viernes, 19 de enero de 2018

DEL ESTADO DE BIENESTAR AL ESTADO VOMITIVO.



 Cada día que pasa se acumulan  las razones para indignarse, flotando en nuestro cotidiano como excrementos en un sanitario. En esto se está convirtiendo la “política” degradada. En sinónimo de indignidad. La política que amen de ejercicio noble es substancial  para construir desde el entendimiento y la democracia, fórmulas para la convivencia y  la organización de la sociedad.
La degradación intelectual de la política, corre en paralelo con el escaso brillo de sus actores. La pobreza discursiva se acantona en la injuria, la bronca, el demerito del contrario, alimentándose de una retórica histriónica casi siempre frondosa en contradicciones. La devaluación de la  práctica política se evidencia en el paulatino aceptar como normal la indiferencia ante los referentes éticos, jurídicos y políticos necesarios para la existencia de una sociedad democrática,
Es imposible escuchar un informativo que no muestre la putrefacción del sexenio negro. Robo sistemático, expolio continuado, procesos electorales que cabe colegir adulterados por financiaciones corruptas de campañas electorales, extorsiones y chantajes, desprecio absoluto a la ciudadanía… Y la manía compulsiva del ladrón disfrazado de político de permitirse dar lecciones de ética y de austeridad a los que son saqueados.
La derecha en el poder en el sexenio negro, insolidario y casposo, tras apropiarse de la Constitución como arma de guerra,  tiene orgasmos continuadas con el articulo 155 pero es ágrafa ante el Titulo I. “De los derechos y deberes fundamentales” que refiere entre otras cosas, “la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social” o el Capítulo III. De los principios rectores de la política social y económica, donde el art. 50 es taxativo, “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad”...  
Es infame la chulería de un sujeto de ínfima catadura moral, “Rato”, prepotente, grosero y desafiante en una comisión de investigación parlamentaria…Retando a sus señorías ufano de sus desafueros e inmoralidades y de su aportación decisiva a quebrantar el sistema financiero del país. La imagen desagradable de macarra de discoteca, pero con bufanda de Pierre Cardín.
Es procaz la indecencia de la diputada “Villalobos” que escupe en la cara a los pensionistas afeándoles por vivir… Que ofende la inteligencia de los futuros pensionistas con recomendaciones a que ahorren de sus salarios, en su gran mayoría muy  por debajo de los 1000 euros,  para un fondo de pensiones… Luego da como solución…2 eurillos al mes de ahorro para llegar a un  final holgado en la jubilación… Insolencia y desvergüenza casi insuperable…Lo dice, “su señoría”,  que lleva más de treinta años mamando de las ubres del Estado. Su sesuda aportación es  trabajar hasta los 80, pues ella está “divina de la muerte” pese a sus duros trabajos bostezando y dormitando por los escaños del Congreso, jugando con la Tablet (con cargo al erario público) al Candy Crush, o con el móvil ( con cargo al erario público)… Llamando tontitos a los discapacitados o diciéndole a “su” chofer, "Vamos, Manolo" "¡Venga, coño!" "¡Al final “el mío” va a ser el último!”… Este esperpento de la política nacional, es…oh milagro…presidenta del Pacto de Toledo… la Comisión para dictaminar sobre el futuro de las mismas.
Es repugnante asistir el énfasis de poner en solfa a quienes pretenden hacer política desde Bruselas, mientras desde el palco del Sevilla FC y desde el salón de casa en esa ciudad “que tiene internet y telefonía”, se da por bueno que el Ministro del Interior y su Director General de Tráfico   dirijan (es broma) la estrategia ante una nevada que colapsa a miles de viajeros más de 15 horas en la autovía de entrada a Madrid. Es ridícula la autoridad moral de un presidente de gobierno que se pasa la mayor del tiempo escondido tras un plasma, denunciando a otro político que pretende hacer lo mismo.
La justicia destripa un día si otro también la corrupción que ahoga a la derecha más conservadora,  española y catalana, mostrando que la zarandaja el “España nos roba” o que “Cataluña roba a España” es un sinsentido…Son ellos, unos y otros, las facciones que componen esas derechas, enfundados en su patriotismo de pandereta y sus banderitas,  los que roban a los españoles. Se han ido cargando el estado de bienestar incipiente para entregarlo en rodajas y privatizaciones a compadres y amiguetes… La última, perdón, la penúltima muestra, el saqueo a las arcas públicas de 2.000 millones  de euros para rescatar autopistas privadas fantasmagóricas, de nula utilidad, cuya quiebra llenará los bolsillos “de amiguitos de alma”.
Es lamentable que el escaso perfil laico del Estado este cada vez más sometido a   mediatización confesional. La religión implicada con el poder temporal dejó a lo largo de la historia una dolorosa estela. Y en nuestro país, con más agudeza si cabe.  Se violenta la indispensable separación que garantice la armonía ciudadana  y la equidad en el tratamiento de las diversas confesiones. D. Antonio Machado lo anticipa con pluma acerada… “Esa España inferior que ora y bosteza, vieja y tahúr, zaragatera y triste; esa España inferior que ora y embiste, cuando se digna usar la cabeza”…
El estado vomitivo y sus paladines siguen campando a sus anchas…mientras, por las esquinas algunos forofos cantan hasta reventar las venas del cuello… y viva España… Y las movilizaciones sociales más virulentas…se producen en los estadios de futbol para reclamar las decisiones arbitrales...
Pues eso,… que viva España…La suya… la que dolía a Machado, de mañana efímero
La España de todos,... “la España del cincel y de la maza, con esa eterna juventud que se hace del pasado macizo de la raza. Una España implacable y redentora, España que alborea con un hacha en la mano vengadora, España de la rabia y de la idea”….  La que si se merece un VIVA muy fuerte, anda dando tumbos y está hundida en la zona oscura de su historia. 

 Antonio Campos Romay

domingo, 14 de enero de 2018

Deshaciendo mitos

Enrique H. Botana
A pesar del entusiasmo del que se suele hablar cuando se proclamó la II República española en abril de 1931, para el caso de la provincia de Pontevedra, como para otros, los resultados hablan de una participación levemente mayoritaria (algo más del 52%) en las elecciones para las Cortes constituyentes de ese año. De un total de 144.396 electores, ejercieron el derecho al voto 75.364, según los datos que figuran en el Archivo de las Cortes españolas.

El candidato más votado fue Emiliano Iglesias con 53.738 votos (Federación Republicana Gallega), seguido de Enrique Botana (53.037, del Partido Socialista), Alejandro Otero (50.411, del Partido Socialista) y J. Poza Juncal (50.114, Federación Republicana Gallega). Con menos votos fueron elegidos los socialistas J. Gómez Osorio (44.001) y Eugenio Arbones (44.293). M. Varela Radío (48.504, FRG), Bibiano Ossorio Tafall (48.260, FRG), Laureano Gómez Paratcha (43.512, Derecha Liberal Republicana), José López Varela (21.544, Partido Radical), Alfonso R. Castelao (19.551, galleguista) y R. Salgado Pérez (19.139, Partido Radical). Se eligieron, en dicho año y convocatoria, 12 diputados.

Emiliano Iglesias fue un republicano federalista que formo con A. Lerroux el Partido Radical, que a la postre gobernaría la República en el bienio conservador (1933-36). Gallego de nacimiento, anduvo por varias provincias de España con su actividad política, pero como todo republicano sin más definición, podía vérsele en este bando o en el otro. Terminó siendo embajador en México aunque murió en Madrid en 1941 sin problemas con el régimen de Franco.

El socialista Gómez Osorio fue un sindicalista ferroviario del sector más moderado del PSOE y presidente del partido poco antes del final de la guerra civil, siendo detenido poco después y fusilado en 1940. El médico Eugenio Arbones fue víctima de los sublevados en 1936, habiendo sido dirigente socialista en Vigo. Enrique H. Botana fue tipógrafo en Vigo y una de las personalidades más importantes del socialismo gallego hasta que cayó en manos de los sublevados en 1936 y ejecutado. El médico Alejandro Otero (que no sé si fue el padre de un socialista del mismo nombre que conocí en los años setenta pasados), cosiguió exiliarse en México, donde murió en 1953.

Poza Juncal pertenece a una importante familia republicana que terminó su vida política en el partido de Manuel Azaña, Izquierda Republicana, pero murió prematuramente en 1934. La elección de Castelao fue, como se ve, con muchos menos apoyos que los que tuvieron otros candidatos, aunque hubo quienes no resultaron elegidos al tener menos votos que Castelao, que, de los electos, solo superó a R. Salgado Pérez.

El historiador Carlos Pereira ha publicado dos interesantes trabajos sobre la familia Poza y sobre la masonería en Pontevedra en el “Anuario Brigantino”, que ilustran algunos aspectos de la política y el librepensamiento de la época, aunque no solo, a la que nos referimos aquí.

L. de Guereñu Polán. 

jueves, 11 de enero de 2018

La extrema derecha europea





Aunque no todas las organizaciones de extrema derecha en Europa se corresponden con un mismo perfil, lo cierto es que, en conjunto, obedecen a unas características generales que ponen en peligro lo hasta ahora conseguido por la ciudadanía, guiada por el movimiento socialista y socialcristiano.
 
Los europeos de extrema derecha no quieren oír hablar de inmigrantes si no es para rechazarlos; no quieren aceptar que la soberanía de los estados ya no puede ser la de hace cincuenta años: se quejan de que las decisiones sobre Francia, Reino Unido, Austria, etc. se toman en Bruselas, en Washington o en centros ajenos al propio. Los ciudadanos de extrema derecha no quieren oír hablar de globalización de la economía, aunque esta se ha impuesto para bien y para mal (no entro en este asunto aquí y ahora).

No pocos de los votos que van a la extrema derecha europea, antes eran de socialistas y comunistas, pero estos han decepcionado a sus electores por varios motivos: porque los partidos de estas ideologías se han burocratizado, porque sus dirigentes y cuadros no han sido capaces de adaptarse y dar respuesta a problemas nuevos y viejos y, sobre todo, porque no han dicho nunca con claridad a la población, “compatriotas, no tenemos el futuro en nuestras manos, no podemos prometeros esto o lo otro, nos encontramos con un muro hoy por hoy infranqueable, este muro es el gran capitalismo internacional, los grandes financieros, los grandes industriales y dueños de la tecnología”. Es cierto: el movimiento socialista en general no habla claro a la gente para que esta comprenda que no será posible atender a sus demandas sociales con una economía totalmente en manos de unos pocos, con un reparto de la riqueza totalmente desigual tanto persona a persona como continente a continente. Por ahí creo yo habría que empezar.

La extrema derecha europea, que en parte se inspira en su odio a la democracia participativa, en los antiguos fascismos habidos en Europa, ha recogido los frutos de todo ese desencanto, de toda esa frustración que han sufrido los antiguos votantes del movimiento socialista. El sector secundario, antes muy combativo, ha ido empequeñeciéndose con el crecimiento del sector terciario, más acomodaticio y alejado de a dureza de las fábricas; pero también los sectores marginados de la sociedad en Europa han ido a parar, en parte, a la extrema derecha con su discurso fulgurante, demagógico y fantástico (en sentido original de la palabra). Es la huida hacia adelante: si nos defraudan los nuestros, entreguémonos al antiguo enemigo; al menos demuestra arrojo y crece en varios países de Europa.

Así lo vemos en Inglaterra, en Francia, en Italia, en Austria, en Polonia, en Hungría… La extrema derecha puede que no pase nunca del 30% de los votos, pero es una fuerza en alza porque las condiciones objetivas le favorecen (globalización económica) y las subjetivas también (decepción del movimiento socialista y democrático en general).

¿Alguien piensa que se van a poder garantizar las pensiones en las sociedades envejecidas sin allegar recursos de allí donde están, que es en las transacciones internacionales y en las grandes corporaciones financieras e industriales? ¿Alguien piensa que se va a poder mantener el enorme coste de la sanidad pública, de la enseñanza pública, de las atenciones a los ancianos e impedidos, de los que tienen rentas bajas, de los que viven en la miseria y forman el “cuarto mundo” si no es cambiando por completo de modelo económico?

La izquierda no ha dicho nunca en sus campañas electorales algo que parece obvio: la Unión Europea es el resultado de un pacto consistente en que la derecha conservadora y liberal garantice el control (no siempre afortunado) de una economía pudiente, a cambio de que la izquierda no discuta el modelo neocapitalista instalado en el mundo. Porque si se dijese, ya un sector de la población europea comprendería que la UE cumple un papel muy importante, pero insuficiente para frenar la desigualdad, la xenofobia, el populismo, el nacionalismo creciente en países como España, Polonia, Escocia, Hungría, Austria, etc.

La extrema derecha europea –como el antiguo fascismo- habla mal de la política y de los políticos (estos se lo merecen en parte aunque por otras razones), pero en realidad lo que quiere es acaparar toda la política y ser ella –la extrema derecha- la que nutra de políticos el mapa europeo. La extrema derecha quiere una política económica intervencionista aunque esta sea imposible en un mundo globalizado, quiere exacerbar el nacionalismo diciéndole a los nacidos en el país aunque de origen colonial: “os consideramos nuestros compatriotas, pero no queremos que sigan viniendo desde Europa del este, desde África, desde América latina…”.

¿Alguien cree que la izquierda se va a recuperar en Europa con políticos como Hollande, Renzi o Blair? Uno ha catapultado al actual Presidente de la República francesa, el otro ha traicionado a su correligionario Letta con la política del “quítate tú que me pongo yo… “ (para cosechar el resultado que está a la vista). El otro ha dado un pésimo ejemplo al mundo violando el derecho internacional en una invasión ilegal, prohibida por la ONU y mediante mentiras de lesa humanidad…

Tengo para mí que es en el ámbito regional y local donde los demócratas, los socialistas, tienen mucho que demostrar y conseguir, porque las políticas nacionales y continentales están en manos de otros que no salen a la palestra pública, pero actúan como fantasmas terribles en una incesante rapiña.

L. de Guereñu Polán.

lunes, 8 de enero de 2018

EL SEXENIO NEGRO.

El registrador  con registros políticos de lo más rancio de la “España  de charanga y pandereta, cerrado y sacristía” decía rotundo "YO NO VOY A SUBIR LOS IMPUESTOS, porque subir los impuestos hoy es darle una vuelta más a las maltrechas economías de las familias y las empresas”. Todas sus actuaciones fueron en sentido contrario, incluyendo la sangría del IVA.  "NO VOY A TOCAR LAS PENSIONES", porque el PP está comprometido en mantener el poder adquisitivo de las pensiones".  Lo primero que hizo fue desligar  las pensiones del IPC, lo que significa abocarlas a permanente pérdida de poder adquisitivo. Su voracidad impúdica dejó exhausto el Fondo de Reserva de pensiones.  NO VOY A TOCAR LA SANIDAD, ni a introducir el copago en Sanidad" “NO VOY A HACER RECORTES EN SANIDAD”… implantó el  copago para los pensionistas, para el transporte sanitario, para medicamentos de patologías crónicas habituales, como hepatitis C o leucemia, o las prestaciones orto-protésicas. Violentando la Ley General de Sanidad ha dejado casi 900.000 ciudadanas y ciudadanos fuera del sistema. Y un excelente sistema sanitario dañado de gravedad por recortes sangrantes y privatizaciones orientadas a lucrar especuladores. MI OBJETIVO ES LUCHAR CONTRA LA CORRUPCIÓN. Sus actos fueron la cobertura constante a miembros de su partido involucrados en situaciones anómalas con la justicia. Su trasparencia tiene respuesta en las dificultades creadas a jueces y policías en su labor  y en los martillazos que rompieron los discos duros de los ordenadores de la organización que preside. Organización financiada corruptamente según establecen las pesquisas realizadas, siendo el primer presidente de la democracia que ha tenido que pasar por un juzgado para declarar como testigo por ello. PROPICIARÉ EL RESPETO A LA INDEPENDENCIA E IMPARCIALIDAD DE LA JUSTICIA”…Nunca la ciudadanía albergó tantas dudas sobre ello, o que la justicia fuese igual para todos. Máxime tras el constante baile de nombramientos hasta que por “pura casualidad” los confortables y adictos están situados en las poltronas adecuadas. EL PP ESTA EN CONTRA DE ABARATAR EL DESPIDO, “no vamos a abaratar el despido, sino a abaratar el coste de la contratación". Su reforma laboral aprobada al mes de estar en La Moncloa abarató el despido reduciendo drásticamente la indemnización por año trabajado, precarizando los salarios  de forma dramática y degradando la calidad del empleo a niveles desconocidos.
El sexenio negro parió y mantiene vivas leyes como la ley mordaza, usada sin el menor rubor. Recortó derechos ciudadanos, sociales y  libertades públicas. Dañó de forma dramática el sistema público de educación siendo un momento álgido de tal ignominia la presencia en el ministerio del más deshonroso titular en democracia al frente esa cartera, JOSÉ IGNACIO WERT. Desmanteló las energías renovables cebando con energía feroz el saqueo de “las covencionales” al bolsillo de la ciudadanía. De camino, desmontó gran parte de la legislación medioambiental. 
El sexenio negro pudrió una serie de valores y pervirtió la política parlamentaria. Y donde había un problema no nuevo, de entendimiento y concordia, Cataluña, engendró, propició y alentó un brutal desencuentro auspiciando una crisis desquiciada de incierta solución. Y al tiempo desenterró viejos fantasmas de trágica memoria. Y de forma sistemática, amén de dividir políticamente la sociedad, la fracturó socialmente creando un abismo social al que está abocada la gran mayoría de la ciudadanía para beneficio de unos pocos.
El sexenio negro es la biografía de la España claudicante, doblegada a la especulación financiera, la corrupción,  la impunidad y la permanente pérdida de prestigio internacional. De la mentira y la falacia gubernamental como norma. Del desencuentro y del regreso a la sangría de la emigración, especialmente de los más jóvenes o de los profesionales mejor formados. De la manipulación más descarada de los medios de comunicación públicos. Y de ministros y altos cargos reprobados y del sistemático incumplimiento de las votaciones parlamentarias cuyo resultado  fue adverso a la minoría mayoritaria.
M punto Rajoy, es un presidente cuya decencia política está en severa cuestión. Que esgrime la mentira como habito. Cuya actitud en orden a la ética política y asunción de responsabilidades es de imposible homologación con los hábitos democráticos del resto de los dirigentes europeos. Uno de los políticos reiteradamente peor valorados de España. Incapaz de aportar soluciones más allá de sus permanentes maniobras dilatorias. Que hace mucho dejó de ser la solución, siendo parte sustancial del problema. Un presidente que únicamente sobrevive a su incuria, medianía, y fragilidad parlamentaria, por la fragmentación de sus opositores sumidos en políticas erráticas, luchas intestinas, incapacidad para el acuerdo,  inercias y personalismos suicidas. Una oposición que pierde el partido, no solo por insuficiencia, sino por incomparecencia.
Y…así empezamos 2018… Lo difícil, es presuponer como lo acabaremos…

  Antonio Campos Romay

domingo, 7 de enero de 2018

Políticas de estado

Cuando en 1933 la II República ya había pasado por un número realmente elevado de hechos luctuosos, con muertes y más muertes de campesinos y obreros, guardias civiles y ciudadanos en general, violencias protagonizadas sobre todo por los los anarquistas y las fuerzas del orden (particularmente la Guardia Civil), el Partido Socialista cayó en la cuenta de que su colaboración en el Gobierno con los republicanos progresistas representaba un gran coste para sus intereses electorales, más allá de lo fecundo que fue el primer bienio republicano en materia de legislación social. La no aplicación de la ley por el poder fáctico de los terratenientes y patronos, la dificultad en notarse los efectos de dicha legislación, que necesitaba un tiempo, hizo que buena parte de la clase media (reducida entonces respecto de la actual) y las masas de proletarios que se extendían por todo el territorio nacional, viesen lo poco útil de una República que no evitaba, en la práctica, los abusos de los poderosos y las muertes gratuitas de los humildes.

Es entonces cuando el PSOE se radicaliza, expresión que se ha utilizado una y otra vez, los anarquistas se inhiben en las elecciones generales de noviembre y diciembre (1933) y triunfa la derecha representada por la CEDA y el Partido Radical de A. Lerroux. ¿Qué había hecho, hasta entonces, el PSOE, su grupo parlamentario –el más numeroso del Congreso- y los tres ministros socialistas? Comprometerse con el Estado, republicano, para dotar al país de unas estructuras modernas, sociales y democráticas, aunque las condiciones fuesen muy contrarias: crisis económic de 1929, violencia desatada en los centros industriales y en los campos de la mitad sur de España, odio incubado secularmente.

De la misma forma, el PSOE fue partidario de comprometerse con una transición a la democracia desde 1977, aún a sabiendas de que el proceso estaba vigilado por militares que habían participado en la guerra de 1936, firmar los Pactos de la Moncloa aún a sabiendas de que tendrían una contestación sindical que, sin embargo solo fue parcial, y apoyar ahora a un Gobierno sostenido por un partido incriminado, en el intento secesionista e ilegal de los independentistas catalanes. Ello, igual que en el primer bienio republicano, tiene un coste. Hay otros partidos (o lo que sean) que prefieren nadar entre dos aguas, sin definirse, y el tiempo dirá si, al menos electoramente, les da resultado.

La necesidad de una reforma constitucional como alternativa a la convocatoria de un referéndum que no tiene amparo legal hoy por hoy, es a mi juicio acertada. Menos claro es el sentido federalizante que el PSOE dice defender, ya que la descentralización política en España quizá no tenga parangón en el mundo (excepción hecha de los estados confederales). ¿Se trata de un gran pacto entre el Estado y las autoridades de las Comunidades Autónomas, de forma conjunta, no bilateralmente con cada una de ellas como se hizo durante los años ochenta pasados? Se necesitaría una gran capacidad política por parte de los actores que no creo se dé, además de que los independentistas catalanes, hoy por hoy, no entrarían en ese intento.

Por otro lado está el acuerdo necesario no ya entre Estado y CCAA, sino entre partidos: mucho me temo que los acuerdos serían mínimos y, por lo tanto, insuficientes, porque ahora ya no se trata de conseguir un objetivo compartido como en 1978 (una Constitución superadora del franquismo y establecedora de la democracia), sino que el tacticismo de cada uno –más notable en algunos partidos que en otros- prima en la actualidad. También hay maximalismos que, siendo muy razonables (otros no) son imposibles de asumir por el partido del actual Gobierno. Por ello tengo el temor de que, iniciado el proceso de reforma constitucional, el resultado final resultase peor que el texto actual, en cuyo caso habría que desechar el trabajo realizado.

¿Es asumible un pacto constitucional entre PP, PSOE y Ciudadanos? Obviamente no. ¿Es pensabe la incorporación de otros partidos a un pacto que, obviamente también, tendría que ser distinto al anterior? Lamentablemente creo que no se dan las condiciones: ni de sosiego, ni de ilusión colectiva, ni de lealtad entre unos y otros… Esas condiciones serían necesarias, pero no suficientes; faltaría que quien pilotase la reforma constitucional no fuese quien ahora preside el Gobierno, sino alguien con otras miras, otra capacidad, con un verdadero convencimiento de la necesidad de la reforma y sin el lastre de estar apoyado por la canalla de un partido que este año se sienta ante los jueces.

L. de Guereñu Polán.