viernes, 31 de octubre de 2014

El nuevo informe de Intermon Oxfan demuestra que la crisis es cosa de pobres.


El informe llega  mucho más lejos que el del Centro de Estudios del FMI de 2010,  que concluyó que una de las causas más importantes de la actual  crisis es el crecimiento de las desigualdades sociales.

Yo creo que los ciudadanos conscientes debemos también sacar nuestras propias conclusiones y, si no estamos de acuerdo,  actuar para corregir el rumbo. En esto la historia nos muestra como sistemas de civilizaciones aparentemente inamovibles y perdurables colapsaron, estando presente siempre como una de las causas detonantes la desigualdad.

Los actuales sistemas democráticos y representativos, al menos aparentemente, devienen del colapso de los absolutismos instaurados por “la gracia de Dios”, que la revolución francesa se encargó de superar, y los otros absolutismos que sustituyeron la religión teísta por la del Partido Único.

Tomando como referencia la misma que tomaron en su día los defensores de los gobiernos representativos, frente a los que propugnaban el ejercicio del poder por elites, fueran estas de nacimiento, de coreligionarios, o de sabios: “La multitud que no se reduce a unidad es confusión; la unidad que no depende de la multitud es tiranía” (Pascal)

Cuando se ha llegado a un punto que según el informe "la desigualdad extrema corrompe la política, frena el crecimiento y reduce la movilidad social, fomenta la delincuencia e incluso los conflictos violentos. Desaprovecha el talento y el potencial de las personas y debilita los cimientos de la sociedad", parece que la civilización occidental vuelve a estar en situación de tiranía. Se ha sustituido al Dios o al Partido omnipotentes por el Dios Mercado y  la Desregulación, pero lo cierto es que la concentración de riqueza es extrema y el poder está en manos de élites muy minoritarias para las que trabajan gobiernos  y organismos, mediante la compra del poder político, consiguiendo de esa forma que  "muchas de las personas más ricas amasaran sus fortunas gracias a las concesiones gubernamentales exclusivas y la privatización inherentes al fundamentalismo de mercado".  Agua, energía, salud, educación, son campos donde buscar ejemplos muy próximos, en especial en España y Europa.

En la memoria de la mayoría, que no de todos desgraciadamente, está como se resolvieron esas situaciones de tiranía: en todos los casos con la rebelión de la ciudadanía transformada en masa. En algún caso en ámbitos del conjunto del imperio, en otros de estados e incluso de tribu, disfrazada de nación. 

Esperemos que hayamos aprendido de la historia y afrontemos el legítimo combate a la tiranía mediante fórmulas “civilizadas” (de sociedad civil). Por ejemplo, recoger como delito cualquier relación con paraísos fiscales (es absolutamente improbable que no se utilicen para la evasión fiscal), la penalización con tasas de los movimientos financieros especulativos (es absolutamente seguro que esos movimientos no tienen como objetivo la creación de empleo o riqueza para el conjunto de la sociedad), la recuperación del control público y directo de la administración de los servicios básicos como el agua, la producción de energía, la sanidad, la educación obligatoria y la protección social, expropiando si es necesario, son temas que pueden abordar desde el derecho nacional e internacional.

Para muchos empieza a ser evidente que esta crisis es el preludio del fin sistema que ya nos oprime a una inmensa mayoría. Que la salida de la situación sea un nuevo contrato social negociado por los dirigentes políticos, o fruto del asalto al poder, tal y como se empieza  a propugnar por fuerzas emergentes, por masas  más o menos organizadas, es solo cuestión de tiempo y oportunidad. El resultado, de una sociedad estable con ciudadanos razonablemente contentos con su grado de bienestar, si el proceso se hace repartiendo beneficios y poder,  o inestable y violenta, si se obliga al mero asalto a los, solo teóricos, derechos adquiridos de esos pocos, pero aún demasiados, milmillonarios y sus adjuntos, también es cuestión de un mero ejercicio de inteligencia.

Otoño de 2014

Isidoro Gracia

jueves, 30 de octubre de 2014

ELECCIONES CONSTITUYENTES.

El quebranto moral que ha contaminado la vida política y actores significativos de la misma, la grave degradación del tejido democrático afectando el crédito de sus instituciones y los mecanismos de participación, hace inviable en una situación que necesita una catarsis severa, se zurza con la reforma puntual de algunos artículos de la Constitución. Sin cuestionar la legitimidad ni los servicios prestados, su agotamiento es visible y su funcionalidad en gran medida obsoleta. Es hora de dar la palabra al pueblo como único protagonista legítimo. Abrir un proceso constituyente que de paso a la regeneración democrática. Una regeneración que bajo ningún concepto será posible de las manos de quienes nos llevaron a la situación actual, por su autoría, su complicidad o su lenidad. Ni tienen legitimidad para ello, ni mucho menos credibilidad.

 Refundar una democracia que el tiempo terminó haciéndola rehén de la Transición, en vez de usarla como horma para elaborar el calzado para caminar en tiempos distintos. Un proceso constituyente que engendre desde lo positivo de estas últimas cuatro décadas una nueva Carta Magna o una reforma profunda de la misma, que recoja las demandas acordadas libremente tanto sobre la forma de estado, el diseño territorial y la convivencia de los territorios, el de las administraciones y la atención a las necesidades que acucian a la población. Que recupere la ética política como punto de partida.

Los déficits de nuestra democracia han ido como hidras venenosas, pegándose al entramado político, propiciando una corrupción que amenaza sistémica. Son la corrupción y una crisis no solo no resuelta, (aquella parte de la misma que se ha abordado, lo ha sido extorsionando a las clases más desfavorecidas), lo que ha disparado todas las alarmas y todas las preocupaciones posibles. Más si cabe cuando el jefe del ejecutivo, tras intentar despacharla como tema menor, luego pide disculpas tan poco sinceras como parcas, para terminar enrocándose en el bunquer de su mayoría para negarse  a tratar el tema en sede parlamentaria..  

Tanto los partidos que la sostienen, como la propia Corona, un entramado afín a los vicios y modos de la primera Restauración, y que apunta un horizonte estéril como el de aquella, se oponen a cualquier reforma que ponga en riesgo sus prerrogativas o la permanencia de la jefatura del estado en la forma actual. La única salvedad ha sido en una circunstancia, la que con alevosía y nocturnidad se pactó al dictado de Bruselas  y su doctrina financiera, un rejonazo letal a los derechos ciudadanos.    

Las próximas elecciones generales a un año vista, -pues no cabe esperar  un mínimo de dignidad cívica del jefe del ejecutivo para cancelar una legislatura que se está volviendo ominosa-, deben tener carácter constituyente. Cuyo único objetivo sea elegir representantes para elaborar el nuevo texto constitucional o una reforma de gran calado de la actual, dando paso a unas elecciones legislativas a continuación. Los temas que acechan, territoriales, degradación moral y corrupción insoportable en niveles muy diversos, desprestigio de los llamados a administrar los intereses del común, desigualdad creciente, deterioro imparable del estado social y de derecho, habrán de cancelarse en una revolución democrática y pacífica. De dialogo y participación. Que canalice reposadamente la ira, la indignación, y la rabia que inunda la sociedad ante la impudicia de un gobierno alejado hasta el extremo de la honorabilidad e insensible a una enmienda más allá de lo cosmético. De amnistías fiscales a quienes más burlan sus responsabilidades cíviles y contributivas. De una vergonzosa subordinación a los mercados laminando derechos logrados con el sacrificio de generaciones…De esa desigualdad brutal que nos une a Letonia como ejemplos de desigualdad en la UE y que permite que 20 familias sumen lo mismo que pueden disponer catorce millones de ciudadanos. Y también, que evite efectos pendulares populistas de etiología no determinable.
Un proceso constituyente que restaure la dignidad del Estado. Que devuelva la credibilidad a la política. Que determine los derechos que queremos reconocernos como ciudadanos. Que estos sean sujetos activos en la toma de decisiones. Que permita armonizar sin estridencias la concordia de naciones y territorios que conviven en España. Un proceso constituyente, que a diferencia del de 1978, sea plenamente civilista. Sin interferencias ni mediatizaciones de elementos ajenos a la voluntad popular, sean estas de carácter financiero, militar, eclesiástico o corporativos. 

Un proceso que abra un camino democrático para continuar transitando en Libertad por el Siglo XXI. Pero también con Solidaridad y una mayor Igualdad. Un estado, laico, donde la educación sea un valor positivo, transparente, fraternal, democrático,  socialmente justo…Un estado republicano.

Antonio Campos Romay

miércoles, 29 de octubre de 2014

INERMES DIANTE DA CORRUPCIÓN

Os medios de comunicacion ofrecen unha imaxe desoladora da vida publica española e galega. Os incesantes escándalos derivan no maximo desprestixio das institucions e poñen de manifesto a incapacidade da politica para correxir e impedir a corrupción.

Debemos prescindir das letanías habituais sobre presunción de inocencia, independencia da xustiza ou peso da lei. Son fórmulas retóricas. As epidemias se combaten con medidas de choque e con mecanismos de prevención rigurosos. Temos un problema maiúsculo que corroe a democracia.

A corrupción non distingue de partidos. afecta a todos en maior ou menor grao. É un problema estrutural que necesita medidas estruturais e non cosméticas como Feijoo propuxo no pasado debate do Estado da Autonomía. Medidas que afronten os problemas de fondo, incluido o rexime e funcionamento dos partidos políticos, que son parte notable do problema.

O Grupo Socialista, modestamente pero con responsabilidade, ten proposta numerosas iniciativas para prever a corrupcion. Todas foron vetadas pola maioría, que non quere acordos pero carece de propostas.

Hai un problema engadido co financiamento ilícito do Partido Popular, que agroma en todalas investigacións. Existe unha consigna de silencio nos dirixentes populares. Os sumarios xudiciais apuntan a unha corrupción institucionalizada , mediante tramas societarias creadas á sombra do poder. Entres outros fins, para o financiamento do partido, cunha "caixa B" xeneralizada, para pagar sobresoldos, obras, gastos correntes.

Nos sumarios hai de todo. Empresas que reciben contratos da Xunta e pagan comisións, conseguidores do entorno persoal do Presidente, desvío de fondos de formación, conversas compremetedoras. En todolos casos foron denuncias da prensa ou dos traballadores as que provocaron a investigación xudicial. Nunca foi o control ou a iniciativa das Administracións. Paralelamente a maioría, nas Cortes e no Parlamento galego, paralisou todalas iniciativas anticorrupción dende hai ano e medio. Hoxe o problema é peor que nunca.

Nun célebre grabado de Goya, dous homes pelexan a garrotazos baixo a pálida luz do mencer. Tense considerado que é unha representación do conflito das duas Españas, condeadas a pelexar por carecer de espazos de encontro. Desgrazadamente na vida política impera unha visión inmediata que tenta transformar a denuncia da corrupción en parte do arsenal dialéctico con fins electorais, esquecendo a necesidade de abordar as raíces do problema.

A estratexia a seguir. ata hoxe, non existe. Se evitan acordos serios e comprometidos para ofrecer xestos. Así, probablemente, a corrupción continuará no futuro, ata que se adopten medidas rigurosas, alomenos en tres asuntos:

a) Despolitizar a Administración para que sexa contrapeso do goberno. Feijoo fixo o contrario reinstaurando a máxima politización da era Fraga que fora eliminada polo goberno Touriño.

b) Despolitizar os órganos reguladores. Non é creíble que un exconselleiro e máximo dirixente do seu partido, supervise as contas públicas

c) Ampliar a transparencia do goberno, da administración e dos seus organismos, tamén da administracion local.

Rajoy pediu perdón. Non abonda. Hai que actuar. Nada fai prever que asi se faga a curto prazo.
 
José Luis Mendez Romeu

viernes, 24 de octubre de 2014

El peligro Valls

El tramposo

Eso de que el primer ministro francés, Manuel Valls, diga que quiere excluir el concepto socialista entre las señas de identidad de la izquierda no solo es peligroso para la misma izquierda, sino que nos recuerda a la "tercera vía" de Tony Blair de hace años que, al final, ni fue tercera ni quinta. Se quedó en humo de pajas porque no encerraba nada sino una artimaña para hacerse con el poder del laborismo británico. No quito méritos al citado líder inglés en materia de lucha contra el terrorismo y en defensa de los derechos humanos, pero no ha aportado nada a la ideología de la izquierda, socialista o progresista.

La vaciedad de Hollande para dirigir no solo Francia, sino para ser un referente del socialismo europeo, creo que ya están demostrados, y creo que echar mano de Valls para que dirija el Gobierno francés es una muestra de esas decisiones declinantes que se toman cuando ya no hay otros recursos y faltan las más elementales ideas sobre el norte a seguir. El tal Valls dice que "hay que acabar con la izquierda anticuada", pero no dice que entiende por tal, porque lo cierto es que la "izquierda anticuada" es la única que ha aportado un montón de ideas al movimiento progresista y socialista mundial. Es la que ha conseguido la democratización de Europa tras la segunda guerra mundial, es la que ha traído el estado del bienestar, es la que se ha resistido a los "neocon", es la que ha sabido combinar "ostopolitik" con reconocimiento de la aportación que Estados Unidos ha hecho para la paz en Europa. Es la izquierda que -con la democracia cristiana- ha conseguido la integración europea hasta lo que hay de integración... y es también la más importante fuente de autocrítica que se haya conocido jamás. Es la izquierda de los grandes sindicatos europeos hasta los años ochenta pasados.

Dice el señor Valls que quiere sustituir el socialismo por un progresismo difuso y sin ideología definida; es más, dice que la ideología es lo que ha hundido a la izquierda. Yo, que sé más que el señor Valls sobre estos temas, aunque solo sea por viejo, considero que es precisamente la desideologización de la sociedad -responsabilidad de la izquierda- lo que ha traído consigo el que hoy vivamos sin norte. El que hoy vivamos sin que el europeo medio sepa que la sociedad de clases sigue siendo un realidad -aunque la estructura clasista se haya modificado- de manera que los intereses que unas clases y otras defienden son contrarios, incluso irreconciliables a veces. 

En Francia, el republicanismo tiene un significado distinto que en otros países, por ejemplo España, donde la acepción de régimen se contrapone en el caso francés a patriota, demócrata, jacobino, contrario a la tiranía. Por eso se agarra a ese concepto el señor Valls, creo, pero una confesión de republicanismo es muy poco, es un bagaje casi vacío para pretender liderar un país, gobernarlo y, eventualmente, presentarse ante el mundo en los próximos años.

Creo que el secretario de los socialistas españoles, que ha dicho que los señores Vallas y Renzi son sus referentes, debiera pensárselo. No por gobernar -el señor Valls no ha ganado ninguna elección- se tiene más cabeza ni razón. Los socialistas españoles debieran cuidarse muy mucho de los Valls de turno; debieran tener su propia política sin atavismos de fuera. Sobre todo cuando las ínfulas de fuera son vacías y harto sospechosas.

L. de Guereñu Polán.

miércoles, 22 de octubre de 2014

ORZAMENTOS 2015

Na presentación do Proxecto de Lei de Orzamentos da Xunta para 2015, a Conselleira de Facenda recoñeceu que estaban presididos pola prioridade do axuste. Non pola loita contra o desemprego, nin polo compromiso co crecemento, nin polo consumo, nin polo benestar.

As consecuencias de cinco anos continuados de axuste, son moi visibles. Estancamento, depresión, nunca crecemento. Desemprego consolidado, mocedade emigrando, consumo mínimo. Envellecemento e despoboamento, un país en declive. A reforma do mercado de traballo introduciu un modelo dual, con enorme precariedade e devaluación salarial, pero non crecemento do emprego.
Hoxe Galicia, como España, ofrece menos oportunidades e máis desigualdade.

Nunha vistosa, presentación do orzamento 2015, en especial nas páxinas 59, 60 e 61 describese o compromiso co crecemento intelixente, sostible e integrador. Como eixos se citan a economía do coñecemento, que rexistra unha caída do 15% en cinco anos, as políticas activas de emprego, reducidas nun 54%, a atención ós colectivos máis desfavorecidos, minoración do 27%, a dinamización demográfica, simplemente ausente do orzamento, as infraestruturas, que baixaron un 56%, a competitividade empresarial, que anota unha baixada do 50%, a sensibilidade ambiental, reducida nun 70% e o control ambiental, que se resume no modelo SOGAMA, incompatible coas directrices europeas. Cifras do 2015 en relación co 2009.

¿Ilusión? ¿Voluntarismo? ¿Marketing? ¿Cinismo?. Un cadro das principais magnitudes, é o seguinte:

ORZAMENTOS 2015 (en millóns de euros)
                                                            2009              2015           DIFERENCIA                
Función 32 Promoción do emprego     421               193                       - 228    
 - 54%
Función 41 Sanidade                         3.767               3.409                      - 358   
 - 10%
Función 42 Educación                     2.404               2.048                      - 356    
 - 15%
Función 45 Vivenda                            211                   41                      - 170   
  - 80%
Función 51 Infraestruturas                  596                 264                      - 332    
 - 56%
Función 54 Actuacións medioambientais 295             90                      - 205  
   - 70%
Función 71 Dinamización economía rural 409          309                      - 100    
 - 25%
Función 72 Pesca                               174                    54                       -120    
  - 69%
Función 74 Desenvolvemento empresarial 205         103                       -102  
   - 50%
Función 9 Débeda Pública                    393            1.515                   + 1.122 
 + 285%

Capítulo II Gastos en bens correntes 1.394             1.388                          - 6  
  - 0,4%
Capítulo VI Investimentos reais 1.462                       699                      - 863  
  - 52 %
Capítulo VII Transferencias de capital 1.246             546                     - 700  
   - 56%


José Luis Mendez Romeu

lunes, 20 de octubre de 2014

CRÍMENES



Pintura de José Ignacio Moreno

La palabra crimen nos asusta, nos indigna y nos sobrecoge. El diccionario de la Real Academia Española presenta tres acepciones principalmente: delito grave, acción indebida o reprensible y acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien. Es evidente que esta última acepción es la que se identifica directamente con el homicidio o el asesinato. Hay otros crímenes que se presentan con un apelativo que son variantes de una misma realidad: crímenes de lesa humanidad, de lesa majestad, crímenes de guerra y yo añado de mi consideración personal, crímenes legales cometidos en tiempos de paz. Hay crímenes que aunque no están tipificados como tales en la letra de la ley, la sociedad, sí, discierne la conducta criminal. No en balde la justicia emana del pueblo que los percibe como tales. Artículo 117 de la Constitución Española.

La lectura de los artículos de nuestra Carta Magma, se convierte en una buena consejera para tomar conciencia de los abusos y atropellos, que el poder legalmente constituido comete contra el pueblo. Cuando la legislación siendo legal es injusta, produce efectos nocivos. Una norma restrictiva de derechos sancionada en una ley, aunque de entrada esté revestida de buena voluntad, el legislador sabe que va a perjudicar al más débil. Este comportamiento es perverso, inmoral y tiene consecuencias criminales. Aunque el Gobierno como máximo responsable de este comportamiento esté aforado y no se le pueda acusar de presunto criminal, los efectos observables en las víctimas ocasionadas, sí, constituyen conductas y hechos de consecuencias criminales. Esto puede ser políticamente incorrecto pero no elude una realidad del pueblo indefenso, que se le priva del derecho de llamar a las cosas por su nombre. Al margen de la tipificación conceptual de la justicia.

La sociedad española está contemplando de forma pacífica pero muy indignada, los atropellos que están destruyendo el Estado el Bienestar. Es evidente que han creado una gran desigualdad entre los españoles: el paro, la educación cercenada, los recortes en investigación y en becas, han frustrado a toda una generación. Se ha protegido el interés del capital en detrimento de los más débiles y se ha dejado sin efecto el principio de universalidad de la Sanidad Pública, con clara vocación de llegar a su privatización. Y sobre todo han reducido las dotaciones para la dependencia. Todas estas normas legales han ocasionado efectos criminales. Sí, crímenes legales cometidos contra la sociedad española: El hambre sobre todo de niños. Desahucios de gente desvalida echada con violencia a la calle bajo una orden judicial. Deficiencias en las urgencias hospitalarias provocando agravamientos y hasta la muerte prematura. Todo constituye un error político legalizado con consecuencias nefastas. El austericidio, hablando con más propiedad, austeridad homicida, ha resultado ser un crimen contra la humanidad. Aunque el PP no tenga otra respuesta que calificar esta realidad de demagogia y populismo, para quieres denunciamos sus políticas perversas e inmorales, el paro, la muerte, los desahucios, el hambre, la pobreza y la desigualdad, siguen siendo crímenes legales.
 
Por Pedro Taracena

Más…carada y algarabía



Entre “España nos roba” y “el ladón era un presunto caballero honorable” envuelto en una bandera, va un largo recorrido de dudoso horizonte y costosa andadura.

Más, tejiendo la historia de Arthur y soñando ser Martí,  juega a edificar una nación como construcción bienintencionada de una elite que utiliza el nacionalismo como elemento redentor de un presunto colonialismo difícil de identificar, salvo situaciones de estados oníricos o donde el alcohol haya dejado huella.  Maneja un nacionalismo, vinculando a una masa ciudadana muy importante, que no se comparece finalmente  con el desarrollo económico y social,  sino que obedece  a flujos circunstanciales que se agrandan tras muy bien elaboradas campañas que azuzan un sentimiento patriótico local al socaire de una situación global de crisis…Algo que tiene antecedentes en los años 1931 y 1934 donde también la debilidad del estado pareciera invitar a retarlo... En los momentos en que la crisis se alivia, el sentimiento-movimiento,  permanece larvado sin que ello que signifique en absoluto desaparecido. Todo ello exquisitamente aderezado por lo más casposo de ese núcleo del centralismo “madrileñista” incapaz de ver más allá de su ombligo y la torpeza de un partido que se esfuerza en ser bandera de lo más ñoño y reaccionario, que avanza como un beodo a salto de recursos ante un Tribunal poco digerible en su biografía, trapacerías diversas y campañas disparatadas contra un país, una lengua y una cultura. Trocando el espíritu de la convivencia en común para apostar por el odio en común.

Un cierto romanticismo asocia a la política nacionalista el mito fundacional. En el que sus postulados adquieren la convicción inquebrantable de ser justos, elegidos y ungidos como actores del inevitable el triunfo de su causa. Quizás dado el origen confesional de la formación conservadora que respalda al Sr. Más, añada compartiendo la misma tentación que otros  “lideres” anteriormente, a sus posicionamientos, Dios y la Historia están con nosotros.  Y desde luego,  el convencimiento casi místico, de que fuera su paraíso imaginario, letárgico, ni hay vida, ni nadie es digno.

Más sin lugar a dudas es un demócrata. Aunque en ocasiones su concepción de las reglas de la democracia y el acatamiento de las mismas sea difícil de asimilar. Está muy lejos de Marx. Y muy próximo al capitalismo ultraliberal y poco caritativo con los menos favorecidos. De ahí su pertenencia a una formación con facilidad para habilitar gobiernos en Madrid cuando estos hacen políticas conservadoras y el amoroso maridaje con el Sr. Aznar.  Su objetivo primordial no es una sociedad justa, sino plasmar su encendida intuición, que da por supuesto querencia popular, sintiéndose profeta de los sentimientos interiorizados por una parte importantes del país, y protagonista de una fuga adelante tras haber avivado, urgido y excitado estos,  más allá de sus propias previsiones. Y por ello viéndose sin excusa en la necesidad de darle forma institucional. Aunque sepa que tal acción no solo es utópica sino inviable. Y no solo por la torpeza empecinada que comparte con el interlocutor de La Moncloa, sino por causas exógenas. Cerca está el ejemplo de Escocia, la postura de la UE, de organismos económicos y empresariales,  así como la previsible retracción de muchos afines, que llegado el momento sientan el vértigo de la urna. Algo, el derecho a decidir,  que no hubiera nunca haberse impedido tras buscar el acomodo legal a ello. El temor a las urnas solo es la muestra de la inmadurez democrática de quienes se aferran a la norma y a las prohibiciones en olvido suicida de que no hay más razón que el respeto a la opinión ajena en aquello que le afecta. Y que es el argumento más sólido y permanente.

Toda la batería de actuaciones propuestas desde el Palau de la Generalitat es apenas un vodevil del desatino de la desesperación de quien se ve reducido a enfilar el callejón sin salida que se labró a pulso desde el error de cálculo y estrategia.

Ni la gallardía ardorosa  de Companys ni los bigotes del alocado Maciá que acaparaban afectos de muchos, acompañan en sus movimientos rocambolescos a Más. Se enfrenta a la soledad absoluta, al abandono indisimulado, el desmoronamiento de un partido, y a dejar como legado un cenagal complejo de resolver por los sentimientos exaltados con excesiva inconsciencia y la manifiesta  estupidez del centralismo cerril del “Cazalla party” y sus influyentes miembros en la cúpula popular. Por cierto no deja de ser botón de muestra deleznable el comentario del botarate procaz y etílico, Miguel Ángel Rodríguez, portavoz del gobierno de aquel Sr. Aznar que en la intimidad hablaba  catalán, sobre fusilamientos,  regodeándose de ello en el aniversario del asesinato del Sr. Companys…

Es hora de que alguien convoque al sentido común y al entendimiento… Si alguien no lo hará, es el Jefe del Estado. Como es bien sabido, ni está ni se le espera…  
Antonio Campos Romay

miércoles, 8 de octubre de 2014

Ebola, lo que hace falta es que el Gobierno ejerza de Gobierno


La situación derivada del contagio por ebola muestra carencias, ineficiencias y falta de liderazgo.
Los principales  hechos negativos no se sitúan en el terreno sanitario, sino en las respuestas de los gobiernos y la economía.

Durante más de un lustro ejercí como técnico superior de prevención de riesgos laborales, coordinador en la elaboración de planes de emergencia y responsable de las respuestas técnicas y de ingeniería, a dar a los problemas que detectaban el análisis previo, los ensayos y simulacros programados y, por último,  la praxis diaria, así como los imprevistos que inevitablemente surgían, a pesar de todos los esfuerzos y medios puestos sobre la mesa, por la empresa en que prestaba mis  servicios profesionales. Esa experiencia me permite aproximarme al confuso panorama que una cadena de decisiones, y quizá más aún la ausencia de otras, nos está abocando.

Como es sabido, incluso a través de cursillos elementales, la evaluación de los niveles de los riesgos se valora con dos entradas, una la posibilidad de que algo suceda (baja, media, alta, muy alta) y dos, las posibles consecuencias (leves, importantes, graves, muy graves), la respuesta se gradúa en base a esa evaluación, llegando a paralizar las actividades que alcanzan un cierto nivel, hasta que se corrijan o aminoren las circunstancias. Parece muy evidente que las  autoridades con competencias en el tema no realizaron una evaluación, específica para España, limitándose, en el mejor de los casos (también surgen dudas al respecto) a recoger lo que la OMS ha publicado, lo que también exigiría una adecuada “traducción” a las circunstancias concretas.

Respecto a los Planes de Emergencia, exigibles incluso para muchas de las actividades en las que el número de personas involucradas es elevado, o que existen experiencias de accidentes de cierta gravedad en centros similares (centrales energéticas, centros comerciales, fábricas, hoteles, etc.), no basta con poner carteles informativos y dotar de medios (por ejemplo contra incendios), Lo más importante es que se establece, claramente, quien es el máximo responsable para tomar decisiones, que una vez se da la alarma tienen que obedecer incluso los directores, que jerárquicamente están por encima de él en el organigrama, quien forma parte de los distintos equipos, desde los de primera intervención, a quienes se les da formación específica.

Para comprobar que las cosas van a funcionar, y para pasar una información general, que a la vez forma de manera eficaz, se programan ensayos y simulacros en los que de forma muy controlada se verifica que es lo que es válido y lo que hay que mejorar.

La evaluación, los planes de actuación derivados de ella, la elaboración de los Planes de Emergencia, la formación y los ensayos, cuestan dinero y trabajo, pero cuando llega, que siempre llega, una situación de dificultad, todo el gasto se amortiza a la primera.

Pongamos esta elemental descripción sobre los siguientes hechos: decisión consciente de importar el virus, reducción drástica y paulatina de la inversión previa en sanidad en general y en los centros de referencia en particular, dar por buenos los protocolos de actuación preexistentes y no ensayados, la formación, o no, de los equipos, y lo más importante: saber quien toma el liderazgo, quienes son los equipos que ya están fijados para intervenir y quien, y como, informa y simultáneamente forma al conjunto de los posibles afectados, en este caso todos los españoles, pero en especial a todas las autoridades y profesionales sanitarios.

Mi experiencia me aporta dos datos: haciendo las cosas regular conseguimos que centros con centenares de personas. y con nivel de riesgo relativamente alto, pasaron hasta dos años sin registrar un solo accidente con baja y todos los ensayos y simulacros terminaron con incidentes, que demandaron mejoras en los protocolos de actuación y cambio de algún responsable.

Conclusión, a la vista de lo sucedido,  en mi antigua empresa algún director, consejero ministro/a o presidente, obtendría una mala evaluación anual y sufriría alguna consecuencia.  Para reconducir la situación, quizá fuera suficiente con que el Gobierno ejerciera de Gobierno
Isidoro Gracia

Cuando los ladrones se hayan ido

No hay por que pensar que la actual situación de corrupción generalizada que vive la sociedad española desde hace unos años (durante la dictadura el mismo régimen era la corrupción encarnada) va a durar siempre. Alguna vez tendrá que terminar y volver a un país asumible en esta materia, donde la delincuencia, el mal, el egoismo, existan pero no en el grado que ahora sufrimos. Digo corrupción generalizada no porque considere que nadie se salva, sino porque, en términos absolutos, es tan grande el número de empresarios, deportistas de "elite", responsables púbicos, banqueros, cuadros medios, sindicalistas, periodistas, etc. que están incursos en casos de currupción, que a la mayoría de la población se le hace irrespirable el ambiente, aunque no reaccione en muchos casos como debiera. 

Una vez leí un libro titulado "Eichmann en Jerusalén", cuya autora es Hannah Arendt en el que se trataba el concepto de banalidad del mal. Aprendí de ese libro que el malvado, el delincuente empedernido, el criminal profesional, el genocida, puede llegar a ver normal lo que hace y por lo tanto no tiene conciencia de que sea malo, sino que es lo que debe de hacer y, en todo caso, los males que ocasiona son una necesidad de la misma coexistencia. ¿Hasta que punto los nazis fueron conscientes de las monstruosidades que cometían? Porque si fueran conscientes como lo somos nosotros ahora ¿podrían soportarlo? ¿podrían sobrevivir? Arendt plantea la posibilidad de que para soportar aquellas atrocidades sus ejecutores no eran conscientes del enorme daño que causaban (lo cual no les exculpa en absoluto). Consideraban que formaba parte de la normalidad.

Los muchos sinvergüenzas que pululan por nuestro solar patrio deben de tener algo de aquel comportamiento conciencial del que habla la autora citada, porque de lo contario ¿como se explica la desfachatez en la comisión de delitos tan graves? robar a manos llenas, hurtar, engañar, aprovecharse de puestos de responsabilidad para enriquecerse, arruinar entidades de crédito, arruinar a miles de trabajadores por la mala gestión de las empresas, evadir impuestos, blanquear dinero obtenido ilícitamente, recurrir al crimen con la facilidad con la que se come cada día o con la que se habla en cada momento. 

Hay una nómina de políticos, empresarios, banqueros y otros que ya es lo suficientemente pestilente, lo suficientemente deplorable, como para que aspiremos a que, alguna vez, los ladrones se hayan ido. ¿Como es posible que un Presidente de la Generalitat catalana haya estado en la comisión de delitos monetarios y fiscales durante más de treinta años si no a banalizado el mal, si no se creía por encima de la ley, si no consideraba normal lo que hacía? ¿Como es posible que exministros como el señor Rato se hayan prestado a tanto despojo, a tanta mezquindad, a tanta sinvergüencería? ¿Y como es posible que desde las instancias del poder político, desde las instancias de las más altas magistraturas del Estado, se haya sido benevolente con ellos? Puede que porque han llegado a banalizar el mal. El mal no es tan malo, el mal es la norma, lo debemos asumir como viene, sin más, sin preocupaciones morales, el caso es prosperar materialmente, no dar cuenta, ocultar, defraudar, robar a manos llenas...

Cuando los ladrones de hayan ido -me resisto a creer que los ladrones sigan por más tiempo- el país podrá empezar una nueva etapa de su ya larga andadura como sociedad. Entonces podrán volverse a poner en valor la educación, la moral pública, la "virtú" de la que hablaban las mujeres y los hombres del Renacimiento; entonces nos habremos desprendido del asco, de la náusea, habremos salido al campo límpido de la mañana y podremos volver a respirar aire más o menos puro. 

L. de Guereñu Polán.

UNA MONARQUÍA BANANERA.



Recurriendo a cualquier fuente documental constatamos que el término “república bananera” es forma despectiva de calificar un país bien sea por su inestabilidad política o padecer un gobierno fraudulento o dictatorial. También tiene una acepción que se nos hace más próxima. La que refiere países empobrecidos, donde la corrupción es moneda corriente en los actos cotidianos, hay menosprecio a las leyes o las empresas  o poderes financieros foráneos dictan conductas a los gobernantes locales…Conviene no olvidar que cuando tal servidumbre política se produce e intenta paliarse aludiendo a hipotéticos cambios favorables o un presunto crecimiento económico, lo único que acontecen son problemas de toda índole.

Que muchas españolas y españoles lleguen a caer en la melancolía de sentir que moran en un país de tales características no parece difícil Cada mañana la ciudadanía se escandaliza con un nuevo caso de corrupción. Y lo hacen con el razonable temor de que el día siguiente pueda ser todavía peor…Se flagela el pudor de quienes consideran su país un espacio de dignidad y donde el estado de derecho preside la convivencia. Esa misma ciudadanía es consciente tanto  de que  las indignidades descubiertas pueden ir en aumento, que las tropelías no remiten, como que la impunidad acogerá bajo su manto a  cuanto canalla haya saqueado lo público y pisoteado los derechos del común.

Contemplar el elenco de mangantes que robaron en mayor o menor grado, por vía de ejemplo, el dinero de una entidad crediticia madrileña lleva al desánimo extremo… Solo el tango “Cambalache” podría poner letra a la canción triste de Bankia, donde representantes de la derecha, la izquierda, los sindicatos,  la patronal…se refocilaron en el lodazal de las tarjetas negras….Ciertamente no es justo decir que por extensión los partidos o sindicatos orgánicamente sean agentes activos del desafuero…Pero por omisión es grave su pecado. Las reacciones tienen diversos grados dentro de las líneas generales que condenan a los corruptos…Es de agradecer  no optaran por recurrir al sempiterno “y tú más” y la exoneración del propio ante el ajeno…

La corrupción es causa directa de la pobreza de los pueblos y suele estar en el origen de sus desgracias sociales. Genera una casta de adinerados espurios en un país duramente devaluado y empobrecido, pese a lo cual, sigue siendo saqueando. Una gran mayoría de las empresas más poderosas, por serlo, se siente ajenas en gran medida al esfuerzo tributario. Muchas grandes fortunas tienen a gala escurrir sus obligaciones con el fisco. Y cuando llega el caso, está un Ministerio de Hacienda tolerante que arbitra mecanismos para amparar regularizaciones lavando caras e intereses.  Cuando hay gente que pasa hambre, el paro no remite, la escolarización de los niños está en riesgo, los desahucios son el pan nuestro de cada día y los recortes sanitarios o el brutal abandono de las políticas de dependencia son ejemplo claro de la insensibilidad social de quien gobierna, una casta encanallada sigue haciéndose de oro sobre ese esqueleto andante en que no cejan en convertir España.

La organización Trasparencia Internacional nos indica que hemos caído 10 puestos en el ranking de 2013 en orden a la percepción de corrupción oficial. Estamos en un poco honorable lugar cuarenta, detrás de Botswana, Katar o Brunei… Hemos llegado a el de manos de los escándalos que afectan a organizaciones políticas, sindicales, administraciones públicas, estamento bancario o la Casa Real.  Asimismo gozamos el dudoso honor de haber sido el segundo país del planeta donde la percepción de corrupción ha crecido más en el periodo citado.

La justicia cuya buen hacer nadie se atrevería a poner en duda, condena con severidad a un peligroso delincuente que robo una gallina, a una perversa madre que utilizo una tarjeta de crédito que no era suya para comprar pañales y comida para su hijo, a una pérfida muchacha que sustrajo un móvil…Y sabe ser exquisita y benévola con el Sr. Blesa, el Sr. Undargarin, el Sr. Fabra, el Sr. Pujol,  el Sr. Rato, el Sr. Méndez López, el Sr. Gayoso,  el señor….Son muchos  los nombres en una interminable lista de probos ciudadanos, que apenas expoliaron entre todos, unos pocos cientos de millones, llevaron a la miseria a varios cientos de miles de ciudadanos, hundieron un parte sustancial del sistema bancario obligando a recatarlo  con decenas de miles de millones de dinero público y deterioraron quizás de forma irreversible una parte significativa del estado de bienestar.

Los ocupantes de la jefatura del estado, o sea el titular y la consorte, -tanto monta, monta tanto-, apenas se sabe de ellos más allá del papel rosa y sus actuaciones de conseguidores de lujo, pervirtiendo el estado de bienestar y de derecho. Convirtiendo el derecho de los ciudadanos a la salud en un capricho de cuento de hadas, en mercedes otorgados cuando son conquistas del pueblo. Por lo demás, radiantes en tales candilejas…

Dirigentes patronales estigmatizan que las mujeres se embaracen. Quizás debiera extirpárseles el útero a la firma del contrato laboral.  La Conferencia episcopal fustiga las mujeres que abortan y las leyes que consagran tal derecho. Algunas fuentes oficiales claman por la caída demográfica…Coros desafinados, aunque todos ellos, comulgan las mismas ofrendas y comparten la misma urna.

La toma del poder por la alianza de la oligarquía económica y la política más reaccionaria de los últimos treinta años, pivota sobre vida pública exhibiendo descarnada la corrupción y el lucro personal como objetivos. En una voladura descontrolada fenecen los intereses sociales y colectivos  víctimas de un negocio al que cínicamente sus protagonistas llaman política, prostituida a sus soeces apetitos...

Ser no será esta una monarquía bananera…Pero parecer se parece. Como una gota de agua a otra. 
Antonio Campos Romay

martes, 7 de octubre de 2014

Socialistas de Galicia y Cataluña: mal

Quisiera poder decir lo contrario convencidamente, pero creo estar en lo cierto a la vista de los acontecimientos. En el caso de Galicia proliferan los problemas internos en, por lo menos, dos provincias: Ourense y A Coruña. Mezquindades y pequeñeces, protagonizadas por personas hechas y derechas, empañan la labor de muchos años de esfuerzo por parte de otros que ahora ya no están, están pero no ven las cosas con optimismo e incluso los que, más jóvenes, están todavía en la lucha y el trabajo desinteresado.

En mi opinión hace tiempo que el Partido de los Socialistas de Galicia carece de un liderazgo capaz de conjugar tantos proyectos como son necesarios para Galicia, para los sectores sociales más necesitados y para dar soluciones válidas a problemas endémicos. 

En el caso de Cataluña ¿como es posible que la minoría socialista vote una ley manifiestamente ilegal y para la que el Parlamento catalán no está autorizado? Es la confusión máxima. El Secretario de los socialistas catalanes, visto el fracaso de su predecesor, habrá querido dar contento a la minoría nacionalista (?¿) que hay en el PSC. ¿Que sentido de la solidaridad es este que permite a los socialistas de Cataluña votar lo contario de lo que el PSOE ha establecido por los cauces democráticos y de participación más nítidos. 

Las encuestas dan resutados desalentadores para los socialistas de Cataluña, que es lo mismo que decir para todos los que nos reclamamos como tales. Creo que si no se vuelve a poner el acento en las políticas sociales, en contacto con los sindicatos, con las asociaciones progresistas, con los vecinos de los barrios marginados, con todos los que tienen una visión de la política y de la vida progresistas; si no se vuelve la mirada a tantos proyectos ahora abandonados para entrar en la vorágine de una dialéctica falsa (nacionalismo/no nacionalismo) el fracaso estará asegurado.

Para defender posiciones conservadoras y nacionalistas (de uno y otro signo) ya están CiU y el PP, cada uno en su campo. Para enmarañar toda la política, sean cuales sean sus socios, ya está ERC. Al Partido Socialista, de cualquier latitud, le corresponde hacer muy otra cosa: estar en los graves problemas sociales que afectan a parados, inmigrantes, ancianos, juventud, asalariados, minorías a las que nadie atiende. 

Volviendo a Galicia: ¿donde está la labor militante agrupción por agrupación, pueblo a pueblo, barrio a barrio? No se ven noticias de estas actividades, probablemente poque no existen. Se leen noticias sobre esta o aquella disputa de un exministro con el Secretario, de este alcalde con cierta militancia... Hay un caso particular, en Vigo, que clama al cielo: un alcalde que, teniendo la máxima influencia también en la agrupación socialista, permite y alienta que las asambleas internas sean manipuladas, se celebren con estruendo y hasta con escándado, dando pábulo a las fórmulas más antidemocráticas y denunciables. Lástima.

L. de Guereñu Polán.

sábado, 4 de octubre de 2014

ACTA PÚBLICA: TVG

A Lei 9/2011, dos medios públicos de comunicación de Galicia, foi promulgada o 16 de decembro dese ano. Tres anos máis tarde permanece bloqueada polo Goberno. O debate da lei foi precedido dunha Ponencia conxunta na Cámara que convocou en audiencia a 30 persoeiros para compartir as suas reflexións. No inicio do proceso, o portavoz popular expresaba que coa nova lei:“Mellorase a xestión, a independencia, a democratización dos nomeamentos, maior esixencia, reducción de custos, mellora do control”. Tres anos máis tarde semella que esos principios xa non son válidos para a Xunta, que amosa vontade de peor xestión, menor independencia, menor democratización, e sobre todo menor control.
Para qué serviron as comparencias do Consello da Cultura, de representantes doutras televisións, dunha ampla delegación da industria audiovisual, de xornalistas varios, mesmo do Colexio de Xornalistas, de catedráticos de universidade e diferentes expertos? Como ten acontecido na Comisión de Investigación sobre as Caixas de Aforro, paralisada por molesta, ou na Comisión de Estudo para a Prevención da Corrupción, paralisada por contradictoria coa acción do goberno, os procedementos participativos están servindo para lavar a imaxe do Goberno, máis pechado que nunca a calquera atisbo de pluralismo.
A lei vixente foi aprobado pola 80% dos votos do Parlamento. Un amplo respaldo, pouco habitual, para unha lei que debería de suponer a adaptación da RTVG ás necesidades da comunicación do século XXI. A pregunta é obvia. Ten algún sentido pactar algo con este goberno?. Ou máis xenéricamente, Serve para algo este Parlamento? Usurpada a función lexislativa en beneficio do goberno, afogada calquera iniciativa de diálogo constructivo, incumplidas centos de veces as obrigas regulamentarias do Goberno verbo da Cámara, como canle das demandas cidadás,o Parlamento é hoxe un muro das lamentacións ou campo de discordia permanente. Lembremos que o Parlamento existe para encauzar o conflicto social e ordenar as discrepancias.
A RTVG consume 90 millóns de euros procedentes dos impostos dos cidadáns. Cumple distintas funcións, pero incumple gravemente a primeira, ofrecer unha información veraz e plural. Non é o problema dos profesionais, sinon dos directivos, que limitan e cercenan a autonomía e probidade dos xornalistas, para ofrecer a visión sesgada da realidade que dicta a Presidencia da Xunta. Por eso o Sr. Feijoo non permite que a lei aprobada entre en funcionamento. Evoluir cara unha información plural, amosaría o traxe do emperador.
Repasemos o minutado dos últimos meses. Mes de abril, Feijoo aparece once veces máis que o Sr. Gómez Besteiro, dirixente do primeiro grupo da oposición. Mes de xuño, Feijoo aparece en pantalla nove veces máis. En tempo, 216 minutos, tres horas e media. Como en Cuba. Ademáis das numerosas novas dos Conselleiros e membros do Executivo, sempre baixo o prisma informativo máis favorable. As informacións sobre a oposición resaltan os aspectos negativos ou conflictivos.
A lei ten catro mandatos básicos:
-Aprobación do Mandato Marco, documento que establece as líneas de funcionamento da Radio e Televisión de Galicia. Ten que ser aprobado con maioría cualificada
-Aprobación pola Xunta dun Contrato Programa que debe garantir o financiamento da CRTVG para un período de tres anos.
-Consenso para designar a nova Dirección da CRTVG.
-Creación dos Consellos de Redacción na Radio e Televisión de Galicia.
Velaí as cuestións polas que o PP ten paralizada a aplicación da Lei. Porque pasa de televisión de partido e de instrumento de goberno, a televisión pública, ó servizo dos cidadáns.
Progresivamente, á perda de credibilidade, engadese a perda de audiencia. A Televisión galega está rexistrando os peores datos da sua historia, que empeoran cada mes. Unha televisión menos relevante, hiperpolitizada, ó servizo do partido Popular. Un modelo insostible. E por riba na franca ilegalidade.
José Luis Mendez Romeu