La sabiduría del pueblo llano tiene fórmulas explican
eventos que la “ciencia demoscópica” no comprende, en estos casos es de
aplicación lo de: Los árboles no dejan ver el bosque, este es uno de esos casos.
Yo no comparto los análisis que se felicitan de
unos resultados y situaciones sociales “porque se ha frenado a la extrema
derecha”. Un par de razones, la primera lo de “frenar” no es aplicable a unas
fuerzas que han ganado espacio político y presencia institucional, y segunda porque
la derivada es que, como consecuencia de esos resultados, solo son viables los
gobiernos más conservadores cuyos programas evolucionan hacia medidas muy
retrógradas.
Vamos, que la filosofía del “virgencita, virgencita
que me quede como estoy” (otro dicho fruto de la sabiduría popular), no puede
darse por válida para las víctimas del austericidio, propiciado con la disculpa
de una crisis a la que han propuesto como solución, única, el recorte de
derechos y medios, los mismos que son autores intelectuales de esa crisis.
Profundicemos un poco, cuales son las características
comunes de los actuales partidos extremistas, me niego a aceptar el
calificativo de populistas, que merece una aplicación más noble).
Una, y solo aparentemente principal, un nacionalismo
más propio del tribalismo arcaico: Holanda para los holandeses, Francia para
los franceses, Finlandia para los auténticos finlandeses, etc.; como todo
tribalismo deviene en racismo rancio, extremado y trufado con integrismos
religiosos, e incluso odio inter-clases del que llega a participar la clase
media.
Dos, anti europeísmo, consecuencia lógica ya que
el proyecto de Unión Europea, creación que tuvo y aún tiene como
primer objetivo salvar a la propia civilización europea del colapso, al que se
vio abocada por las continuas guerras entre vecinos, que intentaban imponer su
religión, su supremacía racial o los intereses de su clase dirigente, al resto
de europeos, lo que está en la base filosofía de toda tribu, el devenir histórico ha demostrado
que es falso que los jefes de tribu se conformen con su propio territorio, e
intentan depredar en el del vecino siempre, la U.E. es el antídoto a la propia
esencia de nacionalismos trasnochados.
Y tres, contradictoriamente con sus posiciones públicas, todos estos
movimientos dependen, en mayor o menor medida, de los apoyos de dos actores
externos: Los EEUU de Trump y la Rusia de Putin, y no solo en apoyo político, ya
que en muchas ocasiones es claro el apoyo financiero, mediático e incluso
mediante acción directa (como el hackeo de redes sociales), contradiciendo así
su publicitada, hasta la nausea, característica de soberanía nacionalista.
Y ahora profundicemos también en las consecuencias de estos fenómenos
sociales, propiciados por las prédicas que los dueños de los grandes medios de
comunicación social, los mismos que son dirigentes de las grandes corporaciones
financieras y especuladoras, que exprimieron tanto a los ciudadanos de a pie
que dispararon una crisis que estuvo a punto de obligar a reformas profundas
del capitalismo imperante y que reaccionaron así para evitar pagar la factura
de sus actos.
Primera, un importante daño en la credibilidad de las fuerzas
progresistas, entre ellas las socialdemócratas, que propugnan una convivencia
en la que todos los ciudadanos, y no solo los de las clases más altas, sean
beneficiarios de la riqueza producida por todos. Segunda, una situación de
enfado permanente y progresivo de la capa, cada vez más amplia de los perdedores
y agraviados y el temor creciente de la amplia clase media a sumarse a esa
capa. Y tercera, el nacimiento y crecimiento, en ese caldo de cultivo, de las
fuerzas que proponen como solución los valores y actuaciones que fueron útiles a
los dirigentes en situaciones de siglos atrás, para entendernos la regresión a
la tribu como ámbito de seguridad.
En ese contexto sí que se entiende que amenazado el ciudadano con las
penas del infierno tribal, considere un alivio el purgatorio neoliberal.
Por cierto, aprovechando la situación, nos han hecho creer que las
directivas y demás normativas europeas, elaboradas con una relación de fuerzas
muy favorable a las fuerzas más conservadoras y retrógradas son irreversibles y
no modificables, con una relación de fuerzas diferente en el Parlamento y
Comisión europeos, más progresistas y sin modificar los Tratados, también
mejorables con unas relación de fuerza más progresista, en el conjunto de los los
gobiernos de los estados miembros de la U.E.
Isidoro Gracia
No hay comentarios:
Publicar un comentario