martes, 28 de abril de 2015

Los maestros de una época

Son ya muchos los trabajos que se han realizado sobre la depuración del magisterio durante la guerra civil española de 1936 y posteriormente. Dicha depuración no correspondió solo a los militares sublevados, sino también a las autoridades republicanas, pero en ello hay una diferencia fundamental y es la legitimidad: la República tenía derecho a depurar al magisterio que colaboró con los militares levantados contra la legalidad democrática; la dictadura del general Franco careció en todo momento de dicha legitimidad. ¿Como mantener en sus puestos a maestros, profesores de instituto y de universidad que se habían indisciplinado contra el Estado y estaban colaborando con los que se levantaron en armas?
 
En Galicia, en Cantabria, en Guadalajara y en el resto de Castilla-La Mancha, en Burgos y el resto de Castilla y León, en Valencia, en Huelva y Cádiz así como en otros territorios de España, los investigadores han encontrado y sistematizado los hechos, la legislación, las injusticias cometidas contra el magisterio español. En las zonas donde el gobierno republicano mantuvo su control durante los primeros años de la guerra también se cometieron brutalidades e injusticias, sobre todo por parte de los sindicatos y de otras organizaciones como comités, pero quizá quepa algún tipo de responsabilida al Gobierno al no haber sabido cortar esto a tiempo.
 
Han sido miles los maestros, profesores y, en general, funcionarios que fueron objeto de depuración por parte de las autoridades, muchos más durante la época franquista, pues la perduración en el tiempo hizo que los agravios e injusticias se prolongasen hasta bien entrados los años cincuenta del pasado siglo. De todas formas también las autoridades republicanas violaron principios democráticos fundamentales cuando exigieron confesar a los maestros y profesores a que partidos políticos pertenecían, a que sindicatos, a quienes habían votado, si habían ejercido cargos públicos y en nombre de quien...
 
El fenómeno es de tal gravedad que en no pocas ocasiones se juzgó a unos y otros maestros varias veces por la misma causa, de forma que existen casos en los que el encausado había quedado absuelto en la primera ocasión y condenado en la segunda. Consejos de guerra sumarísimos, sin garantías procesales, de acuerdo con una legislación aberrante porque incurría en el vicio de la retroactividad. Este es el caso de la Ley de Responsabilidades Políticas, dictada en febrero de 1939 para casos que habían tenido lugar con anterioridad (por supuesto también a partir de dicha fecha).
 
Algunos maestros fueron "paseados" y en esto no hubo distinción entre la España republicana y la sublevada (aunque en la primera nunca por orden de las autoridades). Se trasladó a muchos maestros, a otros se les destituyó, a otros se les privó de empleo y sueldo por varios años, a otros se les ultrajó; otros sufrieron penas de diverso tipo sin que quedara probada su "culpabilidad". Muchos apelaban y veían repuesto su derecho pero la mayoría no; incluso se dio en caso -en la zona republicana- en la que el Presidente de la Comisión Depuradora llegó a criticar las depuraciones hechas arbitrariamente con las siguientes palabras:
 
... de los maestros destituidos hay bastantes que han sido después movilizados y cumplen lealmente su deber militar... Otras son maestras ajenas a toda actuación política ... tachadas de un derechismo cierto y evidente, pero meramente devoto y superficial, impuesto por la corriente más generalizada. La verdad es que, salvo algunas muy raras excepciones, el Magisterio, cuerpo por todos reconocido como el más predispuesto a poder conseguir encuadrarle en un neto republicanismo... No se conoce documento alguno como este que haya salido de una autoridad sublevada. Muy al contrario, la depuración continuó después de la guerra hasta la náusea.
 
Así fueron asesinados cientos de maestros, religiosos (en el territorio dominado por la República) solo a partir de denuncias de particulares, por el celo excesivo puesto por parte del cura párroco, el comandante de la guardia civil o por rencillas incubadas hace mucho tiempo entre vecinos. Para colmo muchos de los casos de depuración del magisterio se entregaron -por parte de las autoridades sublevadas- a la jurisdicción militar, mucho más severa, formando parte de los tribunales personal que no tenía formación jurídica y que ignoraba los más elementales procedimientos garantistas. Las sentencias, en muchas ocasiones sumarísimas, es decir, sin capacidad para ser recurridas, llevaron a la muerte, a la miseria y a la vergüenza públicas a miles de maestros.
 
A algunos se les aplicó la ley de Vagos y Maleantes, a otros la de represión de la Masonería y el Comunismo; a otros en fin se les condenó a inhabilitación perpetua, sobre todo si habían colaborado con sindicatos obreros como la Unión General de Trabajadores o la Confederación Nacional del Trabajo. Las maestras -en realidad no hacemos distingos en este artículo- también fueron víctimas de la arbitrariedad y de la negación de los derechos más elementales, dándose varias veces la circunstancia -como en el caso de los varones- que se trataba de condenas por rebelión cuando lo que habían hecho es permanecer leales al Gobierno republicano democraticamente establecido. El mundo al revés: se había rebelado el que no se había sumado a la rebelíón militar. 
L. de Guereñu Polán.

lunes, 27 de abril de 2015

La burla de las compatibilidades

No es extraño que haya desafección de la ciudadanía hacia los cargos públicos si de vez en cuando salen sus corruptelas en los periódicos y la televisión, si compatibilizan los cargos de diputados y senadores con negocios privados y otras actividades profesionales, por las que cobran pingües sueldos que en modo alguno están justificados. Si por encima se trata de sueldos y retribuciones pagados por empresas que antes o luego han sido o van a ser contratadas por el Estado el escándalo es aún mayor.

¿Me van a decir a mí que un diputado o un senador (la mayoría tienen varios sueldos) no han de dedicarse a tiempo completo a sus responsabilidades públicas y van a poder dedicarse a otras remuneradas? ¿Donde se ha visto esto? (la pregunta es retórica, se ve en todas partes). Como yo, creo que muchos españoles conciben la política como una actividad que ha de llevar todo el tiempo a los que la ejercen profesionalmente: pueden ser llamados de día o de noche, en vacaciones o en cualquier ocasión. ¿Se puede concebir que un diputado diga que no está para asistir a tal reunión o atender a tal asunto? Si esto es así ¿como es posible admitir que un diputado, senador, alto cargo de la Administración y otros pueda recibir remuneraciones por actividades paralelas? 

El colmo es ya que las remuneraciones paralelas las reciba "oralmente", es decir, con los billetes en un sobre que no han de ser declarados a la Hacienda pública y por lo tanto no tributarán. ¿Diputados y senadores defraudando al fisco, no contribuyendo a la construcción de carreteras u hospitales? Pues sí, es moneda comúnn (valga la expresión muy apropiada en este caso). Quien dice de estos dice de los diputados de Comunidades Autónomas y otros cargos públicos como alcales, concejales "liberados", etc. La sinvergüencería ha llegado a extremos que se considera normal lo que debiera ser excepcional y condenable. 

Ni un solo gobierno se ha tomado en serio una ley de incompatibilidades que dignifique la labor de diputados, senadores y otros cargos públicos, es decir, que se dediquen "full time" a esas tan altas responsabilidades. Algunos diputados y senadores alegaban: "es que soy médico y me desacostumbro a operar"... pues opere usted gratis cuando sea reclamado por un hospital si tiene tanta pericia en el oficio. "Es que me desacostumbro de los códigos legales si no ejerzo de leguleyo..." pues defienda usted gratuitamente a sus inopinados clientes. "Es que tengo una empresa y le quiero sacar el máximo rendimiento..." pues deje usted el escaño para que otro le dé el máximo servicio a la ciudadanía. Y así podríamos seguir.

¿Es que podemos suponer que ser diputado o senador no llena todo el tiempo de los que ocupan dichas responsabilidades? ¿O son prebendas? Por eso tantas ausencias en los plenos y comisiones... se está atendiendo a otros negocios. Más del 70 por ciento de los diputados, según el propio Congreso, se dedican a negocios u oficios remunerados al tiempo que a su función pública. Insaciables. Mientras la política no esté revestida de la "virtú" de la que hablaron las mujeres y hos hombres del renacimiento no hacemos nada. Mientras no se barra de la faz de la política a los aprovechados que acuden a ella para beneficarse personalmente no tenemos nada que hacer, no hay futuro. 

¿Cuando vamos a escuchar de alguno de los partidos existentes, antiguos o emergentes, que una ley de incompatilidades será aprobada para que ejerzan sus funciones públicas solo los que quieran dedicarse a ellas sin otras miras? En esta cuestión no hay medias tintas: o se está con la honradez, con el trabajo comprometido y misional, con la austeridad de unos cargos públicos dedicados exclusivamente a ello, o de lo contrario estamos dejando una gatera monumental por la que se colarán mil gatos a un tiempo; gatos de esos que tienen un pelaje sospechoso de bochorno y de miseria a un tiempo.

L. de Guereñu Polán.

AS ELECCIONS MUNICIPAIS: UNHA NOVA OPORTUNIDADE PARA UNHA MAIOR DEMOCRACIA.

O meu moi querido amigo Xaquín Alvarez Corbacho (Catedrático de Facenda Pública na USC, agora xubilado) ven de publicar un libro (“Educación democrática ou barbarie”. Edicións LAIOVENTO) que considero debera seren de obrigada lectura tanto polos candidatos que se vaian presentar nas vindeiras eleccións municipais (24 de maio), como polos dirixentes políticos e mesmo  polos estudantes de Facultades como Políticas, Económicas, Dereito, Socioloxía, Filosofía….. sin esquecer aos propios membros dos medios de comunicación e opinión galegos –directores, xornalistas…- Unha recomendación que parte da consideración de que estamos diante dun manual que “educa en democracia”: algo que hoxe en día en Galiza, como en España, fai moita, moita falla.


Logo dunha análise minuciosa e detallada das balanzas fiscais dos concellos galegos durante o período  2004-2012, que lle permite atender un período que coñece en Galiza dous gobernos totalmente diferentes (PSOE-BNG e PP), Xaquín A. Corbacho apoiándose na súa gran formación fiscal e no coñecemento directo dos funcionamento dos concellos –fora alcalde de O Grove nas primeiras eleccións democráticas- é quen de nos informar que “a maioría dos concellos galegos non dispoñen por si mesmos dos recursos necesarios para atender os servizos e obrigas que por lei teñen encomendadas”.
Este déficit fiscal derívase tanto da propia composición dos instrumentos financeiros que constitúen as principais achegas dos concellos “impostos, transferencias, subvencións e débedas públicas” como do feito de que en Galiza os impostos non son o relevante que deberan seren xa que “sen ingresos tributarios relevantes o concello pasa a seren unha administración fallida”. Por outra parte un elevado peso das transferencias –incondicionadas- e das subvencións –finalistas- remata, como así demostran tódalas evidencias, xerando efectos perversos como, por exemplo, os que derivan do paternalismo ou do clientelismo políticos”.

Unha afirmación que X.A.C. apoia na evidencia empírica. Así i en canto a distribución dos recursos financeiros nos concellos galegos hai unha dobre realidade. Nas grandes cidades “os ingresos tributarios aproxímanse ao 60% dos ingresos totais, mentres as transferencias e subvencións representan o 30%”. En senso contrario, nos concellos pequenos, menores de 5.000 habitantes pero que supoñen o 64% do total –maioría nas provincias de Lugo e Ourense-, “as transferencias e subvencións móvense en torno ao 70% dos ingresos totais, mentres os ingresos por tributos propios representan de media o 26% do total”.  Unha situación contraria a que se da nos estados federais onde “as cifras de tributos propios oscilan entre o 50% e o 75% dos ingresos non financeiros do orzamento… e onde o segmento básico dos ingresos municipais son os tributos propios”. Incluso diferente as medias españolas xa que os concellos galegos “-datos do 2011- “manteñen o último lugar cando comparamos os ingresos tributarios totais, expresados en euros por habitante, coas cifras medias que teñen os concellos doutras comunidades autónomas”. Un feito que leva a que “os concellos galegos normalizados ou de doáda normalización son o 35% do total mentres os resto (65%) teñen dificultades crecentes ou problemáticas, a medio prazo, para acadar a súa converxencia e normalización tributaria”.

A importancia política desta realidade fiscal dos concellos galegos non se lle escapa a XAC nin a calquera que reflexione un pouco. Si na maioría daqueles (dous terzos) as transferencias –que son incondicionadas- e as subvencións –que son finalistas- constitúen o núcleo do protagonismo fiscal o risco de utilización partidaria das mesmas e moi alto. Un risco que as evidencias empíricas confirman. Así no estudio citado  autor comprobou que en relación as transferencias e subvencións deuse un reparto moi clarificador: “no ano 2004, cando en Galiza i en España gobernaba o PP, o reparto das subvencións amosa unha desigualdade evidente onde o nesgo partidario –neste caso favorable ao PP- descansa na tradición. No ano 2005, en que se celebran eleccións, en termos agregados as subvencións destinadas a municipios gobernados polo PP foron outra vez maiores que as recibidas polos concellos do PSOE, BNG e outros, cando as cifras exprésanse en millos de euros e tamén en euros per cápita. Pero ao comparar estas subvencións coa distribución igualitaria referencial os resultados repítense”. Unha distribución demostrativa do “fervor partidario”.

Pero, no exercicio 2006, cando gobernaron Galiza PSOE e BNG, deuse a volta a tortilla. “Os concellos do BNG e do PSOE son agora os mais beneficiados mentres os gobernados polo PP son os prexudicados, como tamén outros municipios”. No exercicio 2007 celébranse eleccións municipais e “cambia tamén o destino das subvencións. O primeiro cambio foi deter o seu crecemento agregado anual. O segundo cambio afecta ao BNG, que pasa a ocupar o primeiro lugar no reparto agregado e tamén nos distintos estratos de poboación”.

A evidencia empírica e a análise estatística da distribución por concellos das transferencias e as subvencións durante o período 2004-2012 reflicten, xa que logo, que amais de distribuirse dun xeito altamente desigual a nivel territorial tamén variaron segundo fora ou non ano electoral de xeito tal que “as relacións de clientela afloraron con xenerosidade en tempos de turbulencia electoral”. A nivel territorial a distribución foi totalmente partidista e por afinidade política –saíndo sempre beneficiados aqueles concellos que coincidían políticamente co goberno da Xunta de Galiza-. Para maior déficit democrático Xaquin A. Corbacho poido comprobar que o “Parlamento e o Goberno galegos non obrigan aos concellos beneficiados a que expliquen a oportunidade e rendibilidade social das subvencións otorgadas e financiadas en parte con tributación allea”.

En definitiva o traballo de XAC permite comprobar tanto como o actual sistema de financiamento dos concellos galegos non lle permite a maioría deles (case as dúas terceiras partes) atender os servizos e obrigas que por lei teñen encomendadas canto que dada a menor relevancia dos impostos son moi frecuentes i extendidas as prácticas de paternalismo e/ou  de clientelismo políticos. Situacións que xustifican que moitos concellos galegos se avalíen como administracións públicas fallidas.

Que moitos concellos galegos sexan administracións públicas fallidas non deixa de seren un grave déficit democrático para Galiza. As vindeiras eleccións municipais (24 de maio) ven poderían ser unha excelente oportunidade para que as forzas progresistas debateran sobre ese déficit e propuxeran solucións (algunhas atoparanas no libro citado e fan referencia a base económica dos concellos, a tutela urbanística, as novas plantas municipais, as Deputacións, a LRSAL 27/2013… ) que permitan aos novos concellos atender fiscalmente os servizos e obrigas que teñen encomendadas e que están moi relacionadas co chamado estado de benestar. Solucións, en definitiva, que permitan eliminar o paternalismo e o  clientelismo políticos tan arraigados en Galiza.


Manoel Barbeitos Alcántara

domingo, 26 de abril de 2015

Inmigrantes y refugiados

Que oleadas de inmigrantes van a seguir llegando al "primer mundo" parece no dudarlo nadie, y la prueba de ello es que cada país se arma con su política de inmigración más o menos aceptable desde presupuestos humanitarios. Las poblaciones quieren vivir, quieren escapar de la miseria y del hambre, y mandan a sus jóvenes -sobre todo- a buscarse la vida allí donde sea posible. Es mejor esto que el crimen sin miramientos.

La Unión Europea, a quien desde aquí he criticado varias veces por sus políticas indefinidas o nulas en materia internacional, se puede sentir orgullosa de que sea el espacio elegido por todos aquellos que escapan de la persecución política, de la tortura o de las medidas arbitrarias de gobernantes sin escrúpulos. Según leo en Eurostat más de 122.000 sirios han tenido que huir de su país para refugiarse en Europa, más de 41.000 afganos, más de 36.000 eritreos, pakistaníes, kosovares, nigerianos... Alemania y Suecia acogen a la mayoría, mientras que Italia sufre el doble problema de un número elevado de refugiados (más de 64.000) y una inmigración parecida a la española. 

De la misma forma que cuando se trató de combatir a la piratería en el Índico, la Unión Europea organizó una compleja patrulla naval para garantizar la pesca y la vida de los marineros en aquellas aguas ¿no es posible establecer este mismo método en el Mediterráneo (un espacio mucho más pequeño) para salvar a los que quieren llegar al sur de Europa en barcazas que no reúnen las mínimas condiciones y que les llevarán casi seguro a la muerte? Porque en esto demuestra una organización política (la U.E.) que tiene humanidad y defiende los derechos humanos. Las mafias que organizan estos temerarios viajes de inmigrantes encontrarían cortada su ventaja, porque las poblaciones engañadas serían devueltas a sus países en las condiciones debidas. ¿A que pagar a mafias que no van a garantizar el arribo a las costas europeas?

Ya se ha apuntado la principal política en esta materia: colaborar con los países que expulsan a su población emigrante para que encuentren acomodo en sus lugares de origen, pero ello es un reto a largo plazo, pues para que dé resultado la primera condición es que las oligarquías locales no sean las que administren la ayuda que pueda llegar a los países empobrecidos desde el "primer mundo". 

El caso de Siria es el más difícil de solucionar -en mi opinión- pues tan malo es que gobierne quien hasta ahora lo ha hecho como los que pretenden desalojarlo del poder. La extensión del "estado islámico" a territorio sirio complica aún más las cosas y las diferencias entre la U.E., Estados Unidos, Rusia y China sobre este asunto las hace imposibles. No queda otro remedio, pues, que seguir recibiendo refugiados en la Unión Europea a cualquier coste. Ahora se ve con meridiana claridad lo errónea y criminal de la política llevada a cabo por el Gobierno español del momento, junto con los máximos responsables de Estados Unidos y Reino Unido en Irak.

En cuanto a los refugiados que huyen del terror islamista, tengo la convicción de que uno de los regímenes más culpables de la actual situación -además de los terroristas- es el de Arabia Saudí, aliada de occidente solo para hacer negocios pero no para combatir al islamismo, que podría afectar a sus refinerías. La sociedad occidental no puede tener gobernantes que colaboren con Arabia Saudí sin exigir contrapartidas de fondo a cambio: una de ellas la democratización del sistema político, de igual manera que se ha intentado, con poca fortuna, en el norte de África. 

L. de Guereñu Polán.

viernes, 24 de abril de 2015

El patrimonio de la Iglesia

Lo de que la Iglesia católica no pague el impuesto de bienes inmuebles en España, además de que reciba del Estado varios miles de millones de euros cada año no tiene sentido desde cualquier punto de vista que se quiera analizar. La Iglesia es un Estado soberano con un pequeño territorio desde el siglo XIX y desde que se avino a reconocer al régimen de Benito Mussolini en 1929 mediante los Pactos de Letrán. 

Mucho antes, a mediados del siglo VIII en Italia, se había asentado el predominio lombardo, mientras que Bizancio había ido abandonando los territorios que mantenía en dicha península. Mientras esto ocurre, colaboradores del papa Esteban II redactan un documento sobre la "donación" del emperador Constantino a la Iglesia en el siglo IV, lo que se explica, en parte, porque en el siglo VIII todavía no se había reconocido la supremacía romana sobre la Iglesia. Era necesario un documento jurídico -falso o legal- que iniciase el proceso.

Aquel documento fue completado con falsificaciones llevadas a cabo en el siglo IX sobre las grandes colecciones canónicas, que pretendían asegurar la independencia de la Iglesia frente al Estado carolingio. A la muerte de Carlomagno en 814, los obispos se impusieron pero terminaron legando el poder al papa, heredero, por lo tanto, de la obra de Carlomagno. Así están las cosas cuando el emperador germánico Otón intenta restaurar la autoridad imperial y, como Carlomagno, no quiere ser emperador de los romanos (principalmente) sino de los francos, pretendiendo una paridad con Bizancio. Será Otón III el que se instale en Roma y considere a Italia como parte esencial del Imperio.

A partir de este momento (finales del siglo X) se inicia la época en la que los reyes no aspiran a hacerse emperadores, por lo que a la cabeza de la cristiandad aparece solo el papa, por eso más tarde, en el último cuarto del siglo XI, Gregorio VII intentó liberar a todas las iglesias del dominio temporal. Emprendió la centralización romana y la refundición administrativa, lo que harán del obispo de Roma el Soberano Pontífice (un título pagano). A la formulación doctrinal del Estado pontificio contribuyó Pedro Damián, que en el siglo XI consideró al Estado como "el instrumento providencial de represión de los malvados y de los impíos". Considera al Estado -al poder secular- como uno de los innumerables servicios destinados a colaborar en la salvación de las almas. 

Cuando el feudalismo se desarrolle como sistema, el cual era contrario al derecho romano defendido por la Iglesia, esta sabrá sacar partido de aquel obteniendo ventajas económicas de las diversas monarquias, en las que no están las de la península Escandinava, Frisia e Irlanda, pues escaparon a la influencia feudal. Cuando el feudalismo dé al traste con el Estado concebido por el derecho romano, los papas ya serán lo suficientemente poderosos como para dejarse arrastrar: el Estado pontificio estaba formado, tenía una base territorial que durará hasta el siglo XIX, una superestructura jurídica y cuadros con formación superior a los de cualquier monarquía del momento: obispos y monjes. La legitimidad de ser la depositaria del cristianismo en occidente, lo que era aceptado por todas las monarquías, hizo el resto. 
 
A base de concordatos y otras medidas diplomáticas (en ocasiones simples usurpaciones) y en España los acuerdos con el Estado de 1979, la Iglesia sigue manteniendo privilegios que son a todas luces contrarios a un estado moderno y a la más elemental justicia. 
 
L. de Guereñu Polán. 

miércoles, 22 de abril de 2015

Las venas abiertas

Sería a principios de los años ochenta del pasado siglo cuando el diputado socialista José Vázquez Fouz me regaló, en dos tomos, el libro de Eduardo Galeano, "Las venas abiertas de Amérida Latina". Quedé espantado tras su lectura. No solamente por el realismo del estilo y el fondo de la obra, sino por la verosimilitud de la misma, en época postcolonial y colonial (incluso precolombina), pues se traslucía el sustrato de los pueblos amerindios desde hacía siglos.

Después de escribir esta obra Galeano podría no haber escrito nada más, porque era más que suficiente para dejar el testimonio de una vida. A finales del siglo XVIII el franciscano Juan Ramos Lora fue destinado como obispo de Mérida-Maracaibo, en la actual Venezuela. Maracaibo era entonces un centro político y administrativo importante y el obispo citado se las tuvo que ver con un clero acostumbrado a maniatar a la población indígena, a vivir licenciosamente (lo de menos) y a abusar de lo que se le pusiese delante.

Ambato y Riobamba, ciudades del centro de Ecuador, sufrían los terribles temblores de terremotos consecuencia de la placa del Pacífico y hubo que reconstruirlas, para lo que se contó con la maestría del francés Bernardo Darquea Barray, que hizo de estas ciudades modelo de urbanismo racionalista e ilustrado.

Al tiempo la Iglesia dominaba las regiones de lo que actualmente es Perú, tanto en inmuebles como las instituciones. La minoría criolla se aprestó a desamortizar aquellas tierras y propiedades, como se hizo en Argentina, Venezuela, México, Bolivia y otras "provincias". Al sur de Perú, lejos de la costa, se encuentra Juli, la primera misión jesuítica en América, aunque quizá los dominicos llegaron antes. Los jesuitas llegaron solo comenzar el último cuarto del siglo XVI. Cerca del lago Titicaca aún se encuentra allí la iglesia de San Pedro, con su aspecto macizo, su torre rematada en cúpula y sus dos cuerpos en la fachada, tipicamente barrocos. Cerca, las pequeñas casas en la ladera, el lago en su inmensidad y la iglesia de Juli, con su fachada lateral destacando sobre la horizontalidad del edificio aladrillado y rojizo. Hoy la población, a poco más de 16º sur, todavía conserva la fisonomía de la misión jesuítica en cuadrícula, con calles trazadas a cordel, con manzanas regulares y la plaza de Armas en el centro. A casi cuatro mil metros sobre el nivel del mar, el clima es soportable gracias a la altura. 

Más tarde los británicos practicaron la esclavitud en América no por racismo sino por razones económicas, lo que luego llevó al racismo. Hay especialistas que defienden que gracias a la explotación de la mano de obra esclava se acumuló el capital que llevaría a la revolución industrial inglesa, sobre todo en Bristol, Liverpool y Glasgow. Para la práctica del esclavismo se llegaron a elaborar una serie de leyes que justificaban la esclavitud y ello dio ocasión a una crueldad extraordinaria. Cuando la esclavitud fue abolida no intervino el humanitarismo, sino la decadencia en la que había caído dicha práctica, pues eran más rentables otras formas de explotación.

La esclavitud, sin diferencia de religiones ni moral, se había extendido en América: el esclavo era una mercancía muy valiosa y el dominico Tomás de Mercado trató éste asunto en su obra "Suma de tratos y contratos". Se trata en esta obra de la "ética de la empresa", no de la ética sobre la esclavitud, que no se cuestiona. Los moralistas y juristas de la época podrán condenar que se trate mal a un negro o a un indio, pero no van a cuestionar, al menos de una forma radical y clara, la esclavitud misma. Mercado consideró que el comercio de esclavos era lícito (en la legalidad no entró porque era evidente que las leyes lo permitían), y quizá en ello influyó la práctica portuguesa, que anticipándose al comercio de esclavos por la experiencia de sus navegantes en las costas de África, no sería oportuno que Catilla se quedase atrás. Aunque España no participó en el comercio de esclavos negros en la medida en que sí lo hicieron Portugal, Gran Bretaña y Holanda, Floridablanca, bien avanzado el siglo XVIII, llegará a acuerdos con las autoridades portuguesas para establecer una base esclavista en el golfo de Guinea.

Pero llegó el momento de los levantamientos, como el caso del cacique Leandro Sefla, que se las vio con las autoridades españolas para que parasen la entrega masiva de indios mitayos a los hacendados. La palabra mita es quechua y significa "turno". Se reclutaba a los indios temporalmente para trabajar en obras de interés público, y ya existía en época inca, pues muchos indios mitayos trabajaban forzadamente para la máxima autoridad del imperio andino. El trabajo era forzoso y continuó durante la dominación española, pero lo más costoso para el indio era el ser trasladado fuera del área por él conocida y con la que estaba familiarizado, desraizándose de sus seres queridos. Muchos hacendados, a la altura del siglo XVIII, se aprovecharon de los indios mitayos para hacer sus fortunas.

De estas y otra muchas otras cosas habló Galeano en su obra. Ahora yace muerto y nos ha dejado una lección imperecedera para quienes tengan por norma pasar por la vida dejando algún poso de humanidad con el resto de sus semejantes. 

 L. de Guereñu Polán.

lunes, 20 de abril de 2015

OS BENEFICIARIOS DA MUNDIALIZACIÓN NEOLIBERAL

“Cando o petróleo se encarece o prezo do combustible sobe como un foguete, pero canda baixa o prezo do combustible faino como unha pluma” (CNC)


As grandes empresas de combustibles son un claro exemplo das vantaxes que a mundialización neoliberal  ten para as mesmas. A liberalización, privatización e desregulación que impón este tipo de mundialización permitelle a estas empresas obter unhas ganancias  extraordinarias. E para demostralo tomemos por caso as tres principais petroleiras que operan en España (REPSOL, CEPSA e BP), empresas privadas que nalgún caso, e non fai moito tempo, erán públicas (REPSOL-YPF).
Como é ben sabido a doctrina neoliberal –pois deso se trata: hai que teren fé para creela- predica que a privatización, liberalización e desregulación dos servizos favorece ao consumidor xa que ademais de facilitarlle mais opcións de compra –pode elixir o producto que mais lle guste- favorece a competencia quen a súa vez provoca a caída dos prezos o que volve a favorecer aos consumidores especialmente os de rendas medias e baixas.
Pero, vexamos que sucede na realidade. Empecemos por coñecer a evolucion do precio do petróleo principal materia prima. Si durante os derradeiros anos o precio do barril de petróleo mantivouse entre os 110 e os 115 dólares, en xaneiro deste ano baixou aos 46 dólares para logo “estabilizarse” entre os 50 e os 60 dólares –a metade do prezo que tiña ata fai ben pouco!!-. Non vou agora a entrar a explicar as razóns desta baixa tan grande posto que non hai coincidencia nas distintas teses manexadas polas fontes mais solventes. Simplemente sinalar a relevancia do dato: o prezo do barril do petróleo baixou a metade.
Parecería xusto esperar –segundo o argumento neoliberal- que esta importante baixa no prezo do petroleo tivera a súa correspondente baixa no prezo dos productos derivados como por caso as gasolinas e os gasóleos favorecendo, xa que logo, ao consumidor. Pois non, non sucedeu eso: si ben é certo que os prezos destas materias primas baixaron fixerono en moitísima menor proporción que no petróleo. As gasolinas sen chumbo baixaron un 13,5% a de 95 e un 11,9% a de 98, mentres os gasóleos o fixeron un 14,8% o A e un 13,9% o A+.
A conclusión resulta evidente: digan o que digan as petroleiras –a suba dos impostos, a depreciación do euro fronte a dólar, a situación en Oriente Próximo…- a baixa no prezo do cru suponlle incluso maiores ganancias relativas. Algo que resulta posible grazas ao ferreo control que teñen sobre os prezos dos combustibles derivado tanto da súa condición de oligopolios como do seu poder de influencia no goberno español.
Que está pasando eiquí?. A resposta está nun informe da CNC (Comisión Nacional da Competencia) do ano 2009 –que dorme nalgún caixón dalgunha mesa nalgún ministerio- no que xa se facía un duro e xustificado ataque ó funcionamento do mercado español de distribución de carburantes pois se cando o petróleo se encarece  o prezo dos combustibles sobe como un foguete, cando aquel baixa estes non o fan ou fano á velocidade dunha pluma. Non resulta extraño, xa que logo, que os prezos dos combustibles  antes de impostos estean en España moi por riba dos prezos nos estados europeos da nosa contorna tales como Francia, Alemana ou Gran Bretaña.
A realidade, tal e como decía, é que a situación de oligopolio do sector –que derivou, non nos esquezamos, do proceso de privatización, desregulación e liberalización do mesmo- permitelle as principais petroleiras (REPSOL, CEPSA e BP) pactar prezos e subilos por riba do que sería a evolución normal do mercado.  Para a citada CNC esta falta de competencia no sector (oligopolista) “xunto coas estratexias dos operadores e a existencia de barreiras á entrada e á expansión nos mercados de distribución por xunto e polo miúdo ten como consecuencia unha escasa presión competitiva sobre as empresas participantes”. Escasa presión competitiva a que tamén contribúe a inhibición do goberno español –antes o PSOE agora o PP-.
O control que este oligopolio (REPSOL, CEPSA e BP) ten asemade sobre a rede polo miudo de distribución permite que se dea un maior custo de aprovisionamento de carburantes en España que na maioria dos estados da nosa contorna o que impide, ou cando menos desincentiva, a entrada de outros operadores por xunto (AGIP, GALP,SHELL, CHEVERON..) e polo miúdo minguando así a competencia.
Un oligopolio que a súa vez ten un enorme poder e influencia na actual rede de oleoductos (CLH: Compañía Loxística de Hidrocarburos que funciona en forma de monopolio) da que estan ausentes o resto de operadores (CHEVRON, ESSO…) tal que, segundo a propia CNC, da lugar a unha restricción da competencia no mercado polo bruto de carburantes.
En definitiva, e segundo co argumento da CNC, “a integración vertical” –oligopolio- “das tres empresas” –REPSOL, CEPSA e BP- “con capacidade de refino” –as tres contan con refineiras en España- “traslada a concentración na actividade de refino ó resto dos mercados: distribución polo bruto, servizos loxísticos e distribución polo miúdo”. Unha integración que se vira acentuada como consecuencia do proceso de liberalización do sector iniciado nos anos 80 (exactamente no ano 1985) nos que aquelas pasaron a seren propietarias únecas da rede de estacións de servizos (EESS) do antigo monopolio estatal.
En definitiva o proceso de liberalización do sector dos hidrocarburos rematou coa constitución dun oligopolio –REPSOL, CEPSA e BP- que monopoliza (100%) a capacidade de refino en España i é maioritario tanto no almacenamento (42%) como na distribución polo bruto (35%) e polo miúdo (65%).
Cabe agora preguntarse se ese proceso de liberalización do sector favoreceu a competencia beneficiando así ao consumidor como argumentaron os seus defensores. A resposta é clara: como demostran tódalas evidencias os prezos dos combustibles nas diferentes gasoliñeiras non se fixa de xeito competitivo por mor dunha estratexia comercial do sector facilitada pola súa condición de oligopolio. Unha condición que –segundo a propia CNC- víuse favorecida polo proceso de liberalización do sector realizado nos anos 90.
O mercado español de hidrocarburos é un paradigma das falsedades do fundamentalismo do mercado –o neoliberalismo-: a privatización, a liberalización comercial e a desregulación so favorece as grandes empresas. A ensinanza é que “os mercados non son perfectos” e que sen un papel activo do goberno os consumidores saen sempre perdendo.


Manoel Barbeitos Alcántara.

domingo, 19 de abril de 2015

La pena por haber pecado



Cuando yo era niño me tomaba muy serio la confesión al sacerdote de todo aquello que se consideraba pecado por el temor que tenía a la condenación eterna. Con tanta minuciosidad relataba mis pecados (normalmente elegía confesores distintos) que el cura me solía mandar parar ante el sinnúmero de trastadas cometidas. 
 
A mediados de los años noventa me lamenté en una ocasión ante un diputado socialista, que había sido también concejal del Ayuntamiento de Vigo, por los casos de corrupción en los que el Partido Socialista había incurrido, a lo que dicho personaje me contestó: ¿Qué corrupción? Era la consigna que se les había dado a todos: que negasen la mayor. 
 
Recuerdo el caso de la financiación ilegal del Partido Socialista, los delitos cometidos por el delegado del gobierno en Euskadi y del gobernador civil de Guipúzcoa en la lucha contra ETA, los casos Urralburu y Otano en Navarra, algunos casos más o menos graves en la Presidencia de Puertos, el caso Extraco en Galicia, el de algunos socialistas en Ibiza (corrupción urbanística), el caso Unión en Lanzarote, la “operación Pretoria” en Cataluña, un delito electoral en Melilla, el “chivatazo a ETA” y quizá el más importante de todos (aparte multitud de casos de corrupción en Ayuntamientos y Diputaciones) de los expedientes de regulación de empleo en Andalucía. Sindicalistas del PSOE enriquecidos sin cuento, consejeros de empresas públicas y privadas cobrando rentas ilícitas, otros contribuyendo a hundir entidades financieras por no tener ni idea, con el solo objeto de obtener un pingüe sueldo e influencia social, alcaldes que calificaron terrenos para contentar a este o aquel especulador y obtener, de esta forma, algún tipo de financiación deplorable. No he querido ser exhaustivo. 
 
Son los pecados del Partido Socialista (y no me refiero al caso GAL porque se hizo mucho para su eliminación) que ahora le impiden tener un discurso libre de culpas ante la enormidad de la corrupción en el Partido Popular.
 
¿Qué sería si el Partido Socialista hubiese sido fiel a la ética centenaria de los que creyeron en el proyecto regenerador de sus fundadores, de los que dieron su vida por el ideal, de los que sirven como referencia para seguir teniéndolo como una opción necesaria en el país? Pues que ahora se encontraría reforzadísimo ante la legión de delincuentes que gobiernan desde España hasta el Ayuntamiento más pequeño. El Partido Popular, en mi opinión, nació para defender los intereses de las clases pudientes y de la España tradicional, pero para eso consideró que los métodos no tenían límite: el ya fallecido Fraga sabía muy bien que este había sido el comportamiento de las derechas en todos los tiempos; falseando elecciones, comprando voluntades, por medio de la coacción y el delito, contando con la colaboración de policías y jueces cuando ello fue posible, teniendo como guardia pretoriana a la patronal y a la banca más corrompidas.
 
Nadie puede pedir que en una familia, máxime si se trata de una tan numerosa como un partido político, no surjan manzanas podridas, pero el Partido Socialista, desde los años noventa, cayó en una pendiente que no era propia de él a lo largo de su dilatada historia. Hubo voces que advirtieron y no fueron escuchadas. Esa pendiente le llevó a varias simas para las que no hay justificación posible y ahora, con justicia aunque algo de oportunismo, se le compara con el Partido Popular en materia de corrupción. Sé que no es lo mismo, pero sé también que este Partido Socialista no es en el que me embarqué con la ilusión de un niño y el empeño de un miliciano.

He pensado que puede que pasen décadas antes de que el Partido Socialista vuelva a pasar de los seis millones de votos en unas elecciones generales. ¿Habrá otras fuerzas políticas que puedan colaborar con él para lo mucho que queda por hacer? Nunca he visto el futuro más incierto.

L. de Guereñu Polán.
 

Magnum crimen

Pavelic y Stepinac, colaboradores durante la segunda guerra mundial.
El libro publicado por el sacerdote católico Victor Novac, en 1948, sobre la complicidad del clero croata con el régimen fascista de Ustasa durante la segunda guerra mundial, ha sido siempre motivo de gran controversia. El libro es la tercera parte de una trilogía y en él se aborda el comportamiento de la Iglesia católica en el Imperio Austro-húngaro, ya que Croacia formó parte de él hasta 1918, y luego en el reino de Yugoslavia, del que también formó parte Croacia. 

Quienes han estudiado el libro de Novac y los hechos que en él se narran, no han llegado a un acuerdo definitivo, pero es cierto que no todos han seguido una metodología histórica rigurosa. El nacionalista Tudman, fallecido hace unos años, no aporta datos suficientes para que su versión contraria al libro tenga visos de credibilidad. Desde el campo del periodismo también se ha juzgado al libro de Novac de diferente manera; algunos consideran -por la fecha en que fue publicado- que influyó en los enjuiciamientos tras la guerra mundial y otros admiten una clara complicidad de la Iglesia católica con el nacionalismo croata y con los crímenes cometidos por los diferentes regímenes desde el siglo XIX hasta 1945 contra minorías, particularmente la judía y la gitana.

Lo cierto es que el libro fue escrito por un sacerdote católico en un momento de madurez intelectual y después de servir a la Iglesia durante muchos años. Por otra parte, las responsabiliades del arzobispo Stepinac y del dirigente de Ustasa, Pavelic, ya han sido demostradas incontrovertiblemente. 

No es el único país, Croacia, ni el único estado, Yugoslavia, donde una Iglesia ha pretendido encarnar la identidad nacional: en la España de Franco tenemos un ejempo que coincide en el tiempo con el de la Ustasa de Pavelic; es más, la ideología difusa de Franco, que primero se apoyó en la fascista Falange, en la gran patronal, sobre todo agraria, en la Iglesia y siempre en el ejército, derivó hacia un régimen autoritario y católico por definición, es decir, no se trata ya de que la mayoría de la población española fuese católica, sino que el régimen se definía como tal y actuaba identificando al Estado con la Iglesia romana. Otro tanto podemos decir, por lo menos desde el siglo XIX, del caso irlandés, y de Polonia en lucha contra el régimen comunista impuesto tras la segunda guerra mundial.

Lo que diferencia al caso croata es la extremosidad con la que se empleó parte del clero católico, sobre todo por la influencia de su jerarquía, en la persecución y exterminio de judíos, serbios y gitanos. Los crímenes cometidos por la Ustasa no tienen nada que "envidiar" a los de la Alemania nazi, a no ser que en Croacia nunca se llevó a cabo una "solución final", pero ello porque el régimen del país quizá nunca tuvo la capacidad organizativa que dio a Alemania el Partido Nacional Socialista. 

Stepinac fue considerado culpable de crímenes muy graves, a pesar de su condición de arzobispo, y condenado a 16 años de prisión que no cumplió sino en una pequeña parte. Pavelic encontraría refugio en la España de Franco, único país donde se sintió a salvo -además de en Argentina, provisionalmente- y en aquel país murió.
 
L. de Guereñu Polán.

martes, 14 de abril de 2015

Otro 14 de abril


La mejor manera de honrar a todos los que lucharon y participaron en el mantenimiento democrático de la II República española, no es loarla permanentemente, sino aprender de ella viendo donde estuvieron sus errores, sus excesos y las dificultades que no pudo superar.

Nacida de forma pacífica (como la I República) ante el vacío de poder dejado por la declinante monarquía de Alfonso XIII, resultado de una voluntad manifestada en las elecciones municipales de abril de 1931, la II República, sin embargo, cometió errores que hoy, con perspectiva, estamos en condiciones de ver mejor. Uno de ellos fue el trato (ataque dicen otros) que se dio a la Iglesia católica al impedirle adquirir bienes, la prohibición para ejercer cualquier industria o actividad comercial, al igual que la enseñanza.

¿A que esto? ¿No podría la Iglesia, como cualquier otra asociación –y así la consideró la Constitución de 1931- realizar las actividades que cualquier otra persona física y jurídica? Claro que se puede entender el anticlericalismo republicano que ya se había manifestado con católicos tan fervientes como Canalejas, pero una cosa es entender y otra justificar. La Iglesia había cometido tantos abusos a lo largo de los siglos, se la veía por amplios sectores tan arrimada al poder político y económico, tan entrometida hasta en la vida privada de las personas, que era lógico un anticlericalismo que las autoridades republicanas nunca convirtieron en violento.

Ya hay historiadores que han explicado el error que representó la extensión de los estatutos de autonomía a toda prisa, cuando los problemas del país estaban en otro lado: crisis de 1929, el mundo agrario, la división en el ejército, el auge de los partidos fascistas, el desorden público practicado por unos y otros… Como los nacionalistas habían estado en el Pacto de San Sebastián tuvieron prisa en que se cumplieran los compromisos allí adquiridos y creo que se equivocaron.

Manuel Azaña, en sus “Causas de la guerra de España” confiesa que el principal baluarte que se enfrentó a la República española fue la Iglesia, con su legión de obispos y propagandistas, empresarios y partidos católicos, curas en cada rincón de España, desde los púlpitos, incardinados como estaban en la sociedad civil.

Pero la República declaró en su artículo 1º, mientras nobleza y ricachones ponían los ojos a cuadros, que “España es una República democrática de trabajadores de toda clase”, igualó a los españoles ante la ley, permitió la descentralización del Estado, se proclamó la renuncia a la guerra como instrumento de política nacional, incorporó a su derecho positivo el Derecho internacional de la Sociedad de Naciones, eliminó el gasto que suponía el mantenimiento del culto y del clero, estableció la libertad de conciencia, secularizó los cementerios y estableció principios de responsabilidad en las altas magistraturas del Estado para que nadie pudiese escapar al control público.

Luego vino la realidad: una clase trabajadora enfebrecida que se lanzó a la calle y cometió atentados injustificados (aunque en cierto modo comprensibles), una patronal que se empeñó en defender solo lo suyo, los obispos empeñados en defender “los derechos de la Iglesia”, algo que nunca había establecido el primitivo cristianismo, el tradicionalismo se armó, los carlistas clamaron, los fascistas se organizaron aprisa y buscaron aliados internacionales, la mitad de los militares –los menos preparados profesionalmente- se levantaron contra el juramento de acatamiento a la legalidad republicana, la que se habían dado a sí mismo los españoles, y vino la gran hecatombe que alimenta todavía las conciencias de los que tienen, por lo menos, más de cincuenta años. 

L. de Guereñu Polán. 




UN NUEVO 14 DE ABRIL


Todo atado y bien atado. El viejo verdugo que agonizaba ahogado en vómitos sanguinolentos en la cama de un hospital, mantenido vivo de forma artificial y horrorosa para atar los cabos sueltos de su siniestra dictadura y los intereses de los personajes de la misma, podía cerrar satisfecho los ojos.  Su hoja de ruta quedaba atada y bien atada.  La finca que había usurpado durante décadas iba a serle entregada a otro Borbón, el que le salió a el de sus narices (es eufemismo). No al parasito que mataba el tiempo en Estoril, entre whisky, conspiraciones palaciegas y viajes en yate, unas veces lamiendo las botas al militar africanista  y otras revistiéndose de demócrata…El mismo que se presentó en la frontera en 1936 para unirse a la Gloriosa Cruzada sin conseguirlo por los recelos que despertaba. Que felicitaba al mando fascista por cada triunfo sobre el gobierno legítimo del pueblo español. Y que nunca, –ni unas sola vez abrió la boca para ello-, denunció la represión salvaje o intercedió por el pueblo que estaba siendo torturado y asesinado.  Nada nuevo en los Borbones… Su pariente, el felón Fernando VII, felicitaba a Napoleón en su exilio dorado en Bayonne,  por sus victorias sobre los españoles que por el combatían en la península…mientras hacía carantoñas al invasor y pedía emparentar con la familia Buonaparte o Bonaparte, que tanto da. 

El elegido, bronca familiar incluida, fue uno de sus hijos…al parecer el menos listo…el otro recibió un tiro de pistola que se lo llevo de este mundo en una tarde aciaga a manos del menos listo en lo que se calificó de desgraciado accidente. El africanista estableció como dogma,  que España era inmadura para elegir su jefe del estado… y así siguen las cosas, sometidos 46 millones de ciudadanas y ciudadanos a minoría de edad,  con el aplauso lacayo de las fuerzas dinásticas que representan hoy el conservadurismo y sectores de la socialdemocracia. Algo que tácitamente tampoco  aparenta interés para una fuerza emergente que afirma no ser de derechas ni de izquierdas. U otra que se presenta como la facción remozada de una carcomida derecha. Ambas soslayan el tema de la forma de estado, en un caso limitándose a declaraciones con la boca pequeña y en el otro ni planteándoselo siquiera.

El traidor a España y a la Republica, el que la entregó a especuladores y ladrones, (algo que no es solo de ahora),  a la sacristía y la ignorancia, (los conservadores actuales  siguen en ello),  y la sometió a los años de plomo, ordenó, mandó e hizo saber,  que España, su predio, era para la familia de los Borbones. Para ese “borboncito” a la vez,  faldero y perrito faldero, que  le rió largos años las gracias en El Pardo. Para el, y para su descendencia…Algo que quedó claro más allá de las veleidades de Carmen la Asturiana, conocida de forma coloquial como La Collares, la ávida urraca, terror de joyeros y comerciantes. Su nieta se quedó sin corona y al poco sin marido…Por lo que se sabe, ni una cosa ni la otra parecieran causarle mayor pesar…

Por la gracia de Dios y de su representante entre los vulgares mortales, el paticorto general con voz de flauta y siniestro talante, España es una monarquía que lleva grabado en su lomo,  “propiedad de los Borbones”...Atada y bien atada la corona en las sienes de un tambaleante Juan Carlos, en su relamido hijo, en su nieta y en lo que venga y convenga…en el siglo XX…el XXI…como una negra pesadilla, que bien  pudiera ser,  Odisea en el espacio de los feudos hispánicos….

 En pleno siglo XXI, que la Jefatura del Estado sea ajena a la  voluntad popular ofende el sentido común, la razón, la inteligencia y la democracia. Solo se explica cómo materialización,  y prolongación del capricho de quien de forma criminal un 17 de julio de hace casi 80 años asesino la primavera democrática nacida un 14 de abril de 1931...

Un día si otro también, los medios de comunicación se hacen eco de la escasa honorabilidad   de los miembros de la familia que heredó la finca del dictador. Familia donde la única  transparencia, es que sepamos las tallas de sus zapatos, al publicarse que uno de ellos se dedicó a gorronear a una empresa, zapatillas deportivas para todos…. Su amor a España se manifiesta por alcobas y palacetes, excusiones cinegéticas, -en un todo incluido y gratuito-, pistas de esquí, competiciones de vela o en su copioso aprecio por el fruto  de nuestras mejores viñas… Una  monarquía que a pesar del mantra con que se inunda a la opinión pública,  ni es barata ni austera….Y mucho menos, ejemplar… Solo el denodado esfuerzo para camuflar partidas de gasto en los distintos ministerios, patronatos y agencias, evita se conozcan las cifras reales de los dispendios desmesurados que comporta. Y cuando se habla de su gran soporte de la Marca España, lo primero que nos ruboriza es que la más privilegiada amistad, hermandad, afinidad, o “corinaje”, sea  con monarquías opacas, arcaicas, satrapías que pisotean los derechos de la ciudadanía y en especial de la mujer,  de las que botón de muestra podrían ser  Marruecos, Arabia Saudí, Qatar etc.

“Os tempos son chegados”….lo dice el Himno de Galicia…El cambio de ciclo es imparable…La España de pandereta debe quedar sepultada en un periodo constituyente que sea la segunda parte del de 1978, que fruto del momento histórico, hubo de afrontar grandes cortapisas y aceptar serias claudicaciones. Lo que no pone en solfa lo mucho de positivo logrado a pesar de ser tiempos donde la bóveda de acero no era el menor de los problemas.  Pero ha llegado ya el momento en que con mano firme se cercenen las últimas ataduras del fascismo y post-fascismo.  Es la hora de construir un futuro distinto. Con el bagaje del camino andado, navegar en mar abierto hacia un nuevo escenario. Con gentes y políticas distintas. Recuperando la ética, los valores civiles y los derechos ciudadanos. Reivindicando una comunidad de ciudadanas y ciudadanos, donde el primer valor, el valor supremo,  sea la ciudadanía.  Es la hora del III REPUBLICA.

¡VIVA LA REPUBLICA!
Antonio Campos Romay

lunes, 13 de abril de 2015

IL DULCE FAR NIENTE


“Cando unha economía está débil, moi débil, hai que atacar cunha forza arrolladora” (CAIDA LIBRE. Joseph E. Stiglitz)

A analise dos actos de goberno de Alberto Nüñez Feijoo dende que este é presidente da Xunta de Galicia (abril 2009) confirma que aquel actúa mais como se fora o “consul” nunha república bananeira que o presidente de Galiza, unha comunidade europea nunha fondísima crise. Tódalas evidencias apuntan a que o goberno de Feijóo axudou a que Galiza afondara aínda mais na recesión económica ao tempo que esta se facía mais prolongada (as fontes oficiais –INE- dinos que Galicia foi a comunidade autônoma española co menor rexistro de crecemento no 2014: 0,5%). A. Núñez Feijoó colocóu a Galiza cunha débeda pública moito maior, cun sistema bancario menos eficaz e solvente, con un estado de benestar aínda mais precario, cunha economía productiva indefensa -diante dos retos presentes e futuros- ao tempo que claramente mingoante e con un número de familias no umbrá da pobreza maior que nunca xamais na democracia.
Estas evidencias confirman que a xestión de A. Núñez Feijoo, nunha mezcla de incompetencia política e ideoloxía neoliberal, pode calificarse como “il dulce far niente” fronte a grave crise financeira e global. Vexamos os feitos:
En política fiscal a xestión da Xunta de Galiza presidida por A. N. Feijoó ven marcada polo “austericidio” oficial.  Por unha parte asistimos a uns recortes sucesivos e relevantes do gasto público (un 28% total que supon un recorte de mais de 3.300 millóns de euros: non contamos as operacións financeiras) que afectan maiormente aos servizos públicos e con especial saña a atención sanitaria, o ensino e a dependencia, precisamente os servizos públicos que mais precisan as clases populares galegas. Ao tempo, e no que se refire ao financiamento estatal das autonomías, A. Nuñez Feijoó mantivo unha postura política de claro servilismo ao goberno español (PP) con consecoencias nefastas tal e como demostra o seu comportamento no CPFF (Consello de Política Fiscal e Financiera)  no que fai por caso ao reparto do déficit onde aceptou o chamado “reparto a carta” do que Galiza saíu claramente perxudicada. Ao mesmo tempo este goberno negouse dende sempre a avanzar na vía de posibles novos ingresos fiscais –mediante unha loita decidida contra a fraude fiscal, cambios nos impostos sobre o patrimonio e de sucesións no caso das grandes fortunas, revisión do imposto de sociedades, cambio nas SICAV….- para así non tocar os intereses dos galegos de rendas altas. Recortes no gasto que nembargante non foron quen de rebaixar a débeda púbica: si cando A.N.F. entrou no goberno da Xunta de Galicia a débeda pública ascendía a 4.850 millóns de euros agora está en valores moi preto dos 10.000 millóns –o doble- Todo un éxito para quen se felicita asi mesmo por gran xestor.
En política monetaria a actuación desta Xunta de Galiza foi “modélica” de tal xeito que vimos a seren a úneca comunidade autonoma entre as historicas que nos quedamos sen Caixas de Aforros cando antes tíñamos dúas (Caixa Galiza e Caixa de Vigo) que xuntas recollían non menos do 50% dos depósitos dos galegos e concedían mais do 50% dos créditos. A solución final –a compra polo venezolán Banesco- supón amais dunha grande perda patrimonial e de moitos postos de traballo que se vai producir, sen xénero de dúbidas, unha nova emigración do aforro galego ao exterior e unha maior dificultade de acceso ao crédito por parte tanto das economías familiares, como das pequenas e medianas empresas por non falar dunha crecente desconfianza cidadán no sistema bancario galego. Magnífica xestión Sr. Feijoó!. E que decir do seu comportamento diante dos desafiuzamentos –unha media diaría de 7 familias- e dos preferentistas galegos que non dan recuperado o seu diñeiro –uns 20.000-?: “il dulce far niente”.
En política de rendas seguramente que o comportamento mais mezquino e repudiable de Nuñez Feijoó e o seu goberno foi o mantido con as familias galegas pobres con fillos        -18.000 en Galiza segundo os datos mais fiables- cando chegou a negar a súa existencia      –logo  tivo que recuar diante das evidencias-: “il dolce far niente”. O mesmo en relación aos traballadores desempregados que deixaron de percibiren a prestación contributiva e os pensionistas con  pensións de miseria. Por non falar da súa indolencia para potenciar –coordinadamente coas organizacións sindicais e as asociacións de empresarios- unha política de rendas en Galiza. E a emigración dos/as mozos/as polo alto desemprego xuvenil?: “os/as mozos/as galegos/as non emigran por falta de oportunidades senón para formarse” subliña a Xunta de Galiza. Sin mais comentarios.
Finalmente, e como mostra indiscutible deste “dolce far niente” está a súa postura diante da grave crise de sectores productivos galegos relevantes: sector alimentario –a críse do sector leiteiro, as dificultades de Pescanova…-, o naval  con solucións dignas de calquera comedia bufonesca –como por caso o regalo do asteleiro Barreras a Pemex…-, automoción,  confección  textil…  O millor que se pode dicir é que a Xunta de Galiza carece dunha política industrial capaz de, cando menos, frear a constante perda de riqueza e de empregos.
Por estas razóns o balance destes cinco anos de goberno dunha Xunta de Galiza presidida por Alberto Núñez Feijoó non pode ser mais negativo: Galiza está hoxe seguramente moito pior que cando estoupou a crise e non hai evidencias de que as cousas vaian a cambiar a millor no curto e no medio prazo.
I é que o actual goberno galego amais dunha indiscutible incompetencia ignora os problemas reais de Galiza. Así, e a nivel macroeconómico, ignora que Galiza ten un gravísimo problema de demanda interna global. Unha crise tal que requeriría, como decíamos ao principio, que a Xunta de Galiza “atacara cunha forza arrebatadora” empregando políticas fiscais e monetarias expansivas que, incluso no marco actual e coas limitacións coñecidas, son posibles ou cando menos son opostas as que aplica este goberno galego que ten como estratexia política “il dolce far niente”. E así nos vai!.
Nun próximo texto tentare de explicar e xustificar, as políticas que debera teren adoptado a Xunta diante da grave crise económica en que se atopa Galiza.


Manoel Barbeitos Alcántara.

viernes, 10 de abril de 2015

Caciquismo antiguo y moderno



En las islas antillanas, cuando llegaron los europeos, había unos caciques que se habían impuesto para nombrar a los jefecillos de cada una de las comunidades indígenas. Tanta fortuna hizo la palabra y el oficio que los españoles se los trajeron y proliferaron los caciques, sobre todo a partir de que el liberalismo permitió el sufragio, por muy restringido que este fuera. Aquí el cacique fue aquel que conseguía favores y otras prebendas por vías no administrativas, generalmente de forma abusiva e injustificada. Los caciques fueron esenciales para falsear las elecciones durante más de un siglo.
 
En 1858, en la provincia de Ciudad Real, unos terratenientes se dirigieron al vicario eclesiástico para pedirle que todos los labradores y braceros pudiesen ser obligados a trabajar en domingo “sin incurrir en pecado mortal”. Salvada la conciencia mediante el vicario, valía la explotación obrera un domingo u otro. Un factor casi inherente al caciquismo histórico ha sido la religión (entiéndase en su sentido concreto, como coerción) pues mediante ella se desmovilizaba a todos aquellos opositores a los caciques: podrían pecar por estar en contra de la autoridad, por muy informal que esta fuese.

En muchas diócesis españolas la sede del obispo era el centro donde se preparaban las cacicadas más notables para favorecer a los candidatos conservadores, a los terratenientes, a las damas de la alta sociedad que daban limosna a la Iglesia, a los gobernadores civiles y a los alcaldes iletrados. Así se falsearon las elecciones desde el trienio que empezó en 1820 hasta que un dictador las eliminó de cuajo en 1923. Una población iletrada, la falta de garantías de intervención, la coacción, la amenaza (sobre la honorabilidad pueblerina, sobre el puesto de trabajo, sobre el favor prometido…) eran caldo de cultivo para todo tipo de tropelías desde el poder.

Hoy el caciquismo es más sutil y se vale de la tecnología: se miente mil veces en las redes sociales para que cunda la idea de que las cosas son como se dicen y no como son; se emplean los medios públicos de comunicación (sobre todo las televisión) a favor del Gobierno; desde ella se descalifica al contrario sobre todo si se presenta como látigo de costumbres muy perniciosas y que han dejado malherido al país; se sigue utilizando torticeramente al Gobernador del Banco de España para que ensalce la acción del Gobierno, a los alcaldes afines para que inauguren obras que no están terminadas, comprando literalmente a unos y otros mediante sobres con dinero, poniendo aquí al agente electoral y quitando al que muestre el más mínimo sentido crítico sobre la realidad.

El Partido Popular ha heredado lo más granado del caciquismo clásico pero ha aportado no poca sabiduría al moderno: el mismo Presidente del Gobierno tiene a una buena nómina de familiares y amigos en diversos puestos políticos y administrativos sin más mérito que el de estar relacionados favorablemente con aquel. Las prácticas en los Ayuntamientos gobernados por el PP han venido a recalificar terrenos para favorecer a los nuevos terratenientes (los urbanos) con el fin de que hagan suculentos negocios, parte de cuyos beneficios deben engrosar las arcas del partido que gobierna España en estos momentos; las Diputaciones provinciales son una verdadera lacra de corrupción y de favoritismos, sobre todo si están en manos de verdaderos maestros del caciquismo antiguo y renovado.

Antiguamente capellanes, sacristanes, coadjutores, correveidiles, sicarios y demás tropa unían sus esfuerzos para impedir que un candidato republicano, socialista o malquerido accediera al escaño o a la silla edilicia; ahora se utiliza al Consejo General del Poder Judicial, al Gobernador del Banco de España, a instituciones neutrales en beneficio de aquel que –por haber bebido en las ubres del veteranísimo Fraga- sabe bien como ingeniárselas para tener engañado a medio país y procurar prorrogarse en el cacicato mayor del reino.

L. de Guereñu Polán.

ADIOS MIGUEL…ADIOS AMIGO…


MIGUEL MARTÍNEZ LOSADA…nacido en 1946….Un gran amigo y un gran coruñés de 68 años que nos abandona… Un químico que se licenció como tal en la Universidad Complutense de Madrid… Durante tres años de su vida profesional trabajo en la empresa Down Chemical ...Posteriormente mediante oposición ingresaría en la función pública, en el Instituto Nacional de la Seguridad Social, cuerpo adscripto al Ministerio de Trabajo.

Militante durante décadas del Partido Socialista de Galicia-PSOE, desempeño en el mismo diversas responsabilidades orgánicas : Secretario General de la Agrupación Socialista de A Coruña,  miembro del Comité Nacional Gallego, miembro de la Comisión Ejecutiva de Galicia. Fue  concejal del Ayuntamiento de A Coruña en el periodo 1983-1987 desempeñando entre otras responsabilidades la Tenencia de Alcaldía de Seguridad Ciudadana. Al tiempo fue portavoz del Grupo provincial socialista en la Diputación de A Coruña. Representó al PSdeG-PSOE en el Consello de Administración de la TVG (1984-1986). Fue desde 1986 a 1987 gobernador civil de Pontevedra, ciudad donde labró grandes amigos y el afecto y respeto de muchos ciudadanos y ciudadanas, ejerciendo sus funciones con prudencia y eficacia. Participó en el gobierno tripartito de la Xunta de Galicia como Conselleiro de Traballo desplegando una activa labor.  Posteriormente seria diputado del Parlamento gallego por la circunscripción de Ourense. Corona su largo servicio a la administración primero como Director del Centro de Seguridade e Saude Laboral entre el año 2005 y el 2008 y posteriormente como Director del Instituto de Segurade e Saude Laboral de Galicia (Issga).

Son unos trazos breves que reseñan algunos hitos profesionales y políticos. Pero entre ellos, se desliza lo transcendente, el hombre, el amigo, el compañero. La persona afable, racional, precisa…El hombre que sopesaba seriamente las decisiones antes de tomarlas. Respetuoso con el contrario y siempre discreto. Riguroso en todos los aspectos de su vida. Amante del dialogo frente a la confrontación.

Tras de sí deja grandes vacíos…en su familia desde luego, Marili su esposa,  sus hijos Juan, Iñaki, Urko…sus nueras y nietos chiquitos, que eran su alegría y orgullo. Pero también entre los amigos que compartíamos su presencia en la Fundación IEPS, en la tertulia de los jueves…en la creación de Contraposición-Republica de las Ideas…su etapa de Director de la Revista Criterios –res publica…Llegados a este punto no es posible dejar de evocar a otra gran amigo y caballero ejemplar que se nos fue…Eduardo Rego…

En pocos meses se aceleró el desenlace que hoy nos conmueve…aunque pareciera que fuese ayer su última presencia en la tertulia y cena posterior cuando se despedía de todos y caminaba ya con cierta dificultad…Previamente con toda lucidez había debatido del estado federal, de la situación política en orden a la corrupción asfixiante, u otros temas que la actualidad impusiese. En torno a una mesa en la que se agrupan gentes con largo recorrido y en el más de los casos,  en el “camino de vuelta”, su voz era escuchada con atención e interés…

Miguel se jubiló año y pico por encima de la edad reglamentaria…Justificaba su  prolongación de la vida activa, "Me siento con fuerzas y además me gusta el trabajo que realizo, tengo una serie de proyectos y estoy en alguna comisión científica a nivel nacional". Esto lo decía en el diario La opinión de A Coruña, añadiendo: "Hay gente que tiene clarísimo que se va a jubilar y que no va a trabajar ni un día más y otra que admite la posibilidad de continuar trabajando". Continuaba  diciendo Miguel en dicho diario, “cuando  comencé  a trabajar, hace ahora 40 años, la percepción que se tenía de la jubilación era muy lejana y se veía como algo decadente".  "Entiendo perfectamente a la gente que dice que ni un día más, porque yo también en mi vida extra laboral tengo aficiones que voy llevando y que en caso de jubilarme me llenarían mucho tiempo, pero en este momento en principio la idea mía es mantenerme". "En mi casa están encantados, todo el mundo lo ve como normal y deseable porque no me imaginan en casa".  En cuanto al aumento de la edad de jubilación, como experto en la materia consideraba dificultoso aplicar la medida a todos los trabajadores porque hay actividades muy diferentes”.

Un hombre cargado de vitalidad e ideas se ha ido. Truncando sus sueños de jubilación y truncando su entrañable presencia a los que la compartíamos en este medio.  Solo nos queda que nuestro afecto, y nuestro cariño te acompañe allá donde estés.

Adiós Miguel…adiós amigo…«Sit tibi terra levis» …. «Que la tierra te sea leve»

José María Barja Pérez – Antonio Campos Romay – Estanislao Koska Fernández