el 13,98% de los votos y 13 escaños.

El pasado 25 de agosto, tan solo cinco meses después de haber sido elegido,  se anunciaba la dimisión en bloque del nuevo gobierno francés por las discrepancias con la política económica del Presidente François Hollande y del Primer Ministro Manuel Vallas. Al día siguiente se presentaba el nuevo gobierno, destacando el nombramiento de Emmanuel Macron como nuevo ministro de economía, un joven banquero de 36 años, socio de la banca Rothschild, y desde junio de 2012 asesor y diseñador de la controvertida política económica del Presidente Hollande. Para algunos observadores no solo se trata de que el presidente francés parezca ya un cadáver político, sino que además pudo haber asestado un durísimo golpe al propio Partido Socialista Francés, y dejado muy tocada al conjunto de la socialdemocracia europea.

Si a lo que está sucediendo en Francia le unimos el gobierno de coalición en Alemania entre los socialdemócratas del SPD y la CDU de Ángela Mérkel, la reiteración de las componendas para el reparto de altos cargos en  las instituciones europeas, y la poca fuerza y contundencia de las críticas que a la mal llamada política de austeridad están realizando los partidos socialistas en otros países (España incluida), parece muy difícil, para muchos imposible, poder calificar como alternativa real a dichas políticas a la denominada “socialdemocracia europea” compuesta por el conjunto de los partidos que en el seno de la Unión Europea conforman hoy, al menos sobre el papel, el “Partido  de los Socialistas Europeos” (PES) que preside el búlgaro Sergei Stanishev. ¿Por qué? ¿Qué está pasando?

Xesús Mosquera Sueiro / 2 de septiembre de 2014