Es el titulo del poema de una maestra
republicana, Doña Ángela Figuera
Aymerich. Una mujer con la entereza propia de las mujeres de la época, que
cuando da luz a su hijo en diciembre de
1936 en medio de los bombardeos que azotan Madrid, manifiesta
imperturbable…”nace con salvas, como los reyes”… Su poema alude a los
centenares de miles de españoles, mujeres, hombres, niñas, niños, ancianas,
ancianos, que sin más patrimonio que la angustia y el sabor amargo de los
ideales vencidos, se lanzaban a cruzar fronteras y mares en busca de cobijo y
amparo.
Se
van arrojados al vacío, victimas de la inquina y conspiración de terratenientes, usureros y especuladores, caciques casposos
de la monarquía caída, sacristías obscenas
y militares de mil derrotas
acumuladas desde Rocroi… Solo victoriosos sobre su propio pueblo….Gentes que
humilladas y acosadas serpenteando caminos, dejando muchos bajo lapidas
perdidas, sus huesos de heroica resistencia…
Persecución,
odio, intolerancia exterminio... Éxodo…Exilio... Hoy, tal como ayer, se
desangra por los caminos de Europa huyendo horrorizado del crimen y de la
violencia…Huyendo del terror desatado por las mentes criminales que abrieron la
Caja de Pandora armando el terrorismo islámico en Afganistán para yugular el
avance del país hacia un principio de modernidad, por el grave pecado de contar
en ello, con apoyo soviético…Las mismas manos criminales, alcahuetas de siniestros
intereses de latifundistas del petróleo, buitres encorbatados, cuyas manos de
cuidada manicura rezuman sangre y codicia paranoica. Razón única para
desestabilizar toda una región con cinismo gansteril…Farsa hipócrita cuya
indignidad se supera al hablar de armas de destrucción masiva o al verter lágrimas
de cocodrilo cuando se destruyen yacimientos arqueológicos, borrando
brutalmente las huellas tenues que nos unen a nuestro pasado mas lejano. Burla perversa,
que impúdica habla de “Libertad duradera”, “Libertad para Irak” o el “Eje del
Mal”…
Viajan
como lo hicieron nuestros compatriotas…Entre desprecios, abusos, rencor,
insolidaridades, desconfianzas y mucho dolor…Vacíos de esperanza aunque
persistan soñar futuros…Frente a ellos peor que las alambradas, las
concertinas, los muros o los métodos represivos, se alzan las amnesias
criminales de pasados próximos y las almas encanalladas que se muestran ajenas al
drama más severo que acosa a la Humanidad en general y a la Unión Europea en
particular, en lo que va de siglo.
Una
amnesia que adormece los sentimientos de Europa y que no nos es ajena…Cabe
recordar el ostracismo en que se dejó por distintas administraciones españolas
el recuerdo de personajes como el general D. Lázaro Cárdenas, presidente que
fue de la Republica mejicana, nunca honrado como merece. El presidente Cárdenas,
en una Europa cicatera y sumisa ante la prepotencia nazi, abrió con toda
generosidad los brazos de esa republica norteamericana (definición geografía usurpada
como sinónimo por EEUU) al éxodo de los que lucharan por la democracia y la
libertad frente al ejercito alemán e italiano (nazis y fascistas)
y los golpistas locales.
El
éxodo, el exilio, la expulsión del hábitat natural, la condena al desarraigo, la
exclusión de las raíces, el desamparo, el confinamiento en el olvido de la identidad,
es uno de los más crueles trances a que puede someterse al ser humano. Perder
la ciudadanía propia para convertirse en moradores incómodos en espacios
ajenos. Y con ello también asumir que la
condición de exiliado genera en quien la padece cierta sensación de culpabilidad,
por el hecho de estar vivo cuando otros están muertos.
Esa
Europa presuntamente unida, que quiso ser de los pueblos y que terminó en manos
de los traficantes, donde el humanismo cedió paso al mercantilismo y la
especulación, olvida los sucesos que la conmovieron y desgarraron sus entrañas
en las cinco primeras décadas del pasado siglo. Los que acuciaron recurrir a un
modelo de entendimiento que hoy se está desvirtuando…Ignora un pasado que quedo
atrás en un recodo de su historia, que aun esta a tiro de piedra. Y al hacerlo,
la obligada sensibilidad y compromiso.
La
Europa de los mercados es incapaz de modular respuestas. Ni desde la
solidaridad, ni desde el sentido común. Ni tan siquiera desde el pragmatismo. Y
mucho menos tiene arrestos para desenmascarar la patología delictiva que
engendró los sucesos virulentos que hoy padecemos. Una Europa en estado
catatónico que todo lo más, se observa con alarma el ombligo…Mientras, el Mare
Nostrum se convierte en Mar de Muerte. Los sátrapas y reyezuelos se sienten
seguros… Y casi toda África se debate entre
el saqueo sistemático y el genocidio…
.
Una mujer corría,
Jadeando corría.
Tropezaba y corría.
Con un miedo
macizo debajo de las cejas
Y un niño entre
los brazos
Corría por la
tierra que olía a recién muerto,
corría por el aire
con sabor a trilita,
corría por los
hombre erizados de encono
Miraba a todos
lados…
Queria detenerse.
Sentarse en un
ribazo y con su hijo menudo.
Sentarse en un ribazo y amamantar en paz
Pero no hallaba
sitio.
No encontraba reposo.
No lograba la
pausa sosegada y segura
que las madres
precisan.
Ese viento
apacible que jamás se interpone
entre el pecho y
el labio
Buscaba cerca y
lejos.
Buscaba por las
calles,
por los jardines y
bajo los tejados,
en los atrios de
las iglesias…
Por los caminos
desnudos y carreteras arboladas
buscaba un rincón,
sin espantos…
Un lugar aseado
para colocar una cuna
Y corría y corría
Dio la vuelta a la
tierra
Buscando.
Huyendo.
Y no encontraba
sitio.
Y seguía corriendo
Y el niño
sollozaba débilmente,
crecía débilmente
colgado de su
carne fatigada
ANGELA FIGUERA
AYMERICH.
Antonio Campos Romay